martes, 9 de febrero de 2016

Pequeñas Semillitas 2934

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2934 ~ Martes 9 de Febrero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor, gracias por todo el amor que derramas en mí, gracias por hacerme comprender, a través de tus sagradas formas, lo que quieres para mí. Te doy gracias por el ejemplo de María, la Virgen, nuestra modelo de discípulo. En ella encuentro una invitación a guardar en mi corazón todas las Palabras que me comunicas. Te pido, Señor mío, que hoy me des la posibilidad de ser agradecido siempre, que no olvide fácilmente todas las bendiciones que me han dado, sobre todo por donarte a ti mismo en Pan y Vino para mi propia salvación. Gracias por la bendición de tener una familia en la que Tú me manifiestas que me amas. Gracias por cada uno de sus miembros y todo lo que me hacen sentir. Te suplico que en este momento la bendigas y le hagas sentir tu presencia maravillosa. Amén.

¡Buenos días!

La perfumería
Domingo Savio, el alumno santo formado por Don Bosco, sabía elegir bien sus amistades. Si había algún alumno de mala conducta, que no cumplía el reglamento, procuraba no tratar con él sino para ayudarlo o darle un buen consejo. Conocía el refrán: “el que con lobos anda, a aullar aprende”. Esta habilidad de huir de las malas compañías, preservó sus buenas costumbres.

Dice la Biblia: "Quien con sabios anda, sabio se hará" (Prov 13,20). ¿Con qué comparar esto? Con uno que entró en una perfumería y aunque nada compró ni vendió, sin embargo se le pegó el perfume del lugar y lo llevó consigo. Así es todo el que se junta con los justos: algo se le pega de sus caminos y de sus buenas acciones. "Y el que se junta con necios, necio saldrá".  ¿Con qué comparar esto? Con uno que entró en casa del curtidor y aunque nada compró ni vendió, se impregnó del mal olor y lo llevó consigo. Así es todo el que se junta con los malvados: algo se le pega de sus caminos y de sus malas acciones.

Cuando Domingo Savio veía que un compañero era estudioso, respetuoso con todos, delicado en sus palabras, que frecuentaba la iglesia, trataba de hacerlo su amigo. Logró así tener unos seis compañeros con quienes animaba la sana alegría de los recreos, consolaba a los chicos tristes, comentaba temas provechosos y mantenía un clima de familia en el colegio. 
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, se reunieron junto a Jesús los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. Y vieron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, -es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas-.
Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?». Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres’. Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres». Les decía también: «¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición! Porque Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre y: el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte’. Pero vosotros decís: ‘Si uno dice a su padre o a su madre: Lo que de mí podrías recibir como ayuda lo declaro "Korbán" -es decir: ofrenda-’, ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre, anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas». (Mc 7,1-13)

Comentario
Hoy contemplamos cómo algunas tradiciones tardías de los maestros de la Ley habían manipulado el sentido puro del cuarto mandamiento de la Ley de Dios. Aquellos escribas enseñaban que los hijos que ofrecían dinero y bienes para el Templo hacían lo mejor. Según esta enseñanza, sucedía que los padres ya no podían pedir ni disponer de estos bienes. Los hijos formados en esta conciencia errónea creían haber cumplido así el cuarto mandamiento, incluso haberlo cumplido de la mejor manera. Pero, de hecho, se trataba de un engaño.
«¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición!» (Mc 7,9): Jesucristo es el intérprete auténtico de la Ley; por eso explica el justo sentido del cuarto mandamiento, deshaciendo el lamentable error del fanatismo judío.
«Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’» (Mc 7,10): el cuarto mandamiento recuerda a los hijos las responsabilidades que tienen con los padres. Tanto como puedan, les han de prestar ayuda material y moral durante los años de la vejez y durante las épocas de enfermedad, soledad o angustia. Jesús recuerda este deber de gratitud.
El respeto hacia los padres (piedad filial) está hecho de la gratitud que les debemos por el don de la vida y por los trabajos que han realizado con esfuerzo en sus hijos, para que éstos pudieran crecer en edad, sabiduría y gracia. «Honra a tu padre con todo el corazón, y no te olvides de los dolores de tu madre. Recuerda que por ellos has nacido. ¿Qué les darás a cambio de lo que han hecho por ti?» (Sir 7,27-28).
El Señor glorifica al padre en sus hijos, y en ellos confirma el derecho de la madre. Quien honra al padre expía los pecados; quien glorifica a la madre es como quien reúne un tesoro (cf. Sir 3,2-6). Todos estos y otros consejos son una luz clara para nuestra vida en relación con nuestros padres. Pidamos al Señor la gracia para que no nos falte nunca el verdadero amor que debemos a los padres y sepamos, con el ejemplo, transmitir al prójimo esta dulce “obligación”.
Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Rubí, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Miguel Febres Cordero
Religioso Lasallista
Nació el año 1854 en Cuenca (Ecuador). Ingresó en la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en 1868. Desarrolló un largo e intenso apostolado como maestro, escritor y sobre todo catequista; nada le impedía la asiduidad a la oración ni el fomento de su devoción a la Virgen. Publicó muchas obras y tradujo numerosos textos didácticos. En 1892 ingresó en la Academia Ecuatoriana de la Lengua. En 1907 pasó a la casa general en Bélgica, pero pronto, por motivos de salud, se trasladó a Premiá de Mar, cerca de Barcelona (España), donde falleció el 9 de febrero de 1910.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco 
“Deseo ir [a México] como misionero de la misericordia y de la paz;
encontrarme con ustedes para confesar juntos nuestra fe en Dios
y compartir una verdad fundamental en nuestras vidas:
que Dios nos quiere mucho,
que nos ama con un amor infinito,
más allá de nuestros méritos”

Tema del día:
10 ideas para una buena Cuaresma
1. Retirarnos a una iglesia para saborear el silencio y la presencia de Dios. En un mundo que nos roba la serenidad son necesarios espacios de tranquilidad y oasis de paz para valorar, reflexionar y hacer una autocrítica sobre la vida que llevamos
El silencio es el único rumor que hace Dios cuando pasa por el mundo (Víctor Manuel Arbeloa)

2. Escuchar la Palabra del Señor. Estamos totalmente asediados y asaeteados por multitud de cuñas publicitarias y verdades a medias que son grandes mentiras. El Señor, con su Palabra, nos orienta para tomar la dirección adecuada sin alejarnos de Él.
Que nadie diga: "¿Para qué voy a ir a la iglesia? Mira los que van todos los días..., no practican lo que oyen"... Sin embargo hacen algo: oír... Así algún día podrán hacer las dos cosas: oír y practicar... Pero tú..., ¿cómo vas a llegar a practicar si estás huyendo de escuchar? (San Agustín de Hipona)

3. Salir al encuentro de los demás. El tren de las prisas, con sus correspondientes vagones de estrés, nos hace individualistas y pasar de largo de ciertas situaciones de dolor que nos rodean. La Cuaresma nos invita a abrir los ojos, el corazón (y los bolsillos si hace falta) para que no olvidemos que la Fe exige compromiso.
La caridad es una letra de cambio a largo plazo a favor del que la practica, aceptada por una firma de crédito ilimitado: Dios (Anónimo)

4. Amar y trabajar por la Iglesia. Hoy, tal vez, no está de moda el decir "yo soy iglesia y la quiero". Lo cierto es que, en los períodos de dificultades, es donde de verdad salen a relucir y se manifiestan los valientes y grandes en la fe.
¡La Iglesia de hoy no necesita cristianos a tiempo parcial, sino cristianos de una pieza! (San Juan Pablo II)

5. Retomar o, incluso, iniciar el gusto por la oración. El Papa San Juan Pablo II, en su mensaje con motivo de Cuaresma, nos invitaba a recorrer este camino hacia la Semana Santa intensificando nuestra relación con Dios. El silencio, entre otras cosas, es el ruido que Dios hace cuando pasa cerca de nosotros.
"Ora cuando te sientas solo, la oración te traerá la compañía de Dios"

6. Guardar la vigilia y el ayuno. Cuando uno/a ama a alguien es capaz de hacer cualquier cosa por él/ella. Cada viernes de cuaresma, siendo sobrios y distintos en nuestra alimentación, recordamos que Jesús sigue siendo importante en nuestras casas y... por ello mismo realizamos este gesto.
Libremos al cuerpo de sus toxinas, alimentémoslo correctamente y estará hecho el milagro de la salud (Dr. Arbuthnot)

7. Eucaristía diaria. Zarandeados por una constante y pertinaz secularización, los cristianos necesitamos tomar fuerza y vitalidad de esa gran fuente de energía que emerge en el altar. ¿Por qué no hacer extraordinario cada atardecer o cada amanecer con nuestra participación en la Eucaristía?
La Eucaristía, el auténtico pesebre donde adorar a Jesús (Padre Raniero Cantalamessa OFMCap)

8. Promover dentro de nuestras familias el apetito por Dios. No hace falta ir lejos, ni mucho menos a otros continentes, para dar razón de nuestra fe. ¿Cuánto hace que no hemos recordado a nuestros familiares más directos su pertenencia a una iglesia que les dio a Jesús y que, como madre, los necesita?
La familia es el seno espiritual donde se fomentan las creencias y las costumbres.

9. Dar gracias a Dios por los valores que el Evangelio nos propone. En medio del relativismo moral que nos sacude, lejos de desertar, hemos de ser agradecidos para con Dios porque nos hace diferentes a muchas personas que creen que en el "todo vale" reside la felicidad.
Leer y hacer lo que dice el Evangelio, ayuda a aspirar a una libertad más grande (J.Vallmajor)

10. Hablar bien y con delicadeza. No podemos olvidar que se consigue más "con miel que con hiel". La Cuaresma es un buen momento para corregir las blasfemias en nuestro lenguaje y las ofensas o el juicio duro hacia los que nos rodean.
Suprimid y gritad contra Dios y se habrá hecho la noche en el alma humana (Lamartine)
*P. Javier Leoz

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"Juan Pablo II inolvidable"
Tema: Miércoles de ceniza inicio de Cuaresma.
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Los cinco minutos de Dios
Febrero 9
Si todos los hombres debemos estar unidos, más aún los cristianos; pero unión no quiere decir "uniformidad"
Debemos aprender a vivir pacíficamente con los que creen ser tan fieles como nosotros al mensaje esencial de Cristo y su Iglesia.
Debemos saber vivir fraternalmente con los que defienden otros puntos de vista y otras opciones, distintas de las nuestras en el civil y aún en la interpretación del mensaje del Señor.
La unión de los cristianos tiene que ser unión de corazones y de espíritus.
Ya que no nos podemos unir con la inteligencia, porque cada uno piensa a su manera, al menos que nos una el corazón, el amor a Dios y el amor a los hermanos.
Por otra parte, no olvidemos que, sin ese amor, es imposible llegar a la verdad; sin el amor se podrá estar en la verdad filosófica, porque ésta es meramente conceptual, pero no en la verdad cristiana, que es esencialmente vida, y la vida es amor.
San Agustín propuso la norma de vida con aquella su afirmación: "En lo necesario, unidad; en lo contingente, libertad; en todo, caridad"
“En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, los exhorto, hermanos, a que se pongan de acuerdo; que no haya entre ustedes divisiones y vivan en armonía unidos en un mismo pensar y en un mismo sentir” (1 Cor 1,10).
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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