domingo, 27 de julio de 2008

Pequeñas Semillitas 0457

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0457 ~ Domingo 27 de Julio de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)




Hola !!!
¡Bendito sea Dios!
Después de varios días de ausencia por razones técnicas (cambio de equipos) podemos hoy regresar nuevamente a continuar con la siembra de nuestras "Pequeñas Semillitas" que cada día dejamos a disposición de todos quienes quieran aprovecharlas, encabezadas por la Buena Nueva del Evangelio de Cristo, y complementadas con otras informaciones de interés general.
Lo que en principio iba a ser una parada técnica de dos o tres días, quiso el Señor que sea un paréntesis de casi diez, que en el fondo ha servido para tomar un respiro y juntar nuevas energías, y por cierto para extrañar inmensamente este espacio de comunicación diaria, y para valorar mucho esta tarea que el Señor nos ha encomendado y que tratamos de cumplir de la mejor manera posible.
Con alegría entonces, y siempre con la luz del Espíritu Santo, comenzamos nuevamente a sembrar !!!


Evangelio de hoy



En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel».
»También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.
»También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
»¿Habéis entendido todo esto?». Dícenle: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».
(Mateo 13, 44-52)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos quiere ayudar a mirar hacia dentro, a encontrar algo escondido: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo» (Mt 13,44). Cuando hablamos de tesoro nos referimos a algo de valor excepcional, de la máxima apreciación, no a cosas o situaciones que, aunque amadas, no dejan de ser fugaces y chatarra barata, como son las satisfacciones y placeres temporales: aquello con lo que tanta gente se extenúa buscando en el exterior, y con lo que se desencanta una vez encontrado y experimentado.
El tesoro que propone Jesús está enterrado en lo más profundo de nuestra alma, en el núcleo mismo de nuestro ser. Es el Reino de Dios. Consiste en encontrarnos amorosamente, de manera misteriosa, con la Fuente de la vida, de la belleza, de la verdad y del bien, y en permanecer unidos a la misma Fuente hasta que, cumplido el tiempo de nuestra peregrinación, y libres de toda bisutería inútil, el Reino del cielo que hemos buscado en nuestro corazón y que hemos cultivado en la fe y en el amor, se abra como una flor y aparezca el brillo del tesoro escondido.
Algunos, como san Pablo o el mismo buen ladrón, se han topado súbitamente con el Reino de Dios o de manera impensada, porque los caminos del Señor son infinitos, pero normalmente, para llegar a descubrir el tesoro, hay que buscarlo intencionadamente: «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas» (Mt 13,45). Quizá este tesoro sólo es encontrado por aquellos que no se dan por satisfechos fácilmente, por los que no se contentan con poca cosa, por los idealistas, por los aventureros.
En el orden temporal, de los inquietos e inconformistas decimos que son personas ambiciosas, y el en mundo del espíritu, son los santos. Ellos están dispuestos a venderlo todo con tal de comprar el campo, como lo dice san Juan de la Cruz: «Para llegar a poseerlo todo, no quieras poseer algo en nada».
Rev. D. Enric Prat i Jordana (Sort-Lleida, España)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Pantaleón.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:

1586 - Sir Walter Raleigh introduce el tabaco en Inglaterra.
1794 - Francia: se desarrolla la revolución del 9 Termidor que destituye a Robespiere.
1822 - Conferencia de Guayaquil entre José de San Martín y Simón Bolivar.
1836 - Se funda la ciudad de Adelaide, en Australia.
1866 - Se inaugura en Estados Unidos del primer cable telegráfico transatlántico.
1890 - Luego de concluir su obra “Cuervos sobre el trigal” Vincent Van Gogh se pega un tiro y muere dos días después.
1921 - Los científicos Banting y Best aislan la hormona insulina que segrega el páncreas.
1949 - Primer vuelo del de Havilland Comet, primer avión comercial a propulsión.
1953 - Delegados de la ONU, China y Corea del Norte firman en Panmunjon un armisticio que pone fin a la guerra de Corea.
1958 - Creación de la NASA por Ley firmada por el presidente estadounidense Eisenhower.
1996 - Juegos Olímpicos de Atlanta: dos muertos y 111 heridos por explosión de una bomba en el Parque Centenario.



Pensamiento



"Es vital que el llamamiento de Cristo a hacer discípulos sea anunciado y vivido con convicción por cada cristiano".
Juan Pablo II




El Papa en Australia
Hoy se requiere de personas audaces




1) Para saber

El Papa Benedicto XVI llegó a Australia para presidir la XXIII Jornada Mundial de la Juventud 2008. En esta ocasión escogió como lema un pasaje de los Hechos de los Apóstoles: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos”
(Hechos 1, 8). Esta frase es dirigida por Nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos poco antes de su Ascensión a los Cielos. Jesús promete enviarles al Espíritu Santo.
Como lo dice el Papa en su mensaje para esta Jornada, quiere que reflexionemos en el Espíritu de fortaleza, el cual nos da el valor para vivir el Evangelio y proclamarlo. Dos aspectos esenciales de nuestro ser cristiano.
Nos recuerda el Papa que es el Espíritu Santo quien “hace posible que los hombres y mujeres de cada lugar y de cada generación lleguen a ser santos”. Y para ser santos y colaborar en la difusión del Evangelio se precisa de audacia que el Espíritu Santo nos infunde con el don de fortaleza.

2) Para pensar

La asistencia de Dios ha sido continua a lo largo de la historia del hombre. Al leer la Sagrada Escritura encontramos de continuo esa protección. Por ejemplo, se manifestó de manera especial cuando Yahwéh le mandó a Moisés liberar a los israelitas de los egipcios que los tenían como esclavos. Moisés se sintió inseguro y débil pues el pueblo egipcio era poderoso. Moisés tenía miedo a no ser escuchado por el faraón que gobernaba. Entonces Dios le hizo entender que quien liberaría a los israelitas sería Él, y Moisés sería sólo su instrumento: “Yo estaré contigo”, le dice Yahwéh. Moisés, con la seguridad y fuerza que le viene de Dios, logró sacar a su pueblo de Egipto.
Más adelante su protección se hace más patente al abrir el mar Rojo para que se salven de sus perseguidores. Por eso en los salmos se alaba a Dios cantando: “Yahwéh es la Roca de Israel”. La fortaleza del pueblo no estaba en ellos mismos sino en Dios.
Habría que pensar en qué tenemos puesta nuestra fortaleza.

3) Para vivir

Al igual que a Moisés, también contamos con la fuerza de Dios para hacer su voluntad. Ciertamente en ocasiones se nos presentan trances difíciles de vencer. Para alcanzar la vida eterna hemos de superar muchos obstáculos. No basta con saber el camino: muchas veces podemos conocer nuestros deberes, e incluso podemos tener el deseo de cumplirlos, pero llega el momento de cumplirlos y no podemos; entonces es cuando nos damos cuenta de nuestra debilidad. Basta pensar en el momento de levantarnos por la mañana, sobre todo si nos desvelamos: podemos saber que ya es la hora y que nos espera nuestro deber, pero nos pueden faltar las fuerzas.
Además, los obstáculos no sólo están en nosotros, sino también en el ambiente o en las tentaciones diabólicas que pretenden alejarnos de Dios. Por ello, sólo con la fuerza del Espíritu podremos vencerlos.
El Don de Fortaleza ha ayudado a grandes santos a afrontar con heroísmo grandes dificultades. Pero también en las pequeñas luchas de cada día contamos con su ayuda. Por eso el Apóstol san Pablo se atreve a decir: “Todo lo puedo en Aquél que me conforta” (Fil. 4,13).

Pbro. José Martínez Colín
padrejosearticulos@gmail.com




Biografías: Dr. René Favaloro



Nació el 12 de Julio de 1923 y se crió en el barrio “El Mondongo” en La Plata, Argentina. Tuvo una infancia muy humilde, durante la cual aprendió a amar el fútbol, y se hizo un hincha fanático del Club de Gimnasia y Esgrima La Plata.

René Favaloro siempre estuvo comprometido con el conocimiento, gracias en parte a su abuela materna, que le transmitió su amor por la naturaleza y la emoción al ver cuándo las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: "A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca".

En 1936, después de examinar, Favaloro entró en el Colegio Nacional de La Plata. Allí, docentes como Ezequiel Martínez Estrada y Pedro Henríquez Ureña le infundieron los principios con base humanística.

Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las concurrencias al Hospital Policlínico y con ellas se acrecentó su vocación al tomar contacto por primera vez con los pacientes. Nunca se limitaba a cumplir con lo requerido por el programa, ya que, por las tardes, volvía para ver la evolución de los pacientes y conversar con ellos.

Mientras cursaba las materias correspondientes a su año, se entremezclaba con los alumnos de sexto año de las cátedras de Rodolfo Rossi o Egidio Mazzei, ambos titulares de Clínica Médica. También se escapaba a presenciar las operaciones de los profesores José María Mainetti, y Federico E.B. Christmann, de quien aprendió la simplificación y estandarización que aplicaría después a la cirugía cardiovascular, quizás la mayor contribución de Favaloro a las operaciones sobre el corazón y los grandes vasos.

El hecho fundamental de su preparación profesional fue su posición de residente en el Hospital Policlínico, centro médico de una amplia zona de influencia. Allí se recibían los casos complicados de casi toda la Provincia de Buenos Aires. En los dos años en que prácticamente vivió en el Hospital, Favaloro obtuvo un panorama general de todas las patologías y los tratamientos pero, sobre todo, aprendió a respetar a los enfermos, la mayoría de condición humilde. Como no quería desaprovechar la experiencia, con frecuencia permanecía en actividad durante 48 o 72 horas seguidas.

En 1949, apenas recibido, se produjo una vacante para médico auxiliar. Accedió al puesto en carácter interino y a los pocos meses lo llamaron para confirmarlo. Le pidieron que completara una tarjeta con sus datos, pero en el último renglón debía afirmar que aceptaba la doctrina del gobierno y se lo obligaba a afiliarse al partido peronista que gobernaba el país en esos años, lo que no admitió.

Por ese entonces llegó una carta de un tío de Jacinto Aráuz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en una zona muy rica de La Pampa. Explicaba que el único médico que atendía la población, el doctor Dardo Rachou Vega, estaba enfermo y necesitaba viajar a Buenos Aires para su tratamiento. Le pedía a su sobrino René que lo reemplazara aunque más no fuera por dos o tres meses. Favaloro se encontró ante una decisión difícil, pero con la esperanza de que la situación política del país cambiaría en algunos meses aceptó la oferta.

Llegó a Jacinto Aráuz en mayo de 1950 y rápidamente trabó amistad con el doctor Rachou quien falleció unos meses después debido a un cáncer de pulmón. Al poco tiempo se sumó a la clínica su hermano, Juan José, médico también. Se integró muy pronto a la comunidad por su carácter afable, su gran capacidad de trabajo y dedicación a sus pacientes. Juntos pudieron compartir la labor e intercambiar opiniones sobre los casos más complicados. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Aráuz crearon un centro asistencial y elevaron el nivel social y educacional de la región.

Con la ayuda de los maestros, los representantes de las iglesias, los empleados de comercio y las comadronas, de a poco fueron logrando un cambio de actitud en la comunidad que permitió ir corrigiendo sus conductas. Así, lograron que casi desapareciera la mortalidad infantil de la zona, redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición, organizaron un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el cuidado de la salud.

Favaloro y su pasión por la cirugía torácica

Favaloro leía con interés las últimas publicaciones médicas y cada tanto volvía a La Plata para actualizar sus conocimientos. Quedaba impactado con las primeras intervenciones cardiovasculares. Poco a poco fue renaciendo en él el entusiasmo por la cirugía torácica, a la vez que iba dándole forma a la idea de terminar con su práctica de médico rural y viajar a los Estados Unidos para hacer una especialización. Quería participar de la revolución y no ser un mero observador. En uno de sus viajes a La Plata le manifestó ese deseo al Profesor Mainetti, quien le aconsejó que el lugar indicado era la Cleveland Clinic.

Si bien al principio tuvo dudas con respecto a dejar su profesión de médico rural pensó que al regresar de Estados Unidos su contribución a la comunidad podría ser aun mayor. Con pocos recursos y un inglés incipiente, se decidió a viajar a Cleveland.

Trabajó primero como residente y luego como miembro del equipo de cirugía, en colaboración con los doctores Donald B. Effler, jefe de cirugía cardiovascular, F. Mason Sones, Jr., a cargo del Laboratorio de Cineangiografía y William L. Proudfit, jefe del Departamento de Cardiología.

Al principio la mayor parte de su trabajo se relacionaba con la enfermedad valvular y congénita. Pero posteriormente se interesó en otras áreas. Todos los días, apenas terminaba su labor en la sala de cirugía, Favaloro pasaba horas y horas revisando cinecoronarioangiografías y estudiando la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. El laboratorio del doctor Sones, padre de la arteriografía coronaria, tenía la colección más importante de cineangiografías de los Estados Unidos.

A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del by-pass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera, lo cual hizo que su prestigio trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. En 1970 publicó un libro llamado Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis, y editado en español con el nombre Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria.

La creación de la Fundación Favaloro

En 1971 Favaloro regresó a la Argentina con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación.

Con ese objetivo creó la Fundación Favaloro en 1975 junto con otros colaboradores. Uno de sus mayores orgullos fue el de haber formado más de cuatrocientos cincuenta residentes provenientes de todos los puntos de la Argentina y de América latina. Contribuyó a elevar el nivel de la especialidad en beneficio de los pacientes mediante innumerables cursos, seminarios y congresos organizados por la Fundación, entre los que se destaca Cardiología para el Consultante, que tiene lugar cada dos años.

En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica -al que financió con dinero propio durante un largo período- que, en ese entonces, dependía del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Con posterioridad, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas, que, a su vez, dio lugar, en agosto de 1998, a la creación de la Universidad Favaloro.

En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema "tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico" se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales.

Siguió haciendo hincapié en la prevención de enfermedades y enseñando a sus pacientes reglas básicas de higiene que contribuyeran a disminuir las enfermedades y la tasa de mortalidad. Con ese objetivo se desarrollaron en la Fundación Favaloro estudios para la detección de enfermedades, diversidad de programas de prevención, como el curso para dejar de fumar, y se hicieron varias publicaciones para el público en general a través del Centro Editor de la Fundación Favaloro, que funcionó hasta 2000.

Para el 2000 la Argentina estaba ya sumergida en una crisis económica y política y la Fundación Favaloro estaba endeudada en unos U$S 75 millones por lo que Favaloro pidió ayuda en repetidas ocasiones al gobierno sin recibir una respuesta oficial. Por tal motivo, el 29 de julio del mismo año toma la trágica decisión de quitarse la vida de un disparo al corazón. Después de su muerte se supo que le había enviado una carta al entonces Presidente de la Nación el Dr. Fernando de la Rúa la cual nunca había sido leída y en la que expresaba su cansancio de "ser un mendigo en su propio país".

Actualmente la Fundación Favaloro es una de las instituciones más grandes de América Latina dedicada al estudio cardiovascular.


Nota de redacción:

Esta biografía ya fue publicada en "Pequeñas Semillitas" número 0143 del día 29 de Julio de 2007. Aunque tratamos de no repetir artículos, creemos que la trascendencia del personaje justifica volver a insertar su biografía a dos días de cumplirse el octavo aniverasario de su muerte.
Felipe




Meditación breve



Encuentra tiempo para ser feliz. Sobre la Tierra tú eres un milagro andante. Eres único, irrepetible, insustituible...
¿Lo sabes? ¿Por qué no estás satisfecho? ¿Por qué no eres feliz? ¿Por qué no te admiras de ti mismo y de los que te rodean? ¿Encuentras tan normal, tan trivial vivir... poder vivir... tener ocasión de cantar y bailar... de ser feliz?
Entonces... ¿por qué pierdes el tiempo en una búsqueda alucinada de dinero y bienestar?
¿Por qué te preocupas tanto por las cosas de mañana... y de pasado mañana?
¿Por qué te aburres... te encierras... te anegas en un placer insensato y duermes mientras brilla el sol?
¡El tiempo no es una autopista entre la cuna y la tumba... sino un espacio para crecer bajo el sol!
¡Vivir hoy!... ¡Estar tranquilo hoy! ¡Ser feliz hoy!
Libera tu corazón... No hagas depender la alegría de vivir y la paz interior de una serie de nimiedades.
Padre Phil Bosmans



Pedido de oración



Nuestra lectora María Fernanda Diors, de la ciudad de La Plata, Argentina, nos pide oraciones por la salud de su papá José, que ha sido diagnosticado con cáncer de próstata. Oremos por José, por María Fernanda, y por toda su familia para que el Señor los sostenga con la fuerza de la fe.


Pedimos también por la salud de José Luis Marañón, que continúa hace casi un mes en terapia intensiva afectado gravemente por un accidente cerebro vascular del cual no consigue reponerse. Oramos junto a María por él y por su familia.


También pedimos oraciones por la salud de Víctor Ramón Duarte Torres, hermano de nuestra lectora y amiga Ninfa Duarte, de la República de Paraguay, que se encuentra atravesando difíciles momentos en su salud. Que el Señor derrame su Espíritu de sanidad sobre este hermano y su familia.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.




Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



La Virgen escuchó de labios de su Hijo aquella Palabra: "No saben lo que hacen", con la que Jesús, (y María con Él) disculpaba y perdonaba a los que lo condenaron y crucificaron.
El perdón siempre supone la comprensión; desconfía del perdón que no te sube del alma a los labios. María es toda ella Corazón y, por lo tanto, toda ella perdón y bondad.
Tú también estás llamado a perdonar así: como lo enseña el Evangelio, como lo enseña la Virgen.

Virgen gloriosa, que yo dé gloria a Dios perdonando a los que me ofenden.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.