PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2400 ~ Domingo
6 de Julio de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hay como dos contenidos en el evangelio de este domingo
14° durante el año:
En primer lugar una oración agradecida de Jesús al Padre
porque el mensaje de salvación lo captan mejor los pobres y sencillos, mientras
que los sabios y entendidos no lo llegan a entender. Dios se revela a los más
simples porque la mirada de estos tiene toda la claridad que, en otros, el
egoísmo enturbia.
En segundo lugar hay una invitación de Jesús para
seguirle con humildad y mansedumbre diciendo que su yugo es suave y su carga
ligera. Y es que “el peso” de seguirlo se hace ligero porque Él es el primero
entre los pobres, los sencillos y los mansos, y es el primero que carga con la
cruz y hace más soportable al que le sigue en cercanía.
En tanto que la mansedumbre es ser suave con los demás.
Es saber vencer el egoísmo y odio que surge en el corazón para llenarlo de
amor. Muchas veces echamos cargas sobre los demás. La actitud del discípulo de
Cristo es ir quitando cargas o ayudando a sobrellevarlas. Es la ley del amor.
¡Buenos días!
El escarabajo y el picaflor
En el trabajo, en
los grupos humanos, en las luchas políticas y sindicales, en el mundo
profesional y artístico la envidia es la yerba más amarga y frondosa de las
relaciones humanas. Probablemente, es la causa principal por la que más sufre
la gente. Lo que pasa es que ella se disfraza como víbora bajo el follaje de
razones y explicaciones.
Cada uno, en este mundo, tiene su modo de
ser, sus cualidades y sus defectos. El escarabajo es útil como estercolero, el
picaflor es bonito. Pero el escarabajo envidiaba al picaflor, de quien todos
ponderaban la gracia y la gentileza, la hermosura y el brillante plumaje. —Es un
haragán presumido –decía–, incapaz de trabajar; saquea a las flores, pero no
sabe hacer miel. Dicen que es bonito; será, pero no piensa sino en lucirse. Yo
no soy así –agregaba–, siempre trabajo
calladito, sin tratar de lucirme
Pero todo el mundo sabe que un
escarabajo vale más que un picaflor. Y así lo creía él. (G. Daireaux –
adaptación).
Es fundamental
convencerme que si quiero ser yo mismo, el único punto de referencia para
superarme soy yo. No necesito compararme con nadie más. Lo correcto es conocer
mis talentos y habilidades, alegrarme de lo que tengo y cultivarlo. Aceptaré,
por otra parte, mis límites y carencias. Piénsalo… y vive en armonía y paz tu
propia realidad.
Padre Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: «Yo te
bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas
a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal
ha sido tu beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce
bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
»Venid a mí todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera». (Mt 11,25-30)
Comentario
Hoy, Jesús nos muestra dos realidades que le definen: que
Él es quien conoce al Padre con toda la profundidad y que Él es «manso y
humilde de corazón» (Mt 11,29). También podemos descubrir ahí dos actitudes
necesarias para poder entender y vivir lo que Jesús nos ofrece: la sencillez y
el deseo de acercarnos a Él.
A los sabios y entendidos frecuentemente les es difícil
entrar en el misterio del Reino, porque no están abiertos a la novedad de la
revelación divina; Dios no deja de manifestarse, pero ellos creen que ya lo
saben todo y, por tanto, Dios ya no les puede sorprender. Los sencillos, en
cambio, como los niños en sus mejores momentos, son receptivos, son como una
esponja que absorbe el agua, tienen capacidad de sorpresa y de admiración.
También hay excepciones, e incluso, hay expertos en ciencias humanas que pueden
ser humildes por lo que al conocimiento de Dios se refiere.
En el Padre, Jesús encuentra su reposo, y su paz puede
ser refugio para todos aquellos que han sido maleados por la vida: «Venid a mí
todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt
11,28). Jesús es humilde, y la humildad es hermana de la sencillez. Cuando
aprendemos a ser felices a través de la sencillez, entonces muchas
complicaciones se deshacen, muchas necesidades desaparecen, y al fin podemos
reposar. Jesús nos invita a seguirlo; no nos engaña: estar con Él es llevar su
yugo, asumir la exigencia del amor. No se nos ahorrará el sufrimiento, pero su
carga es ligera, porque nuestro sufrimiento no nos vendrá a causa de nuestro
egoísmo, sino que sufriremos sólo lo que nos sea necesario y basta, por amor y
con la ayuda del Espíritu. Además, no olvidemos, «las tribulaciones que se
sufren por Dios quedan suavizadas por la esperanza» (San Efrén).
P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat,
Barcelona, España)
Palabras de San Juan Pablo II
"Estamos en el mundo sin ser del mundo, constituidos
entre los hombres
como signos de la verdad y de la presencia de Cristo para
el mundo.
Le entregamos todo nuestro ser concreto como expresión
suya,
para que El siga pasando haciendo el bien".
San Juan Pablo II
Tema del día:
Tres llamadas de Jesús
El evangelio de Mateo ha recogido tres llamadas de Jesús
que hemos de escuchar con atención sus seguidores, pues pueden transformar el
clima de desaliento, cansancio y aburrimiento que a veces se respira en algunos
sectores de nuestras comunidades. “Venid
a mí todos los que estáis cansados y agobiados. Yo os aliviaré”. Es la
primera llamada. Está dirigida a todos los que viven su religión como una carga
pesada. No son pocos los cristianos que viven agobiados por su conciencia. No
son grandes pecadores. Sencillamente, han sido educados para tener siempre
presente su pecado y no conocen la alegría del perdón continuo de Dios. Si se
encuentran con Jesús, se sentirán aliviados.
Hay también cristianos cansados de vivir su religión como
una tradición gastada. Si se encuentran con Jesús, aprenderán a vivir a gusto
con Dios. Descubrirán una alegría interior que hoy no conocen. Seguirán a
Jesús, no por obligación sino por atracción.
“Cargad con mi yugo
porque es llevadero y mi carga ligera”. Es la segunda llamada. Jesús no
agobia a nadie. Al contrario, libera lo mejor que hay en nosotros pues nos
propone vivir haciendo la vida más humana, digna y sana. No es fácil encontrar
un modo más apasionante de vivir.
Jesús libera de miedos y presiones, no los introduce;
hace crecer nuestra libertad, no nuestras servidumbres; despierta en nosotros
la confianza, nunca la tristeza; nos atrae hacia el amor, no hacia las leyes y
preceptos. Nos invita a vivir haciendo el bien.
“Aprended de mí que
soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso”. Es la tercera
llamada. Hemos de aprender de Jesús a vivir como él. Jesús no complica nuestra
vida. La hace más clara y más sencilla, más humilde y más sana. Ofrece descanso.
No propone nunca a sus seguidores algo que él no haya vivido. Nos invita a
seguirlo por el mismo camino que él ha recorrido. Por eso puede entender
nuestras dificultades y nuestros esfuerzos, puede perdonar nuestras torpezas y
errores, animándonos siempre a levantarnos.
Hemos de centrar nuestros esfuerzos en promover un
contacto más vital con Jesús en tantos hombres y mujeres necesitados de
aliento, descanso y paz. Me entristece ver que es precisamente su modo de
entender y de vivir la religión lo que conduce a no pocos, casi
inevitablemente, a no conocer la experiencia de confiar en Jesús. Pienso en
tantas personas que, dentro y fuera de la Iglesia, viven “perdidos”, sin saber
a qué puerta llamar. Sé que Jesús podría ser para ellos la gran noticia.
José Antonio Pagola
Nuevo video y artículo
Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo
II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
Nunca olvidemos agradecer
Una vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes
para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí
los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la
cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por
las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
Desde Villarrica, Chile, llega un agradecimiento a Dios
nuestro Señor y a todos los que rezaron por la recuperación de Paul B. (Pablito), que fue operado de
un aneurisma cerebral y está evolucionando de manera lenta y satisfactoria.
Pero de todas maneras, y por la gravedad de la afección, todavía necesita de
nuestras plegarias.
Desde la provincia de Buenos Aires, Argentina, llega un
agradecimiento por las oraciones hechas en su momento en favor de Reinaldo, que cursaba una grave
enfermedad y finalmente fue recibido por Dios en el cielo el día 11 de junio
pasado.
Desde Guatemala, María
Victoria y Antonio dan gracias
al Señor y la Santísima Virgen por 40 años de matrimonio, bendecido por la
presencia de cuatro hijos y un nieto.
Un estímulo todos los días
Julio 6
Cuando alguien nos critica, nos discute o nos trata con
poco afecto, el corazón se nos estremece un poco. El problema es que nos dejamos
dominar por la vanidad, por el orgullo herido, por el rencor. En ese caso, el
corazón se nos pone amargo y empezamos a sentir que los demás son nuestros
enemigos, que no nos valoran, que no vale la pena dialogar o vivir en
comunidad. Así terminamos mirando a todos con malos ojos, nos volvemos cada vez
más sensibles ante cada pequeña cosa que nos hagan y terminamos aislándonos.
Lo mejor, cuando pasamos por un mal momento, es recordar
que nosotros no somos dioses, que somos pequeñas criaturas, que el mundo es
mucho más grande que nosotros, y que no es tan importante que alguien nos
critique o nos discuta. En definitiva, hay que recordar que esas palabras y ese
momento negativo pasarán como pasa un suspiro, como pasa una hoja que se lleva
el viento, como pasan las estaciones.
Todos miramos las cosas con distintos ojos, y si una
persona nos mira mal, otros nos miran con cariño y aprecio. Son distintos
puntos de vista, que siempre cambian.
De cualquier forma, sigamos poniendo lo mejor de nosotros
para aportarle algo a este mundo. El Señor, que todo lo valora, no lo dejará
sin recompensa, más allá de las opiniones negativas que escuchemos. Con ese
espíritu positivo seremos capaces de seguir adelante en medio de cualquier
contradicción.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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