viernes, 16 de enero de 2009

Pequeñas Semillitas 0617

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0617 ~ Viernes 16 de Enero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)




Hola !!!
Una sonrisa honesta y afectuosa es una clara manifestación de salud interna, mental, emocional y espiritual.
Sonríe en los momentos felices para acrecentar tu satisfacción. Sonríe cuando las circunstancias son desfavorables, para que alivies la amargura de esas ocasiones. Cultiva tu sonrisa recordando siempre lo mejor de ti y de tu vida.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



Entró de nuevo en Cafarnaum; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y Él les anunciaba la Palabra.
Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde Él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados».
Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?». Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu camilla y anda?’ Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al paralítico-: ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’».
Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida».
(Marcos 2, 1-12)

Comentario
Hoy vemos nuevamente al Señor rodeado de un gentío: «Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio» (Mc 2,2). Su corazón se deshace ante la necesidad de los otros y les procura todo el bien que se puede hacer: perdona, enseña y cura a la vez. Ciertamente, les dispensa ayuda a nivel material (en el caso de hoy, lo hace curando una enfermedad de parálisis), pero -en el fondo- busca lo mejor y primero para cada uno de nosotros: el bien del alma.
Jesús-Salvador quiere dejarnos una esperanza cierta de salvación: Él es capaz, incluso, de perdonar los pecados y de compadecerse de nuestra debilidad moral. Antes que nada, dice taxativamente: «Hijo, tus pecados te son perdonados» (Mc 2,5). Después, lo contemplamos asociando el perdón de los pecados -que dispensa generosa e incansablemente- a un milagro extraordinario, "palpable" con nuestros ojos físicos. Como una especie de garantía externa, como para abrirnos los ojos de la fe, después de declarar el perdón de los pecados del paralítico, le cura la parálisis: «‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa’. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos» (Mc 2,11-12).
Este milagro lo podemos revivir frecuentemente nosotros con la Confesión. En las palabras de la absolución que pronuncia el ministro de Dios («Yo te absuelvo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo») Jesús nos ofrece nuevamente -de manera discreta- la garantía externa del perdón de nuestros pecados, garantía equivalente a la curación espectacular que hizo con el paralítico de Cafarnaum.
Ahora comenzamos un nuevo tiempo ordinario. Y se nos recuerda a los creyentes la urgente necesidad que tenemos del encuentro sincero y personal con Jesucristo misericordioso. Él nos invita en este tiempo a no hacer rebajas ni descuidar el necesario perdón que Él nos ofrece en su alcoba, en la Iglesia.
Rev. D. Joan Carles Montserrat i Pulido (Sabadell-Barcelona, España)




Santoral Católico


San Marcelo, Papa



En la serie de los Pontífices el Papa Marcelo ocupa el puesto número 30. Fue Pontífice por un año: del 308 al 309. El nombre "Marcelo" significa: "Guerrero".

Era uno de los más valientes sacerdotes de Roma en la terrible persecución de Diocleciano en los años 303 al 305. Animaba a todos a permanecer fieles al cristianismo aunque los martirizaran.

Elegido Sumo Pontífice se dedicó a reorganizar la Iglesia que estaba muy desorganizada porque ya hacía 4 años que había muerto el último Pontífice, San Marcelino. Era un hombre de carácter enérgico, aunque moderado, y se dedicó a volver a edificar los templos destruidos en la anterior persecución. Dividió Roma en 25 sectores y al frente de cada uno nombró a un Presbítero (o párroco). Construyó un nuevo cementerio que llegó a ser muy famoso y se llamó "Cementerio del Papa Marcelo".

Muchos cristianos habían renegado de la fe, por miedo en la última persecución, pero deseaban volver otra vez a pertenecer a la Iglesia. Unos decían que nunca más se les debía volver a aceptar. Otros decían que había que admitirlos sin más ni más otra vez a la religión. Pero el Papa Marcelo, apoyado por los mejores sabios de la Iglesia, decretó que había que seguir un término medio: sí aceptarlos otra vez en la religión si pedían ser aceptados, pero no admitirlos sin más ni más, sino exigirles antes que hicieran algunas penitencias por haber renegado de la fe, por miedo, en la persecución.

Muchos aceptaron la decisión del Pontífice, pero algunos, los más perezosos para hacer penitencias, promovieron tumultos contra él. Y uno de ellos, apóstata y renegado, lo acusó ante el emperador Majencio, el cual, abusando de su poder que no le permitía inmiscuirse en los asuntos internos de la religión, decretó que Marcelo quedaba expulsado de Roma. Era una expulsión injusta porque él no estaba siendo demasiado riguroso sino que estaba manteniendo en la Iglesia la necesaria disciplina, porque si al que a la primera persecución ya reniega de la fe se le admite sin más ni más, se llega a convertir la religión en un juego de niños.

El Papa San Dámaso escribió medio siglo después el epitafio del Papa Marcelo y dice allí que fue expulsado por haber sido acusado injustamente por un renegado.

El "Libro Pontifical", un libro sumamente antiguo, afirma que en vez de irse al destierro, Marcelo se escondió en la casa de una señora muy noble, llamada Lucina, y que desde allí siguió dirigiendo a los cristianos y que así aquella casa se convirtió en un verdadero templo, porque allí celebraba el Pontífice cada día.

Un Martirologio (o libro que narra historias de mártires) redactado en el siglo quinto, dice que el emperador descubrió dónde estaba escondido Marcelo e hizo trasladar allá sus mulas y caballos y lo obligó a dedicarse a asear esa enorme pesebrera, y que agotado de tan duros trabajos falleció el Pontífice en el año 309.

La casa de Lucina fue convertida después en "Templo de San Marcelo" y es uno de los templos de Roma que tiene por titular a un Cardenal.

Señor Dios: concédenos la gracia de no renegar jamás de nuestras creencias cristianas, y haz que te ofrezcamos las debidas penitencias por nuestros pecados. Amen.




Pensamiento



"Cuando hablas y actúas según la bondad de tu corazón, todos pueden ver y escuchar la bondad de Dios en ti"




Tema del día : Aborto, hora de decisiones



Muchas veces hemos reflexionado sobre cuál es el preciso momento en que el ser humano adquiere su verdadera naturaleza, dentro del vientre materno. Mucha gente especula al respecto, sin advertir lo evidente de la situación. Baste ver la imagen de ese niño de semanas, en el que ya se perciben las manitos buscando la boca para chupar el dedo pulgar. O basten las imágenes tantas veces vistas de esos cuerpitos pequeños y llenos de vida, latiendo dentro del nido materno. ¿Cómo podemos pensar que la vida humana comienza en algún punto que no sea el de la misma concepción? Es en ese instante en que Dios insufla el alma a esa nueva criatura, haciendo de la unión del hombre y la mujer el mayor don que Dios nos da, porque allí nos hace de algún modo partícipes de Su Omnipotencia Creadora. Allí, en el vientre materno, está la vida.

Sin embargo, millones de almas son a diario arrancadas, succionadas, despedazadas y desprovistas de la oportunidad de vivir, alrededor del mundo. O por desconocimiento, o por mala intención, o por conveniencia, o por maldad, mucha gente no solo practica sino que también promueve el aborto. La Virgen ha dicho en muchas de sus apariciones de los tiempos modernos, que este es el peor pecado del mundo actual, el peor crimen que lastima su Inmaculado Corazón y ofende al Sagrado Corazón de Jesús. María llora por este crimen que el mundo difunde cada día en más países. Así, aquellas naciones que permiten y promueven el aborto se exponen a la Justicia del Señor, el Cielo todo las mira con dolor, porque este crimen aleja la Gracia de Dios, que necesita al hombre siendo digno de ella, para merecerla.

Sabemos que muchas personas célebres tuvieron riesgo de ser abortadas del vientre materno. Su testimonio nos invita a reflexionar sobre quien somos nosotros para decidir cuando o como permitir o interrumpir una vida, sean cuales fueran las circunstancias de la concepción o de la salud del niño. Dios sabe bien por qué permite que un almita venga a este mundo, nosotros no somos dignos de tomar la iniciativa criminal de cercenar una vida incipiente.

También vemos con horror como los políticos se aprovechan del tema en su afán de adquirir o conservar el poder. Cuando una encuesta les indica que la cuestión del aborto les permite aumentar su popularidad en un segmento de la población, sin escrúpulos se lanzan a declamar la legalización de este terrible crimen. Otros lo hacen porque simplemente son criminales por convicción, buscan matar al hombre física o espiritualmente, privándolo de la vida, o de la fe. Pero en un caso o en otro, son lideres sociales que promueven un mal enorme para esos pueblos. Diría yo que no quisiera estar ni por un segundo en el lugar de las almas de estas personas, ¡si supieran lo que hacen!

Nosotros, mientras tanto, miramos con horror como el crimen se difunde más y más, hasta llegar a ser algo corriente y no prohibido por la ley en muchos países. ¿Qué debemos hacer? ¿Simplemente observar y lamentarse de tan masivo homicidio de almas inocentes? Hay muchas cosas que podemos y debemos hacer, sin dudas. Empezando por la más simple: quien apoya o vota a un candidato político que mantiene una postura abortista, se hace cómplice del crimen ante los ojos del Señor. Este aspecto de nuestra apreciación de la propuesta de un candidato debe sin dudas estar por encima de sus opiniones sobre seguridad, economía, o salud. Nada puede ser más importante que el evitar el crimen masivo de tantas almas inocentes.

Es hora de tomar posición, mis amigos, respecto del aborto. En lo pequeño, o en lo grande, este es un tema central en nuestra vida, porque es un tema central para Dios. Este crimen aumenta la distancia entre Dios y el mundo, amenaza poner una enorme fosa entre el Señor y la humanidad. No porque Dios así lo desee, sino porque es el hombre el que se hace criminal en serie, asesinando a millones de niños inocentes.

Y tú, ¿qué opinas? ¿qué crees que puedes hacer al respecto?

Fuente : www.reinadelcielo.org



Meditación breve



Frente a los atentados contra la persona o contra la paz social, reaccionemos con actitudes pacíficas que afiancen la confianza en la convivencia comunitaria. La venganza, como respuesta a la injusticia padecida, no soluciona este grave problema sino que lo acelera y lo agrava. Es inmoral disponer de la vida y tranquilidad ajena, por decisión egoísta, y hacer justicia por las propias manos.
Salvaguardemos tanto la paz, que prefiramos perdonar al agresor, en vez de continuar los atropellos a la concordia y a la armonía comunitaria.
La conciencia nos llama de continuo para advertirnos sobre las conductas justas y con frecuencia, encuentra la línea ocupada por las largas llamadas de nuestra deshonestidad.
Gra Baq



Pedidos de oración



Pedimos oración por la salud de Graciela N., de Córdoba, Argentina, que está enferma de cáncer. Ella es una mujer joven y tiene dos hijos adolescentes. Roguemos al Señor que le otorgue el milagro de la curación de su enfermedad.



Pedimos oración por Norma G., de la ciudad de Adolfo González Chavez, Argentina, que va a ser operada de un problema muy serio en la glándula tiroides. Que María la tome generosamente en sus brazos, la cobije bajo su manto y el Buen Jesús le brinde mucha fortaleza a ella, a su esposo, a sus pequeñas hijitas y a toda la familia.



Pedimos oración por Lucio L., que está internado por tercera vez en un Hospital de Guadalajara, Jalisco, México, afectado de una pulmonía que los médicos todavía no logran erradicar. Que Dios Nuestro Señor y la Santísima Virgen lo curen y lo iluminen para que luego de esto deje definitivamente de fumar.



Nuestra lectora de Chile Sylvia Stanke nos agradece las oraciones que pedimos tiempo atrás por su nieto Santiago y nos informa que el mismo se encuentra muy bien, gracias a Dios. Y al mismo tiempo nos pide oraciones por la salud de un niño llamado Felipe C., compañero de colegio de su nieta, que está internado en el Hospital Clínico de la Universidad Católica de Chile en muy grave estado y esperando un transplante de corazón. Nos unimos en oración.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



La Virgen orante se nos presenta como modelo para nuestras relaciones personales e íntimas con Dios nuestro Señor.
María siempre estuvo en oración, siempre vivió en conversación con el Padre como Hija suya predilectísima; con el Verbo, que era su Hijo amadísimo, y con el Espíritu Santo como su verdadera Esposa.
Nosotros no podemos olvidar que Dios uno y trino vive en nuestra alma por la gracia; si el Espíritu Santo mora en nosotros, prestémosle atención, no lo dejemos solo, acompañémoslo, démosle conversación, tratemos nuestras cosas con Él.

María, ora junto a nosotros, como lo hiciste con los apóstoles.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com

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