PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
12 - Número 3463 ~ Sábado 30 de Setiembre de 2017
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
prueba más grande de que Dios nos ama, es que ha entregado a su Hijo Único a la
muerte, con tal de salvarnos a nosotros, los hombres, de la perdición eterna.
Pensemos
en un padre de la tierra que tiene un hijo al que ama muchísimo, y por amor a
las hormigas, permite que su hijo se haga también una hormiga y muera a manos
de las hormigas para salvarlas del exterminio. Este padre estaría poco menos
que loco, y ¡cuánto amor demostraría por las hormigas!, ¿no?
Pues
bien, en definitiva lo que ha hecho Dios por los hombres es infinitamente más,
porque Dios, que es infinito y perfectísimo, se ha hecho un hombre, es decir
una criatura, y la distancia que hay entre ambas naturalezas es infinita. Y ha
querido morir en manos de los hombres, sus criaturas, para salvarlas del abismo
infernal.
Es
un Dios que se ha vuelto loco de amor por la humanidad, y esto nos debe dar una
gran confianza en Dios, sabiendo que quien hizo tanto por cada uno de nosotros,
ahora no nos abandonará a las fauces del Maligno.
¡Confiemos
en Dios, que es Bueno y nos ama, y que ha enviado a su propio Hijo a rescatarnos
de las manos de Satanás!
¡Buenos días!
“El jefe te llama”
Si
el solo aviso de que el jefe quería hablar con ellos, llenó de angustiosa
inquietud a numerosos obreros ingleses, ¿qué será cuando los ángeles toquen las
trompetas del juicio para llamar a los pecadores a comparecer ante un Dios
airado por los pecados y maldades de quienes hacen lo que Dios rechaza y su
justicia condena? He aquí la información detallada:
El Consejo Inglés de Higiene Industrial llevó a cabo
-hace algún tiempo- el siguiente experimento: Un psicólogo contratado visitó
algunas empresas comerciales, industriales y bancarias, diciendo a los
empleados, uno por uno: “El jefe quiere hablar con usted.” Estas sencillas
palabras: “El jefe quiere hablar con usted”, llenaron de inquietante
preocupación a cuantos las oyeron. Algunos palidecían y se preguntaban: “¿Qué
habrá pasado? ¿Qué me querrá decir? ¿Habrá alguna acusación contra mí? ¿Será
para decirme que me van a dejar cesante?”
“El
juicio final consistirá en la sentencia de vida bienaventurada o de condena
eterna que el Señor Jesús, retornando como juez de vivos y muertos, emitirá
respecto de los justos y pecadores, reunidos todos juntos delante de él”. Esta
es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, cuya meditación y vivencia es
saludable para orientar correctamente nuestra vida.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía,
dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del
hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo
que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían
preguntarle acerca de este asunto. (Lc 9,43b-45)
Comentario:
Hoy,
más de dos mil años después, el anuncio de la pasión de Jesús continúa
provocándonos. Que el Autor de la Vida anuncie su entrega a manos de aquéllos
por quienes ha venido a darlo todo es una clara provocación. Se podría decir que
no era necesario, que fue una exageración. Olvidamos, una y otra vez, el peso
que abruma el corazón de Cristo, nuestro pecado, el más radical de los males,
la causa y el efecto de ponernos en el lugar de Dios. Más aún, de no dejarnos
amar por Dios, y de empeñarnos en permanecer dentro de nuestras cortas
categorías y de la inmediatez de la vida presente. Se nos hace tan necesario
reconocer que somos pecadores como necesario es admitir que Dios nos ama en su
Hijo Jesucristo. Al fin y al cabo, somos como los discípulos, «ellos no
entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y
temían preguntarle acerca de este asunto» (Lc 9,45).
Por
decirlo con una imagen: podremos encontrar en el Cielo todos los vicios y
pecados, menos la soberbia, puesto que el soberbio no reconoce nunca su pecado
y no se deja perdonar por un Dios que ama hasta el punto de morir por nosotros.
Y en el infierno podremos encontrar todas las virtudes, menos la humildad, pues
el humilde se conoce tal como es y sabe muy bien que sin la gracia de Dios no
puede dejar de ofenderlo, así como tampoco puede corresponder a su Bondad.
Una
de las claves de la sabiduría cristiana es el reconocimiento de la grandeza y
de la inmensidad del Amor de Dios, al mismo tiempo que admitimos nuestra
pequeñez y la vileza de nuestro pecado. ¡Somos tan tardos en entenderlo! El día
que descubramos que tenemos el Amor de Dios tan al alcance, aquel día diremos
como san Agustín, con lágrimas de Amor: «¡Tarde te amé, Dios mío!». Aquel día
puede ser hoy. Puede ser hoy. Puede ser.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del
Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Jerónimo
Doctor de la Iglesia
Nació
en Estridón (Dalmacia) hacia el año 347. Estudió en Roma, cultivando con esmero
todos los saberes, y llevó una vida desordenada hasta que se hizo catecúmeno y
fue bautizado por el papa Liberio a los veinte años. Cautivado por la vida
contemplativa, marchó a Oriente, se entregó a la vida ascética cerca de
Antioquía y se ordenó de sacerdote. Estuvo un tiempo en Constantinopla y luego
regresó a Roma, donde fue secretario del papa san Dámaso, que le encargó la
traducción de la Biblia al latín, y dirigió espiritualmente a unas damas de la
nobleza que llevaban vida de piedad en común en la colina Aventina. A la muerte
del Papa marchó de nuevo a Oriente y, tras visitar monasterios de diversas
regiones, se estableció en Belén de Judá. Allí asumió la dirección espiritual
de los monasterios fundados por santa Paula, al tiempo que completó la versión de
la Biblia y escribió muchas obras, especialmente comentarios a la Sagrada
Escritura. Participó de modo admirable en muchas necesidades de la Iglesia.
Murió en Belén el 30 de septiembre del año 420.
Oración: Oh Dios, tú que concediste a san Jerónimo
una estima tierna y viva por la Sagrada Escritura, haz que tu pueblo se
alimente de tu palabra con mayor abundancia y encuentre en ella la fuente de la
verdadera vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Santo Padre Pío
"Mantente
siempre con alegría
en
paz con tu conciencia,
dándote
cuenta de que estás
al
servicio de un Padre infinitamente bueno,
que,
impulsado sólo por su ternura,
desciende
hasta su criatura para elevarla
y
transformarla en él, su Creador"
Tema del día:
¿Qué hacer con quien sufre?
1) Para saber
El
Papa Francisco mostró su cercanía y solidaridad con las víctimas del terremoto
que asoló México y que dejó más de 300 muertos como consecuencia del derrumbe
de numerosas edificaciones.
“En
este momento de dolor quiero manifestar mi cercanía y oración a toda la querida
población mexicana”, señaló el Santo Padre en la Plaza de San Pedro en el
Vaticano. El Pontífice, también invitó a rezar por los fallecidos, los heridos,
los que han perdido sus hogares y por todos los que ayudan en las tareas de
rescate: “Elevemos todos juntos nuestra plegaria a Dios para que acoja en su
seno a los que han perdido la vida, conforte a los heridos, sus familiares y a
todos los damnificados".
2) Para pensar
Se
cuenta que había una pareja que tenían una niña llamada Mariana. Como eran
ateos, jamás le hablaron de Dios a la niña. Una noche, cuando Mariana tenía 5
años, sus padres pelearon y el papá lleno de enojo le disparó a la mamá y
después se suicidó. Todo esto delante de la niña.
La
enviaron a un hogar adoptivo. Su nueva mamá, Cristina, la llevó a la iglesia.
Ese día la mamá la llevó a la clase de catecismo y le explicó a la maestra que
la niña jamás había escuchado hablar de Jesús y que por favor le tuviera
paciencia.
La
maestra tomó una figura de Jesús y le preguntó a todos los niños del salón:
"¿Alguno de ustedes sabe quién es esta persona?". La pequeña Mariana
al ver la figura se alegró y respondió: "Yo sé, maestra, yo lo conozco”.
La maestra sorprendida le preguntó: ¿Y cómo es que le conoces?” Mariana
respondió: “Ese es el señor que estuvo tomando mi mano y me consoló la noche
que en mis padres murieron".
Independientemente
de lo real del relato, lo que sí podemos afirmar es que Jesús está al lado de
quien sufre y no deja de prestarle ayuda. El reciente sismo de la Ciudad de
México no fue la excepción. Podemos afirmar que en ese, y todos los desastres,
nuestro Señor no abandona a nadie y está al lado de quienes sufren algún daño y
de sus seres queridos.
3) Para vivir
El
Papa se cuestionó qué hacer cuando se viven momentos difíciles: “Quizás alguno
piensa tomar una pastilla para dormir y huir de los acontecimientos, o tomar
tres o cuatro copas de alcohol, pero esto no ayuda”, aseguró el Papa.
Francisco
reveló que se pueden hacer dos cosas.
-
La primera está en el salmo 87: “Llegue hasta Ti mi oración, Señor”. Se
necesita orar: “Es una oración de llamar a la puerta. El mismo Señor nos enseña
cómo orar en esos momentos tan feos. Orar con autenticidad, es también
desahogarse.
-
Y lo segundo que se puede hacer ante una persona que sufre es estar con él, lo
importante es mostrar cariño, más que hacer discursos. Cuando una persona
sufre, se debe ayudar con el silencio, la cercanía, las caricias, con la
oración ante el Padre”. Silencio; pero silencio con mucho amor, con caricias.
Francisco
concluyó orando a Dios “para que nos de la gracia de orar cuando seamos
sometidos a este estado, y también la gracia de saber acompañar a las personas
que sufren momentos feos de tristeza”.
© Pbro. José Martínez Colín
Humor de sábados
Un
padre misionero que llegó al pueblito, se dedicaba no sólo a cuidar la salud
espiritual de los fieles sino también la salud física. Una tarde un paisano
llegó del campo para hacer bautizar a su hijito.
—Mire,
padrecito, ando con ganas de cristianar a mi niñito.
—Cómo
no, mi amigo, para eso estamos.
Al
empezar la celebración el sacerdote vio una infección en el bracito del nene y
pensando que era necesaria una curación inmediata, dijo al paisano:
—Mire,
señor, a este chico hay que ponerle penicilina.
A
lo que el paisano un poco enojado le respondió:
—No,
no, no, usted a mi hijo le pone “Ruperto” o ya mismo lo llevo a otro cura.
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contactos, y de ese modo tú también estarás sembrando en el mundo la alegría
del Evangelio.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Elizabeth S., de Bogotá, Colombia, quien fue intervenida de
una delicada cirugía; esperando que no esté asociada con el cáncer de seno, el
cual ha sido controlado. Con plena confianza en el Señor, con la esperanza que
la intercesión de nuestra Señora de Lourdes sea efectiva, como siempre ha sido,
para que Elizabeth reciba el don de la salud.
Pedimos oración para Maximiliano, un bebé de Chile de tres días
de vida y con un grave pronóstico cerebral. Que el Niño Jesús esté junto a él y
le conceda todas sus gracias en este difícil momento.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo, al rezar por la paz; rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los
corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que
están en peligro de ser abortados. Paz
para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para
los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y
sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de María
Setiembre 30
Madre
de los pobres, los humildes y sencillos, de los tristes y los niños que confían
siempre en Dios; tú la más pobre, porque nada ambicionaste, tú, perseguida, vas
huyendo de Belén, tú, que en un pesebre ofreciste al Rey del cielo, toda tu
riqueza fue tenerlo sólo a Él.
Tú
que en sus manos sin temor te abandonaste, tú que aceptaste ser la esclava del
Señor, vas entonando un poema de alegría: “Canta, alma mía, porque Dios me
engrandeció”.
Nuestra Señora de la justicia, no permitas que en
nombre de la justicia se oprima a los desamparados.
* P. Alfonso Milagro
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)