PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2410 ~
Miércoles 23 de Julio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Jesús nos invita a dejar nuestro peso, pero nos ofrece
otro: su yugo, con la promesa, eso sí, de que es suave y ligero. Nos quiere
enseñar que no podemos ir por el mundo sin ningún peso. Una carga u otra la
hemos de llevar. Pero que no sea nuestro fardo lleno de materialidad; que sea
su peso que no agobia.
En África, las madres y hermanas mayores llevan a los
pequeños en la espalda. Una vez, un misionero vio a una niña que llevaba a su
hermanito... Le dice: «¿No crees que es un peso demasiado grande para ti?».
Ella respondió sin pensárselo: «No es un peso, es mi hermanito y le amo».
El amor, el yugo de Jesús, no sólo no es pesado, sino que
nos libera de todo aquello que nos agobia.
¡Buenos días!
Capitaliza tus fracasos
Las dificultades
de la vida juegan, en cierta manera, a nuestro favor. El fracaso hace lucir
ante uno mismo la propia limitación, pero también nos brinda la oportunidad de
superarnos, de dar lo mejor de nosotros mismos. Es así como, en medio de un
entorno en el que no todo nos viene dado, se te
va curtiendo el carácter y adquieres fuerza y autenticidad.
Triunfar es aprender a fracasar. El éxito en
la vida viene de saber afrontar las inevitables faltas de éxito del vivir de
cada día. De esta curiosa contradicción depende en mucho el acierto en el
vivir. Cada frustración, cada descalabro, cada contrariedad, cada desilusión,
lleva consigo el germen de una infinidad de capacidades humanas desconocidas,
sobre las que los espíritus pacientes y decididos han sabido ir edificando lo
mejor de sus vidas.
Triunfadores son
aquéllos que han aprendido a superar esos constantes fracasos que van
surgiendo, se quiera o no, en la vida de todo hombre normal. Los que, por el
contrario, fracasan en la vida son aquellos que con cada pequeño fracaso, en
vez de sacar experiencia, se van hundiendo un poco más. Interioriza esta
excelente reflexión.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, salió Jesús de casa y se sentó a orillas
del mar. Y se reunió tanta gente junto a Él, que hubo de subir a sentarse en
una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en
parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas
semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron.
Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida
por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por
no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y
las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra
sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga». (Mt 13,1-9)
Comentario
Hoy, Jesús —en la pluma de Mateo— comienza a
introducirnos en los misterios del Reino, a través de esta forma tan
característica de presentarnos su dinámica por medio de parábolas.
La semilla es la palabra proclamada, y el sembrador es Él
mismo. Éste no busca sembrar en el mejor de los terrenos para asegurarse la
mejor de las cosechas. Él ha venido para que todos «tengan vida y la tenga en
abundancia» (Jn 10,10). Por eso, no escatima en desparramar puñados generosos
de semillas, sea «a lo largo del camino» (Mt 13,4), como en «el pedregal» (v.
5), o «entre abrojos» (v. 7), y finalmente «en tierra buena» (v. 8).
Así, las semillas arrojadas por generosos puños producen
el porcentaje de rendimiento que las posibilidades “toponímicas” les permiten.
El Concilio Vaticano II nos dice: «La Palabra de Dios se compara a una semilla
sembrada en el campo: los que escuchan con fe y se unen al pequeño rebaño de
Cristo han acogido el Reino; después la semilla, por sí misma, germina y crece
hasta el tiempo de la siega» (Lumen gentium, n. 5).
«Los que escuchan con fe», nos dice el Concilio. Tú estás
habituado a escucharla, tal vez a leerla, y quizá a meditarla. Según la
profundidad de tu audición en la fe, será la posibilidad de rendimiento en los
frutos. Aunque éstos vienen, en cierta forma, garantizados por la potencia
vital de la Palabra-semilla, no es menor la responsabilidad que te cabe en la
atenta audición de la misma. Por eso, «el que tenga oídos, que oiga» (Mt 13,9).
Pide hoy al Señor el ansia del profeta: «Cuando se
presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la
alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los
ejércitos» (Jr 15,16).
P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza, Argentina)
Santoral Católico:
Santa Brígida de Suecia
Patrona de Europa
Santa Brígida, religiosa, nacida en Suecia, que contrajo
matrimonio con el noble Ulfo, del que tuvo ocho hijos, a los cuales educó
piadosamente, consiguiendo al mismo tiempo con sus consejos y con su ejemplo que
su esposo llevase una vida de piedad. Muerto éste, peregrinó a muchos
santuarios y dejó varios escritos, en los que habla de la necesidad de reforma
tanto de la cabeza como de los miembros de la Iglesia. Puestos los fundamentos
de la Orden del Santísimo Salvador, en Roma pasó de este mundo al cielo (1373).
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras de San Juan Pablo II
“El Rosario es la Biblia de los pobres…
Es el obsequio mejor a María…
Es oración para todo tipo de gentes…
Es la síntesis de la redención en veinte
cuadros…
Es el Evangelio que revive…
Son veinte ventanas a través de las
cuales contemplo,
a la luz de Dios, todo lo que sucede en el mundo…
Es una magnífica posibilidad de contemplación”
San Juan Pablo II
Temas Médicos:
La confusión mental en la 3ª edad
Siempre que doy clases
de Clínica Médica a estudiantes del cuarto año de Medicina, hago la
siguiente pregunta:
- ¿Cuáles las causas que más hacen que el abuelo o la
abuela tengan confusión mental?
Algunos arriesgan: "Tumor en la cabeza".
Yo digo: "No".
Otros apuestan: "Síntomas iniciales de
Alzheimer"
Respondo, nuevamente: "No".
A cada negativa la concurrencia se espanta... Y queda aún
más boquiabierta cuando enumero las tres causas responsables más comunes:
- Diabetes descontrolada.
- Infección urinaria.
- La familia pasó un día entero en el centro comercial,
mientras a los ancianos los dejaron en casa.
Parece broma, pero no es. Constantemente el abuelo o la
abuela, dejan de sentir sed y dejan de tomar líquidos. Cuando no hay nadie en
casa para recordarles tomar líquidos, se deshidratan con rapidez. La
deshidratación es grave y afecta a todo el organismo. Puede causar confusión
mental abrupta, caída de presión arterial, aumento de las palpitaciones
cardíacas, angina (dolor) de pecho, coma y hasta muerte.
Insisto: no es broma. En el mejor de los casos este
olvido de tomar líquidos comienza a los 60 años de edad, cuando tenemos poco más del 50% de agua que
deberíamos tener en el cuerpo. Esto forma parte del proceso natural de
envejecimiento. Por lo tanto, los ancianos tienen una menor reserva hídrica.
Pero hay más complicaciones: aún deshidratados, ellos no
sienten ganas de tomar agua, pues sus
mecanismos de equilibrio interno no funcionan muy bien.
Conclusión: Los ancianos se deshidratan fácilmente no
sólo porque poseen una reserva hídrica más pequeña, sino también porque no sienten
la falta de agua en su cuerpo. Aunque el
anciano se vea saludable, queda perjudicado el desempeño de las reacciones
químicas y funciones de todo su organismo.
Por eso, aquí van dos alertas:
1 - El primero es para los abuelos y abuelas: hagan
voluntario el hábito de beber líquidos. Por líquido entiéndase el agua, jugos,
tés, agua de coco, leche, sopas, gelatina y frutas ricas en agua, como sandía,
melón, melocotones, piña, naranja y mandarina. Lo importante es, cada dos
horas, tomar algún líquido. Acuérdense de
eso.
2 - Mi segunda alerta es para los familiares: ofrezcan
constantemente líquidos a los ancianos. A la vez, sean atentos con ellos. Al
percibir que están rechazando líquidos y, de un día para el otro, están
confusos, irritados, les faltara el aire, muestran falta de atención. Es casi
seguro que sean síntomas recurrentes de deshidratación.
Dr. Arnaldo Lichtenstein
Médico clínico-general del
Hospital de las Clínicas
y profesor colaborador del Departamento de Clínica Médica
de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP).
y profesor colaborador del Departamento de Clínica Médica
de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP).
Nuevo video
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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la
Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de
las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los
jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y
religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Fernando,
de provincia de Buenos Aires, Argentina, 46 años, que está pasando mucho estrés
laboral y eso le ha ocasionado la suba de su presión arterial, rogando a Jesús
que lo tranquilice y permita que su salud se mantenga normal.
Pedimos oración para Roberto
G., que vive en Miami, USA, tiene cáncer de próstata y ha comenzado a dar
respuestas favorables al tratamiento por lo que pronto agregarían radioterapia.
Invocamos a la Virgen de Lourdes para que interceda ante el Señor por su
recuperación.
Pedimos oración por una niña de 7 años llamada Victoria, que vive en la provincia de
Entre Ríos, Argentina, que tiene un tumor en un ojito y es de difícil
posibilidad de cirugía. Que el Divino Niño Jesús esté junto a ella y pose sus
manitos sanadoras para reparar su salud.
Tú quisiste,
Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de
manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a
cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de
sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse
unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos
por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Julio 23
Una pequeña ilusión es suficiente para que valoremos el
hecho de estar vivos, para que podamos agradecerle a Dios cada nuevo día que
nos ofrece.
Cuando algo fracasó, se terminó, o no pudo ser, no sirve
gastar la vida en lamentos. Es mejor entregarle eso a Dios y pedir la gracia de
ilusionarse con algo nuevo.
Hasta en las épocas más oscuras y negativas puede haber
alguna pequeña cosa que mantenga despierto tu deseo de vivir. Esa pequeña
ilusión puede bastar para que durante el día hagas bien las cosas, trates bien
a los demás y no caigas en el desaliento o la melancolía. Encuentra ahora mismo
una pequeña ilusión.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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