martes, 8 de octubre de 2013

Pequeñas Semillitas 2169

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 2169 ~ Martes 8 de Octubre de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hay dos frases que me parecen colosales para aplicarlas a los perseguidores de la Iglesia:
- La Iglesia siempre ha enterrado a sus enterradores.
- Los muertos que matáis gozan de muy buena salud.
Efectivamente:
Todos los perseguidores de la Iglesia han ido a la tumba, y la Iglesia Católica sigue en pie.
La Iglesia Católica es la Institución más perseguida de la Historia. Se la ha perseguido en todos los tiempos y de todas las maneras. Unos haciendo mártires: miles y miles de mártires que han muerto por ser fieles a la fe católica. Otros propagando ideas y conductas contrarias a la doctrina y moral católicas: desde los políticos laicistas hasta los grupos de presión.
Los de ayer se fueron a la tumba sin acabar con la Iglesia, y los de hoy se irán también sin conseguirlo, porque la Iglesia Católica seguirá en pie hasta el fin del mundo pues así se lo ha prometido Cristo-Dios y Contra Dios, no puede nadie.
Jorge Loring SJ

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada».
(Lc 10,38-42)

Comentario
Hoy, como cada día, puedes aprender del Evangelio. Jesús, invitado en el hogar de Betania, nos da una lección de humanidad: Él, que quería a la gente, se deja querer, porque las dos cosas son importantes. Rechazar las muestras de afecto, de Dios y de los demás, sería un grave error, de consecuencias nefastas para la santidad.
¿Marta o María? Pero..., ¿por qué enfrentar a quienes tanto se querían, y querían tanto a Dios? Jesús amaba a Marta y María, y a su hermano Lázaro, y nos ama a cada uno de nosotros.
En el camino de la santidad no hay dos almas iguales. Todos procuramos amar a Dios, pero con estilo y personalidad propios, sin imitar a nadie. Nuestro modelo está en Cristo y la Virgen. ¿Te molesta la manera de tratar a Dios de otros? Intenta aprender de su piedad personal.
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude» (Lc 10,40). Servir a los demás, por amor a Dios, es un honor, no una carga. ¿Servimos con alegría, como la Virgen a su prima santa Isabel o en las bodas de Caná, o como Jesús, en el lavatorio de los pies en la Última Cena?
«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola» (Lc 10,41-42). No perdamos la paz, ni el buen humor. Y para eso, cuidemos la presencia de Dios. «Sabedlo bien: hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir (…); o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca» (San Josemaría).
«María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada» (Lc 10,42). Dios nos quiere felices. Que nuestra Madre del Cielo nos ayude a experimentar la alegría de la entrega.
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)

Santoral Católico:
Santa Pelagia de Antioquía
Virgen y Eremita
Información amplia 
Fuente: Catholic.net    

¡Buenos días!

Cosas de mamá...

Ya que ayer celebrábamos a Nuestra Señora del Rosario, te dedico estos pensamientos y una graciosa anécdota. “En el Rosario he hallado los atractivos más dulces, más suaves, más eficaces y más poderosos para unirme con Dios”, Santa Teresa de Jesús. “Si ustedes desean paz en sus corazones y en sus hogares, recen diariamente el Santo Rosario”, San Pío X.

Un día san Pedro, muy preocupado al notar la presencia de algunas almas a las cuales no recordaba haberlas hecho pasar al cielo, se puso a investigar y encontró un lugar por donde entraban. Corrió entonces ante el Señor y le dijo: — Señor Jesús, hace algún tiempo que venía observando que hay aquí algunas almas a las que no he abierto las puertas para que entraran a gozar de la eterna felicidad. Hice algunas inspecciones y hallé un hueco por donde entran. Yo quisiera que lo vieras... Aceptó Jesús acompañarlo y vio que del hoyo descubierto colgaba hacia la tierra un inmenso rosario, por donde constantemente subían muchas almas. Alarmado, le dijo san Pedro: — Creo, Señor, que debemos cerrar esa entrada.
— No, no, — le respondió Jesús, — ¡déjalo así!... Esas son cosas de mamá...

Juan Pablo II escribió: “En Lourdes y Fátima la Madre de Cristo ha hecho notar de algún modo su presencia y su voz, para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir al Rosario como forma de oración contemplativa. Sería imposible citar la multitud innumerable de santos que han encontrado en el Rosario un auténtico camino de santificación”. Anímate a rezarlo.
Padre Natalio

Tema del día:
El “estilo Francisco”
Francisco cumplirá el domingo próximo sus primeros siete meses de pontificado. Pero la sensación para muchos es que pasaron años. Los vientos de cambio que el papa del fin del mundo hizo soplar, ese modo nuevo, totalmente distinto, de ejercer el papado, ese llamado a un cambio de actitud en la Iglesia ante los "heridos" del mundo, sus definiciones radicales sobre diversos temas antes tabú, lo dieron vuelta todo.

Comienza a perfilarse un "Código Francisco" que inquieta en las altas esferas eclesiásticas y otras instancias de poder, que se sienten descolocadas, pero que sí es entendido por la gente común. La catequesis de Jorge Bergoglio, de hecho, no es sólo lo que dice en las homilías o en las audiencias generales de los miércoles, sino esa hora que se la pasa saludando, acariciando, besando a enfermos, discapacitados y pobres.

Esas declaraciones explosivas que formuló Francisco, las últimas en el diálogo con el fundador del diario La Repubblica, Eugenio Scalfari, veterano periodista no creyente, fueron pequeños terremotos en el mundo eclesiástico. Allí, quizá jugando al límite, no sólo disparó contra una curia romana "Vaticano-céntrica". Dijo, además, que "la corte es la lepra del papado", confesó que si tuviera enfrente a un clerical se volvería "anticlerical de golpe", y escandalizó a sectores conservadores al decir que cree en Dios. "[Pero] no en un Dios católico, porque no existe un Dios católico, existe Dios", dijo.

Francisco también sorprendió en la entrevista concedida a la prestigiosa revista La Civiltà Cattolica, de los jesuitas, en la que consideró a la Iglesia como "un hospital de campaña después de una batalla", llamando a acompañar a "heridos" como los divorciados vueltos a casar, los homosexuales o aquellas mujeres que cometieron un aborto.

"No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, al matrimonio homosexual o al uso de anticonceptivos (...) Tenemos que encontrar un nuevo equilibrio, porque de otra manera el edificio moral de la Iglesia corre el peligro de caer como un castillo de naipes", le dijo al director de La Civiltà Cattolica, el padre jesuita Antonio Spadaro.

"La Iglesia es la casa de todos, no una capillita en la que cabe sólo un grupito de personas selectas", dijo. "La religión tiene derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia espiritual en la vida personal", sentenció, creando malestar en sectores conservadores.

"El pueblo aprendió a descifrar el Código Francisco, pero en la Iglesia muchos debemos ir aprendiendo", señaló a LA NACION el padre Carlos Galli, teólogo argentino, de paso por Italia para dar una serie de conferencias sobre su compatriota pontífice.

"Obispos, seminaristas, miembros de la Iglesia y movimientos que nacieron sobre todo en tiempos de Juan Pablo II ahora están descolocados y sufren una crisis de identidad por dos motivos: primero, porque creyeron que su modelo eclesial era «el modelo»; segundo, porque tomaron como objetivo pastoral defender con vehemencia algunos valores que Francisco sostiene, pero que plantea de modo distinto, buscando curar heridas y un nuevo equilibrio entre las normas doctrinales y el acompañamiento pastoral", apuntó Galli.

"Francisco mueve el piso porque, como en la parábola del hijo pródigo, el hermano mayor, que siempre estuvo en la Iglesia, que observó las reglas y miró desde arriba a los demás, ve que el Papa pone más atención en las personas heridas, que representan al hermano menor", explica este teólogo.

"Cuando Francisco habla de la privatización de la Iglesia, piensa en grupos y movimientos católicos que son autorreferenciales, se sostienen a sí mismos y sólo difunden sus actividades", subrayó Galli.

Los movimientos no son los únicos descolocados ante el "huracán" Francisco, que la semana pasada, por primera vez, presidió durante tres días la reunión del denominado "G-8", el consejo de ocho cardenales de todos los continentes que debe asesorarlo en la reforma de la curia y en el gobierno universal de la Iglesia, en un claro avance en esa colegialidad y sinodalidad que busca el Papa, poniendo en acto el Concilio Vaticano II (1962-65).

Los desplazados de la curia también están molestos, así como aquellos que se sienten inseguros ante lo que vendrá, en medio de los impulsos reformadores de Francisco, que quiere un gobierno central de la Iglesia ante todo limpio, ajeno a la mundanidad.

Los grupos ultraconservadores, que desde el inicio critican a Francisco por el modo de ser y la forma de concebir la liturgia, por su rechazo a ir a residir al departamento papal y por no ponerse los zapatos rojos y la cruz pectoral, lo acusan ahora, en blogs y demás sitios, de confundir a la grey católica, aguando la doctrina.

"Está hablando demasiado", disparó el sitio tradicionalista Rorate Caeli hace unos días, al difundirse el diálogo con Scalfari.

Sin contar que en Wall Street y en el mundo de las altas finanzas tampoco caen muy bien esos dardos que el Papa suele lanzar contra "este mundo salvaje que no da trabajo y no ayuda" -como dijo en Asís- y contra ese "liberalismo salvaje" que "hace fuertes a los más fuertes, a los débiles más débiles y a los excluidos, más excluidos".

"Hacen falta reglas de comportamiento y también, si fuera necesario, intervenciones directas del Estado para corregir las desigualdades más intolerables", dijo en la entrevista a Scalfari. Ese es el "Código Francisco", un mensaje sin filtros, ajeno al poder y directo a la grey.
Por Elisabetta Piqué / La Nación

Palabras del Papa Francisco

"Dios nos juzga amándonos,
si acojo su amor estoy salvado,
si lo rechazo estoy condenado,
no por Él, sino por mí mismo,
porque Dios no condena sino que ama y salva"
Papa Francisco

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Nirvardo B., de Miami, Florida, USA, que está muy enfermo y hoy será operado, rogando a la Virgen del Rosario que lo acompañe y proteja en estas difíciles circunstancias.

Pedimos oración por José P., de Córdoba, Argentina, para que el Señor Misericordioso lo sostenga en sus momentos de dificultades físicas y anímicas.

Pedimos oración por Gustavo G., argentino, 54 años, que viajó a Barcelona, España, y ha sido internado allí con neumonía en cuidados intensivos. Elevamos nuestra plegaria por él rogando por su pronta recuperación, y por su familia que a tanta distancia sufre la incertidumbre de esta situación y reza. 

Pedimos oración por Elena B., residente en Estados Unidos, quien desde hace años sufre de glaucoma y ya perdió la visión del ojo derecho que además le ocasiona mucho dolor por lo que podrían extirpárselo. Tiene también cataratas en el ojo izquierdo. Le rogamos a Jesús que la toque son su mano sanadora y le permita recuperar la posibilidad de ver.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

“Intimidad Divina”

Bienaventurados los mansos

“Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra” (Mt 5, 5). Los mansos de que habla Jesús se identifican con los pobres y los afligidos que acaba de proclamar bienaventurados porque en sus angustias no se rebelan ni reaccionan con violencia, sino que se someten con corazón manso y humilde. Jesús, que fue ungido por el Espíritu Santo para cumplir en el mundo una misión de suavidad y bondad (Lc 4, 18), se presentó a los hombres como modelo de mansedumbre (Mt 11, 29), tiene pleno derecho a pedir a sus discípulos que aprendan de él y sigan su ejemplo. Y para que puedan hacerlo les ha hecho participar en su unción del Espíritu Santo… El manso, forjado por el Espíritu Santo según la imagen de Cristo, es el hombre que ha aprendido a dominar todas las manifestaciones descompuestas de su yo: irritación, desdén, cólera, espíritu de envidia o de venganza; y es también el hombre que ha renunciado a la tentación de imponerse, de hacerse valer y de dominar a los otros con prepotencia.

Jesús prometió a los pobres el Reino de los cielos, a los afligidos el consuelo y a los mansos les promete la tierra. La diferencia de premio es sólo aparente; en realidad se trata siempre y sólo del Reino de los cielos, ofrecido a los pobres como posesión, a los afligidos como consuelo y a los mansos como herencia figurada en la tierra prometida. La tierra prometida fue largo tiempo objeto de los ardientes deseos de Israel, pero poco a poco vino a significar no tanto el territorio destinado por Dios para su pueblo, cuento la herencia eterna preparada a los justos. Jesús habla aquí en este sentido. El que en la vida quedare atrás en lugar de presionar para conquistarse un puesto con la violencia, tiene su puesto asegurado en el Reino de Dios. Por otra parte es mucha verdad que, aun en este mundo, la mansedumbre confiere al hombre una capacidad especial de dominio y conquista.

Mientras la violencia ahuyenta y cierra los ánimos, la mansedumbre los abre a la confianza, los doblega y amansa. Jesús quiere que sus discípulos sean esos mansos que van a la conquista del mundo no con medios que exasperan y provocan reacción adversa, sino con la dulzura, la paciencia y la longanimidad. “Mirad que os envío como corderos en medio de lobos” (Lc 10, 3), les dijo: y entretanto él, Cordero inocente, los precedió enseñando con su ejemplo que para hacer el bien, lejos de imponerse o defenderse con la fuerza, hay que sufrir y ponerse a servicio. El Concilio Vaticano II exhorta a todos los fieles a difundir en el mundo “el espíritu de que están animados aquellos pobres, mansos y pacíficos, a quienes el Señor en el Evangelio proclamó bienaventurados” (LG 38).

Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño puro y límpido como un manantial; obtenme un corazón sencillo que no saboree las tristezas; un corazón magnánimo para darse y sensible para compadecerse; un corazón fiel y generoso, que no olvide bien alguno y no guarde rencor por ningún mal. Forma en mí un corazón dulce y humilde, amante sin exigencia de ser amado, alegre de esconderse en otros corazones delante de tu Hijo divino; un corazón grande e indomable, tal que ninguna ingratitud lo cierre, ni ninguna indiferencia lo canse; un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido de su amor y cuya llaga no se cure sino en el cielo. (L. de Grandmaison)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D. 
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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