lunes, 29 de noviembre de 2021

Pequeñas Semillitas 4865

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4865 ~ Lunes 29 de Noviembre de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En este Adviento, mientras preparo mi corazón para recibir a Jesús, una de las actividades más saludables de las que puedo participar es el perdón, hacia mí y hacia mi prójimo. Por el perdón me libero del pasado a fin de experimentar con más plenitud las bendiciones que hay en mi vida en este momento.
El perdón retira de mi mente las barreras que parecerían haberme separado del poder curativo de Dios. El perdón me da el poder de crear una vida y un mundo basados en el amor, la compasión y la bondad que Dios me ha dado para expresar en mi vida y en mi mundo.
No puedo cambiar el pasado, pero ciertamente puedo cambiar las ideas y sentimiento que tengo sobre el pasado. Y puedo cambiar la manera en que los hechos me afectan en el presente.
 
¡Buenos días María!
María es la Reina de los mártires. Ella es la que les ha sonreído cuando sufrieron el martirio y con ello les dio fuerzas para soportarlo. Nosotros también debemos acudir a María e implorar su socorro en las pruebas que tengamos que pasar en esta vida, pues somos débiles y necesitamos su ayuda y consuelo de Madre.
Y tal vez no muramos mártires, derramando nuestra sangre, pero sí seremos mártires de la vida ordinaria, pues el que vive cumpliendo los Diez Mandamientos y tratando de ser fiel a Dios, ya es un pequeño mártir, y la misma existencia de todos los días es un martirio.
Entonces contemplemos la sonrisa de María, que nos espera en el Paraíso para estrecharnos en sus brazos y estar unidos a nosotros para toda la eternidad.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Isaías 2,1-5
 
Salmo: Sal 122 (121) 1-2.4-5.6-7.8-9
 
SANTO EVANGELIO: Mateo 8,5-11
En aquel tiempo, habiendo entrado Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión y le rogó diciendo: «Señor, mi criado yace en casa paralítico con terribles sufrimientos». Dícele Jesús: «Yo iré a curarle». Replicó el centurión: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; basta que lo digas de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: ‘Vete’, y va; y a otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace».
Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande. Y os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se pondrán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos».
 
Comentario:
Hoy, Cafarnaúm es nuestra ciudad y nuestro pueblo, donde hay personas enfermas, conocidas unas, anónimas otras, frecuentemente olvidadas a causa del ritmo frenético que caracteriza a la vida actual: cargados de trabajo, vamos corriendo sin parar y sin pensar en aquellos que, por razón de su enfermedad o de otra circunstancia, quedan al margen y no pueden seguir este ritmo. Sin embargo, Jesús nos dirá un día: «Cuanto hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40). El gran pensador Blaise Pascal recoge esta idea cuando afirma que «Jesucristo, en sus fieles, se encuentra en la agonía de Getsemaní hasta el final de los tiempos».
El centurión de Cafarnaúm no se olvida de su criado postrado en el lecho, porque lo ama. A pesar de ser más poderoso y de tener más autoridad que su siervo, el centurión agradece todos sus años de servicio y le tiene un gran aprecio. Por esto, movido por el amor, se dirige a Jesús, y en la presencia del Salvador hace una extraordinaria confesión de fe, recogida por la liturgia Eucarística: «Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa: di una sola palabra y mi criado quedará curado» (cf. Mt 8,8). Esta confesión se fundamenta en la esperanza; brota de la confianza puesta en Jesucristo, y a la vez también de su sentimiento de indignidad personal, que le ayuda a reconocer su propia pobreza.
Sólo nos podemos acercar a Jesucristo con una actitud humilde, como la del centurión. Así podremos vivir la esperanza del Adviento: esperanza de salvación y de vida, de reconciliación y de paz. Solamente puede esperar aquel que reconoce su pobreza y es capaz de darse cuenta de que el sentido de su vida no está en él mismo, sino en Dios, poniéndose en las manos del Señor. Acerquémonos con confianza a Cristo y, a la vez, hagamos nuestra la oración del centurión.
* Rev. D. Joaquim MESEGUER García (Rubí, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Saturnino de Toulouse
Obispo y Mártir
Saturnino, obispo de Tolosa, es uno de los santos más populares en Francia y en España. Llegó a Toulouse (Francia) a mediados del siglo III. Nombrado obispo de la ciudad, se dedicó a predicar y evangelizar, pues en aquel tiempo había allí pocas comunidades cristianas y estaban mal organizadas. Los paganos querían obligarlo a ofrecer un toro a los ídolos, a lo que él se negó rotundamente. Entonces la multitud pagana lo ató al cuello del toro y lo precipitó desde lo alto del capitolio. Murió con la cabeza destrozada y el cuerpo lleno de magulladuras. Esto sucedió hacia el año 257, en tiempo del emperador Decio.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
«Ante la grandeza de este sacramento [la Eucaristía], el fiel sólo puede repetir humildemente y con fe ardiente las palabras del Centurión: ‘Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme’»
(Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1.386)
 
Tema del día:
María, Virgen de Adviento
🌸 ¡Oh Santísima Virgen María! Sea una y mil veces bendito vuestro purismo seno, en que por nueve meses hizo su morada el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸 ¡Oh Santísima Virgen María! Sea una y mil veces bendito vuestro maternal regazo en que reposó y durmió dulcemente el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸¡Oh Santísima Virgen María! Sean una y mil veces benditos vuestros santísimos brazos, que llevaron, abrazaron y tiernamente estrecharon al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸¡Oh Santísima Virgen María! Sean una y mil veces benditas vuestras hermosísimas manos, que acariciaron y cuidadosamente sirvieron al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸¡Oh Santísima Virgen María! Sean una y mil veces benditos vuestros ojos virginales que con tanto deleite se recrearon contemplando el rostro del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸¡Oh Santísima Virgen María! Sean una y mil veces benditos vuestros oídos castísimos, que con tanta frecuencia oyeron el dulce nombre de Madre de la boca del Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸¡Oh Santísima Virgen María! Sean una y mil veces benditos vuestros candidísimos labios, que con gozo inexplicable imprimieron tiernos besos en el Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
🌸 ¡Oh Santísima Virgen María! Sea una y mil veces bendita vuestra lengua angelical, que sin cesar alabó y llamó hijo querido al Hijo de Dios, hecho hombre por dar salud a mi alma. (Avemaría)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En este Adviento… ¡Cámbiame Señor!
Vivo paralizado, Señor, en este mundo lleno de violencia.
Vivo desconcertado, Señor, ante las injusticias que veo.
Vivo desesperado, Señor, ante el miedo a la crítica y al cambio.
Vivo agobiado, Señor, ante la tibieza con que respondemos a todo.
Soy el primero que lucho sólo por lo que me interesa.
Soy el primero que no denuncia lo que sucede.
Soy el primero que se acomoda y no está dispuesto a hacer un mundo mejor.
Cura mi corazón, Jesús, de lo que le para.
Llena mi corazón, Jesús, de lo que le da vida. Abre mi corazón, Jesús para que derroche paz y bien. Convierte mi corazón, Jesús, para que actúe con sinceridad.
Hazme como Juan, Señor: hazme testigo, hazme luz, hazme esperanza y, hazme verdad. Amén.
(Autor Anónimo)
 
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de Argentina en el marco de la justicia.
 
Pedimos oración por todos los países de Latinoamérica, para que no caigan en las garras nefastas del comunismo y/o gobiernos populistas que tienden hacia lo dictatorial, sin tener interés en las necesidades de los pueblos, sino en satisfacer las propias ambiciones desmedidas de los políticos enquistados en los diversos gobiernos.
 
Pedimos oración para Stella Maris C., de 70 años de edad, de Morón, Buenos Aires, Argentina, que está tratando su cáncer de mama, habiendo hecho ya cuatro quimioterapias y persisten lesiones ulceradas. A Jesús le pedimos que derrame sobre esta hija suya todas sus gracias de sanación.
 
Pedimos oración para Liliana, de Santa Fe, Argentina, en tratamiento por cáncer de mama. Hoy le hacen una tomografía para control y tiene también estudios de laboratorio con la misma finalidad. Rezamos a la Virgen para que todo siga evolucionando bien como hasta ahora.
 
Pedimos oración para Elizabeth (Lis) M., de Córdoba, Argentina, operada de aneurisma cerebral hace ya un tiempo, y que hoy a las 14 horas tiene turno para realizar una angiografía de control de la operación y para visualizar otro aneurisma que en la cirugía no se pudo quitar por su localización. La encomendamos a la Virgen de la Medalla Milagrosa para que todo salga bien.
 
Pedimos oración para Sylvia S., de Chile, que es portadora de un melanoma maligno, que hoy lunes tiene exámenes y mañana infusión de inmunoterapia. Que Dios Misericordioso la siga acompañando como hasta ahora en el tratamiento de su afección oncológica.
 
Pedimos oración para las siguientes personas: Miguel P. (80 años), de Córdoba, con sindrome depresivo; Vicky (30 años), de Argentina, traumatismo de brazo por caída y problemas auditivos; María Irene (68 años) de Argentina, con polineuritis diabética e hipoglucemias; Josefina R. (95 años), de Argentina, angustiada por salud de hijos y familiares (Liliana, Gustavo, Jorge, Gladys, Pocha); Boris E. (50 años), de Ontario, Canadá, con artritis, estrés, problemas de vista; Katia E. (52 años), de Ontario, Canadá, con artritis y ansiedad. Por todos ellos y por otros que el Jesús conoce: ¡Te rogamos Señor!
 
Pedimos oración por la salud del Padre Darío Betancourt que ha sido ingresado al Hospital afectado de Covid-19, rogando a Dios Misericordioso que le conceda poder sanar pronto de esta enfermedad.
 
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Noviembre 29
San José,  haz que cada vez que recibimos los sacramentos, recibamos con la gracia sacramental el infinito amor del Padre, y podamos hacer así actos cada vez más bellos y agradables a nuestro Padre. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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