PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2403 ~
Miércoles 9 de Julio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hoy los argentinos recordamos el Día de la Independencia.
Luego de la Revolución del 25 de mayo de 1810, el camino
hacia la independencia nacional estaba trazado: la ruptura de los lazos
coloniales con España en 1810 no hicieron más que cristalizar un movimiento
liberador que venía buscando, desde 1806, mayor participación política y
económica de los criollos.
El 9 de julio de 1816, el país proclamó, en un Congreso
reunido en la ciudad de San Miguel de Tucumán, la existencia de una nación
libre e independiente, comenzando desde entonces el largo y dificultoso camino
de consolidación y unificación nacional.
Muchas han sido las vicisitudes desde entonces y
desgraciadamente, en estos 198 años transcurridos, todavía no conseguimos
afianzarnos como la gran nación para la que estamos predestinados por mano
pródiga de Dios y por el sueño de los padres de la Patria.
Los incomprensibles egoísmos, la priorización de
mezquinos intereses personales, la corrupción sin límites, la mentira
desembozada, la falta de solidaridad entre hermanos, el desprecio por los
valores más sagrados, son -entre otros motivos no menos graves- las causas por
las cuales transitamos por momentos tan penosos en nuestro presente como
nación.
Por todo eso es que hoy invocamos a Jesucristo, Señor de
la Historia, y a nuestra patrona, la Virgen de Luján, para pedir por el futuro
de la República Argentina
¡Buenos días!
La historia de siempre
A veces puede
surgir en ti una profunda amargura al percibir la forma tan inhumana en que se
comportan las personas. Al parecer, ya a nadie le importa nada de los demás. El
famoso premio Nobel de medicina Alexis Carrel escribió: “Hoy todos se encierran
en su egoísmo, lo mismo que el cangrejo en su caparazón, intentando como él
devorar a su vecino”.
Esta es una pequeña historia, la historia de
siempre, sobre cuatro personas que se llamaban Todo el Mundo, Alguien,
Cualquiera y Nadie. Había que hacer un importante trabajo, y Todo el Mundo
estaba seguro de que Alguien lo haría. Podía haberlo hecho Cualquiera, pero
Nadie lo hizo. Entonces, Alguien se enfadó porque era un trabajo de Todo el
Mundo. Pero Todo el Mundo pensó que Cualquiera podía hacerlo y Nadie sabía que
ninguno lo haría. Al final, Todo el Mundo echó la culpa a Alguien cuando Nadie
hizo lo que Cualquiera podía haber hecho. La historia de siempre.
El egoísmo
atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa al prójimo encuentra su
madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo, si vives para
acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives
para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no
vale nada.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, llamando a sus doce discípulos, les dio
poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda
enfermedad y toda dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son éstos:
primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su
hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de
Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.
A éstos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «No toméis
camino de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; dirigíos más bien a las
ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos
está cerca». (Mt 10,1-7)
Comentario
Hoy, el Evangelio nos muestra a Jesús enviando a sus
discípulos en misión: «A éstos doce envió Jesús, después de darles estas
instrucciones» (Mt 10,5). Los doce discípulos forman el “Colegio Apostólico”,
es decir “misionero”; la Iglesia, en su peregrinación terrena, es una comunidad
misionera, pues tiene su origen en el cumplimiento de la misión del Hijo y del
Espíritu Santo según los designios de Dios Padre. Lo mismo que Pedro y los
demás Apóstoles constituyen un solo Colegio Apostólico por institución del
Señor, así el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, y los Obispos, sucesores de
los Apóstoles, forman un todo sobre el que recae el deber de anunciar el
Evangelio por toda la tierra.
Entre los discípulos enviados en misión encontramos a
aquellos a los que Cristo les ha conferido un lugar destacado y una mayor
responsabilidad, como Pedro; y a otros como Tadeo, del que casi no tenemos
noticias; ahora bien, los evangelios nos comunican la Buena Nueva, no están
hechos para satisfacer la curiosidad. Nosotros, por nuestra parte, debemos orar
por todos los obispos, por los célebres y por los no tan famosos, y vivir en
comunión con ellos: «Seguid todos al obispo, como Jesucristo al Padre, y al
colegio de los ancianos como a los Apóstoles» (San Ignacio de Antioquía). Jesús
no buscó personas instruidas, sino simplemente disponibles, capaces de seguirle
hasta el final. Esto me enseña que yo, como cristiano, también debo sentirme
responsable de una parte de la obra de la salvación de Jesús. ¿Alejo el mal?,
¿ayudo a mis hermanos?
Como la obra está en sus inicios, Jesús se apresura a dar
una consigna de limitación: «No toméis camino de gentiles ni entréis en ciudad
de samaritanos; dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca» (Mt 10,5-6) Hoy hay que
hacer lo que se pueda, con la certeza de que Dios llamará a todos los paganos y
samaritanos en otra fase del trabajo misionero.
Rev. D. Fernando PERALES i Madueño (Terrassa,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
Nuestra Señora de Itatí
Advocación Mariana
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Frases para argentinos
“Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas
dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la
patria” Manuel Belgrano
“Hace más ruido un sólo hombre gritando que cien mil que
están callados” San Martín
“Si los pueblos no se ilustran, si no se difunden sus
derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le
debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún
tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos
sin destruir la tiranía” Mariano Moreno
“Sobre las cenizas de los traidores construiremos la
Patria de los humildes” Eva Perón
“La peor de todas las actitudes es permanecer inactivo
cuando el destino del país está en juego” Juan Perón
“Un cristiano es revolucionario, o no es cristiano” Papa Francisco
Tema del día:
Patriotismo
El Patriotismo es un pensamiento que vincula a un ser
humano con su patria. Es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra
natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores,
cultura, historia y afectos. Es el equivalente colectivo al orgullo que siente
una persona por pertenecer a una familia o también a una nación.
El patriotismo difiere del nacionalismo en cuanto a que
no necesita de una forma de gobierno para manifestarse, razón por la que el
sentimiento patriota se hace presente antes de la existencia de ordenamientos o
regímenes jurídicos, políticos, económicos y administrativos de un territorio y
perdura si éstos llegasen a desaparecer.
Esta permanencia en el tiempo de independencia de
cualquier forma de poder, hacen del patriotismo un valor superior para los
habitantes de un territorio, al cual apelan cuando existen crisis internas de
ingobernabilidad o de ocupación territorial por parte de otra nación.
Ejercer y preservar la soberanía y unidad territorial,
honrar a los héroes y próceres, cuidar y seguir las normas valóricas que
aseguran el bienestar común a los individuos del territorio, son vistos
universalmente como valores patrios.
Las acciones llamadas patrióticas son acciones que sirven
para mostrar el amor que tiene uno hacia su país. Para algunos, el ejemplo más
claro es el de morir en el campo de batalla. Para otros existen otros ejemplos
menos extremos, como desplegar la bandera nacional, cantar el himno o defender o
apoyar al país al que pertenece uno por otros medios.
Pero también es necesario aclarar que no son solo
patriotas aquellos que mueren en un campo de batalla o los que portan una
brillante escarapela en su pecho; sino que lo son todas aquellas personas que
trabajan honestamente en sus trabajos diariamente, aquellos jóvenes que se
esfuerzan en sus estudios para forjar un futuro más próspero, aquellas personas
que luchan contra la corrupción y el vandalismo existente en el país, y todos
aquellos que aportan su indispensable granito de arena para seguir adelante
dentro de tanta desesperación nacional.
¡¡Construyamos juntos un patriotismo, como objeto de
unidad nacional!!
Oración por la Patria
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos
sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser
nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso
por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para
amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los
que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la
sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos
convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Un estímulo todos los días
Julio 9
Aunque te cueste aceptarlo, tienes tu mente sobre todo
para conocer a Dios, para pensar en él, para recibir su Palabra, para descubrir
su voluntad. Tienes tu voluntad principalmente para amarlo, para aceptar su
proyecto, para querer lo que él quiere. Tienes tu memoria ante todo para
recordar sus beneficios, para no olvidar su amor y su presencia. Tienes tus
manos para levantarlas en alabanza, tienes tus pies para ir donde él te lleve,
tienes tu boca para hablar de él y transmitir su Palabra. San Ignacio de Loyola
decía que hemos sido creados para conocerlo, amarlo y servirlo, y luego gozar
de él en la vida eterna.
Nos cuesta aceptar eso, porque queremos ser autónomos,
porque sólo aceptamos que él ocupe un lugar muy secundario en nuestra vida,
como si él no lo mereciera todo. Olvidamos que si en este momento estamos vivos
y podemos pensar y querer, es porque él está en nuestro interior derramando la
vida.
Pero esa enfermedad de nuestra libertad sólo se sana poco
a poco. Pídele que cure tu enfermiza autonomía con su gracia, para que puedas
aceptar que todo tu ser fue creado para él. Porque sólo cuando te rindas
completamente a su amor y su gloria, encontrarás la calma interior que no
tienes.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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