domingo, 27 de noviembre de 2011

Pequeñas Semillitas 1544

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 6 - Número 1544 ~ Domingo 27 de Noviembre de 2011
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola !!!
Con el Adviento comenzamos un nuevo año litúrgico, a través del cual vamos contemplando los principales misterios de la vida de Jesús. Una nueva oportunidad que nos da Dios para profundizar en nuestra fe y poderla vivir más intensamente.
Adviento significa “Venida”, la venida de Jesús. Por eso es una preparación para la Navidad. Son 4 domingos:
•   El primer domingo nos orienta hacia la Venida del Señor al final de la historia y el mensaje es el de la vigilancia.
•   El segundo domingo está centrado en la figura de Juan Bautista y el mensaje es el de la paciencia y de la preparación activa para la Venida del Señor.
•   El tercer domingo, también centrado en el Bautista, nos orienta con más fuerza hacia la persona de Aquél que viene; el mensaje es el de la alegría por la venida muy cercana.
•   El cuarto domingo contempla el misterio de la Encarnación de Dios en María; como preparación profunda del misterio de la Navidad
El evangelio de hoy es de san Marcos, como en gran parte del ciclo B. San Marcos era secretario de san Pedro, y lo que predicaba el apóstol, él lo plasmó en su evangelio.
El primero y el más breve de los evangelios escritos y fuente probable de los otros sinópticos. Marcos no se propone escribir un tratado de teología sino comunicar gozosamente la Buena Noticia de que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.
El núcleo de esta Buena Noticia es el reino de Dios, que debe ser acogido con una actitud de conversión y de fe. Su mensaje teológico tiene tres centros: la buena nueva, como marco global; el reino de Dios como contenido del anuncio de Jesús; y el mismo Jesús, como lugar de encuentro con el reino.
El punto de convergencia es único: El encuentro personal con Jesús.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!».
(Marcos 13, 33-37)

Comentario
Hoy, en este primer domingo de Adviento, la Iglesia comienza a recorrer un nuevo año litúrgico. Entramos, por tanto, en unos días de especial expectación, renovación y preparación.
Jesús advierte que ignoramos «cuándo será el momento» (Mc 13,33). Sí, en esta vida hay un momento decisivo. ¿Cuándo será? No lo sabemos. El Señor ni tan sólo quiso revelar el momento en que se habría de producir el final del mundo.
En fin, todo eso nos conduce hacia una actitud de expectación y de concienciación: «No sea que llegue (...) y os encuentre dormidos» (Mc 13,36). El tiempo en esta vida es tiempo para la entrega, para la maduración de nuestra capacidad de amar; no es un tiempo para el entretenimiento. Es un tiempo de “noviazgo” como preparación para el tiempo de las “bodas” en el más allá en comunión con Dios y con todos los santos.
Pero la vida es un constante comenzar y recomenzar. El hecho es que pasamos por muchos momentos decisivos: quizá cada día, cada hora y cada minuto han de convertirse en un tiempo decisivo. Muchos o pocos, pero —en definitiva— días, horas y minutos: es ahí, en el momento concreto, donde nos espera el Señor. «En la vida nuestra, en la vida de los cristianos, la conversión primera —este momento único, que cada uno recuerda y en el cual uno hizo claramente aquello que el Señor nos pide— es importante; pero todavía son más importantes, y más difíciles, las sucesivas conversiones» (San Josemaría).
En este tiempo litúrgico nos preparamos para celebrar el gran “advenimiento”: la venida de Nuestro Amo. “Navidad”, “Nativitas”: ¡ojalá que cada jornada de nuestra existencia sea un “nacimiento” a la vida de amor! Quizá resulte que hacer de nuestra vida una permanente “Navidad” sea la mejor manera de no dormir. ¡Nuestra Madre Santa María vela por nosotros!
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Santoral y Efemérides


• En el SANTORAL CATÓLICO, hoy conmemoramos a:

   Advocación Mariana

Fuente: Catholic.net

• Con relación a las EFEMÉRIDES, en un día como hoy…

1493 - Cristóbal Colón funda la ciudad de La Isabela en la isla de Haití.
1701 - Nace Anders Celsius, astrónomo suizo.
1838 - Una escuadra francesa bombardea el fuerte que defendía Veracruz (México), ciudad que capitula poco después.
1842 - El Congreso de Paraguay aprueba el escudo del país.
1865 - Nace Jose Asuncion Silva, poeta colombiano.
1868 - El emperador de Japón traslada su residencia de la ciudad de Kyoto a Yedo, que tomaría el nombre de Tokio.
1887 - Se funda el Quilmes Rowers, que luego se transformó en Quilmes Cricket Club y más tarde en Quilmes Atlhetic Club. Es el club más antiguo de los que siguen jugando en los torneos oficiales argentinos de fútbol.
1894 - El científico y millonario sueco Alfredo Nobel instituye en su testamento cinco premios anuales que llevan su nombre.
1895 - Muere Alexandre Dumas, escritor francés.
1901 - Muere Clement Studebaker, empresario estadounidense.
1922 - El arqueólogo Howard Carter descubre la momia del faraón Tutankamón.
1940 - Nace Bruce Lee, actor de artes marciales.
1942 - Nace Jimi Hendrix, guitarrista y cantante estadounidense.
1983 - Se estrella cerca del aeropuerto de Madrid un Boeing 747 de la compañía aérea colombiana Avianca: mueren 183 personas y sobreviven once.
1987 - Se reúnen en Acapulco (México) los presidentes de ocho países de Iberoamérica y queda institucionalizado el llamado "Grupo de los ocho".
1992 - Tropas leales al presidente venezolano Carlos Andrés Pérez sofocan el segundo intento militar golpista de ese año.
1996 - Concluye en Costa Rica la "cumbre del Ozono".

Fuente: Periodismo.com


Palabras del Beato Juan Pablo II


“El Adviento, en cuanto tiempo litúrgico del año eclesial, nos remonta a los comienzos de la Revelación. Y precisamente en los comienzos nos encontramos enseguida con la vinculación fundamental de estas dos realidades: Dios y el hombre. La realidad del Adviento está llena de la más profunda verdad sobre Dios y sobre el hombre”

Beato Juan Pablo II


Tema del día:
Vigilar


Comenzamos hoy un nuevo año litúrgico. Lo comenzamos con estos 4 domingos que llamamos de Adviento, palabra que significa “venida” o llegada del Señor. Venida en su triple dimensión: recordamos la primera venida en la primera Navidad, sabemos que viene continuamente, porque está continuamente entre nosotros, y esperamos la segunda venida, que será triunfal, al final de los tiempos.

De esta segunda y final venida nos fijamos un poco más en este primer domingo de Adviento, para que nuestra vida sea una continua y digna preparación para toda venida del Señor. Por eso el comienzo de un nuevo año litúrgico debe ser para nosotros como el comienzo de un nuevo curso, en el que, como buenos alumnos, debemos desear progresar en nuestra formación espiritual. Para este progreso, en este curso del ciclo B, se nos da un texto en los evangelios que será, en buena parte, el evangelio de san Marcos, aquel discípulo inquieto, primero de san Pablo y por fin de san Pedro, que, a instancias de los oyentes de san Pedro en Roma, escribió lo que el apóstol predicaba sobre Jesús.

El evangelio de hoy es el final del capítulo 13 donde, con lenguaje apocalíptico, que significa algo misterioso y con símbolos, nos habla de cosas grandiosas como son el fin de Jerusalén y del mundo. La destrucción de Jerusalén, cuando san Marcos escribió todo esto, quizá no se había dado, pero se preveía porque los israelitas, sobre todo los zelotes, se habían revelado de una manera sangrienta y se preveía el duro castigo de los romanos. Entonces falsos profetas anunciaban milagros de Dios y muchos cristianos creían que la 2ª venida de Jesús, ahora resucitado y triunfal, estaba para llegar. San Marcos les recuerda, con palabras de Jesús, que no es así, que sobre esa venida nadie lo sabe; pero que en toda nuestra vida debemos tener vigilancia.

Estas palabras son muy apropiadas para nosotros. 4 veces dice la palabra: “Velad”. Hoy Jesús nos invita a la vigilancia. Debemos estar alerta, despiertos. Y Jesús nos pone el ejemplo de un amo que se va de viaje y no dice la hora de llegada. Los criados deben estar alerta las 24 horas del día. Debemos estar despiertos, porque, si estamos dormidos, puede venir el maligno a sembrar la cizaña, que son ideas o costumbres que entorpecen nuestra fe o nuestra fidelidad a la palabra dada a Dios. Estar atentos es lo contrario de “distracción”. Y desgraciadamente hay muchas cosas que nos distraen del verdadero camino de nuestra salvación. Pueden ser hasta enfermedades o dolores morales, desgracias personales o catástrofes; pero más frecuentes son las ideas y las costumbres mundanas. En este primer domingo de Adviento debemos tener muy presente cuál es el final o la finalidad de nuestra vida, que es la salvación.

Estamos demasiado metidos en las preocupaciones mundanas. Por eso debemos vigilar. Estas palabras de Jesús para algunos creen que sirven para aumentar el temor. Esto viene de épocas medievales por la imagen de los señores feudales demasiado despóticos hacia sus siervos. Pero Jesús nos quiere dar esperanza, porque esta vida es un prepararse al encuentro de nuestro Dios, que es el Padre de mayor bondad.

Vigilar es esperar, pero no con esperanza pasiva sino activa: En la vigilancia Jesús nos hablaba de oración. Hay que orar, pero con los ojos abiertos a la realidad y las manos ocupadas en la redención del mundo. Vigilancia activa es, como dice la primera oración de la misa: “para salir al encuentro del Señor con nuestras buenas obras”.

Vigilar es estar atentos a la Palabra de Dios y ver a Dios en los acontecimientos de cada día. Vigilar es hacer el bien y, como dice la 1ª lectura, practicar la justicia. Sobre todo cumplir la voluntad de Dios, que es principalmente el amor. El amor tiende a mejorar el mundo, pero en actitud de servicio. Para ello se requiere esfuerzo y renuncia y una actitud humilde y pobre, como decía la Virgen en el Magnificat: Dios “despidió vacíos a los ricos”, que son los que creen que lo tienen todo, “y llenó de bienes a los hambrientos”, que son los que sienten la necesidad de Dios.

P. Silverio Velasco (España)


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Novedades en “Pequeñas Semillitas”


Se informa a los lectores, que en este blog de internet de “Pequeñas Semillitas”, en la columna lateral de la derecha, hemos incluido nuevos apartados que permiten acceder a páginas dedicadas a la Santísima Virgen en su advocación de María Reina de la Paz y Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, y también accesos para conocer en detalle la vida y obra de grandes santos y beatos de la Iglesia Católica, como son: San Ignacio de Loyola, San Juan Bosco, San Pío de Pietrelcina, Santa Teresa de Jesús, Santa Teresita del Niño Jesús, Beata Teresa de Calcuta y otros que iremos agregando en los próximos días (se aceptan sugerencias).

Asimismo y muy pronto, “Pequeñas Semillitas” tendrá presencia en todas las redes sociales, como Facebook, Twitter, etc.


"Camino"


"Lee despacio estos consejos. Medita pausadamente estas consideraciones.
Son cosas que te digo al oído, en confidencia de amigo, de hermano, de padre.
Y estas confidencias las escucha Dios. No te contaré nada nuevo.
Voy a remover en tus recuerdos,
para que se alce algún pensamiento que te hiera:
y así mejores tu vida y te metas por caminos de oración y de Amor.
Y acabes por ser alma de criterio"

San Josemaría Escrivá de Balaguer

Capítulo 42.

895
El trabajo rinde tu cuerpo, y no puedes hacer oración. Estás siempre en la presencia de tu Padre. —Si no le hablas, mírale de cuando en cuando como un niño chiquitín... y Él te sonreirá.

896
¿Que en el hacimiento de gracias después de la Comunión lo primero que acude a tus labios, sin poderlo remediar, es la petición...: Jesús, dame esto: Jesús, esa alma: Jesús, aquella empresa?
No te preocupes ni te violentes: ¿no ves cómo, siendo el padre bueno y el hijo niño sencillo y audaz, el pequeñín mete las manos en el bolsillo de su padre, en busca de golosinas, antes de darle el beso de bienvenida? —Entonces...

897
Nuestra voluntad, con la gracia, es omnipotente delante de Dios. —Así, a la vista de tantas ofensas para el Señor, si decimos a Jesús con voluntad eficaz, al ir en el tranvía por ejemplo: "Dios mío, querría hacer tantos actos de amor y de desagravio como vueltas da cada rueda de este coche", en aquel mismo instante delante de Jesús realmente le hemos amado y desagraviado según era nuestro deseo.
Esta "bobería" no se sale de la infancia espiritual: es el diálogo eterno entre el niño inocente y el padre chiflado por su hijo:
—¿Cuánto me quieres? ¡Dilo! —Y el pequeñín silabea: ¡Mu-chos mi-llo-nes!

-Continúa mañana-
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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