domingo, 31 de mayo de 2015

Pequeñas Semillitas 2693

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2693 ~ Domingo 31 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Solemnidad de la Santísima Trinidad. Núcleo esencial de la fe cristiana: confesamos a un Dios Trino y Uno a la vez. Y, toda nuestra vida espiritual gira en torno a la Trinidad. En ella gozamos con el secreto más guardado por Dios Padre, Hijo y Espíritu: el amor.
La Santísima Trinidad es el hogar donde habitan tres personas que, aun siendo distintas, tienen un mismo fondo; los mismos pensamientos; los mismos ideales.
Cuando invocamos a Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu, sabemos que estamos llamando a la misma puerta de una misma casa: el cielo.
Demos gracias a Dios porque nos permite entrar en lo más hondo de sus entrañas y darnos cuenta de que, una comunidad formada por tres personas, habita en su interior de Padre.
Demos gracias a Dios porque, nos ha permitido conocerle más y mejor a través de Jesús. Lo vimos niño en Belén, profético en su defensa del hombre, humilde en la cruz y triunfante en la resurrección. Con Jesús hemos ido abriendo el libro de los grandes secretos de Dios, uno de ellos que es el más grande, el amor.
Demos gracias a Dios porque, el Espíritu Santo es quien nos hace proclamar que Dios –siendo uno– es familia de tres. Familia unida. Familia bien avenida. Familia que se entienden y se comprenden, entre otras cosas, porque el amor es el ceñidor que los une.
La Trinidad es la gran familia que vive en el corazón de Dios. Ojala que nosotros, llamándola tantas veces como lo hacemos: ¡En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!, nos sintiésemos también tocados para vivir como “uno” en el amor, en la caridad, en la esperanza, en la fe, en el compromiso y en la fidelidad a la Iglesia. ¡Gloria a la Trinidad!
P. Javier Leoz

¡Buenos días!

El P. Pío explica misterio de la Santísima Trinidad
— Padre, no he venido a confesarme sino para que se me aclaren algunas dudas que me atormentan. Me turba, sobre todo, el misterio de la Santísima Trinidad.
El padre, con sencillas palabras, comenzó a disipar las dudas: 
— Hija, ¿quién puede comprender y explicar los misterios de Dios? Se llaman misterios precisamente porque no pueden ser comprendidos por nuestra pequeña inteligencia. Podemos formarnos alguna idea con ejemplos.

¿Has visto alguna  vez preparar la masa para hacer el pan? ¿Qué hace el panadero? Toma la harina, la levadura y el agua. Son tres elementos distintos: la harina no es la levadura ni el agua; la levadura no es la harina ni el agua y el agua no es la harina ni la levadura. Se mezclan los tres elementos y se forma una sola sustancia. Por lo tanto, tres elementos distintos forman unidos una sola sustancia. Con esta masa se hacen tres panes que tienen la misma sustancia pero distintos en la forma el uno del otro. Eso es, tres panes distintos el uno del otro pero una única sustancia. Así se dice de Dios: Él es uno en la naturaleza, trino en las personas iguales y distintas la una de la otra. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. Son tres personas iguales pero distintas. Sin embargo, son un solo Dios porque única e idéntica es la naturaleza de Dios.

Dos jóvenes universitarias habían entrado a San Pedro del Vaticano para confesarse. El sacristán estaba cerrando. Terminada la confesión, quisieron salir pero ya todo estaba cerrado. El sacristán se extrañó mucho de lo que decían porque no había ningún confesor. Pero fue a ver quién era. ¡No encontró a nadie en el confesonario! Las jóvenes aseguraban que había estado y hasta le repitió una la explicación del misterio de Santísima Trinidad. Años después en san Giovanni Rotondo la joven comprobó que había sido el P. Pío quien la había confesado en bilocación.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verle le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo». (Mt 28,16-20)

Comentario
Hoy, la liturgia nos invita a adorar a la Trinidad Santísima, nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Un solo Dios en tres Personas, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad aquí abajo, en la oscuridad de la fe, y, después de la muerte, en la vida eterna. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo. En el Bautismo ha comenzado nuestra vida cristiana, recibiendo la vocación a la santidad. El Bautismo nos hace pertenecer a Aquel que es por excelencia el Santo, el «tres veces santo» (cf. Is 6,3).
El don de la santidad recibido en el Bautismo pide la fidelidad a una tarea de conversión evangélica que ha de dirigir siempre toda la vida de los hijos de Dios: «Ésta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1Tes 4,3). Es un compromiso que afecta a todos los bautizados. «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, n. 40).
Si nuestro Bautismo fue una verdadera entrada en la santidad de Dios, no podemos contentarnos con una vida cristiana mediocre, rutinaria y superficial. Estamos llamados a la perfección en el amor, ya que el Bautismo nos ha introducido en la vida y en la intimidad del amor de Dios.
Con profundo agradecimiento por el designio benévolo de nuestro Dios, que nos ha llamado a participar en su vida de amor, adorémosle y alabémosle hoy y siempre. «Bendito sea Dios Padre, y su único Hijo, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros» (Antífona de entrada de la misa).
Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)

Palabras de San Juan Pablo II

“Es evidente que la Trinidad no es tanto un misterio para nuestra mente –como si se tratase de un teorema intrincado–, cuanto, y mucho más, de un misterio para nuestro corazón, puesto que es un misterio de amor. Y nosotros nunca captaremos, no digo tanto la naturaleza ontológica de Dios, cuanto más bien la razón por la que él nos ha amado hasta el punto de identificarse ante nuestros ojos como el Amor mismo.”

Tema del día:
Fiesta de la Santísima Trinidad
“La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros”. Así comenzamos en la misa y así comenzamos hoy, en esta fiesta de la Santísima Trinidad. Esta fiesta es como una coronación de todas las fiestas de Pascua en que vemos a Cristo resucitado y glorificado a la diestra de Dios Padre, que envió a su Hijo para salvarnos y que el Hijo juntamente con el Padre envían el Espíritu Santo para santificarnos. Tres personas en un solo Dios: Un misterio oscuro, pero muy cercano a nuestra vida, pues debe ser el centro de nuestra fe y nuestra vida.

Todo ser humano debe comprender que existe un Dios creador. Sin la fe en Dios, el mundo sería absurdo, no tendría sentido. Pero Dios no es ni tirano ni ajeno a nuestros planes y necesidades. Por eso se escogió una nación para ir revelando la esencia de su ser de amor. La Sagrada Escritura habla constantemente del gran amor de Dios a nosotros, que es una expresión de la unión íntima e infinita de amor entre las personas de la Santísima Trinidad. Pero el pueblo, en general, le rechazó. Y Dios Padre envió a su Hijo para salvarnos. Jesús nos fue desvelando el gran misterio de amor en Dios. Él con su Padre son una misma cosa. Y después de cumplir su misión, envió el Espíritu Santo, Dios Consolador, que con sus gracias y dones fructifica a la Iglesia.

Cuando iba a subir al cielo, Jesús envió a sus apóstoles a bautizar por todo el mundo “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Es la expresión del amor, que es la esencia principal de Dios. Nunca podremos en esta vida comprender los misterios de la esencia de Dios; pero algo atisbamos al saber que es amor. Porque el amor une; y el amor infinito une infinitamente. Dios no es un Dios solitario, sino que es un Dios-familia. Son tres personas por donde circula la más entrañable corriente de amor. Por eso nosotros imitaremos más a Dios cuanto más nos sintamos unidos en comunidad, en familia o en pueblo. El amor es lo más importante en nuestra religión.

La Santísima Trinidad no es sólo un misterio para creer, sino que es vida para vivir. En el nº 44 del Compendio del catecismo de la Iglesia Católica se nos dice que el misterio de la Santísima Trinidad es el centro de la fe y de la vida cristiana. Yo creo que gran parte de cristianos hemos tenido este misterio por centro de nuestra fe, pero poco de nuestra vida cristiana. Muchas veces hemos orado a Dios de una manera abstracta o impersonal. No suele ser la comunicación de amor con un amigo, porque intentamos hablar a la esencia de Dios, no a las personas.

En este día de la Santísima Trinidad les exhorto a tener más comunicación con nuestro Padre Dios, a quien verdaderamente podemos llamar Padre, o si queremos, podemos llamarle “papá”, como hacía Jesús. Y sentir sus caricias porque siempre está con nosotros, “más íntimo que nuestra misma intimidad”. Y hablar con Jesús, que es Dios y quiere ser nuestro amigo, que para eso ha querido quedarse en la Eucaristía. Y hablar con el Espíritu Santo, que es Dios y nuestro Consolador, nuestro Abogado, que camina con nosotros precisamente para estar a disposición y dar abundantes gracias y dones a aquel que esté dispuesto.

Este es un descubrimiento que debemos ir haciendo. De hecho en la liturgia siempre nos dirigimos a alguna de las tres Divinas Personas; la mayor parte de las veces al Padre, a quien llamamos “Señor”, como al Espíritu Santo, a diferencia de Jesús a quien llamamos “Cristo”. Que cada vez que nos persignemos, nombrando a las tres Divinas Personas, agradezcamos su gran amor hacia nosotros, y procuremos dar a conocer ese inmenso amor con nuestra vida de caridad, “porque todo el que ama, ha nacido de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor”. No somos llamados para seres individualistas, sino a formar parte de una comunidad. Y siempre glorifiquemos a Dios Padre, que nos ha creado, a Jesucristo, que nos ha redimido y nos espera en el cielo, y al Espíritu Santo, que vive en nosotros para darnos la paz y alegría cristiana.
© P. Silverio Velasco (España)

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Agradecimientos
Dicen que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

Desde Córdoba, Argentina, Marta agradece a todos los que rezaron por Francisco, un bebé prematuro, mellizo de su hermanita que falleció al quinto día de vida, y al que han realizado una cirugía cardíaca correctiva de la que se recupera “asombrosamente” bien. Damos gracias a Dios por esta vida que ya tiene dos meses.

Desde Canadá, Elena da gracias infinitas a la Santísima Trinidad y a la Virgencita de la Encarnación por que no necesitará biopsia tiroidea y, los resultados médicos de la diabetes y otros análisis de sangre han salido normales.

Desde México agradecen porque el día 18 de mayo nació Mateo, hijo de Claudia D. M. Antes  de nacer, al bebé le realizaron una cirugía fetal y gracias a Dios nació perfectamente. Dicho por los médicos que milagrosamente está bien, pudieron retirarle el catéter al día siguiente sin complicaciones, le realizaron estudios para ver su estado y está muy bien. Una vez más tenemos la oportunidad de comprobar el inmenso poder de la oración y la gran misericordia de Dios. 

Mes de María
Flor del 31 de mayo: María Reina del Cielo
Meditación: “Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apocalipsis 12,1). Ha sido coronada Reina del Cielo la Madre del Señor de cielos y tierras. Esposa de Dios y Madre del Redentor, quien aquí en la tierra Le demostró obediencia y siempre Su consejo contempló, ¿cómo no podremos nosotros no ser sus esclavos y servirle junto a ángeles y santos?. “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues ésta es la Voluntad de Dios: vuestra santificación (conforme Primera Tesalonienses 4,3 y Efesios 1,4). María se entregó a ésta Voluntad Divina y será verdaderamente Madre y Reina nuestra si buscamos responder a su llamado de santidad. No la hagamos llorar más por los pecados que en el mundo hay, sino que entreguemos nuestra voluntad para sólo por Ella trabajar.
Oración: ¡Oh María, Reina del Cielo y de nuestro corazón! Haznos esclavos de tu amor para hacer la Santa Voluntad y llegar a la Patria Celestial. Que tengamos la humildad de la violeta, y estemos vestidos como ella, de penitencia. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Recitar el Regina Coeli (Reina del Cielo):
Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque El que mereciste engendrar, aleluya,
resucitó como lo había dicho, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.
Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya,
porque verdaderamente resucitó el Señor, aleluya.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

sábado, 30 de mayo de 2015

Pequeñas Semillitas 2692

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2692 ~ Sábado 30 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús mío, quiero pedirte que me abraces en la paz que da tu presencia, sé que me amas y quieres lo mejor para mí aunque a veces sienta que no lo merezca. Tú conoces todas las actividades en la que estoy involucrado y todas las preocupaciones que, por distintas razones, tengo en mi corazón. Quiero sentir que me llenas de confianza y me das paz para poder continuar. Te amo y quiero servirte con todas las fuerzas de mi corazón, pero para ello, necesito que llenes mi corazón de tu bondad y de tu amor, para poder ser una persona coherente y comprometida en cada uno de mis actos. Permite que pueda ser sal para aquellos que están a mi lado, que mis palabras, mis actitudes y mis acciones les ayuden a encontrarse contigo y puedan así vivir plenamente felices. Permite que siempre esté dispuesto y preparado para dar lo mejor de mí a cada instante. Amén.

¡Buenos días!

Vida de entrega generosa
La situación difícil que atraviesa la Argentina  —economía fluctuante, inflaciones periódicas, falta de trabajo, crecimiento de la pobreza, etc.— ha generado un hecho digno de admiración y elogio: el voluntariado. Personas que, más allá de la queja estéril, se deciden entregar su vida y poner el hombro a las necesidades urgentes que perciben a su alrededor. Son vocaciones de servicio.

Por amor hay quien abandona su casa confortable en Europa y vive, sin agua y sin luz, en una villa miseria de un pueblo olvidado del Tercer Mundo. Por amor hay hombres que cruzan continentes y mares, y por ese mismo amor hay otros hombres que se encierran en la celda de un monasterio. Por ese amor se entregan los años, la salud, el dinero, la juventud, la seguridad del futuro, el trabajo, el descanso, los gustos, todo. Ese amor es más fuerte que los lazos de la sangre, que las raíces de la tierra o que las llamadas del corazón. Ese amor es más fuerte que la vida y que la muerte. Pero todo eso es un camino seguro hacia la felicidad, porque, “lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado”.

Cada día puedes ser generoso en acciones pequeñas. Este propósito abre el corazón poco a poco, y descubres admirado que nunca pierdes. Por el contrario te fortaleces y puedes superar el temor de ser vulnerable. Practicar la generosidad ejercita al corazón: cuanto más se da, más se fortalece. Recuerda que Jesús dijo: “Hay más alegría en dar que en recibir”.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?». Jesús les dijo: «Os voy a preguntar una cosa. Respondedme y os diré con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respondedme».
Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: ‘Del cielo’, dirá: ‘Entonces, ¿por qué no le creísteis?’. Pero, ¿vamos a decir: ‘De los hombres’?». Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta. Responden, pues, a Jesús: «No sabemos». Jesús entonces les dice: «Tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto». (Mc 11,27-33)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos pide que pensemos con qué intención vamos a ver a Jesús. Hay quien va sin fe, sin reconocer su autoridad: por eso, «se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le decían: ‘¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado tal autoridad para hacerlo?’» (Mc 11,27-28).
Si no tratamos a Dios en la oración, no tendremos fe. Pero, como dice san Gregorio Magno, «cuando insistimos en la oración con toda vehemencia, Dios se detiene en nuestro corazón y recobramos la vista perdida». Si tenemos buena disposición, aunque estemos en un error, viendo que la otra persona tiene razón, acogeremos sus palabras. Si tenemos buena intención, aunque arrastremos el peso del pecado, cuando hagamos oración Dios nos hará comprender nuestra miseria, para que nos reconciliemos con Él, pidiendo perdón de todo corazón y por medio del sacramento de la penitencia.
La fe y la oración van juntas. Nos dice san Agustín que, «si la fe falta, la oración es inútil. Luego, cuando oremos, creamos y oremos para que no falte la fe. La fe produce la oración, y la oración produce a su vez la firmeza de la fe». Si tenemos buena intención, y acudimos a Jesús, descubriremos quién es y entenderemos su palabra, cuando nos pregunte: «El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?» (Mc 11,30). Por la fe, sabemos que era del cielo, y que su autoridad le viene de su Padre, que es Dios, y de Él mismo porque es la segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Porque sabemos que Jesús es el único salvador del mundo, acudimos a su Madre que también es Madre nuestra, para que deseando acoger la palabra y la vida de Jesús, con buena intención y buena voluntad, tengamos la paz y la alegría de los hijos de Dios.
Mn. Antoni BALLESTER i Díaz (Camarasa, Lleida, España)

Santoral Católico:
San Fernando III
Rey
Fernando III, «el Santo», rey de León y de Castilla, hijo de Alfonso IX de León y de Berenguela de Castilla, nació el año 1198 en el reino leonés, probablemente cerca de Valparaíso (Zamora). Tradicionalmente se afirma que perteneció a la Tercera Orden franciscana. Fue el rey de la reconquista del sur de España. Su visión política de altas miras es reconocida por los historiadores, y las gentes de toda clase y condición bendijeron su reinado sabio, ecuánime, prudente. En los territorios reconquistados por él, nunca hubo vencedores y vencidos. Con razón es proclamado «señor de la convivencia de cristianos, musulmanes y judíos». Contrajo dos matrimonios sucesivos, que fueron felices, y de ambos tuvo en conjunto trece hijos. Fue hombre de óptimos sentimientos y limpias costumbres. Además de administrar con sabiduría sus reinos, promovió las artes y las ciencias, y colaboró en la propagación de la fe. Vivió rodeado del respeto y afecto de unos y otros, y su muerte fue llorada por todos. Murió en Sevilla el 30 de mayo de 1252.
Oración: Oh Dios, que elegiste al rey san Fernando como defensor de tu Iglesia en la tierra, escucha las súplicas de tu pueblo que te pide tenerlo como protector en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco

“El trabajo unge de dignidad a una persona. La unción de dignidad no la otorga ni el abolengo, ni la formación familiar, ni la educación. La dignidad como tal sólo viene por el trabajo. Comemos lo que ganamos, mantenemos a nuestra familia con lo que ganamos. No interesa si es mucho o poco. Si es más, mejor. Podemos tener una fortuna, pero si no trabajamos, la dignidad se viene abajo”

Tema del día:
Vayamos a Misa
La Iglesia Católica manda ir a Misa los domingos y fiestas de guardar, pero muchas personas no cumplen con ello, entre otras cosas porque ponen como excusa que a la iglesia van personas cuya conducta en el mundo deja mucho que desear.

Pero ¿qué es la Misa? ¿Acaso no es el mismo Sacrificio de Cristo en la Cruz? ¿Y qué hubiéramos visto nosotros si hubiésemos asistido a la pasión del Señor hace dos mil años, en la cima del monte Calvario? Habríamos estado entre una multitud embrutecida, que profería insultos y maldiciones. Habríamos estado entre personas a quienes no les interesaba mayormente lo que pasaba, por ejemplo los soldados. Y también hubiésemos compartido con un grupo reducido de personas buenas, que también presenciaban la escena, como la Santísima Virgen, San Juan, algunas mujeres piadosas y pocos, pocos más, en medio de un mar de odio.

Entonces tengamos esto presente para cuando vayamos a Misa, para no escandalizarnos de la conducta de las personas en ella y fuera de la iglesia, porque cada vez más se asemeja la Santa Misa de hoy, al Sacrificio de Cristo en la Cruz, pues no faltan los traidores, los que comulgan en pecado mortal y son como los que insultan al Señor y su Madre. E incluso a veces el mismo Sacerdote celebrante, ofrece el sacrificio en pecado, o deja tanto que desear en su celebración, que se cumple también el misterio de aquella Última Cena y Primera Misa del Jueves Santo, en que Judas Iscariote participó sacrílegamente.

Así que no nos escandalicemos de las personas que van a Misa, y vayamos de todos modos. Es más, justamente por ese motivo debemos participar de la Misa siempre, no sólo los domingos, sino de ser posible todos los días, pues Jesús, que en la Santa Misa muere en la Cruz, necesita tener cerca a un puñado de hombres y mujeres que lo amen y consuelen en ese tremendo momento de su Dolor.

Si tenemos fe, entonces a partir de hoy veremos las cosas de otro modo y no faltaremos nunca más a Misa, porque tendremos claro que yendo, consolaremos el Corazón de Jesús, y seremos de las “caras amigas” que tiene el Señor, en medio de un mar de odio o indiferencia.
© Sitio Santísima Virgen

"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com  con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.

Humor por cinco

1.- Un hombre de mi pueblo compró una lavadora nueva y, para librarse de la vieja, la dejó enfrente de su casa con un cartel que decía: "Gratis. Si la quiere se la puede llevar".
La lavadora permaneció allí durante 3 días, sin que la gente que pasaba se dignara mirarla,
El hombre llegó a la conclusión de que la gente no creía en la oferta.  Era demasiado buena para ser verdad, por lo tanto cambió el cartel: "Lavadora usada en venta por 50 pesos".
 ¡Al día siguiente se la habían robado!

 2.- Mientras miraba una casa para alquilar, mi hermano le preguntó a la chica de la inmobiliaria para dónde quedaba el Norte, ya que no quería que el sol diera en la casa.  La chica le preguntó:
 "- ¿Es que el sol sale por el Norte?"
 Cuando mi hermano le explicó que el sol sale por el Este (cosa que sucede desde hace un buen tiempo, además), ella le dijo:
 "- Lo que pasa es que no estoy muy al tanto de ese tipo de cosas".

3.- Mis amigos y yo fuimos a comprar cerveza para una fiesta, y notamos que las cajas tenían un descuento del 10%. Como era una fiesta grande, compramos 2 cajas.  El dependiente multiplicó 10% por 2 cajas, y nos dio un descuento del 20%.

4.- Mi colega y yo estábamos almorzando en el restaurante de la empresa, cuando oímos a una de las secretarias administrativas hablando sobre las quemaduras de sol que había sufrido, al ir en coche a la costa.
Iba en un descapotable, por eso "no pensó que se iba a quemar, ya que el coche estaba en movimiento".

5.- Mi cuñada tiene una herramienta salvavidas en el coche, diseñada para cortar el cinturón de seguridad en caso de que llegara a quedar atrapada por él.  ¡Ella guarda la herramienta en el maletero!

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las siguientes personas de Guatemala: por la recuperación de Carlos, que fue sometido a operación de vesícula; por la curación de la vista de Fernando; y por la salud de Carmen. Oramos por estas personas para que el Señor les conceda todas sus gracias.

Pedimos oración por la recuperación de la salud del sacerdote Martín, de la ciudad de Córdoba, Argentina, que hace más de veinte días permanece con complicaciones luego de una intervención quirúrgica. Que por la mediación del Beato Cura Brochero, Dios le devuelva la plena salud.

Pedimos oración para Claudia T., de Buenos Aires, Argentina, para que el Señor la ayude a salir del grave pozo depresivo en que se encuentra y le conceda salud física, psíquica y espiritual.

Pedimos oración por Sofia G., de 78 años, vive en Florida, USA y se encuentra en terapia intensiva. Le pedimos a la Santísima Virgen que interceda por ella ante Jesús para su pronta recuperación y que fortalezca a su familia.
 
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Mes de María
Flor del 30 de mayo: María Reina de la Paz
Meditación: “Reina de la Paz,…da al mundo la Paz en verdad, en la Justicia y en la Caridad de Cristo” (Pío XII, 1942, Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María). “Ella dio a Luz al Príncipe de la Paz” (Isaías 9,5). La Paz, bendición del Salvador, no es la del mundo, pues el seguirle es persecución (conforme a Mateo 10,34-39). Es la Paz del corazón que quita la angustia y el temor, es fruto del Espíritu de Dios que habita en nuestro corazón y nos anticipa la alegría de la esperanza de quien a Dios da su alma (conforme a Juan 14,26-28). En Fátima, María nos prometió que “al final mi Corazón Inmaculado triunfará y vendrá un tiempo de Paz”. Todo está cercano, pero Dios está esperando al hombre, para que vuelva a Su lado, para que haga la paz con El. Sometiéndose a Su Santa Voluntad, haciendo penitencia por los pecados de ésta pobre tierra que está desierta, y oración para reparar y volver todos al Padre Celestial. Confesemos nuestros pecados para tener un corazón sano y ofrezcamos la Santa Comunión por la conversión.
Oración: ¡Oh María, Reina de la Paz!. Enséñanos a orar y reparar a través de tu Inmaculado Corazón, para así alcanzar la Redención, trayendo a la tierra el Reino de Dios. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Ayuno en reparación de los pecados y las ofensas al Santísimo Sacramento del Altar.
Fuente: www.reinadelcielo.org

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

viernes, 29 de mayo de 2015

Pequeñas Semillitas 2691

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2691 ~ Viernes 29 de Mayo de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Casi a diario tropezamos con personas que desisten de realizar alguna acción y tratan de justificarse diciendo “no puedo”… Nunca jamás digas “no no puedo hacerlo” o “no voy a ser capaz”, ni frases similares, sin haberlo intentado, con todo tu corazón y todas tus capacidades, más de una vez… muchas veces. No te sumes al coro de los que cultivan la cultura del “no puedo”.
Si es realmente importante lo que ibas a hacer, no te bloquees, no te menosprecies, no sub-utilices tus reales capacidades. Persevera, insiste, persiste, no te des por vencido, serás capaz en la medida de tu entrega. Y ciertamente con la ayuda de Dios, nada te resultará imposible. No lo dudes, y recuérdalo siempre.

¡Buenos días!

Leyenda china
La regla de oro de las grandes religiones es el amor al prójimo. En el libro de Tobías el anciano ciego, sintiéndose cercano a la muerte, dio preciosos consejos a su hijo. Entre ellos se destaca: “No hagas a nadie lo que no te agrada a ti”. Norma fundamental y obvia, pero tantas veces transgredida por egoísmo o inconsciencia. “Al final de la vida se nos juzgará por el amor”.

Cierto día, un sabio visitó el infierno. Allí, vio a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida. Estaba llena de alimentos, a cual más apetitoso y exquisito. Sin embargo, todos los comensales tenían cara de hambrientos y el aspecto demacrado. Tenían que comer con palillos; pero no podían, porque eran unos palillos tan largos como un remo. Por eso, por más que estiraban su brazo, nunca conseguían llevarse nada a la boca.
Impresionado, el sabio salió del infierno y subió al cielo. Con gran asombro, vio que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este caso, sin embargo, nadie tenía la cara macilenta; todos los presentes lucían un semblante alegre; respiraban salud y bienestar por los cuatro costados. Y es que, allí en el cielo, cada cual se preocupaba de alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.

“Todo lo que te guardes para ti mismo, acabará atrofiándose” (Rabindranath Tagore).  “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro” (Platón). “Tú ganas lo que das; lo que conservas, lo pierdes” (Refrán chino). “Comienza a manifestarse la madurez, cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos” (Albert Einstein). Está muy claro, ¿verdad?
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, después de que la gente lo había aclamado, Jesús entró en Jerusalén, en el Templo. Y después de observar todo a su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania.
Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre. Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos. Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!». Y sus discípulos oían esto.
Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas y no permitía que nadie transportase cosas por el Templo. Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: ‘Mi Casa será llamada Casa de oración para todas las gentes?’.¡Pero vosotros la tenéis hecha una cueva de bandidos!». Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque le tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina. Y al atardecer, salía fuera de la ciudad.
Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca». Jesús les respondió: «Tened fe en Dios. Yo os aseguro que quien diga a este monte: ‘Quítate y arrójate al mar’ y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis. Y cuando os pongáis de pie para orar, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre, que está en los cielos, os perdone vuestras ofensas». (Mc 11,11-25)

Comentario
Hoy, fruto y petición son palabras clave en el Evangelio. El Señor se acerca a una higuera y no encuentra allí frutos: sólo hojarasca, y reacciona maldiciéndola. Según san Isidoro de Sevilla, “higo” y “fruto” tienen la misma raíz. Al día siguiente, sorprendidos, los Apóstoles le dicen: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca» (Mc 11,21). En respuesta, Jesucristo les habla de fe y de oración: «Tened fe en Dios» (Mc 11,22).
Hay gente que casi no reza, y, cuando lo hacen, es con vista a que Dios les resuelva un problema tan complicado que ya no ven en él solución. Y lo argumentan con las palabras de Jesús que acabamos de escuchar: «Todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis» (Mc 11,24). Tienen razón y es muy humano, comprensible y lícito que, ante los problemas que nos superan, confiemos en Dios, en alguna fuerza superior a nosotros.
Pero hay que añadir que toda oración es “inútil” («vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo»: Mt 6,8), en la medida en que no tiene una utilidad práctica directa, como —por ejemplo— encender una luz. No recibimos nada a cambio de rezar, porque todo lo que recibimos de Dios es gracia sobre gracia.
Por tanto, ¿no es necesario rezar? Al contrario: ya que ahora sabemos que no es sino gracia, es entonces cuando la oración tiene más valor: porque es “inútil” y es “gratuita”. Aun con todo, hay tres beneficios que nos da la oración de petición: paz interior (encontrar al amigo Jesús y confiar en Dios relaja); reflexionar sobre un problema, racionalizarlo, y saberlo plantear es ya tenerlo medio solucionado; y, en tercer lugar, nos ayuda a discernir entre aquello que es bueno y aquello que quizá por capricho queremos en nuestras intenciones de la oración. Entonces, a posteriori, entendemos con los ojos de la fe lo que dice Jesús: «Todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo» (Jn 14,13).
Fra. Agustí BOADAS Llavat OFM (Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Úrsula Ledóchowska
Fundadora
Nació el año 1865 en Loosdorf (Austria), de familia noble y muy religiosa. Entre sus hermanos, María Teresa, fundadora de las Claverianas, fue beatificada por Pablo VI, y Vladimiro fue superior general de la Compañía de Jesús. En 1883 la familia se trasladó a Polonia. A sus 21 años, entró ella en las Ursulinas de Cracovia. Destacó por su amor al Señor, su talento educativo y su sensibilidad ante las necesidades de los jóvenes en las difíciles circunstancias de su tiempo. Con la bendición de san Pío X, emprendió, en medio de grandes dificultades, su trabajo apostólico en Rusia, Finlandia, Suecia y Dinamarca. Durante su estancia en Escandinavia, trabajó en la promoción del compromiso ecuménico. Con la aprobación de la Santa Sede transformó su convento en la nueva congregación de Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante, centrada en la contemplación del amor salvífico de Cristo y en la labor educativa y de servicio a los indigentes. Murió en Roma el 29 de mayo de 1939. Juan Pablo II la canonizó el año 2003.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

“Es propio del discípulo de Cristo
gastar su vida como sal de la tierra y luz del mundo.
Ante el individualismo, Jesús convoca a vivir y caminar juntos.
La vida cristiana sólo se profundiza
y se desarrolla en la comunión fraterna”
~ Aparecida 110 ~

Temas Médicos:
Los miedos y cómo vencerlos
1. Miedo a la soledad
Hay dos opciones que se pueden considerar:
- La primera es que el ego trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tú estás unido a los demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.
- La segunda opción es que el Espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tú siempre estás unido a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tú posees, una luz que debes expandir.
Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo.
Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.

2. Miedo a la escasez
Superar el miedo a estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo contigo mismo.
Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo está invadiéndote.
Hay una palabra de siete letras que, cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy tienes. Esta palabra es “GRACIAS”.
Cuando agradeces por todo cuanto tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que Dios te ofrece cada día.
Gracias Dios por abrir los ojos este día de hoy, por poder respirar un día más. Gracias por la cama donde duermo, por las situaciones que parecen adversas; pero me dejan sabiduría. Gracias Dios por la sonrisa que me regaló esa persona que no conozco. Gracias Dios por tener trabajo, por la comida caliente, por la taza de café. Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.

3. Miedo a la enfermedad
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia. Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que perdiste tu fortaleza interior. “Enfermedad”, es una palabra compuesta del latín “in-firmus”, que significa “sin firmeza”.
Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.
El filósofo Platón dijo: “mente sana en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo.
La enfermedad se contagia, perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud.
Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría, perdón y paz.
Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación.
El remedio para la enfermedad es el Amor. Te darás cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea adicción. Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor. Estarás cada vez más sano y lleno de vitalidad. El mundo necesita que estés saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita curar su alma.
Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes ni después. Cuando el médico nos da la primera nalgada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día que debamos “parar”. Es por eso que la vida es un constante “Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de “parar”.

4. Miedo a la muerte
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu propia tumba. Miras tu lápida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cuál es la frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lapida:
¿Qué dirían de ti?  ¿Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?  ¿Que la gente agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga o que sienten profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que nunca nadie podrá llenar?
¿Qué diste? ¿Qué cediste? ¿Qué donaste? ¿A quién ayudaste? ¿De qué te privaste?
Escribe en un papel que es lo que deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja, día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras.
El miedo a la muerte se supera, cuando tu meta es proyectarte en tu entrega, bondad, generosidad, desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirá en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.
Envió José Luis

Oración a San Miguel Arcángel
 
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para María Diez Yáñez, de España, enferma grave, que está con metástasis de cáncer en varios órganos, esposa de un señor ciego y sordo. Es quien cuidaba a su esposo. Los encomendamos a la Santísima Trinidad para que esta familia salga de esta tragedia si María recupera la salud.

Pedimos oración para tres personas de México: E.M.S. por problemas laborales, Pamela H. N., que ha tenido un derrame cerebral, y José Armando B. S., que el 5 de junio será operado de artroplastia femoral. Oramos por todos ellos.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Mes de María
Flor del 29 de mayo:
María, Reina del Santísimo Rosario
Meditación: “Dios te salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo” (Lucas 1,28). El Arcángel San Gabriel fue quien comenzó el Rosario, pero el Espíritu Santo nos ha manifestado a través de los místicos que todo lo que proviene de la boca de los enviados celestiales (ángeles, santos y la misma Virgen) viene de la Voz de Dios, de tal modo que el mismo Dios fue quien lo inició. A María, la Reina de nuestro corazón, la Reina de las rosas, presentémosle como regalo un ramo de Avemarías. La oración a María, Medianera e Intercesora, va dirigida por su medio a Dios; le pedimos “ruega por nosotros pecadores” para que su oración se una a la nuestra y le de valor. Ella siempre responde ”ruego por vosotros pecadores”, ya que la oración es el diálogo sublime de la pobre criatura con su Señor. Nuestra oración, en manos de María, es presentada ante el Trono de Dios como un delicado perfume, entregado por la criatura más perfecta que existió, ¿y qué no puede obtener ése Purísimo Corazón del Corazón del Amor…?
Oración: ¡Oh María, Reina del Santo Rosario! Enséñanos a rezar de corazón como lo hiciste vos, y a prestar eterna alabanza a nuestro Señor. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Rezar un Rosario pidiendo se derrame sobre nosotros el Espíritu Santo, y por las intenciones de la Virgen.
Fuente: www.reinadelcielo.org

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-