miércoles, 13 de agosto de 2014

Pequeñas Semillitas 2431

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2431 ~ Miércoles 13 de Agosto de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que éste había alcanzado.
Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo: "Quiero arreglar todo el mal que hice a mi amigo. ¿Cómo puedo hacerlo?", a lo que el hombre respondió: "Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suelta una donde vayas".
El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y al cabo de un día las había soltado todas.
Volvió donde el sabio y le dijo: "Ya he terminado", a lo que el sabio contestó: "Esa es la parte más fácil.
Ahora debes volver a llenar el saco con las mismas plumas que soltaste.
Sal a la calle y búscalas".
El hombre se sintió muy triste, pues sabía lo que eso significaba y no pudo juntar casi ninguna.
Al volver, el hombre sabio le dijo: "Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya está hecho. Lo único que puedes hacer es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste".

¡Buenos días!

Dios, amigo del silencio
No temas al silencio. El silencio vitalizará tu mente y tu sistema nervioso, y dotará de solidez y fuerza expresiva a tus palabras cuando salgas de tus treguas de mutismo y vuelvas a hablar. No es que la relación social sea mala, pero a veces nos metemos y enredamos demasiado en el ajetreo y la palabrería del mundo. Regálate baños de soledad y silencio.

Necesitamos encontrar a Dios y no lo hallamos en medio del ruido y de la agitación. Dios es amigo del silencio. Miren cómo la naturaleza empuja hacia el silencio. Miren cómo las estrellas, la luna, el sol se mueven en silencio. ¿Nuestra misión no consiste en dar a Dios a los pobres sin techo? No a un Dios muerto sino a un Dios vivo, que ama. Cuanto más recibimos en el silencio de la oración, tanto más entregaremos en nuestra actividad. Necesitamos el silencio para mover a las personas. Lo importante no es lo que decimos nosotros, sino lo que Dios nos dice, y lo que dice a través de nosotros (Teresa de Calcuta).

El cardenal Carlos Martini, arzobispo de Milán, cuyos libros se vendían como pan caliente, escribió: “Aun en la vida cotidiana más afanosa y complicada, estoy seguro que es posible reservarse algunos momentos de silencio, si lo deseamos de verdad, para retomar la conciencia de sí mismo y mirar desde ahí alrededor”. ¡Advertencia muy sabia!
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos. Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano. Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». (Mt 18,15-20)

Comentario
Hoy, en este breve fragmento evangélico, el Señor nos enseña tres importantes formas de proceder, que frecuentemente se ignoran.
Comprensión y advertencia al amigo o al colega. Hacerle ver, en discreta intimidad («a solas tú con él»), con claridad («repréndele»), su equivocado proceder para que enderece el camino de su vida. Acudir a la colaboración de un amigo, si la primera gestión no ha dado resultado. Si ni aun con este obrar se logra su conversión y si su pecar escandaliza, no hay que dudar en ejercer la denuncia profética y pública, que hoy puede ser una carta al director de una publicación, una manifestación, una pancarta. Esta manera de obrar deviene exigencia para el mismo que la practica, y frecuentemente es ingrata e incómoda. Por todo ello es más fácil escoger lo que llamamos equivocadamente “caridad cristiana”, que acostumbra a ser puro escapismo, comodidad, cobardía, falsa tolerancia. De hecho, «está reservada la misma pena para los que hacen el mal y para los que lo consienten» (San Bernardo).
Todo cristiano tiene el derecho a solicitar de nosotros los presbíteros el perdón de Dios y de su Iglesia. El psicólogo, en un momento determinado, puede apaciguar su estado de ánimo; el psiquiatra en acto médico puede conseguir vencer un trastorno endógeno. Ambas cosas son muy útiles, pero no suficientes en determinadas ocasiones. Sólo Dios es capaz de perdonar, borrar, olvidar, pulverizar destruyendo, el pecado personal. Y su Iglesia atar o desatar comportamientos, trascendiendo la sentencia en el Cielo. Y con ello gozar de la paz interior y empezar a ser feliz.
En las manos y palabras del presbítero está el privilegio de tomar el pan y que Jesús-Eucaristía realmente sea presencia y alimento. Cualquier discípulo del Reino puede unirse a otro, o mejor a muchos, y con fervor, Fe, coraje y Esperanza, sumergirse en el mundo y convertirlo en el verdadero cuerpo del Jesús-Místico. Y en su compañía acudir a Dios Padre que escuchará las súplicas, pues su Hijo se comprometió a ello, «porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20).
Rev. D. Pedro-José YNARAJA i Díaz (El Montanyà, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santos Ponciano e Hipólito
Mártires
Santos mártires Ponciano, Papa, e Hipólito, presbítero, que fueron deportados juntos a Cerdeña, y con igual condena, adornados, al parecer, con la misma corona, fueron trasladados finalmente a Roma, Hipólito, al cementerio de la vía Tiburtina, y el papa Ponciano, al cementerio de Calisto (c. 236). Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

““El demonio es un perro rabioso atado a una cadena;
no puede herir a nadie más allá de lo que le permite la cadena.
Mantente lejos de él, pues si te acercas demasiado te morderá”
-Padre Pío-

Biblioteca de archivos
Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la columna lateral derecha, se ha insertado un enlace con la misma imagen que ves arriba de este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Allí iré agregando día a día los powerpoint que se comparten con los suscriptores de "Pequeñas Semillitas" y también archivos de texto en formato PDF; todo lo cual puede ser visto online o bien puede descargarse a la computadora del usuario.

Tema del día:
Mamá ¿me puedes hablar de Dios?
Sofía está inquieta. Con sus seis años y su pelo enredado, entra y sale de la cocina con mil pretextos. Al final, ya no aguanta más. Se acerca a mamá y le dice: “¿Me puedes hablar de Dios?”

Para mamá sería más fácil si le preguntasen por el abuelito. Podría contar recuerdos, historias, aventuras. Mostraría lo bueno que era el abuelo, tendría entretenida a la niña. Pero Sofía quiere saber algo sobre Dios...

Mamá, entonces, buscará respuestas en el baúl de sus recuerdos. Pensará en lo que aprendió en el catecismo, o en lo que le enseñaron en casa o en la escuela. O, tal vez, recordará algunos de los más hermosos pasajes de la Biblia, o lo que ha escuchado en alguna buena homilía del domingo...

Hablar de Dios no resulta fácil si no tenemos una continua experiencia de Él. Debería sernos tan familiar como los abuelos, los hermanos o los hijos. Nuestra vida viene de su Corazón. Nacimos porque nos soñó. Cada respiro, cada pensamiento, cada acto lo hicimos delante de sus ojos. A la vez, pudimos tocarlo, sentirlo presente, en las mil aventuras de la vida.

Pero a veces nos dejamos absorber por las pequeñeces de cada día. Era más importante un juguete, o los deberes de la escuela, o lo que pasaban por la televisión. Nos obsesionamos por los amigos, por las fiestas, por el deporte. El trabajo llegó a ser algo imprescindible en el propio camino de la vida. La experiencia del enamoramiento, del noviazgo, del matrimonio, llenaron tanto el corazón que a veces parecía que no quedaba lugar para nadie más.

En todas las situaciones, en todos los momentos, Dios siguió a nuestro lado. En el libro, en el colibrí, en la azucena, en las gotas de una lluvia tempestuosa, en los rayos de sol junto a la playa, en los momentos íntimos de la Misa. Estuvo en tantos corazones buenos que nos ayudaron en el momento de la prueba, que nos visitaron en el hospital, que nos dieron una mano cuando el fracaso pacería haber ennegrecido el universo.

Sofía sigue en pie, en silencio, con sus ojos limpios y curiosos. Mamá se seca las manos y la mira de frente, mientras coloca en su sitio un mechón de cabello rebelde. Sofía se siente ante alguien importante que la quiere mucho y que le va a hablar de alguien aún más importante, de su Padre Dios. “Mamá, ¿me puedes hablar de Dios?”
Fernando Pascual LC

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por la Paz en el mundo, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Edna S. R., de México DF, que será trasladada al Instituto Nacional de Nutrición para su tratamiento de pancreatitis, rogando que ya sea lo último y lo mejor en todo este largo proceso y que pronto se recupere completamente.

Pedimos oración para el pequeño Kalen Antonio, próximo a cumplir 3 años, de Buenos Aires, Argentina, internado actualmente con un diagnóstico reservado, para que el Divino Niño Jesús lo proteja y la Virgen lo ampare en sus amorosos brazos.

Pedimos oración por Miguel Ángel, de Asunción, Paraguay, con problemas de próstata, rogando la intercesión de San Juan Pablo II, el Padre Pío y la Santisima Virgen para su pronta recuperación. 

Pedimos oración para Sebastián, 31 años, de Santa Fe, Argentina, que va a ser operado de un tumor cerebral, rogando a Jesús por su sanación.

Pedimos oración por Juan Eduardo, de 39 años, de la provincia de Santa Fe, Argantina, a quien hoy vuelven a operar (cuarta cirugía) y sigue en coma inducido con respirador. Que Dios Misericordioso lo tenga en sus manos y le conceda la gracia de poder recuperarse.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Agosto 13
Los egoístas creen que los demás no son dignos de ser felices. Se trata de una forma muy controladora de mirar a los demás, pensando sólo en las obligaciones que ellos tienen que cumplir, en sus deberes y compromisos, pero sin reconocer que ellos tienen el derecho de ser felices.
Si no estoy interiormente convencido de que a los demás les corresponde una vida con dignidad y felicidad, entonces seré incapaz de escuchar a los demás con interés cuando me hablen de sus gustos, de sus alegrías, de sus deseos. Me parecerán conversaciones sin importancia, porque la felicidad de los demás no está dentro de mis intereses, y yo soy incapaz de alegrarme con los que están alegres.
Para sanar este defecto, tendré que pedirle insistentemente a Dios que me abra el corazón, porque sólo él puede sanar los corazones amargos y cerrados. Al mismo tiempo intentaré reconocer la nobleza de todo ser humano y me detendré a compartir su vida y gozar con la felicidad de los demás. La oración y los pequeños intentos de cada día son el mejor camino.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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