lunes, 5 de enero de 2009

Pequeñas Semillitas 0606

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0606 ~ Lunes 5 de Enero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
La riqueza en sí no significa sólo bienes materiales. No te juzgues pobre si dentro de ti existe la fuerza del amor, capaz de sobrepasar todas las dificultades. Nunca digas que eres pobre, si tienes una salud envidiable, una inteligencia primorosa y, principalmente, la fe en Dios creador. La ganancia engendra desequilibrio. Puedes subir grados para alcanzar bienestar, pero jamás pongas el dinero como razón primera de tu vida. Hay millonarios a quienes les gustaría estar en tu lugar, llenos de vida, de salud y de alegría de vivir.
Se consciente de la riqueza con que Dios te dotó.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme». Felipe era de Bestsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret». Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?». Le dice Felipe: «Ven y lo verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?». Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores». Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
(Juan 1, 43-51)

Comentario
Hoy, Felipe nos da una lección cabal al acompañar a Natanael hasta el Maestro. Actúa como el amigo que desea compartir con otro el tesoro recién descubierto: «Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret» (Jn 1,45). Rápidamente, con ilusión, quiere compartirlo con los demás, para que todos puedan recibir sus beneficios. El tesoro es Jesucristo. Nadie como Él puede llenar el corazón del hombre de paz y felicidad. Si Jesús vive en tu corazón, el deseo de compartirlo se convertirá en una necesidad. De aquí nace el sentido del apostolado cristiano. Cuando Jesús, más tarde, nos invite a tirar las redes nos dirá a cada uno de nosotros que debemos ser pescadores de hombres, que son muchos los que necesitan a Dios, que el hambre de trascendencia, de verdad, de felicidad... hay Alguien que puede colmarla por completo: Jesucristo. «Solamente Jesucristo es para nosotros todas las cosas (…). ¡Dichoso el hombre que espera en Él!» (San Ambrosio).
Nadie puede dar lo que no tiene o no ha recibido. Antes de hablar del Maestro, es necesario haber hablado con Él. Sólo si lo conocemos bien y nos hemos dejado conocer por Él, estaremos en condiciones de presentarlo a los demás, tal como hace Felipe en el Evangelio de hoy. Tal como han hecho tantos santos y santas a lo largo de la historia.
Tratar a Jesús, hablar con Él como un amigo habla con su amigo, confesarlo con una fe convencida: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel» (Jn 1,49), recibirlo a menudo en la Eucaristía y visitarlo con frecuencia, escuchar atentamente sus palabras de perdón... todo ello nos ayudará a presentarlo mejor a los demás y a descubrir la alegría interior que produce el hecho de que muchas otras personas le conozcan y le amen.
Rev. D. Rafael Felipe i Freije (Girona, España)



Santoral Católico


San Simeón



Nace cerca del año 400 en el pueblo de Sisan, en Cilicia, cerca de Tarso, donde nació San PabloDe pequeño se dedicaba a pastorear ovejas por los campos, pero un día, al entrar en una iglesia, oyó al sacerdote leer en el sermón de la Montaña las bienaventuranzas, en el capítulo 5 del evangelio de San Mateo. Se entusiasmó al oír que Jesús anuncia: "Dichosos serán los pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos. Dichosos los puros de corazón porque ellos verán a Dios". Se acercó a un anciano y le preguntó qué debería hacer para cumplir esas bienaventuranzas y ser dichoso. El anciano le respondió: "Lo más seguro seria irse de religioso a un monasterio".

Se estaba preparando para ingresar a un monasterio, y pedía mucho a Dios que le iluminara qué debía hacer para lograr ser santo e irse al cielo, y tuvo un sueño: vio que empezaba a edificar el edificio de su santidad y que cavaba en el suelo para colocar los cimientos y una voz le recomendaba: "Ahondar más, ahondar más". Y al fin oyó que la voz le decía: "Sólo cuando seas lo suficientemente humilde, serás santo".

A los 15 años entró a un monasterio y como era muy difícil conseguir libros para rezar, se aprendió de memoria los 150 salmos de la S. Biblia, para rezarlos todos cada semana, 21 cada día.

Se le considera el inventor del cilicio, o sea de una cuerda hiriente que algunos penitentes se amarran en la cintura para hacer penitencia. Se ató a la cintura un bejuco espinoso y no se lo quitaba ni de día ni de noche. Esto para lograr dominar sus tentaciones. Un día el superior del monasterio se dio cuenta de que derramaba gotas de sangre y lo mandó a la enfermería, donde encontraron que la cuerda o cilicio se le había incrustado entre la carne. Difícilmente lograron quitarle la cuerda, con paños de agua caliente. Y el abad o superior le pidió que se fuera para otro sitio, porque allí su ejemplo de tan extrema penitencia podía llevar a los hermanos a exagerar en las mortificaciones.

Se fue a vivir en una cisterna seca, abandonada, y después de estar allí cinco días en oración se le ocurrió la idea de pasar los 40 días de cuaresma sin comer ni beber, como Jesús. Le consultó a un anciano y éste le dijo: "Para morirse de hambre hay que pasar 55 días sin comer. Puede hacer el ensayo, pero para no poner en demasiado peligro la vida, dejaré allí cerca de usted diez panes y una jarra de agua, y si ve que va desfallecer, come y bebe." Así se hizo. Los primeros 14 días de cuaresma rezó de pie. Los siguientes 14 rezó sentado. Los últimos días de la cuaresma era tanta su debilidad que tenía que rezar acostado en el suelo. El domingo de Resurrección llegó el anciano y lo encontró desmayado y el agua y los panes sin probar. Le mojó los labios con un algodón empañado en agua, le dio un poquito de pan, y recobró las fuerzas. Y así paso todas las demás cuaresmas de su larga vida, como penitencia de sus pecados y para obtener la conversión de los pecadores.

Se fue a una cueva del desierto para no dejarse dominar por la tentación de volverse a la ciudad, llamó a un cerrajero y se hizo atar con una cadena de hierro a una roca y mandó soldar la cadena para no podérsela quitar. Pero varias semanas después pasó por allí el Obispo de Antioquía y le dijo: "Las fieras sí hay que atarlas con cadenas, pero al ser humano le basta su razón y la gracia de Dios para no excederse ni irse a donde no debe". Entonces Simeón, que era humilde y obediente, se mandó quita la cadena.

De todos los países vecinos y aun de países lejanos venían a su cueva a consultarlo y a pedirle consejos y las gentes se le acercaban para tocar su cuerpo con objetos para llevarlos en señal de bendición, y hasta le quitaban pedacitos de su manto para llevarlos como reliquias.

Entonces para evitar que tanta gente viniera a distraerlo en su vida de oración, se ideó un modo de vivir totalmente nuevo y raro: se hizo construir una columna de tres metros para vivir allí al sol, al agua, y al viento. Después mandó hacer una columna de 7 metros, y más tarde, como la gente todavía trataba de subirse hasta allá, hizo levantar una columna de 17 metros, y allí pasó sus últimos 37 años de su vida. Columna se dice "Stilos" en griego, por eso lo llamaron "Simeón el estilita".

No comía sino una vez por semana. La mayor parte del día y la noche la pasaba rezando. Unos ratos de pie, otros arrodillado y otros tocando el piso de su columna con la frente. Cuando oraba de pie, hacía reverencias continuamente con la cabeza, en señal de respeto hacia Dios. En un día le contaron más de mil inclinaciones de cabeza. Un sacerdote le llevaba cada día la Sagrada Comunión.

Para que nadie vaya a creer que estamos narrando cuentos inventados o leyendas, recordamos que la vida de San Simeón Estilita la escribió Teodoreto, quien era monje en aquel tiempo y fue luego Obispo de Ciro, ciudad cercana al sitio de los hechos. Un siglo más tarde, un famoso abogado llamado Evagrio escribió también la historia de San Simeón y dice que las personas que fueron testigos de la vida de este santo afirmaban que todo lo que cuenta Teodoreto es cierto.

Las gentes acudían por montones a pedir consejos. El les predicaba dos veces por día desde su columna y los corregía de sus malas costumbres. Y entre sermón y sermón oía sus súplicas, oraba por ellos y resolvía pleitos entre los que estaban peleados, para amistarlos otra vez. A muchos ricos los convencía para que perdonaran las deudas a los pobres que no les podían pagar. Convirtió a miles de paganos. Un famoso asesino, al oírlo predicar, empezó a pedir perdón a Dios a gritos y llorando. Algunos lo insultaban para probar su paciencia y nunca respondió a los insultos ni demostró disgusto por ellos.

Hasta Obispos venían a consultarlo, y el Emperador Marciano de Constantinopla se disfrazó de peregrino y se fue a escucharlo y se quedó admirado del modo tan santo como vivía y hablaba.

Para saber si la vida que llevaba en la columna era santidad y virtud y no sólo un capricho, los monjes vecinos vinieron y le dieron orden a gritos de que se bajara de la columna y se fuera a vivir con los demás. Simeón, que sabía que sin humildad y obediencia no hay santidad, se dispuso inmediatamente a bajarse de allí, pero los monjes al ver su docilidad le gritaron que se quedara otra vez allá arriba porque esa era la voluntad de Dios.

Murió el 5 de enero del año 459. Estaba arrodillado rezando, con la cabeza inclinada, y así se quedó muerto, como si estuviera dormido. El emperador tuvo que mandar un batallón de ejército porque las gentes querían llevarse el cadáver, cada uno para su ciudad. En su sepulcro se obraron muchos milagros y junto al sitio donde estaba su columna se construyó un gran monasterio para monjes que deseaban hacer penitencia.



Pensamiento



"María es bendita porque escuchó la palabra de Dios y la guardó. Se rindió completamente a la voluntad de Dios y se convirtió en la tierra donde el Señor plantó su semilla"




Tema del día:
Combatir la pobreza, construir la paz



1) Para saber

El primer día del año la Iglesia celebra la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Y ese mismo día es la Jornada Mundial de la Paz. Con ese motivo, como es ya tradicional, el Santo Padre dirige un mensaje. Ahora ha escogido como lema: “Combatir la pobreza, construir la paz”.
El Papa nos invita a reflexionar sobre las repercusiones negativas que produce la pobreza y el esfuerzo que hemos de hacer para erradicarla. En un mundo globalizado las soluciones no solo son técnicas, sino que debe implicar una dimensión espiritual y moral, pues todos construimos una sola familia en la que hemos de seguir principios de fraternidad.
Hay que tener en cuenta, señala el Papa, que además de la pobreza económica, existe la pobreza inmaterial. Por ejemplo, la pobreza moral, relacional y espiritual. Por eso mismo, no se pueden aplicar supuestas soluciones, si éstas van contra la dignidad de la mujer o de los cónyuges, como es el caso de campañas indignas para reducir la natalidad, pues lejos de resolver el problema lo agravan. También cuando se eliminan a millones de niños no nacidos en contra de la pobreza, lo que se hace en realidad es eliminar a los seres más pobres. El Papa demuestra con datos en su mensaje que en países en donde la población crece, disminuye el porcentaje de la población pobre. La solución estará en vivir la solidaridad y la ayuda, que son actos de amor al prójimo.

2) Para pensar

Se cuenta que había un niño de 10 años que estaba frente a una tienda de zapatos, descalzo, viendo a través de la ventana y temblando de frío.
Una señora se acercó al niño y le dijo: "Mi pequeño amigo, ¿Qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?"
“Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos”. Fue la respuesta del niño.
La señora lo tomó de la mano y entraron a la tienda. Le pidió al empleado media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podía darle un recipiente con agua y una toalla.
El empleado le trajo lo que pidió. Ella llevó al niño a la parte trasera de la tienda, le lavó los pies y se los secó. Para entonces el empleado llegó con los calcetines.
La señora le puso un par al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de los calcetines y se los dio al niño.
Le acarició la cabeza y le dijo: "¡No hay duda mi pequeño amigo que te sientes más cómodo ahora!".
Cuando ella daba la vuelta para irse, el niño le agarró la mano y mirándola con lágrimas en los ojos, le preguntó:
"¿Es usted la esposa de Dios?"

3) Para vivir

No estará en nuestras manos resolver la pobreza mundial, pero si podremos ayudar a disminuirla. Se precisa, según las circunstancias personales de cada uno, acudir a remediar esas carencias que pueden ser económicas, afectivas, culturales, morales, religiosas o espirituales.
En estos días navideños, una querida persona me invitaba a acoger a las personas, especialmente a “los que están solos, enfermos, a los que rechazan por su modo de ser…”. Efectivamente, siempre podremos ser esos “abrigos” para cubrir las necesidades de quienes tenemos alrededor, y así haremos presente a Cristo en la Tierra, como lo hizo la Santísima Virgen al mostrarnos a su Hijo.

Pbro. José Martínez Colín



Meditación breve



A partir de hoy tu vida puede tomar dos rumbos ¿Culpas a los demás de lo que te sucede? La única manera de salir adelante en la vida es no culpar a los demás de lo que te sucede.
Tú eres el arquitecto de tu vida. Y si la vida no te ha sido muy favorable hasta ahora, el futuro puede cambiar y depende especialmente de ti. Si has tenido muchos fracasos, estás en una excelente posición para comenzar una nueva vida, pues eres experto en conocer cómo no deben hacerse las cosas. Cuando tú sabes qué es lo errado, no lo repetirás en el futuro y te acercará cada vez más al éxito.
A partir de hoy tu vida puede tomar uno de dos rumbos. El éxito o el fracaso. La felicidad o la infelicidad. Es tu decisión cuál camino tomar y tienes igual oportunidad de seguir uno u otro sendero. Tienes las mismas posibilidades para cualquiera de los dos.
La forma de tomar el sendero del triunfo es... ¡dejar de culpar a los demás! Asumir tu propia responsabilidad y virar hacia una actitud mental positiva y constructiva.
Elimina los "si no fuera por...". "Si no fuera por mis padres yo habría hecho...", "si no fuera por este gobierno, yo estaría...", "si hubiera tenido dinero...", "si me consideraran en la oficina...", "si mi marido me hubiera respetado...", etc. Nada soluciona el culpar a los demás. Si las cosas te sucedieron, es en gran parte tu responsabilidad. Asúmela y tu vida cambiará.




Pedidos de oración




Nuestra lectora argentina Elsa Beatriz M. nos pide oraciones por la conversión de su hermano Víctor, actualmente alejado de Dios. Y por la sanación física y espiritual de su hermano Jorge, y para que el Señor bendiga a su familia de la que forma parte también ella y Cecilia su hija. Que Dios les conceda protección, alegría y salud física y espiritual.



Nuestra lectora Cisne E. nos pide oración por su mamá Lucila E. que vive en Ecuador, por Oswaldo B. y toda su familia para que Dios les de un año fructífero de amor y de paz, y por su hija Mishel que va a cursar su primer año de colegio, también en Ecuador. Que el Señor los proteja a todos ellos.



Rosa J. lectora de Asunción, Paraguay, nos pide oraciones para que el Señor contenga a su familia pues hace 25 años tiene a su marido enfermo de una patología genética grave y tiene además dos hijos para los cuales ruega que no vayan a sufrir la misma enfermedad. Oremos a María Santísima para que cubra a esta familia bajo su manto de amor y protección.



Nuestra lectora Rosalynda M. nos pide oraciones por su hijo Edgar, de 20 años, que ha regresado a Monterrey, México, para realizar estudios universitarios, después de vivir toda su vida desde los 2 años en USA y no conoce mucho los peligros de esa ciudad. Que el Señor lo ilumine y lo tome siempre en sus manos y un día toda la familia pueda volver a reunirse en paz y amor.



Nuestra lectora Beth M. nos pide oraciones por el niño Rolando Ruiz, que tiene 14 años y padece leucemia y le acaban de hacer un transplante de médula en San Antonio, Texas, USA. Él es originario de Monterrey, México. Que María, Madre de Dios y Madre de todos nosotros, le ayude a recuperar su salud.



Pedimos oración por el niño recién nacido Iosef, que vive en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, y que está internado con diagnóstico de meningitis. Que el Buen Jesús lo tome de la mano y lo conduzca a la total recuperación de su salud.



Nuestra lectora Claudia P., que vive en Tigre, Buenos Aires, Argentina, nos pide oraciones por sus hijos Diego (que está consumiendo drogas) y Rodrigo (que se encuentra alejado de la fe), y también por ella misma, para que la Santísima Virgen la ilumine y le indique cómo debe hacer para llegar a ellos y ayudarlos en estas difíciles circunstancias. Oremos por esta familia.



Nuestra lectora Betty L. E. de La Antigua Guatemala, Centroamérica, nos pide oraciones por ella y por sus cuatro hijos, poniéndo especial énfasis en sus exámenes finales que la transformarán en Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogada y Notaria. Que el Señor bendiga esta familia y acompañe a Betty para el éxito de sus exámenes.



Pedimos oración por Hernán, de Gral. Madariaga, Buenos Aires, Argentina, que padece una enfermedad neurológica llamada Petit Mal, y por su mamá María Daniela, que está operada de una mama y muy angustiada por la afección de su hijo. Que la Santísima Virgen los cubra con su manto de amor y protección.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



No se nos dice en el Evangelio que María fuera personalmente perseguida, pero María recibía como destinado a sí misma todo cuanto se dirigía contra su Hijo amado; por eso ella también se sintió molestada, perseguida, calumniada.
Pasó por esos amargos momentos y nos entiende a nosotros, sus hijos, cuando nos vemos en similares circunstancias.
Es difícil seguir el camino del Maestro. Por eso es difícil ser verdadero cristiano; pero, yendo de las manos de María, todo resulta más fácil y sale mejor.

María, que caminaste en la senda de tu Hijo Salvador, ven con nosotros a caminar y alivia nuestras dificultades.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com


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