lunes, 26 de octubre de 2015

Pequeñas Semillitas 2828

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2828 ~ Lunes 26 de Octubre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En la antigua Grecia Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría. Un día vino alguien a encontrar al gran filósofo, y le dijo:
- ¿Sabes lo que acabo de oír sobre tu amigo?
- Un momento -respondió Sócrates- antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte un test, el de los tres tamices.
- ¿Los tres tamices?
- Sí, -continuó Sócrates- antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres tamices. El primer tamiz es la verdad. ¿Has comprobado si lo que me dices es verdad?
- No... Solo lo he oído hablar...
- Muy bien. Así que no sabes si es la verdad. Continuamos con el segundo tamiz, el de la bondad. ¿Lo que quieres decirme sobre mi amigo, es algo bueno?
- ¡Ah no! Por el contrario.
- Entonces -continuó Sócrates- quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera estás seguro de que son verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba, la del tercer tamiz, el de la utilidad. ¿Es útil que yo sepa qué me habría hecho este amigo?
- No, en serio.
- Luego -concluyó Sócrates-, lo que querías contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil... ¿por qué entonces querías decírmelo?

¡Buenos días!

Dar testimonio
Lo peor que nos puede pasar es la falta de verdadera fe. La fe es auténtica cuando uno ha sido tocado y sacudido por la experiencia del inmenso y gratuito amor que Dios nos tiene;  y se ha organizado la propia vida como respuesta leal y generosa a este maravilloso descubrimiento.

“¡Queridos hijos! Despierten del sueño de incredulidad y pecado, ya que este es un tiempo de gracia que Dios les da. Aprovechen este tiempo y pidan a Dios la gracia de la curación del propio corazón, para que con el corazón miren a Dios y al hombre. Oren de manera especial por los que no han conocido el amor de Dios y con la misma vida den testimonio a fin de que ellos también conozcan a Dios y su inmenso amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Cuando damos algún sencillo testimonio de nuestra fe, algo comienza a pasar. Es como tirar una piedra en un lago tranquilo. Pequeñas ondas van generando círculos concéntricos hasta morir en las playas. Conviene que lo pienses para animarte a ser “luz en medio del mundo”. Tendrás el mérito de haber alentado a otros por el camino correcto.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, estaba Jesús un sábado enseñando en una sinagoga, y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse. Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado». Le replicó el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar? Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?». Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía. (Lc 13,10-17)

Comentario
Hoy, vemos a Jesús realizar una acción que proclama su mesianismo. Y ante ella el jefe de la sinagoga se indigna e increpa a la gente para que no vengan a curarse en sábado: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado» (Lc 13,14).
Me gustaría que nos centráramos en la actitud de este personaje. Siempre me ha sorprendido cómo, ante un milagro evidente, alguien sea capaz de cerrarse de tal modo que lo que ha visto no le afecta lo más mínimo. Es como si no hubiera visto lo que acaba de ocurrir y lo que ello significa. La razón está en la vivencia equivocada de las mediaciones que tenían muchos judíos en aquel tiempo. Por distintos motivos —antropológicos, culturales, designio divino— es inevitable que entre Dios y el hombre haya unas mediaciones. El problema es que algunos judíos hacen de la mediación un absoluto. De manera que la mediación no les pone en comunicación con Dios, sino que se quedan en la propia mediación. Olvidan el sentido último y se quedan en el medio. De este modo, Dios no puede comunicarles sus gracias, sus dones, su amor y, por lo tanto su experiencia religiosa no enriquecerá su vida.
Todo ello les conduce a una vivencia rigorista de la religión, a encerrar su dios en unos medios. Se hacen un dios a medida y no le dejan entrar en sus vidas. En su religiosidad creen que todo está solucionado si cumplen con unas normas. Se comprende así la reacción de Jesús: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?» (Lc 13,15). Jesús descubre el sinsentido de esa equivocada vivencia del sabath.
Esta palabra de Dios nos debería ayudar a examinar nuestra vivencia religiosa y descubrir si realmente las mediaciones que utilizamos nos ponen en comunicación con Dios y con la vida. Sólo desde la correcta vivencia de las mediaciones podemos entender la frase de san Agustín: «Ama y haz lo que quieras».
Rev. D. Francesc JORDANA i Soler (Mirasol, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Evaristo
Papa y Mártir
San Evaristo sucedió a Clemente en la sede romana durante el reinado de Trajano. Gobernó la Iglesia alrededor de 8 años y fue el cuarto sucesor de San Pedro. Se le da el título de mártir, por más que su martirio no esté probado. Fue enterrado cerca del sepulcro de San Pedro, en el Vaticano.

Palabras del Papa Francisco
“La experiencia del Sínodo también nos ha hecho comprender mejor que los verdaderos defensores de la doctrina no son los que defienden la letra sino el espíritu; no las ideas, sino el hombre; no las fórmulas sino la gratuidad del amor de Dios y de su perdón. Esto no significa en modo alguno disminuir la importancia de las fórmulas, de las leyes y de los mandamientos divinos, sino exaltar la grandeza del verdadero Dios que no nos trata según nuestros méritos, ni tampoco conforme a nuestras obras, sino únicamente según la generosidad sin límites de su misericordia (cf. Rm 3,21-30; Sal 129; Lc 11,37-54). Significa superar las tentaciones constantes del hermano mayor (cf. Lc 15,25-32) y de los obreros celosos (cf. Mt 20,1-16). Más aún, significa valorar más las leyes y los mandamientos, creados para el hombre y no al contrario (cf. Mc 2,27).”
~ Documento final del Sínodo de la Familia ~

Tema del día:
5 remedios contra la tristeza
Carlo de Marchi, vicario de la región de Italia Centro-Sur, recopiló estas ideas de Santo Tomás en lenguaje informal en un congreso en Florencia.

Cada uno de nosotros ha atravesado días tristes, días en los cuales no se logra superar una cierta pesadez interior que contamina el ánimo y dificulta las relaciones con los demás.

¿Existe algún truco para superar el malhumor y recuperar la sonrisa? Santo Tomás de Aquino propone cinco remedios de sorprendente eficacia contra la tristeza

1. El primer remedio es concederse un placer.
Es como si el famoso teólogo hubiese intuido ya hace siete siglos la idea, tan difundida hoy, de que el chocolate es antidepresivo. Quizá parezca una idea materialista, pero es evidente que una jornada llena de amarguras puede terminar bien con una buena cerveza.

Que algo así sea contrario al Evangelio es difícilmente demostrable: sabemos que el Señor participaba con gusto en banquetes y fiestas, y tanto antes como después de la Resurrección disfrutó con gusto de las cosas bellas de la vida.

Incluso un Salmo afirma que el vino alegra el corazón del hombre (aunque es preciso aclarar que la Biblia condena claramente las borracheras).

2. El segundo remedio es el llanto.
A menudo, un momento de melancolía es más duro si no se logra encontrar una vía de escape, y parece como si la amargura se acumulase hasta impedir llevar a cabo la tarea más pequeña. El llanto es un lenguaje, un modo de expresar y deshacer el nudo de un dolor que a veces nos puede asfixiar. También Jesús lloró.

El Papa Francisco señala que «ciertas realidades de la vida se ven solamente con ojos que han sido limpiados por las lágrimas. Invito a cada uno de vosotros a preguntarse: ¿Yo he aprendido a llorar?»

3. El tercer remedio es la compasión de los amigos.
Me viene a la cabeza el personaje del amigo de Renzo, en el famoso libro Los novios, que en una gran casa deshabitada a causa de la peste va desgranando las grandes desgracias que han sacudido a su familia.

«Son hechos horribles, que jamás hubiera creído que llegaría a ver; cosas que quitan la alegría para toda la vida; pero hablarlas entre amigos es un alivio».

Es algo que hay que experimentar para creerlo. Cuando uno se siente triste, tiende a ver todo de color gris. En esas ocasiones es muy eficaz abrir el alma con algún amigo. A veces basta un mensaje o una llamada de teléfono breve y el panorama se ilumina de nuevo.

Asomarse a la ventana de la verdad y la belleza puede liberar el alma de las feas paredes de la habitación de la tristeza

4. El cuarto remedio contra la tristeza es la contemplación de la verdad.
Es el fulgor veritatis del que habla san Agustín. Contemplar el esplendor de las cosas, en la naturaleza o una obra de arte, escuchar música, sorprenderse con la belleza de un paisaje… puede ser un eficaz bálsamo contra la tristeza.

Un crítico literario, pocos días después del fallecimiento de un querido amigo, tenía que hablar sobre el tema de la aventura en Tolkien. Inició así: «Hablar de cosas bellas ante personas interesadas es para mí un verdadero consuelo…»

5. Dormir y darse un baño.
El quinto remedio propuesto por santo Tomás es el que quizá uno menos podría esperar de un maestro medieval. El teólogo afirma que un remedio fantástico contra la tristeza es dormir y darse un baño. La eficacia del consejo es evidente. Es profundamente cristiano comprender que para remediar un mal espiritual a veces resulta necesario un alivio corporal. Desde que Dios se ha hecho Hombre, y por tanto ha asumido un cuerpo, el mundo material ha superado la separación entre materia y espíritu.

Un prejuicio muy difundido es que la visión cristiana del hombre se basa sobre la oposición entre alma y cuerpo, y este último sería siempre visto como una carga u obstáculo para la vida espiritual. En realidad, el humanismo cristiano considera que la persona (alma y cuerpo) resulta completamente espiritualizada cuando busca la unión con Dios.

Usando palabras de san Pablo, existe un cuerpo animal y un cuerpo espiritual, y nosotros no moriremos, sino que seremos transformados, porque es necesario que este cuerpo corruptible se vista de incorruptibilidad, que este cuerpo mortal se vista de inmortalidad.

«Nadie considere extraño tomar un médico del cuerpo como guía para una enfermedad espiritual», afirma santo Tomás Moro, reafirmando el pensamiento de su homónimo medieval.

«El cuerpo y el alma están tan estrechamente unidos que juntos forman una sola persona, y así el malestar de uno de los dos genera en ocasiones el malestar de ambos. Por tanto, aconsejaría a todos que, ante cualquier enfermedad del cuerpo, se confiesen, y que busquen un buen médico espiritual para la salud del alma; asimismo, aconsejo que para algunas enfermedades del alma, además del médico espiritual, se busque el consejo del médico del cuerpo».

A través de estos cinco remedios se realiza la promesa divina y humana de Jesús: «Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se transformará en alegría».

Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Octubre de 2015

“Queridos hijos! Mi oración también hoy es para todos ustedes, especialmente para aquellos que se han vuelto duros de corazón a mi llamado. Ustedes viven días de gracia y no son conscientes de los dones que Dios les da a través de mi presencia. Hijitos, decídanse también hoy por la santidad y tomen el ejemplo de los santos de estos tiempos y verán que la santidad es una realidad para todos ustedes. Regocíjense en el amor, hijitos, porque ustedes son únicos e insustituibles ante los ojos de Dios, porque son la alegría de Dios en este mundo. Testimonien la paz, la oración y el amor. Gracias por haber respondido a mi llamado”

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma del Padre José Dalmiro Rodríguez, de Córdoba, Argentina, un gran sacerdote al que Dios ha llamado a su morada definitiva en el cielo.

Pedimos oración para Andrea F. L., de México, a quien le acaban de diagnosticar cáncer. Oremos para que, con la ayuda misericordiosa del Señor, pueda salir delante de este problema.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Como la fe es la única llave que nos adentra en los misterios de Jesús y María contenidos en el Santo Rosario, tenemos que empezar por rezar el Credo con gran atención y devoción, y nuestra fe será vívida y fuerte, y además el Rosario será meritorio.
Es necesario que nuestra fe sea animada por la caridad, es decir, que para rezar el Rosario, tenemos que estar en gracia de Dios o en la búsqueda de esta gracia; la fe debe ser fuerte y constante, es decir, que no se debe buscar en la práctica del Santo Rosario sólo nuestro consuelo espiritual.
Esto significa que no debemos abandonarlo porque tenemos una gran cantidad de distracciones no deseadas en la mente, una aversión extraña en el alma, un aburrimiento insoportable y un letargo casi continuo en el cuerpo.
No se necesita sentir consuelo, ni suspiros, ni elevación, ni lágrimas, ni la aplicación continua de la imaginación para rezar correctamente el Rosario. Una fe pura y la buena intención son suficientes.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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