PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 2957 ~ Sábado 19 de Marzo de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Con
gran alegría celebramos hoy la festividad de San José, patrono de "Pequeñas Semillitas".
En
el Plan Reconciliador de Dios, San José tuvo un papel esencial: Dios le
encomendó la gran responsabilidad y privilegio de ser el padre adoptivo del
Niño Jesús y de ser esposo virginal de la Virgen María. San José, el santo
custodio de la Sagrada Familia, es el santo que más cerca está de Jesús y de la
Santísima Virgen María.
San
Bernardino de Siena dijo de San José: "Si toda la Iglesia está en deuda
con la Virgen María, ya que por medio de ella recibió a Cristo, de
modo semejante le debe a San José, después de ella, una especial gratitud y
reverencia".
Sepamos
conocerlo en profundidad para reflejarnos en el espejo de virtud de este hombre
justo y silencioso, ejemplo de padre, de esposo, de trabajador, modelo de
mansedumbre y de humilde sumisión al plan del Creador. Pidamos hoy a San José
que nos ayude a parecernos a él...
¡Buenos días!
Señor, te entrego todo
La
actitud de confianza en Dios es fundamental en la Biblia: recorre casi todas
sus páginas; las personas que desfilan por ellas son confrontadas con esta
señal del varón justo, que busca a Dios como su único bien y poderoso refugio.
La oración de entrega a Dios con todo lo que tenemos y somos, es efecto de esa
confianza plena en el Señor.
Te entrego, Señor, todo lo que tengo y todo lo que
estoy viviendo. Te doy gracias por lo que me estás regalando y lo disfruto con
gozo. Pero desde ya lo dejo en tus manos para que acabe cuando tenga que
acabar. Te proclamo a ti, Jesús, como único Señor, dueño de todas mis cosas, de
todo lo que vivo, rey de todo lo que soy y de todo mi futuro. Te declaro Señor
de todos mis afectos, de mis deseos, de mis relaciones. Sé que me darás la
felicidad que necesito porque confío en tu amor, pero me la darás a tu modo,
como sea mejor para mí. En ti deposito toda la confianza de mi corazón. Amén.
(P. V. Fernández).
Quien
vive abandonado en el Señor crece en una relación verdaderamente filial con
Dios, su Padre; está disponible a todo lo que se presente, su corazón se vuelve
simple y libre, tiene facilidad para vivir con humildad de corazón los
misterios de la vida, se libera de toda ansiedad por el porvenir incierto:
“Será lo que el Padre quiera”, dice con total sumisión.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Jacob
engendró a José, el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. La
generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada
con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra
del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en
evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así
lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le
dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo
engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás
por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados». Despertado
José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado. (Mt 1,16.18-21.24a)
Comentario
Hoy,
celebra la Iglesia la solemnidad de San José, el esposo de María. Es como un
paréntesis alegre dentro de la austeridad de la Cuaresma. Pero la alegría de
esta fiesta no es un obstáculo para continuar avanzando en el camino de
conversión, propio del tiempo cuaresmal.
Bueno
es aquel que, elevando su mirada, hace esfuerzos para que la propia vida se
acomode al plan de Dios. Y es bueno aquel que, mirando a los otros, procura
interpretar siempre en buen sentido todas las acciones que realizan y salvar la
buena fama. En los dos aspectos de bondad, se nos presenta a San José en el
Evangelio de hoy.
Dios
tiene sobre cada uno de nosotros un plan de amor, ya que «Dios es amor» (1Jn
4,8). Pero la dureza de la vida hace que algunas veces no lo sepamos descubrir.
Lógicamente, nos quejamos y nos resistimos a aceptar las cruces.
No
le debió ser fácil a San José ver que María «antes de empezar a estar juntos
ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo» (Mt 1,18). Se había
propuesto deshacer el acuerdo matrimonial, pero «en secreto» (Mt 1,19). Y a la
vez, «cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños» (Mt 1,20),
revelándole que él tenía que ser el padre legal del Niño, lo aceptó
inmediatamente «y tomó consigo a su mujer» (Mt 1,24).
La
Cuaresma es una buena ocasión para descubrir qué espera Dios de nosotros, y
reforzar nuestro deseo de llevarlo a la práctica. Pidamos al buen Dios «por
intercesión del Esposo de María», como diremos en la colecta de la misa, que
avancemos en nuestro camino de conversión imitando a San José en la aceptación
de la voluntad de Dios y en el ejercicio de la caridad con el prójimo. A la
vez, tengamos presente que «toda la Iglesia santa está endeudada con la Virgen
Madre, ya que por Ella recibió a Cristo, así también, después de Ella, San José
es el más digno de nuestro agradecimiento y reverencia» (San Bernardino de
Siena).
+ Mons. Ramon MALLA i Call Obispo Emérito de Lleida
(Lleida, España)
Santoral Católico:
San José
Esposo de la Virgen María
La
fiesta del Padre nutricio de Jesús se extendió en la Iglesia a partir del siglo
XV, cuando fue propagada por san Bernardino de Siena y Juan Gerson. Los
evangelios nos lo inscriben enmarcado en la historia de la salvación. José, de
oficio carpintero en el pueblecito de Nazaret, se sintió turbado cuando
comprobó que María, su esposa, con la que no había cohabitado, estaba encinta.
Pero el Señor le hizo comprender que el estado de su mujer era obra del
Espíritu, y él la acogió, secundando los planes de Dios. Con María marchó a
Belén, donde nació Jesús, y en todo momento José se cuidó del sustento y
protección de la Madre y del Hijo. Con ellos estuvo en la adoración de los
pastores y de los reyes, en la circuncisión del Niño y en su presentación en el
Templo, en la huida a Egipto, estancia allí y regreso a Nazaret, donde Jesús
fue creciendo al amparo de sus padres. Por último vivió con María el dolor y el
gozo de hallar a Jesús cuando creían haberlo perdido en Jerusalén. Dios confió
a José la custodia discreta pero eficaz de María y de Jesús, y, con razón, Pío
IX lo declaró en 1870 Patrono de la Iglesia universal.
Oración: Dios todopoderoso, que confiaste los
primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de san
José, haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los
lleve a plenitud en su misión salvadora. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“Mirad
a José como el modelo de educador, que preserva y acompaña a Jesús en su camino
de crecimiento ‘en sabiduría, edad y gracia’, como dice el Evangelio de Lucas
(2.52). La misión de San José es ciertamente única e irrepetible, por eso es
tan singular. Y sin embargo, en su guardia Jesús debe ser enseñado a crecer en
edad, sabiduría y gracia, es un modelo para cada educador, en particular de
cada uno de los padres. Pongo bajo su protección a todos los padres, sacerdotes
y aquellos que tienen un papel educativo en la Iglesia y en la sociedad”
Cuaresma día a día
Día 39°: Sábado 19 de Marzo
Cámbiate por Jesús.
Barrabás es un personaje del evangelio que no parece muy importante, pero si
nos fijamos, cada uno de nosotros estamos representados por él. Cuando Barrabás
iba a morir por haber matado a un soldado, Jesús apareció y le cambiaron por
él, y murió Jesús en vez de Barrabás. El Señor se cambió por cada uno de
nosotros para que no muriéramos a la vida del alma y para que pudiéramos nacer
de nuevo a la vida de la gracia después del pecado, nacer a la vida para poder
ir también al cielo. Todo lo que hizo fue para que tuviéramos la oportunidad de
amarle.
Y
los hombres hemos pagado ese amor tuyo, Señor, con pecados y faltas de amor.
Jesús sabía que íbamos a pagarle así, que íbamos a serle desagradecidos, y aun
así decidió entregarse para que le amáramos.
Puedes
imaginarte ahora tú, cambiándote por Jesús en la Cruz de cada día: faenas que
te hacen, enfados, cosas que no te salen, pequeñas contrariedades... y coger
así tu cruz de cada día llevándola con alegría.
Continúa
hablándole a Dios con tus palabras
© Web Católico de Javier
Nuevo artículo
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si
lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas
Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las
suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com con el título:
“Suscripción a Pequeñas Semillitas”.
Si
ya estás suscripto y quieres cancelar tu suscripción debes escribir a la misma
dirección con el título: “Baja”.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por
el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los
refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad
en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los
matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el
aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas
del Purgatorio.
Pedimos
oración para que Ricardo Jesús O. A.,
de México, consiga un trabajo digno que le dé la remuneración necesaria para
cubrir sus gastos y deudas pendientes. Lo encomendamos en esta intención a San
José.
Pedimos oración por Laura R. B., de la misma nacionalidad, que el día martes próximo tiene una entrevista laboral, rogando que la Divina Misericordia permita que los resultados sean favorables.
Pedimos oración para Leobardo M., de México, a quien hoy operan de riñón, para que Jesús lo acompañe y todo salga bien.
Pedimos oración por Laura R. B., de la misma nacionalidad, que el día martes próximo tiene una entrevista laboral, rogando que la Divina Misericordia permita que los resultados sean favorables.
Pedimos oración para Leobardo M., de México, a quien hoy operan de riñón, para que Jesús lo acompañe y todo salga bien.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Marzo 19
Un
fracaso no es una vida fracasada; quizás sean necesarios muchos fracasos para
que la vida sea un éxito y quizás la ausencia de fracasos sea lo que constituya
una vida fracasada.
Porque
una vida fracasada es no hacer nunca nada para no exponerse al fracaso. Si
nunca haces nada nunca fracasarás; pero si nunca fracasas, quizás sea porque
nunca haces nada; y no hacer nada, ¿no es una vida fracasada?
Si
no quieres equivocarte, si no quieres ser criticado, no hagas nada; pero si no
haces nada, ya estás equivocado; y si no haces nada, podrán criticarte, y en
este caso con razón.
Muchos
éxitos, comenzaron con fracasos; muchos fracasos tuvieron como positivo el
haber intentado el éxito; y, desde un fracaso, siempre queda tiempo para una
victoria definitiva.
Siempre debemos atribuir a Dios la victoria y los
éxitos; los fracasos se deberán a nuestra flaqueza y miseria. “Tuya, Señor, es
la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad, porque tuyo es
cuanto hay en el cielo y en la tierra… es tu mano la que todo engrandece y todo
sostiene” (1 Cr 29,11-12)
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.