PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2830
~ Miércoles 28 de Octubre de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
En ocasiones, como si surgieran de la
nada, ciertas personas aparecen en mis pensamientos. Puedo pensar en ellas, recordar los momentos
que pasamos juntos y luego dejarlas ir. Pero hoy, cuando piense en alguien, le
dedicaré una oración.
Dondequiera que estés hoy, te envuelvo
en mi plegaria. Te veo sano, completo y libre, bendecido por Dios en todo lo
que haces. Si algo en el pasado se interpuso entre nosotros y nuestra relación,
entre nuestra amistad y la confianza, ahora lo pongo en la corriente del amor
divino, que siempre nos vincula.
Tú y yo somos constantemente uno en
espíritu. Lo sé cuando estamos juntos y cuando estamos lejos. Cada amorosa plegaria que te envío te alcanza
en algún plano profundo. Aunque no tengas conciencia total de mí, estás
bendecido por mis oraciones. Eso es todo lo que pido o espero de las oraciones
que te dedico.
¡Buenos días!
Como una escoba
Cuando
Bernardita Soubirous era religiosa de las Hermanas de la Caridad, una hermana
de la comunidad le enseñó una foto de los lugares de Lourdes y manifestaba la
grandeza de haber sido elegida para tan gran honor como es la visión de la
Virgen. Bernardita se limitó a sonreír y, con aparente ingenuidad, preguntó:
— Hermana, ¿para qué sirve una escoba?
— Para barrer.
Bernardita siguió preguntando:
Bernardita siguió preguntando:
— ¿Y
después?
— Se guarda en su sitio, detrás de la puerta.
— Así ha hecho la Virgen conmigo. Me usó y me
ha vuelto a poner en mi sitio. Y yo estoy muy bien.
El
humilde reconoce a Dios como autor de todo bien. De él proviene todo cuanto
tenemos y somos. Y también cuanto tiene y es nuestro prójimo. Por eso no cabe
el sentido competitivo de la vida, que está en el fondo de la actitud soberbia
y envidiosa. El que quiere sobresalir no busca tanto alcanzar una meta, sino
crear distancia respecto de los otros.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquellos días, Jesús se fue al monte
a orar, y se pasó la noche en oración con Dios. Cuando se hizo de día, llamó a
sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también
apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y
Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón,
llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un
traidor.
Bajando con ellos se detuvo en un paraje
llano; había una gran multitud de discípulos suyos y gran muchedumbre del
pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, que
habían venido para oírle y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran
molestados por espíritus inmundos quedaban curados. Toda la gente procuraba
tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos. (Lc
6,12-19)
Comentario
Hoy contemplamos un día entero de la
vida de Jesús. Una vida que tiene dos claras vertientes: la oración y la
acción. Si la vida del cristiano ha de imitar la vida de Jesús, no podemos
prescindir de ambas dimensiones. Todos los cristianos, incluso aquellos que se
han consagrado a la vida contemplativa, hemos de dedicar unos momentos a la
oración y otros a la acción, aunque varíe el tiempo que dediquemos a cada una.
Hasta los monjes y las monjas de clausura dedican bastante tiempo de su jornada
a un trabajo. Como contrapartida, los que somos más “seculares”, si deseamos
imitar a Jesús, no deberíamos movernos en una acción desenfrenada sin ungirla
con la oración. Nos enseña san Jerónimo: «Aunque el Apóstol nos mandó que
oráramos siempre, (…) conviene que destinemos unas horas determinadas a este
ejercicio».
¿Es que Jesús necesitaba de largos ratos
de oración en solitario cuando todos dormían? Los teólogos estudian cuál era la
psicología de Jesús hombre: hasta qué punto tenía acceso directo a la divinidad
y hasta qué punto era «hombre semejante en todo a nosotros, menos en el pecado»
(He 4,5). En la medida que lo consideremos más cercano, su “práctica” de
oración será un ejemplo evidente para nosotros.
Asegurada ya la oración, sólo nos queda
imitarlo en la acción. En el fragmento de hoy, lo vemos “organizando la
Iglesia”, es decir, escogiendo a los que serán los futuros evangelizadores,
llamados a continuar su misión en el mundo. «Cuando se hizo de día, llamó a sus
discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles»
(Lc 6,13). Después lo encontramos curando toda clase de enfermedad. «Toda la
gente procuraba tocarle, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos» (Lc
6,19), nos dice el evangelista. Para que nuestra identificación con Él sea
total, únicamente nos falta que también de nosotros salga una fuerza que sane a
todos, lo cual sólo será posible si estamos injertados en Él, para que demos
mucho fruto (cf. Jn 15,4).
+ Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Simón y San
Judas
Apóstoles
Simón, nacido en Caná y apodado el
Cananeo o el Zelotes, figura en la lista de los doce apóstoles elegidos por
Jesús. Poco más se sabe de él. Judas, por sobrenombre Tadeo, también uno de los
elegidos por Jesús, es el apóstol que en la Última Cena preguntó al Señor por
qué se manifestaba sólo a sus discípulos y no al mundo (Jn 14,22). La tradición
le atribuye una carta, recogida en el canon del Nuevo Testamento, en la que se
trata de prevenir a los cristianos contra los falsos doctores y sus doctrinas
sectarias. Según san Fortunato (s. VI), estos dos apóstoles predicaron en
distintas regiones de Oriente Medio y murieron mártires en Persia.
Oración: Señor, Dios nuestro, que nos
llevaste al conocimiento de tu nombre por la predicación de los apóstoles, te
rogamos que, por intercesión de san Simón y san Judas, tu Iglesia siga siempre
creciendo con la conversión incesante de los pueblos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
La frase de hoy
“Todo es seguro dentro de la obediencia
y
todo se vuelve sospechoso fuera de ella.
Cuando Dios concede sus inspiraciones a
un alma,
la primera es la de la obediencia...”
~ San Francisco de Sales ~
Tema del día:
24 frases muy
ciertas
1. Dios no elige personas capacitadas, Él
capacita a los elegidos.
2. Uno, con Dios, es mayoría.
3. Si quieres estar desanimado mírate,
si quieres estar decepcionado mira a los hombres, pero si quieres ser salvo
mira a Jesús.
4. Vale mucho más una puerta cerrada por
Dios que una abierta por el diablo.
5. ¿Quieres ayudar? Entonces involúcrate
con quien necesita ayuda. ¿Quieres hacer la diferencia? Se diferente. ¿Quieres
ser usado por Dios? Ponte a su disposición.
6. Nunca pongas un punto de
interrogación, donde Dios ya puso un punto final.
7. Debemos orar siempre, no hasta que
Dios nos escuche, sino hasta que podamos oír a Dios.
8. Dios no habla con personas
apresuradas y sin tiempo.
9. Con Jesús, jamás una desgracia será
la última noticia.
10. Moisés gasto 40 años pensando que
era alguien, 40 años aprendiendo que no era nadie y 40 años descubriendo lo que
Dios puede hacer con un NADIE.
11. Solo tendré todo de Dios, cuando Él
tenga todo de mí.
12. Solamente soy un detalle, pero con
Jesús, hago la diferencia.
13. La fe se ríe de las imposibilidades.
14. La fe no nace con una cantidad de
hechos que una persona escucha acerca de Dios. Hay personas que se convierten
con un folleto solamente, mientras otras irán al infierno conociendo la Biblia
entera.
15. Nada está fuera del alcance de la
oración, excepto lo que está fuera de la voluntad de Dios.
16. Perdonar es la mejor manera de
vengarse.
17. La tristeza mira hacia atrás, la
preocupación mira alrededor, la fe mira hacia arriba.
18. El tiempo es de lejos más valioso
que el dinero, porque el tiempo es insustituible.
19. No temas la presión, recuerda que
ella transforma el carbón en diamante.
20. La Biblia nos fue dada para darnos
conocimiento y cambiar nuestra vida.
21. Lo más importante no es encontrar la
persona correcta, y si ser la persona correcta.
22. No confundas la voluntad de Dios,
con el permiso de Dios, no todo lo que ocurre es de su voluntad, pero nada
ocurre sin su permiso.
23. Uno no cree realmente en Dios, hasta
que uno cree que Dios puede hacer lo imposible.
24. No es tu APTITUD, si no tu ACTITUD,
lo que determina tu ALTITUD...
"Pequeñas
Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los
días "Pequeñas Semillitas"
por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y
solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío
(moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com con el título: “Suscripción a Pequeñas
Semillitas”.
Unidos a María
Acerca
de la Encarnación, creemos que Dios el Verbo, el Hijo único del Padre tuvo
compasión de nuestra naturaleza caída. Por la voluntad de Dios que lo engendró
y con el consentimiento del Espíritu, desciende hasta nuestra pequeñez, y,
entrando en el seno resplandeciente de pureza virginal de María, la Virgen
santa, radiante, llena de sabiduría divina y libre de toda mancha de cuerpo,
alma y mente, se encarnó. Él que es incorpóreo se hizo verdaderamente hombre,
siendo siempre Dios. Él quería ser hombre para purificar lo semejante con lo
semejante; para salvar al hermano por medio del hermano.
Por
eso elige una Virgen santa; que fue purificada en cuerpo y alma; siendo casta,
pura e inmaculada, se convirtió en la cooperadora de la Encarnación del Creador.
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.