sábado, 8 de marzo de 2008

Pequeñas Semillitas 0330

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0330 ~ Sábado 8 de Marzo de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, o por extensión, simplemente el Día de la Mujer.
Esto tiene su origen en un grave suceso ocurrido el 8 de marzo de 1908 cuando cerca de 129 trabajadoras de la fábrica Cotton de Nueva York, se declararon en huelga y ocuparon el lugar donde estaban empleadas. Sus reivindicaciones eran simples y justas: conseguir una jornada laboral de 10 horas, salario igual que el de los hombres y una mejora de las condiciones higiénicas.
El dueño de la empresa ordenó cerrar las puertas, y provocar un incendio, con la intención de que las empleadas desistieran de su actitud. Sin embargo, las llamas se extendieron y no pudieron ser controladas, y esta circunstancia determinó que las mujeres murieron abrasadas en el interior de la fábrica.
Este es entonces un día propicio para saludar a todas las mujeres y hacerles saber cuánto las valoramos y cuánto las queremos...



Evangelio de hoy



En aquel tiempo, muchos entre la gente, que habían escuchado a Jesús, decían: «Éste es verdaderamente el profeta». Otros decían: «Éste es el Cristo». Pero otros replicaban: «¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de Él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: «¿Por qué no le habéis traído?». Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre». Los fariseos les respondieron: «¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en Él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos».
Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: «¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?». Ellos le respondieron: «¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta». Y se volvieron cada uno a su casa.
(Juan 7, 40-53)

Comentario
Hoy el Evangelio nos presenta las diferentes reacciones que producían las palabras de nuestro Señor. No nos ofrece este texto de Juan ninguna palabra del Maestro, pero sí las consecuencias de lo que Él decía. Unos pensaban que era un profeta; otros decían «Éste es el Cristo» (Jn 7,41).
Verdaderamente, Jesucristo es ese “signo de contradicción” que Simeón había anunciado a María (cf. Lc 2,34). Jesús no dejaba indiferentes a quienes le escuchaban, hasta el punto de que en esta ocasión y en muchas otras «se originó una disensión entre la gente por causa de Él» (Jn 7,43). La respuesta de los guardias, que pretendían detener al Señor, centra la cuestión y nos muestra la fuerza de las palabras de Cristo: «Jamás un hombre ha hablado como habla este hombre» (Jn 7,46). Es como decir: sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y falsedad. El es “la Verdad” y su modo de decir refleja este hecho.
Y si esto sucedía con relación a sus oyentes, con mayor razón sus obras provocaban muchas veces el asombro, la admiración; y, también, la crítica, la murmuración, el odio... Jesucristo hablaba el “lenguaje de la caridad”: sus obras y sus palabras manifestaban el profundo amor que sentía hacía todos los hombres, especialmente hacia los más necesitados.
Hoy como entonces, los cristianos somos —hemos de ser— “signo de contradicción”, porque hablamos y actuamos no como los demás. Nosotros, imitando y siguiendo a Jesucristo, hemos de emplear igualmente “el lenguaje de la caridad y del cariño”, lenguaje necesario que, en definitiva, todos son capaces de comprender. Como escribió el Santo Padre Benedicto XVI en su encíclica Deus caritas est, «el amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa (...). Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre».
Abbé Fernand Arévalo (Bruselas, Bélgica)



Santoral y Efemérides


En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Juan de Dios.

Un cordial saludo para los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:
1669 - Erupción del volcán Etna, que arrasó parte de la ciudad de Catania.
1781 - Nace Juana Azurduy, heroína de la independencia boliviana.
1839 - Se inaugura en Madrid la Escuela Normal Central de Maestros.
1867 - Nace Gregorio de Laferrere, político, legislador y autor teatral argentino.
1892 - Nace Juana de Ibarburu, poetisa uruguaya.
1908 - Mueren 129 mujeres en el incendio de una fábrica textil de Nueva York en la que se habían encerrado para reclamar iguales derechos laborales que los hombres.
1917 - Fallece Fernando de Zeppelin, piloto alemán, inventor del dirigible que lleva su nombre.
1923 - Albert Einstein es investido doctor "honoris causa" por la Universidad Central de Madrid.
1930 - El Mahatma Gandhi ordena el inicio de la desobediencia civil en la India.
1933 - Estreno en el teatro Beatriz, de Madrid, del drama "Bodas de Sangre", de Federico García Lorca.
1942 - Muere José Raúl Capablanca, ajedrecista cubano.
1965 - El presidente estadounidense, Lyndon B. Johnson, envía los primeros "marines" a Vietnam.
1983 - Visita del Papa Juan Pablo II a Honduras.
1983 - Fallece Chabuca Granda, compositora peruana.
1999 - Fallece Adolfo Bioy Casares, escritor argentino.
2004 - Haití: Alexandre asume la presidencia. Desde el exilio, Aristide llame a la resistencia.



Pensamiento



"Escoge una mujer de la cual puedas decir: hubiera podido elegirla más bella, pero no mejor."
Pitágoras




Carta a la mujer



Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.

Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.

Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.

Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante la indispensable aportación que das a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del misterio , a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.

Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta «esponsal», que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura.

Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas.

Que María, Reina del amor, vele sobre las mujeres y sobre su misión al servicio de la humanidad, de la paz y de la extensión del Reino de Dios.


Nota:

El presente texto es parte de una carta escrita por Juan Pablo II a las mujeres el 29 de Junio de 1995 con motivo de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tendría lugar en Pekín en el mes de septiembre de ese año.

Recibido de Nancy Fontinovo



Poesía



Cuando Dios creó a la mujer...


“Cuando hice los cielos y la tierra, con mis palabras los formé.
Cuando hice al hombre, lo formé y respiré en él, aliento de vida.
Pero, tú mujer, te formé después de respirar el aliento de vida en el hombre”
¿La razón? – Las ventanitas de tu nariz eran muy delicadas.
Le hice caer al hombre en un profundo sueño para formarte perfectamente
y con paciencia. Para que él no interfiriera con mi creatividad.
Mujer, de un hueso te formé.
Escogí el hueso que protege la vida del hombre,
la costilla, que protege su corazón y sus pulmones.
También la costilla sirve de apoyo y soporte a su cuerpo,
eso es lo que yo quiero que hagas por él.
Alrededor de este singular hueso, te formé. Te hice perfecta y hermosa.
Tus características son como la costilla, fuerte, pero delicada y frágil.
Tú provees protección para el órgano más delicado del hombre, su corazón.
Quiero que apoyes al hombre así como sus costillas sostienen su cuerpo.
Mujer, no fuiste tomada de los pies del hombre, para estar debajo de él,
ni tampoco te formé de su cabeza para que estés encima.
Te formé de su costado, para estar a su lado
y que él te pueda tener muy cerca de su corazón.
Eres mi ángel perfecto, mi hermosa niña.
Has crecido para ser una mujer espléndida, de gran excelencia y
mis ojos se llenan de asombro cuando veo las virtudes que hay en tu corazón.
Tus labios, son hermosos cuando abres para hablar conmigo.
Tu nariz, formada a la perfección. Tus manos, suaves al tocarlas.
He acariciado tu rostro durante tus sueños más profundos.
He tenido tu corazón muy cercano del mío.
De todo lo que vive y respira, tú eres la que más se asemeja a mi.
Adán caminaba conmigo en la frescura del día, pero se sentía solo.
No me pedía ver, ni tocar. Sólo me pedía sentir.
Así que todo lo que yo quería que Adán compartiera y experimentara conmigo,
lo formé en ti; mi santidad, fuerza, pureza, amor, protección y apoyo.
Mujer, eres especial, porque eres una extensión de mi.
El varón representa mi imagen; tú, mis emociones.
Juntos, los dos representan la totalidad de Dios.
Por esa razón, hombre, cuida bien a la mujer,
ámala, respétala, porque ella es un vaso frágil.
Si la hieres, me hieres a mí. Lo que le haces a ella, me lo haces a mi,
Al dañarla, solo consigues dañar a tu propio corazón,
al corazón de tu Padre y al de su Padre.
Mujer, apoya al hombre,
en humildad, demuéstrale el poder de las emociones que te he dado,
en quietud, demuestra tu fuerza,
en amor, muéstrale que eres la costilla que protege su ser interior.

Felipe Hutsell
(Gracias Ninfa Duarte)




Humor con Adán y Eva



Un alemán, un francés, un inglés, y un argentino convergieron en el Museo del Louvre delante de un cuadro donde se representaba a Adán y Eva en el Paraíso.

El alemán dice:
- Mirad que perfección de cuerpos: Ella, esbelta y espigada, y él con ese cuerpo atlético, los músculos perfilados... Deben de ser alemanes.

Inmediatamente, el francés retrucó:
- No lo creo. Es claro el erotismo que se desprende de ambas figuras... Ella tan femenina... Él tan masculino... Saben que pronto llegará la tentación. Deben ser franceses.

Moviendo negativamente la cabeza el inglés comenta :
- Para nada. No habéis sabido captar la serenidad de sus rostros, la delicadeza de la pose, la sobriedad del gesto. Sólo pueden ser ingleses.

Después de otro instante de contemplación, el argentino exclama:
- No estoy de acuerdo. Miren bien: no tienen ropa, no tienen zapatos, no tienen casa. Sólo tienen una mísera manzana para comer y todavía piensan, los muy tontos, que están en el Paraíso. Esos sólo pueden ser Argentinos...!!!




Reflexión diaria en Cuaresma



Día 32º. Sábado cuarto (8 de Marzo)

¡Qué error compararse con los demás! Pedro había sido un hombre muy favorecido por la vida. Había tenido unos padres cariñosos y una niñez feliz. Su mente era despierta y siempre sacó buenas notas. Tuvo éxito en la vida y su posición social era más que desahogada. Se casó con una mujer guapa, excelente ama de casa y buena madre de familia; además adoraba a Pedro a quien consideraba el mejor hombre del mundo... En resumen: que tuvo una existencia feliz, en una atmósfera tranquila, libre de tensiones y de frustraciones. Su vida, pues, había sido irreprochable, gozando de una merecida buena reputación.

La vida de Juan había sido otra cosa. Tuvo una juventud amarga, pues sus padres se llevaban mal, discutían constantemente y amenazaban con separarse. Fuese por sus taras emocionales, fuese porque no era demasiado inteligente, sus notas eran casi siempre malas. Obtuvo a duras penas un título universitario casi por condescendencia, y luego un modesto empleo, justo para malvivir. Sin posibilidades para ahorrar, temía siempre caer enfermo o sufrir un accidente grave. Había vivido en un barrio modestísimo, ruidoso y poco recomendable, con casas antiguas y apiñadas. Su mujer era apática y además gruñona. Tal vez por eso Juan bebía demasiado, perdía los nervios con frecuencia y decía palabras malsonantes.

Ambos eran católicos y cumplían con sus deberes religiosos. Pedro iba a Misa y comulgaba a menudo; Juan, sólo los domingos, las fiestas de guardar y algunas otras fiestas señaladas. Dios se los llevó casi al mismo tiempo, y los dos comparecieron ante Él para ser juzgados. Fueron ambos al Cielo, pero el juicio les deparó sorpresas considerables. La de Pedro consistió en que no obtuvo el puesto que se esperaba. "Sí, fuiste bueno -le dijo Dios-, pero ¿cómo no ibas a serlo? Apenas tuviste contrariedades ni problemas. Tus pasiones eran por naturaleza moderadas y no tuviste en tu vida fuertes tentaciones. Has sido un hombre virtuoso, sí, pero debías haber sido un hombre santo.

Juan, por su parte, tuvo una sorpresa todavía mayor, porque pasó por delante y quedó situado más alto. Sin duda podías haber sido mejor -le dijo el Señor- pero, al menos, luchaste. No te compadeciste en exceso de ti mismo y nunca tiraste la toalla. Teniendo en cuenta tus insuficiencias y tus circunstancias, no lo hiciste mal del todo y aprovechaste muchas de mis gracias...

Tú, ¿por quién te ves representado? El Señor nos pide que seamos santos. No te compares con el resto de la gente pues puede sucederles lo que a Juan.

Jesús, que sólo me compare contigo y que te imite en todo.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras


Texto del P. José Pedro Manglano Castellary
Tomado del "Web Católico de Javier"
http://webcatolicodejavier.org





Pedido de oración



Pedimos oración por nuestra amiga y lectora Sonia, de Cuba, que se encuentra enferma, en reposo absoluto por una semana por una infección renal.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.





Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



Hermosa y plena de sugerencias la letra del canto a María ya ampliamente difundido entre el pueblo devoto "Ven con nosotros a caminar, Santa María, ven". Es que hacer el camino de la vida solo y sin compañía resulta molesto y pesado, mientras que un buen compañero de viaje ayuda a realizar el camino con más energías y con mayor entusiasmo.
Pero si la que nos acompaña en el camino de la vida es nada menos que la dulce Virgen María, entonces el peregrinar se transforma en algo placentero y atrayente.
Por otra parte, nadie puede caminar mejor que ella en el camino que nos conduce a Jesús y, por Jesús, al Padre celestial.

María, cuida con amor y ternura a tus hijos que todavía peregrinan hacia la casa de Dios Padre.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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