PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2447 ~ Viernes
29 de Agosto de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Iba Don Bosco caminando por el centro de Turín, cuando
tres conocidos suyos le salieron al paso y le pidieron ansiosamente que les
dijera qué número deberían jugar cada uno para salir premiados en una lotería.
Sin inmutarse el santo les respondió de inmediato: Jueguen estos tres números:
el diez, el cinco y el catorce. ¡La suerte es segura! Cuando, satisfechos por
la indicación de quien sabían tenía el don de clarividencia, ya se iban a
despedir, Don Bosco añadió: Voy a explicarles mi adivinación: el número diez
son los mandamientos de la ley de Dios, el cinco, los preceptos de la Iglesia,
y el catorce, las obras de misericordia. Jueguen siempre estos números y serán
afortunados en esta vida y en la otra.
Frente a la vida eterna que nos espera, es de tremenda
importancia no perder el camino que conduce a la dicha sin fin con Dios. Jesús
dijo claramente: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero –¡la
lotería!– si pierde su vida (eternamente)?” Es una verdad simple de nuestra fe,
pero hay vivirla en día a día. Que esta luz oriente hoy todas tus tareas.
¡Buenos días!
El llamado de Dios
Para cultivar una
buena disposición hacia el llamado de Dios, es fundamental el espíritu de
oración. La piedad popular ha representado a la Virgen en oración, cuando
recibe la embajada del ángel. Es indudable que Nuestra Señora guardaba un
recogimiento habitual, tenía un espíritu de oración que la dispuso a recibir el
mensaje divino y a aceptarlo.
Señor Jesús, te pedimos por los muchachos y
chicas que invitas a seguirte de cerca; haz que sean capaces de desapegarse de
las cosas de este mundo y abran su corazón a la voz que los llama.; que sientan
el coraje de dedicarse por toda la vida, con un corazón no dividido, a ti y a
la Iglesia; que crean que la gracia les dará la fuerza para tal donación y vean
la belleza y la grandeza de la vida sacerdotal, religiosa y misionera. Haz,
Señor, que los jóvenes sepan acoger con coherente aplicación las exigencias del
llamado para el sacerdocio y para las otras formas de vida consagrada;
bendícelos con la misericordia infinita de tu corazón. Amén.
Para percibir el
llamado de Dios es preciso tener esa orientación habitual hacia lo divino,
saber escuchar la voz del Señor en medio de los afanes de la vida diaria, y
después contestar, como María, con un «Hágase en mí según tu palabra». La
oración que te ofrezco hoy ha sido redactada por el Papa Juan Pablo II,
recientemente canonizado.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Herodes había enviado a prender a Juan y
le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano
Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te
está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería
matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre
justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba
con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su
cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales
de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes
y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que
quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de
mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella
le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente
adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja,
la cabeza de Juan el Bautista».El rey se llenó de tristeza, pero no quiso
desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey
a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le
decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la
muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos,
vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura. (Mc 6,17-29)
Comentario
Hoy recordamos el martirio de san Juan Bautista, el
Precursor del Mesías. Toda la vida del Bautista gira en torno a la Persona de
Jesús, de manera que sin Él, la existencia y la tarea del Precursor del Mesías
no tendría sentido.
Ya, desde las entrañas de su madre, siente la proximidad
del Salvador. El abrazo de María y de Isabel, dos futuras madres, abrió el
diálogo de los dos niños: el Salvador santificaba a Juan, y éste saltaba de
entusiasmo dentro del vientre de su madre.
En su misión de Precursor mantuvo este entusiasmo -que
etimológicamente significa "estar lleno de Dios"-, le preparó los
caminos, le allanó las rutas, le rebajó las cimas, lo anunció ya presente, y lo
señaló con el dedo como el Mesías: «He ahí el Cordero de Dios» (Jn 1,36).
Al atardecer de su existencia, Juan, al predicar la
libertad mesiánica a quienes estaban cautivos de sus vicios, es encarcelado:
«Juan decía a Herodes: ‘No te está permitido tener la mujer de tu hermano’» (Mc
6,18). La muerte del Bautista es el testimonio martirial centrado en la persona
de Jesús. Fue su Precursor en la vida, y también le precede ahora en la muerte
cruel.
San Beda nos dice que «está encerrado, en la tiniebla de
una mazmorra, aquel que había venido a dar testimonio de la Luz, y había
merecido de la boca del mismo Cristo (…) ser denominado "antorcha ardiente
y luminosa". Fue bautizado con su propia sangre aquél a quien antes le fue
concedido bautizar al Redentor del mundo».
Ojalá que la fiesta del Martirio de san Juan Bautista nos
entusiasme, en el sentido etimológico del término, y, así, llenos de Dios,
también demos testimonio de nuestra fe en Jesús con valentía. Que nuestra vida
cristiana también gire en torno a la Persona de Jesús, lo cual le dará su pleno
sentido.
Fray Josep Mª MASSANA i Mola OFM (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Martirio de Juan el Bautista
Memoria del martirio de san Juan Bautista, al que Herodes
Antipas retuvo encarcelado en la fortaleza de Maqueronte y a quien, en el día
de su cumpleaños, mandó decapitar a petición de la hija de Herodías. De esta
suerte, el Precursor del Señor, como lámpara encendida y resplandeciente, tanto
en la muerte como en la vida dio testimonio de la verdad (s. I). Información amplia
haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“En asuntos de amor los locos son los que tienen más
experiencia.
De amor no preguntes nunca a los cuerdos;
los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado
nunca”
-Jacinto Benavente-
Tema del día:
Que Dios te bendiga
Cuando alguien te dice “Que Dios te bendiga” no solo te está deseando lo mejor para ti,
sino que también está actuando en favor suyo.
Pues, cuando Bendices a alguien también atraes el favor
de Dios hacia ti.
El efecto de la Bendición es multiplicador, ya que es
dado por Dios a sus Hijos.
¡¡¡Bendiciones!!! El significado de
la bendición:
La bendición, invoca el apoyo activo de Dios para el
bienestar de la persona, habla del agradecimiento, confiere prosperidad y
felicidad en la persona que recibe buenos deseos de nuestra parte.
La bendición comienza en el hogar, en las relaciones de
padres e hijos.
Los niños que reciben el regalo de la bendición de parte
de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual y emocional en la vida.
Reciben un firme fundamento de amor y aceptación. Este principio también se aplica a la íntima relación de
pareja.
Las amistades se profundizan y fortalecen, la hermandad
de las Iglesias se incrementa, trayendo compañerismo, sanidad y esperanza a
muchos que nunca han recibido una palabra de bendición.
El poder de la vida y la muerte está en la Palabra. Al bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la
bendición, sino también al que la da.
Por eso, hoy te bendigo, mi bendición va para ti, porque
al bendecirte de todo corazón, me bendigo a mí mismo.
Reparte bendiciones donde vayas, no sólo de palabras,
sino de hechos. Ellas volverán a ti, cuando menos lo esperes.
En general, la persona que vive en la presencia de Dios,
amándole y obedeciéndole, goza de la bendición divina siempre.
¡¡¡Qué Dios derrame una lluvia de bendiciones a todo el
mundo!!!
Oración a San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén
La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29
de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el
rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo
Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los
días 29 de cada mes.
Un estímulo todos los días
Agosto 29
“Señor, sabes que a veces me dejo llevar por mi vanidad,
por mi codicia, por mi impaciencia, por mis ambiciones egoístas. Cuando estoy
solo recapacito y me lamento por cosas que hice o que dije, pero luego vuelvo a
caer. Hago propósitos, pero duran poco tiempo.
Te pido, Señor, que no me dejes solo con mis propias fuerzas.
Necesito tu gracia, necesito los toques de tu Espíritu para reaccionar a
tiempo, necesito tu luz que me ilumine para darme cuenta y también tu fuerza
para tomar las decisiones correctas.
Quiero crecer, Señor, porque todavía tengo vida y
esperanza, porque no quiero detenerme en el camino, porque no quiero
desaprovechar tus dones. Quiero ofrecerte algo más de mí y alcanzar algo más de
la belleza que me propones. Por eso te ruego que me ayudes. Solo no puedo, mis
impulsos se debilitan, mis buenos propósitos no alcanzan, mis intentos no
consiguen nada. Te necesito a ti, invoco tu Espíritu, clamo por tu poder.
Ayúdame, Señor. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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