viernes, 3 de febrero de 2023

Pequeñas Semillitas 5216

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5216 ~ Viernes 3 de Febrero de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Siempre tenemos algo para donar… Incluso si no tenemos nada de material, tenemos mucho para ofrecer. Basta pensar en los talentos y aptitudes, cuando damos una palabra de confort, cuando estamos presentes en momentos importantes en la vida de otro.
O incluso, pequeños gestos como: ayudar a poner la mesa, responder un mensaje, hacer aquel trabajo siempre igual, conducir el auto, preparar la comida, estudiar con un compañero que tiene dificultades en la materia, recoger la basura, compartir una alegría, ofrecer una sonrisa, escuchar, ofrecer oraciones. Es decir, cada gesto que hacemos como un servicio es un don para el otro, porque nos donamos nosotros mismos. Donar nuestro tiempo es lo mismo que dar nuestra vida por alguien.
La economía del amor va más allá de la comprensión humana, todos sin excepción, tenemos siempre algo para dar…
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Heb 13,1-8
 
Salmo: Sal 26
 
Santo Evangelio: Mc 6,14-29
En aquel tiempo, se había hecho notorio el nombre de Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.
 
Comentario:
Hoy, en este pasaje de Marcos, se nos habla de la fama de Jesús —conocido por sus milagros y enseñanzas—. Era tal esta fama que para algunos se trataba del pariente y precursor de Jesús, Juan el Bautista, que habría resucitado de entre los muertos. Y así lo quería imaginar Herodes, el que le había hecho matar. Pero este Jesús era mucho más que los otros hombres de Dios: más que aquel Juan; más que cualquiera de los profetas que hablaban en nombre del Altísimo: Él era el Hijo de Dios hecho Hombre, Perfecto Dios y perfecto Hombre. Este Jesús —presente entre nosotros—, como hombre, nos puede comprender y, como Dios, nos puede conceder todo lo que necesitamos.
Juan, el precursor, que había sido enviado por Dios antes que Jesús, con su martirio le precede también en su pasión y muerte. Ha sido también una muerte injustamente infligida a un hombre santo, por parte del tetrarca Herodes, seguramente a contrapelo, porque éste le tenía aprecio y le escuchaba con respeto. Pero, en fin, Juan era claro y firme con el rey cuando le reprochaba su conducta merecedora de censura, ya que no le era lícito haber tomado a Herodías como esposa, la mujer de su hermano.
Herodes había accedido a la petición que le había hecho la hija de Herodías, instigada por su madre, cuando, en un banquete —después de la danza que había complacido al rey— ante los invitados juró a la bailarina darle aquello que le pidiera. «¿Qué voy a pedir?», pregunta a la madre, que le responde: «La cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,24). Y el reyezuelo hace ejecutar al Bautista. Era un juramento que de ninguna manera le obligaba, ya que era cosa mala, contra la justicia y contra la conciencia.
Una vez más, la experiencia enseña que una virtud ha de ir unida a todas las otras, y todas han de crecer orgánicamente, como los dedos de una mano. Y también que cuando se incurre en un vicio, viene después la procesión de los otros.
* Rev. D. Ferran BLASI i Birbe (Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Blas
Nació en Sebaste (Armenia) en la segunda mitad del siglo III. Según la tradición fue médico y cristiano ejemplar. Lo eligieron obispo de su ciudad natal, y fue pastor prudente y celoso, intrépido protector de sus fieles en las terribles persecuciones del Imperio Romano de principios del siglo IV. Tuvo que huir a las montañas donde se entregó a la penitencia y la contemplación. Lo apresaron, y su traslado ante el prefecto constituyó una apoteosis popular, acompañada de milagros. Ante su negativa a renunciar a la fe, lo sometieron a toda clase de tormentos, y murió decapitado en su ciudad natal, con toda probabilidad el año 316. Su culto se extendió por toda Europa y es invocado como intercesor en las enfermedades de garganta.
Oración: Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo, que hoy te invoca apoyado en la protección de tu mártir san Blas: concédenos, por sus méritos, la paz en esta vida y el premio de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
  
“Dios te dice hoy:
Aunque no me veas, te cuido.
Aunque no me sientas, te toco.
Aunque no lo creas, te amo.
Y aunque a veces lo dudes, estoy a tu lado”
 
Historias:
La predicción de Simeón
En el tomo 1 de “El Evangelio tal como me fue revelado”, María Valtorta (1897-1961) vidente y mística laica italiana, miembro de la Tercera Orden Católica de los Servitas de María y autora de escritos espirituales, relata la escena de la presentación de Jesús en el Templo, de la cual recibió por gracia la visión. Aquí damos un extracto:
 
«Hay gente, unos curiosos mirando. Entre ellos emerge un viejecito encorvado que camina penosamente apoyado en un bastón. Debe ser muy viejo, diría que más de ochenta años. Se acerca a María y le pide que le dé el Bebé por un momento. María lo complace con una sonrisa. Es Simeón.
 
Siempre pensé que pertenecía a la casta sacerdotal y, al contrario, es un simple creyente, al menos a juzgar por su ropa. Toma al Niño, lo besa. Jesús le sonríe con el semblante inseguro de los niños. Parece observarlo con curiosidad, porque el viejecito llora y ríe a la vez, y las lágrimas se deslizan como perlas por su rostro, insinuándose entre las arrugas y cayendo sobre la larga barba blanca hacia la cual Jesús tiende las manos.
 
Jesús es todavía un bebé y lo que se mueve frente a él le llama la atención y le dan ganas de agarrar las cosas para ver mejor lo que es. María y José sonríen, y también los presentes que elogian la belleza del Niño.
 
Escucho las palabras del santo anciano y veo la mirada atónita de José, la emoción de María, las reacciones del pequeño grupo de personas presentes, unos sorprendidos y conmovidos por las palabras del anciano, otros estallando en carcajadas. Entre estos últimos hay hombres barbudos y miembros del Sanedrín que asienten con altivez. Miran a Simeón con irónica compasión. Deben pensar que su vejez le ha hecho perder la razón.
 
La sonrisa de María se desvaneció en una palidez evidente cuando Simeón le habló del dolor. Aunque ella lo sabe, esta palabra le atraviesa el alma. María se acerca a José para encontrar consuelo; estrecha apasionadamente a su Niño contra su pecho y, como un alma sedienta, bebe de las palabras de Ana que, siendo mujer, se apiada del sufrimiento de María y le promete que el Eterno endulzará en él la hora de su dolor dándole una fuerza sobrenatural: “Mujer, el que le dio el Salvador a su pueblo, no dejará de darte su ángel para calmar tus lágrimas. La ayuda del Señor no ha faltado a las grandes mujeres de Israel y tú eres mucho más que Judith y que Yael. Nuestro Dios te dará un corazón de oro purísimo para resistir el mar de dolor por el cual serás la Mujer más grande de la creación, la Madre. Y tú, Pequeño, acuérdate de mí en el momento de tu misión”».
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Fuente: www.maria-valtorta.org
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
La santidad, amor creciente a Dios y a los demás por Dios, podemos y debemos adquirirla en las cosas de todos los días, que se repiten muchas veces, con aparente monotonía. Para la gran mayoría de los hombres, ser santo supone santificar el trabajo, santificarse en su trabajo y santificar a los demás con el trabajo, y encontrar así a Dios en el camino de sus vidas.
La generosidad es una de las virtudes fundamentales del cristiano. La generosidad es la virtud que nos caracteriza en nuestra imitación de Cristo, en nuestro camino de identificación con Él. Esto es porque la generosidad no es simplemente una virtud que nace del corazón que quiere dar a los demás, sino la auténtica generosidad nace de un corazón que quiere amar a los demás. No puede haber generosidad sin amor, como tampoco puede haber amor sin generosidad. Es imposible deslindar, es imposible separar estas dos virtudes.
Pidámosle a Jesucristo que nos ayude a no fragmentar nuestro corazón, que nos ayude a no calcular nuestra entrega, que nos ayude a no ponernos a nosotros mismos como prioridad fundamental de nuestro don a los demás. Que nuestra única meta sea la de ser perfectos, es decir, la de amar como Cristo nos ama a nosotros.
(P. Cipriano Sánchez)
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo: no a la criminal agresión de Rusia a Ucrania; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que, con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración por el alma de Felipe R., padre del autor de esta página, al cumplirse hoy diez y seis (16) años de su partida al cielo. Que brille para él la Luz que no tiene fin.
 
🙏 Pedimos oración para Arturo, de 68 años de edad, que vive en Banfield, provincia de Buenos Aires, Argentina, y se encuentra afectado de un cáncer fulminante y avanzado, por lo que su vida está totalmente en manos de Dios. Rezamos por él y por su familia.
 
🙏 Pedimos oración para Patricia, de Escobar, Buenos Aires, Argentina, 67 años de edad, a quien en estudios tomográficos le han detectado una imagen en el hígado sin que se conozca todavía su naturaleza. La encomendamos a la Virgen de Lourdes para que finalmente no sea nada de riesgo para su salud.
 
🙏 Pedimos oración para la niña Gabriela Alejandra C. P., de Bogotá, Colombia, de 14 años de edad, quien además de padecer hipoacusia, ahora ha sido internada por pérdida de la visión en uno de sus ojos por desprendimiento de retina. Confiando en el Señor de los Milagros y la Santísima Virgen, acudimos a ellos pidiendo el milagro de su recuperación total.
 
🙏 Pedimos oración para María Adela, de 71 años de edad, que vive en Vicente López, Buenos Aires, Argentina, y está afectada de un tumor de ovarios con metástasis, con indicación de quimioterapia. Que la protección maternal de la Virgen María llegue a ella trayendo de Su Hijo las gracias de sanación.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Recordando al Padre Natalio
Aceptar a los padres
Una actitud muy necesaria en la vida es la capacidad de aceptación que nace del realismo. Gracias a ella dejamos de estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y lo que tenemos. A veces puede suceder que rechacemos a nuestros padres por algún rasgo negativo: falta de cultura, o su aspecto, o su carácter. Una oración para curar estas heridas.
 
Dios mío, si alguna vez sentí vergüenza o aversión por mis padres, en este día yo los abrazo con cariño y amor. Pido perdón por mi ingratitud; y de tus manos yo los acepto con gratitud y emoción. Si acaso ellos ya fallecieron, igualmente yo los abrazo, los amo, los acepto profunda y totalmente en el misterio de tu Santa Voluntad. Gracias por el regalo de mis padres, y bendita sea su memoria para siempre.
 
Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate, pues cada día, en esta sabiduría de sano realismo.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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