PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
16 - Número 4587 ~ Sábado 20 de Febrero de 2021.Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina) Alabado sea Jesucristo…
La
Cuaresma es un camino de crecimiento
espiritual. Hagamos de nuestro camino de Cuaresma, un camino hacia Dios
abriendo nuestro corazón. Yo estoy seguro, de que siempre que abramos nuestro
corazón vamos a encontrarnos con nuestro Señor, con Cristo que nos dice por
dónde tenemos que ir.
¿Cómo
buscamos a Cristo? ¿Cuánto somos capaces de abrir los ojos para ver a Cristo?
¿Hasta qué punto nos atrevemos a ir descubriendo, en todo lo que nos pasa, a
Cristo? La experiencia cotidiana nos viene a decir que no es así, que muchas
veces preferimos cerrar nuestros ojos a Cristo y no encontrarnos con Él.
Que
el reclamo a la santidad, que es la Cuaresma, sea un reclamo a un corazón tan
abierto, tan generoso y tan disponible que no tenga miedo de reconocer a Cristo
en todas y cada una de las situaciones por las que atraviesa; en todas y cada
una de las exigencias, que Cristo, venga a pedir a nuestra vida cotidiana. No
se trata simplemente de esperar hasta el día del Juicio Final para que nos
digan: “tú a la derecha y tú a la izquierda”; es en el camino cotidiano, donde
tenemos que empezar a abrir los ojos y a reconocer a Cristo.
(P. Cipriano Sánchez)
¡Buenos días María! Así como en la antigüedad, en el pueblo judío, había
ciertas ciudades de asilo para los que habían cometido algún crimen; así
también María Santísima es como una ciudad de refugio para los que hemos
cometido uno o muchos pecados, porque la Virgen nos ampara de la ira de Dios, y
junto a Ella no tenemos nada que temer, ni de Dios, ni del Infierno, puesto que
Ella nos llevará de su mano y antes o después volveremos a la gracia de Dios,
volveremos a ser amigos del Señor, y al final nos salvaremos, porque no hay
ningún pecador que se haya encomendado a María y haya sido desoído por Ella.
¡Qué sorpresas nos vamos a llevar el día del Juicio,
cuando veamos que muchos, que según nuestro juicio y el juicio del mundo,
deberían ser condenados, en cambio estarán salvados por la intervención de la
Reina del Cielo, pues le tuvieron una singular devoción, o al menos la
invocaron en el último momento de sus vidas y se salvaron!
Si estamos con un pie en el Infierno, pero todavía
estamos vivos, entonces acudamos a la Virgen, que es la que todo lo puede y que
nos obtendrá el perdón de Dios y una santidad tal que, levantándonos del abismo
en que estamos caídos, nos llevará en sus brazos a lo más alto de la santidad.
La Palabra de Dios Lecturas del día ♥ Primera Lectura: Is 58,9b-14
♥ Salmo: Sal 51(50),3-4.5-6a.18-19
♥ Santo Evangelio: Lc 5,27-32
En aquel tiempo, Jesús salió y vio a un publicano
llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El,
dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran
banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa
con ellos. Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos:
«¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?». Les respondió
Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he
venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores».
♥ Comentario:
Hoy vemos cómo avanza la Cuaresma y la intensidad de
la conversión a la que el Señor nos llama. La figura del apóstol y evangelista
Mateo es muy representativa de quienes podemos llegar a pensar que, por causa
de nuestro historial, o por los pecados personales o situaciones complicadas,
es difícil que el Señor se fije en nosotros para colaborar con Él.
Pues bien, Jesucristo, para sacarnos toda duda nos
pone como primer evangelista el cobrador de impuestos Leví, a quien le dice sin
más: «Sígueme» (Lc 5,27). Con él hace exactamente lo contrario de lo que una
mentalidad “prudente” pudiera considerar si quisiéramos aparentar ser
“políticamente correctos”. Leví —en cambio— venía de un mundo donde padecía el
rechazo de todos sus compatriotas, ya que se le consideraba, sólo por el hecho
de ser publicano, colaboracionista de los romanos y, posiblemente, defraudador
por las “comisiones”, el que ahogaba a los pobres para cobrarles los impuestos,
en fin, un pecador público.
A los que se consideraban perfectos no se les podía
pasar por la cabeza que Jesús no solamente le llamara a seguirlo, sino ni tan
sólo a sentarse en la misma mesa.
Pero con esta actitud de escogerlo, Nuestro Señor
Jesucristo nos dice que más bien es este tipo de gente de quien le gusta
servirse para extender su Reino; ha escogido a los malvados, a los pecadores, a
los que no se creen justos: «Para confundir a los fuertes, ha escogido a los
que son débiles a los ojos del mundo» (1Cor 1,27). Son éstos los que necesitan
al médico, y sobre todo, ellos son los que entenderán que los otros lo
necesiten.
Hemos de huir, pues, de pensar que Dios quiere
expedientes limpios e inmaculados para servirle. Este expediente sólo lo
preparó para Nuestra Madre. Pero para nosotros, sujetos de la salvación de Dios
y protagonistas de la Cuaresma, Dios quiere un corazón contrito y humillado.
Precisamente, «Dios te ha escogido débil para darte su propio poder» (San
Agustín). Éste es el tipo de gente que, como dice el salmista, Dios no
menosprecia.
* Rev. D. Joan Carles
MONTSERRAT i Pulido (Cerdanyola del Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico: Santos Francisco y
Jacinta MartosVidentes de Fátima Son dos de los tres niños videntes de Fátima. A
partir del 13 de mayo de 1917, la Virgen se estuvo apareciendo a los niños
Francisco, su hermana Jacinta y su prima Lucía, en Cova de Iría, lugar de
Fátima, en Portugal. Los dos primeros fueron beatificados por san Juan Pablo II
el 13 de mayo del 2000 en Fátima, y canonizados por el papa Francisco el 13 de
mayo de 2017. Su fiesta se celebra hoy, día en que murió Jacinta. Francisco y
Jacinta nacieron en Ajustrel, caserío de Fátima, él el 11 de junio de 1908, y ella
el 11 de marzo de 1910, de una familia humilde y cristiana. Tenían caracteres
diferentes: él más tranquilo y condescendiente, ella más vivaz y caprichosa.
Los dos, al igual que su prima Lucía, eran niños normales y sanos, piadosos y
cercanos a la parroquia, y se dedicaban al pastoreo. A diario cuidaban de sus
ovejas, jugaban y rezaban. Ya habían tenido apariciones de un ángel cuando un
día se les apareció la Señora vestida de blanco sobre un carrasco; las
apariciones se repitieron. Nadie daba fe a lo que decían los niños, que
tuvieron que pasar un tiempo en la incomprensión y una cierta persecución.
Siguió la calma, y los niños profundizaron en su vida espiritual, más
entregados a la oración y la penitencia. En 1918 los dos hermanitos fueron
víctimas de la «gripe española». Francisco murió el 4 de abril de 1919 en su
aldea, y Jacinta el 20 de febrero de 1920 en Lisboa.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano
– Aciprensa
Pensamientos cuaresmales Si, por lo tanto, Adán desobedeció la orden del Señorde “no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal”,con el ayuno el creyente desea someterse humildemente a Dios,confiando en su bondad y misericordia.(Benedicto XVI) Historias:Asamblea en la
carpintería Cuentan que en la carpintería hubo una vez una
extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus
diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó
que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se
pasaba el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también
fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que
sirviera de algo.
Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su
vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y
siempre tenía fricciones con los demás.
Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera
expulsado el metro, que siempre se excedía midiendo a los demás según su
medida, como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e
inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo.
Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un precioso mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la
asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el
serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos,
pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace
valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en
la utilidad de nuestros puntos buenos".
La asamblea encontró entonces que el martillo era
fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era especial para afinar y
limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir
muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar
juntos.
Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo
comprobarán. Cuando en un grupo se buscan a menudo defectos en los demás, la
situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de
percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros
humanos.
Es fácil encontrar defectos, cualquiera puede
hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para espíritus superiores que son
capaces de inspirar todos los éxitos humanos.
(Web Católico de Javier)
Biblioteca de archivos Recuerda que tenemos una Biblioteca de archivos que
ya ha cumplido seis años. Ingresando en ella encontrarás una selección de los mejores
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Reflexiones de Cuaresma Día 4º. Sábado 20 de
Febrero.
Su Cruz y mi Cruz. La cruz de Cristo no era sólo el
leño que llevó a cuestas y en el que murió. La cruz de Jesús fue, junto a ésa,
el dolor de la soledad, las injusticias que sufrió, los insultos que recibió...
Los de aquel momento y los de toda la historia. El dolor que siente por lo que
yo he hecho mal hoy contra otra persona, o contra mí mismo o contra Él. Esa es
su cruz. Por eso yo soy responsable de la Cruz de Jesús.
Y mi cruz de cada día, la que tengo que tomar para
seguirle, no es un leño de madera. Mi cruz es el dolor de la enfermedad, las
injusticias que sufro, el cansancio en el trabajo, el dolor que me supone
luchar contra la pereza, el esfuerzo por ser generoso -porque me cuesta dar mis
cosas-. Mi Cruz es trabajar bien cuando no me apetece. Y saber pisotearme y obedecer
cuando no quiero, y...
Mi cruz es el dolor que supone a veces actuar de
acuerdo con el amar a Dios, con el amar a los demás -más que a mí mismo- y con
el amarme bien a mí mismo ¿para perfeccionarme y no destruirme?.
Durante esta Cuaresma, Señor, quiero tomar mi cruz de
cada día porque quiero seguirte. ¡Que sea generoso, Dios mío!
Año de San José San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono
Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo
que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su
Santísima Madre.
Febrero 20
Protege prudente custodio de la Sagrada Familia, la
descendencia escogida de Jesucristo y apártanos Padre de todo error y
corrupción. Asístenos propicio desde el cielo, poderoso protector nuestro, en
la lucha diaria contra el mal. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE -Jardinero
de Dios-(el más pequeñito de
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Año de San José
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