martes, 1 de noviembre de 2011

Pequeñas Semillitas 1526

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 6 - Número 1526 ~ Martes 1º de Noviembre de 2011
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Iniciamos el mes con la celebración de Todos los Santos. Y es bueno pensar que los santos no son seres excepcionales, tocados con alguna varita mágica o dotados de algún elemento personal que los demás no tengamos... Los santos son personas comunes, como todos nosotros, que han vivido o viven el mundo de su tiempo con todas las visicitudes y problemas que nosotros también afrontamos. Sólo que ellos se han animado a la santidad, se han jugado por su fe en Cristo y han podido superar sus propias debilidades y miserias humanas (las mismas que en mayor o menor medida tenemos todos)
Como decía el gran Juan Pablo II en ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud 2000 y vale la pena repetirlo ahora y siempre: «Jóvenes de todos los continentes ¡no tengáis miedo de ser los santos del nuevo milenio! Sed contemplativos y amantes de la oración, coherentes con vuestra fe y generosos en el servicio a los hermanos, miembros activos de la Iglesia y constructores de paz».


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, viendo Jesús la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos».
(Mateo 5, 1-12a)

Comentario
Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador expresado en el “credo” y que resulta muy consolador: «Creo en la comunión de los santos». Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados, a quienes Jesús felicita: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8). Al mismo tiempo, también están en comunión con nosotros. La fe y la esperanza no pueden unirnos porque ellos ya gozan de la eterna visión de Dios; pero nos une, en cambio el amor «que no pasa nunca» (1Cor 13,13); ese amor que nos une con ellos al mismo Padre, al mismo Cristo Redentor y al mismo Espíritu Santo. El amor que les hace solidarios y solícitos para con nosotros. Por tanto, no veneramos a los santos solamente por su ejemplaridad, sino sobre todo por la unidad en el Espíritu de toda la Iglesia, que se fortalece con la práctica del amor fraterno.
Por esta profunda unidad, hemos de sentirnos cerca de todos los santos que, anteriormente a nosotros, han creído y esperado lo mismo que nosotros creemos y esperamos y, sobre todo, han amado al Padre Dios y a sus hermanos los hombres, procurando imitar el amor de Cristo.
Los santos apóstoles, los santos mártires, los santos confesores que han existido a lo largo de la historia son, por tanto, nuestros hermanos e intercesores; en ellos se han cumplido estas palabras proféticas de Jesús: «Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,11-12). Los tesoros de su santidad son bienes de familia, con los que podemos contar. Éstos son los tesoros del cielo que Jesús invita a reunir (cf. Mt 6,20). Como afirma el Concilio Vaticano II, «su fraterna solicitud ayuda, pues, mucho a nuestra debilidad» (Lumen gentium, 49). Esta solemnidad nos aporta una noticia reconfortante que nos invita a la alegría y a la fiesta.
Mons. F. Xavier CIURANETA i Aymí Obispo Emérito de Lleida (Lleida, España)


Santoral y Efemérides


•  En el SANTORAL CATÓLICO, hoy conmemoramos la:


Fuente: Catholic.net

•  Con relación a las EFEMÉRIDES, en un día como hoy…

1493 - Colón, en su segundo viaje, descubre la isla "La Deseada".
1604 - Primera representación de "Otelo", de Shakespeare.
1700 - Muere Carlos II de España.
1757 - Nace Antonio Cánova, artista italiano.
1786 - Nace María (Mariquita) Sánchez de Thompson, quien tuvo activa participación en el movimiento independentista argentino.
1860 - Abraham Lincoln es elegido presidente de EEUU.
1878 - Nace Carlos Saavedra Lamas, jurista argentino, ganador del Premio Nobel.
1878 - Fundación en Montevideo de "El Bien Público", el periódico más antiguo de Uruguay.
1880 - Promulgación de una nueva Constitución en Honduras, que moderniza la estructura política del país.
1897 - Se funda el club Juventus Football Club, de Turín, Italia.
1903 - El Consejo Municipal del Distrito de Panamá declara su independencia de Colombia con apoyo de Estados Unidos.
1907 - Nace Homero Manzi, escritor, poeta y guionista de cine argentino.
1915 - Muere Roberto Argüelles Bringas, poeta mexicano.
1927 - Nace Gilbert Becaud, cantante y compositor francés.
1943 - Nace Salvatore Adamo, cantante italiano.
1950 - El Papa Pío XII proclama el dogma de la Asunción de la Virgen María.
1952 - Carlos Ibáñez del Campo es elegido presidente de Chile.
1960 - John F. Kennedy vence a Richard Nixon en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
1964 - Golpe de estado militar en Bolivia, encabezado por René Barrientos, que destituye al reelegido Victor Paz Estensoro.
1968 - El presidente estadounidense, Lyndon B. Johnson, ordena la suspensión de los bombardeos aéreos sobre Vietnam del Norte.
1979 - Un golpe militar en Bolivia, encabezado por el coronel Alberto Natuah, depone al presidente Walter Guevara Arce.
1992 - Regresa a la Tierra el transbordador estadounidense Columbia con seis astronautas.
1995 - El Congreso Nacional Africano, del presidente Nelson Mandela, gana con el 58 por ciento de los votos las primeras elecciones municipales multirraciales de Sudáfrica.
1998 - El huracán "Mitch" azota Centroamérica.

Fuente: Periodismo.com


Palabras del Beato Juan Pablo II


La solemnidad de Todos los Santos como la conmemoración de los Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, la fe en la la vida eterna. Y aunque estos dos días nos ponen delante de los ojos lo ineludible de la muerte, dan, al mismo tiempo, un testimonio de la vida.
El hombre, que según la ley de la naturaleza está "condenado a la muerte", que vive con la perspectiva de la destrucción de su cuerpo, vive, al mismo tiempo, con la mirada puesta en la vida futura y como llamado a la gloria.
La solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión con Dios. El día que conmemora los Difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que, dejado este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de amor que pide la unión con Dios.
Se trata de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a esta vida.
Por esto la Iglesia, en los primeros días de noviembre, se une de modo particular a su Redentor que, por medio de su muerte y resurrección, nos ha introducido en la realidad misma de esta vida.

Beato Juan Pablo II


Tema del día:
Fiesta de Todos los Santos

 
Hoy celebra la Iglesia la fiesta de todos los santos. Esta palabra “santo” en la Biblia se aplicaba sólo a Dios, pues significa: sagrado o separado. Pero luego se fue diciendo de todo lo que se acercaba más a Dios. Así ya san Pablo llama santos a los cristianos por el hecho de estar unidos a Dios por el bautismo. Después ya sólo se aplicó a aquellas personas que por su comportamiento están más cerca de Dios. Especialmente los mártires que, por su muerte gloriosa, se unen para siempre con Dios.

La Iglesia desde el principio comenzó a honrar a los mártires en su día propio del martirio; pero ya por el siglo III eran tantos los mártires que tuvieron que celebrar su fiesta en un día todos juntos, aunque no tenían un día fijo. El 13 de Mayo del año 609 el papa consagró el panteón romano, que había sido templo pagano de todos los dioses, para que fuese templo de la Virgen María y de todos los santos. Unos cien años después la fiesta de todos los santos quedó fijada para el día 1 de Noviembre.

Hay muchos santos, cuyos nombres conocemos, porque han sido “canonizados”, es decir declarados santos solemnemente por el papa, después de haber examinado minuciosamente su vida y sus escritos y normalmente después de que Dios ha ratificado esa santidad por uno o más milagros. Pero santos hay muchos más que no conocemos, quizá porque han vivido una vida muy oculta, pero que gozan con Dios con una gloria semejante. Entre estos santos habrá familiares y conocidos nuestros. Hoy es el día para festejar a todos y también para alzar nuestra mirada al cielo para pedir su protección y sobre todo para desear imitarles y un día poder estar con ellos en el cielo.

Todos estamos llamados a la santidad. Nos lo ha dicho muchas veces la Iglesia. De una manera especial lo recalcó el concilio Vaticano II. No es que haya que tener una vida externa diferente a los demás, aunque la verdad es que hay situaciones que ayudan y hay situaciones que pueden estorbar. Tenemos que esforzarnos por conseguir siempre ser mejores y tender a un ideal grande. No es fácil, pero tampoco es imposible. Para ello Jesucristo nos enseñó el camino. El principal es la caridad. Sin amor no puede haber verdadera vida cristiana: Amor dirigido hacia Dios, que es nuestro Padre y nos acompaña, amor que se expresa especialmente en la oración, y amor hacia los demás, porque todos somos hermanos.

Hoy en el evangelio se nos propone este ideal por medio de las bienaventuranzas. Son actitudes o maneras de ser. Son  las condiciones para el seguimiento en el camino del Reino de Dios trazado por Jesús. Con ellas podemos imitar su misma vida.

La santidad no es un camino triste, sino muy gozoso. Si queremos ser felices de verdad debemos ser “pobres de espíritu”, que significa ser desprendidos de los bienes materiales, tenga uno algo de dinero o no tenga nada. Va en contra de la codicia, procurando llevar una vida sencilla y humilde. Se trata de tener una vida de confianza filial en Dios, que es nuestro Padre. La 2ª nos dice que hay que ser manso, ser suave con los demás en juicios, palabras y hechos. Para ello uno tiene que saber dominarse a sí, no violentar a los demás. La 3ª habla del llorar, no porque el santo tenga que ser triste, sino porque hay que sufrir por los propios pecados y por los males ajenos. En la 4ª nos habla de tener “hambre y sed de justicia”. Es un gran deseo en la perfección moral y religiosa. En la Biblia se llama justo al que se esfuerza sinceramente por cumplir la voluntad de Dios. Quien se esfuerza lo consigue, porque Dios nos ayuda. En la 5ª alaba a los misericordiosos. Se trata de compartir las desdichas del prójimo, materiales y espirituales. Dios nos medirá al final según nuestro grado de misericordia. En la 6ª alaba a los limpios de corazón. Un corazón sucio ofusca la visión para las cosas de Dios. En la 7ª se alaba a los pacíficos: No sólo los que eliminan las discusiones, sino los que trabajan por unir en la paz, que sale del amor. Por fin, aquel que es santo será objeto de persecuciones, porque el bien perturba a los malos.

P. Silverio Velasco
(España)


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Kenny, que vive en Baton Rouge, Louisiana, USA, y está hospitalizado con Leucemia. Los médicos afirman que sólo un milagro de nuestro Señor puede salvarlo... y nosotros creemos en Él y en ese milagro.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén


"Camino"


"Lee despacio estos consejos. Medita pausadamente estas consideraciones.
Son cosas que te digo al oído, en confidencia de amigo, de hermano, de padre.
Y estas confidencias las escucha Dios. No te contaré nada nuevo.
Voy a remover en tus recuerdos,
para que se alce algún pensamiento que te hiera:
y así mejores tu vida y te metas por caminos de oración y de Amor.
Y acabes por ser alma de criterio"

San Josemaría Escrivá de Balaguer

Capítulo 41.

852
Procura conocer la "vía de infancia espiritual", sin "forzarte" a seguir ese camino. —Deja obrar al Espíritu Santo.

853
Camino de infancia. —Abandono. —Niñez espiritual. —Todo esto no es una bobería, sino una fuerte y sólida vida cristiana.

854
En la vida espiritual de infancia las cosas que dicen o hacen los "niños" nunca son niñerías y puerilidades.

855
La infancia espiritual no es memez espiritual, ni "blandenguería": es camino cuerdo y recio que, por su difícil facilidad, el alma ha de comenzar y seguir llevada de la mano de Dios.

-Continúa mañana-
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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