miércoles, 7 de octubre de 2015

Pequeñas Semillitas 2811

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2811 ~ Miércoles 7 de Octubre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Conocemos la eficacia del Rosario para obtener la ayuda maternal de la Santísima Virgen. Y aunque ciertamente no haya una manera única de orar para obtener esta ayuda, creemos, sin embargo, que el Rosario es la forma más adecuada y fructuosa, como lo sugiere claramente su origen mismo y su condición íntima, más divina que humana.
Por la meditación frecuente sobre los misterios, el alma llega y absorbe gradualmente las virtudes que ellos contienen, el alma se reanima firmemente en la esperanza de los bienes inmortales y se siente poco a poco estimulada para seguir el camino trazado por el propio Cristo y por su Madre.
La recitación de fórmulas idénticas repetidas tantas veces, lejos de hacer esta oración estéril y aburrida, por el contrario, posee la admirable virtud de infundir confianza en los que oran y la de ejercer una suave violencia en el Corazón maternal de María.

¡Buenos días!

Sé tú mismo
El conocimiento de ti mismo, de tus fortalezas y debilidades, está en la base de tu crecimiento armónico como persona. Con un ojo en tus virtudes para conservarlas y darles brillo, y con el otro ojo en tus debilidades para neutralizarlas, afronta con esperanza y firmeza esa labor cotidiana de llegar a realizar el proyecto de Dios sobre tu vida.

Acéptate a ti mismo incluso frente a los demás. ¿Por qué eres tímido y estás paralizado por un complejo de inferioridad? Porque no has aceptado ser tú mismo ante los otros y temes su opinión. Sé tú mismo. Los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. No tienes derecho a ponerte una máscara, a representar una comedia, pues sería un robo a los demás. Puedes decirte a ti mismo: “voy a llevarles algo especial, pues nunca se encontraron ni se encontrarán con alguien como yo; soy un ejemplar único salido de las manos de Dios”. 

¡Qué hermoso es vivir en plenitud! Con amor y con sabiduría, con serena fortaleza, confiando en Dios y en ti mismo. Desde estos “Buenos días”, queremos darte una mano, para que permanezcas firme en este camino de superación. Que pases un buen día. Hasta mañana.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”.
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y se lo llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso si yo no convivo con ningún hombre?”. El Ángel respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se lo llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada  estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor; que s cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó. (Lc 1, 26-38)

Santoral Católico:
Nuestra Señora del Rosario
Advocación Mariana
Esta conmemoración fue instituida por el papa san Pío V en el día aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto (1571), victoria atribuida a la Madre de Dios, invocada por la oración del Rosario. La celebración de este día es una invitación para todos a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del Hijo de Dios. «El mes de octubre –decía San Juan Pablo II- es el mes del Rosario. Hubo un tiempo en que esta plegaria sencilla y profunda, rezada en particular y en familia, se hallaba muy difundida en el pueblo cristiano. ¡Cuánto beneficiaría, si también hoy se redescubriera y valorara, especialmente en el seno de los hogares! Ayuda a contemplar la vida de Cristo y los misterios de la salvación; aleja los gérmenes de la disgregación familiar, gracias a la incesante invocación a la Virgen; y es vínculo seguro de comunión y de paz. Exhorto a todos, y de modo especial a las familias cristianas, a encontrar en el santo Rosario el consuelo y el apoyo diarios para avanzar por el camino de la fidelidad».
Oración: Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

Palabras de San Juan Pablo II
«Oh Rosario bendito de María, dulce cadena que nos une con Dios, vínculo de amor que nos une a los Ángeles, torre de salvación contra los asaltos del infierno, puerto seguro en el común naufragio, no te dejaremos jamás. Tú serás nuestro consuelo en la hora de la agonía. Para Ti el último beso de la vida que se apaga. Y el último susurro de nuestros labios será tu suave nombre, oh Reina del Rosario, oh Madre nuestra querida, oh Refugio de los pecadores, oh Soberana consoladora de los tristes. Que seas bendita por doquier, hoy y siempre, en la tierra y en el Cielo».

Tema del día:
Meditando el Salve Regina
Meditemos esta hermosa oración a María para disfrutar más el Rosario.

Dios te salve
Te saludamos con sonrisas, flores, y canciones. Oh María, la mujer más digna del amor. Desde niño me enseñaron esta oración mis padres queriendo que yo te amara y venerara como ellos lo hacían. Y desde entonces sigo rezando y cantando esta bella plegaria todos los sábados y a la hora del rosario cotidiano. Dios te salve, maravilla de mujer y de Madre, lirio hermoso de los valles y praderas. Pensando en Ti me vuelvo poeta me dan ganas de cantar. Mis versos son para Ti, mis canciones te las canto a Ti.

Reina y Madre de misericordia
Lo que más necesitamos es misericordia, porque somos infinitamente miserables. Tu amor inmenso hacia tus hijos se convierte en océano de bondad, de misericordia, y de piedad. Te agradecemos tu amor, tu virtud excelsa, veneramos tu grandeza incomparable pero sobre todo agradecemos la misericordia de tu rostro y de tu corazón. Tienes ojos y corazón hechos de bondad. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia…

Vida nuestra
Nos animas a vivir. Haces feliz nuestra vida. Nos otorgas calidad de vida, porque contigo vale la pena vivir. No vamos solos por la vida. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? Tú lo dijiste. Y cumples las promesas.

Dulzura
Suavidad, serenidad, paz. Contigo estamos al abrigo de tormentas y huracanes. Tu corazón es refugio montañero, es brisa de primavera, es cantar de pajarillos, es cristalina fuente, dulzura de la vida, de mi vida.

Y esperanza nuestra
Todo lo espero de Dios por medio de Ti, porque Dios te ama muchísimo y Tú me amas muchísimo. Contigo no cabe la desesperanza y la tristeza. En las orillas de tu manso río crecen los pastos y las flores en toda estación. Tú eres una eterna primavera, rosal florido, perfumado, digno de contemplarse. De Ti lo espero todo y más de lo que esperan todos los niños de sus mamás. Espero que me lleves al cielo. Espero que me hagas feliz. Espero contemplarte en el cielo en un éxtasis de amor. Eres hermosísima paloma blanca que vuelas en mi jardín. Alegras mis días y mis noches. Me haces sonreír y mirar hacia delante con ilusión y entusiasmo. La vida sin Ti no tendría sabor ni sentido. Pero contigo sí quiero vivir. Quiero contemplarte en el lirio del campo, en la rosa perfumada, en el blanco clavel, en todas las flores de las praderas, en las estrellas de la noche.

Dios te salve
Te saludamos, te cantamos, te llevamos mañanitas. Oh dulce madre. Dios te salve.

A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva
Fuimos hijos de Eva para desgracia nuestra. Pero somos hijos tuyos para completa felicidad. Si triste y dura fue la herencia de nuestra madre Eva, inmensamente rica es la herencia que nos viene de Ti. El destierro se dulcifica porque Tú nos acompañas cada día. Así nuestro desierto florece y se vuelve llevadero. ¡Qué dura sería la vida sin tu dulce compañía! ¡Qué cardos, qué espinas no produciría! Pero entre los cardos y espinas tu mano amorosa ha plantado muy bellas rosas.

A Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas
Siempre nos quedas Tú. En medio de los peligros eres refugio, pararrayos contra la justa ira de Dios. En medio de las lágrimas, eres consuelo. Tus hijos pueden sufrir, pero nunca desesperan. Saben mirar a través de las lágrimas tu rostro materno que les llena de esperanza.

Ea, pues, Señora, abogada nuestra…
El nombre de abogada significa defensora. Tú nos defiendes del maligno, del que atacó a nuestra madre Eva en el Paraíso, y la hirió pasándonos la herida. Tú nos libras de peligros y tentaciones que nos pudieran hacer perecer. Contigo llevamos la frente alta por la vida, hasta el destino final que es el cielo. Desde allí intercede ante tu Hijo por cada uno de tus hijos, por mí también.

Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos
Sí, tus ojos... Yo quiero asomarme a tus ojos, contemplarlos, porque sólo de mirarlos me curo de mis tristezas, su alegría se me contagia, su pureza infinita se me participa. Tus ojos, Madre Virgen, son océano de gracia y de pureza. Por eso necesito mirarlos, contemplarlos, para que la bienaventuranza de los puros de corazón me toque a mí también. Nos miras con amor y misericordia. Necesitamos de ambas realidades a morir. Porque somos débiles y miserables en abundancia. Misericordia es lo que suplicamos. Suplicamos a la misericordiosa Virgen. Suplicamos a la más amorosa Madre. A través de tus ojos aspiramos esa misericordia y ese amor. Es lo mejor que nos puedes regalar. Eres misericordia y eres amor, dos realidades que heredaste de Dios, para regalarlas a tus hijos.

Y, después de este destierro…
Destierro, porque la patria no está aquí. Porque la tierra, que es en sí hermosa, se nos vuelve inhóspita y agraz, al pensar en el cielo. Destierro, porque aquí te tenemos y tenemos a Dios, pero todavía no es del todo y para siempre. Podemos perderte, podemos perder a Dios… ¡Oh terrible posibilidad! En el cielo Tú serás nuestra y nosotros tuyos del todo y por toda la eternidad. ¡Qué inmensa beatitud!

Muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre
Lo más grande que Tú tienes es Jesús. Muéstranoslo, queremos verlo, conocerlo, amarlo entrañablemente. Desde que fuiste Madre de Jesús, nunca podrás separarte de Él, es tu hijo. Pero lo mismo que a Él, nos has engendrado a cada uno de nosotros. Somos por eso sus hermanos y tus hijos. Ser hijo no siempre es bien valorado por éste pero ser madre es muy bien conocido por ella. Yo no conozco bien lo que significa ser tu hijo, pero Tú sí sabes lo que significa ser mi madre. Jesús es el hermano mayor y especial. Debemos asemejarnos a Él. Danos la gracia de conocerlo como Tú lo conoces: Un Dios amor que nos quiere hasta la muerte de cruz, que nos dio a su Madre, a Ti, para cada uno. Déjanos ver su rostro, déjanos conocer su corazón, concédenos amarlo con todas nuestras fuerzas.

Oh clemente, Oh piadosa, Oh dulce Virgen María
Clemente, piadosa y dulce: la trilogía de la misericordia encarnada en Ti. Permítenos beber en tu fuente el agua dulce de tu piedad. Estamos tan necesitados de clemencia, dulzura y piedad. Pero tu fuente rebosa de esa agua pura. Virgen María dulce: Eres el rosal sin espinas, belleza de rosas perfumadas: corremos al olor de tus perfumes. Virgen María clemente: De Dios lo aprendiste… Oh Madre del hijo pródigo. Si algo sabes hacer con excelencia, es el arte de la misericordia con tus hijos pecadores. Necesitamos tanto tu capacidad de compasión, porque somos pecadores maltratados por Satanás. Virgen María piadosa: Te compadeces del pecador, de sus heridas purulentas, no queriendo ver su culpa. Respondes con piedad y misericordia a la negra ingratitud, como tu Hijo. Misericordia del Hijo, misericordia de su Madre. Gracias por ser dechados de piedad para nosotros, que, si algo necesitamos, es misericordia y piedad.
Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por las víctimas (muertos y desaparecidos) en el deslizamiento de tierra ocurrido en Cambray II (Santa Catarina Pinula), Guatemala.

Pedimos oraciones para Guillermo, de Buenos Aires, Argentina, que hace tiempo viene sufriendo una grave enfermedad oncológica y ahora está muy delicado, en internación, con múltiples y graves complicaciones. Rogamos al Buen Jesús que le conceda lo mejor según sea Su Voluntad.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
Cuando tenemos algún bien material tratamos de colocarlo en buen lugar para que los ladrones no lo roben o destruyan, y muchas veces gastamos mucho dinero en asegurarlo con pólizas y todo tipo de recaudos.
Pero nuestra alma es más valiosa que todos los bienes que han existido en la tierra y en todos los mundos. ¡Y a veces somos tan descuidados con este tesoro!
Aunque no seamos descuidados, aunque cuidemos bien nuestra alma, es cierto que nunca estaremos seguros puesto que los demonios son muy astutos y superiores en fuerza a los hombres, y en cualquier momento nos pueden matar el alma, e incluso a la hora de la muerte han arrebatado el alma a muchos hombres que confiaban en sí mismos.
Entonces Dios nos ha dado un secreto para salvar nuestra alma y ponerla a buen recaudo, y es el entregarnos completamente a María. Que Ella la cuide, que Ella la embellezca, que Ella sea la Dueña de nosotros y de todo lo que tenemos o tendremos. ¡Qué felices seremos entonces, porque tendremos la plena seguridad de estar salvados para siempre!
Claro, porque María no pierde nada de lo que le entregamos, y Ella nos salvará de la furia de nuestros enemigos y hará que ganemos el Cielo y evitemos el Infierno.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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