jueves, 15 de octubre de 2015

Pequeñas Semillitas 2819

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2819 ~ Jueves 15 de Octubre de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Si siempre tenemos el deber de rezar, mucho más tenemos el deber y la necesidad de orar cuando somos tentados por el mundo, el demonio o la carne, puesto que si queremos salir victoriosos de la batalla en la que estamos inmersos y en que se juega nuestro destino eterno, tenemos que rezar, ya sea con oraciones hechas, o jaculatorias o simplemente pidiendo auxilio a Dios con nuestras palabras.
Ya ha dicho San Alfonso María de Ligorio que el que reza se salva y el que no reza se condena. Pues bien, cuando llega la tentación -que a todos nos llega, porque mientras vivimos en este mundo estamos sujetos a ella-, tenemos que echar mano de forma urgente a la oración, porque así es como se vencen las tentaciones.
¡Ay de quien  se quiera salvar y defender solo, sin la ayuda de Dios que se obtiene con la oración! Estará irremediablemente perdido porque el demonio y las demás fuerzas son más fuertes que nosotros, y seremos vencidos miserablemente. Es necesario que invoquemos a Dios en nuestro auxilio, porque “el que pide, recibe”, ha dicho el Señor, y es promesa de un Dios.
“¡Vigilad y orad!” dijo Jesús a sus apóstoles en el Huerto, y nos lo dice también a cada uno de nosotros. Por eso no bajemos la guardia, no dejemos la oración, e intensifiquémosla cuando seamos tentados.

¡Buenos días!

El ratón miedoso
Temor a los ascensores, horror a hablar en público, pavor a comer delante de otros, terror a los aviones, éstas son algunas de las fobias más frecuentes que afectan al hombre moderno. Un sudor frío recorre la espalda, siente dificultad en respirar, aumenta el ritmo cardíaco, las manos comienzan a temblar y no hay forma de controlarlas, etc. Estos son los efectos somáticos de la angustia del miedo. Pero hay solución y tratamiento efectivo para esta debilidad sicológica.

En la India se cuenta una antigua fábula: había un ratón que estaba siempre angustiado, porque tenía miedo al gato. Un hechicero se compadeció de él y lo convirtió... en gato. Pero entonces empezó a sentir miedo del perro. Entonces el mago lo convirtió en perro. Luego empezó a sentir miedo de la pantera, y el mago lo convirtió en pantera. Con lo cual comenzó a temer al cazador. Llegado a este punto, el mago se dio por vencido y volvió a convertirlo en ratón, diciéndole: “Nada de lo que haga por ti va a servirte de ayuda, porque siempre tendrás el corazón de un ratón”.

Además de las terapias de los profesionales, yo te sugiero la sanación profunda de tus miedos por la oración hecha con fe. Repite y siente en tu corazón estas palabras sagradas: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?” (Sal 27). “Sé valiente y firme, no temas ni te acobardes, porque yo, el Señor, tu Dios, estaré contigo dondequiera que vayas», (Jos. 1,1-8). El Señor te protege y bendice.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».
Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca. (Lc 11,47-54)

Comentario
Hoy, se nos plantea el sentido, aceptación y trato dado a los profetas: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» (Lc 11,49). Son personas de cualquier condición social o religiosa, que han recibido el mensaje divino y se han impregnado de él; impulsados por el Espíritu, lo expresan con signos o palabras comprensibles para su tiempo. Es un mensaje transmitido mediante discursos, nunca halagadores, o acciones, casi siempre difíciles de aceptar. Una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente, y es incómodo para su entorno, que hoy, gracias a Internet o los satélites, puede extenderse a todo el mundo.
Los contemporáneos del profeta pretenden condenarlo al silencio, lo calumnian, lo desacreditan, así hasta que muere. Llega entonces el momento de erigirle el sepulcro y de organizarle homenajes, cuando ya no molesta. No faltan actualmente profetas que gozan de fama universal. La Madre Teresa, Juan XXIII, Monseñor Romero... ¿Nos acordamos de lo que reclamaban y nos exigían?, ¿ponemos en práctica lo que nos hicieron ver? A nuestra generación se le pedirá cuentas de la capa de ozono que ha destruido, de la desertización que nuestro despilfarro de agua ha causado, pero también del ostracismo al que hemos reducido a nuestros profetas.
Todavía hay personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que lo comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido» (Lc 11,52).
Ahora, como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder? «No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos humanos» (San Juan Crisóstomo).
Rev. D. Pedro-José YNARAJA i Díaz (El Montanyà, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Santa Teresa de Jesús
Virgen y Doctora de la Iglesia
Nació en Ávila (España) el año 1515. Mujer de excepcionales dotes de mente y de corazón, a los 18 años entró en el Carmelo. A los 45, para responder a las gracias extraordinarias del Señor, emprendió una vida cuya divisa sería: «O sufrir o morir», y en la que encontró el eficaz apoyo de san Pedro de Alcántara. Entonces fundó el convento de San José de Ávila, primero de los 15 Carmelos que establecería en España. Con san Juan de la Cruz, introdujo la gran reforma carmelitana. Sus escritos son un modelo seguro en los caminos de la plegaria y de la perfección. Supo conciliar el don de gentes con el trato íntimo con Cristo, el espíritu emprendedor con la oración contemplativa, la actividad incesante con la unión mística con Dios, que ella nos describe con el lenguaje llano del pueblo. Contribuyó a la renovación de la entera comunidad eclesial. Murió en Alba de Tormes (Salamanca) el año 1582, la noche del 4 de octubre, convertida en 15 de octubre por la reforma gregoriana del calendario. Pablo VI la declaró en 1970 Doctora de la Iglesia.
Oración: Señor, Dios nuestro, que por tu Espíritu has suscitado a santa Teresa de Jesús, para mostrar a tu Iglesia el camino de la perfección, concédenos vivir de su doctrina y enciende en nosotros el deseo de la verdadera santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano

Frases de Sta. Teresa de Jesús
"Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados... tener a todos por mejores que nosotros"

"Tu deseo sea de ver a Dios; tu temor, si le has de perder; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo, de lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz"

"Quienes de veras aman a Dios, todo lo bueno aman, todo lo bueno favorecen, todo lo bueno lo dan, con los buenos se juntan siempre y los favorecen y defienden"

"La mejor manera de descubrir si tenemos el amor de Dios es ver si amamos a nuestro prójimo"

"Todo el daño nos viene de no tener puestos los ojos en Vos, que si no mirásemos otra cosa que el camino, pronto llegaríamos"

Tema del día:
Acordémonos del amor de Cristo

Con tan buen amigo presente –nuestro Señor Jesucristo–, con tan buen capitán, que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir. Él ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es amigo verdadero. Y veo yo claro, y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes quiere que sea por manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo su Majestad se deleita.

Muy muchas veces lo he visto por experiencia; hámelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos. Así que no queramos otro camino, aunque estemos en la cumbre de contemplación; por aquí vamos seguros. Este Señor nuestro es por quien nos vienen todos los bienes. Él lo enseñará; mirando su vida, es el mejor dechado.

¿Qué más queremos que un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y tribulaciones, como hacen los del mundo? Bienaventurado quien de verdad le amare y siempre le trajere cabe de sí. Miremos al glorioso san Pablo, que no parece se le caía de la boca siempre Jesús, como quien le tenía bien en el corazón. Yo he mirado con cuidado, después que esto he entendido, de algunos santos, grandes contemplativos, y no iban por otro camino: san Francisco, san Antonio de Padua, san Bernardo, santa Catalina de Siena.

Con libertad se ha de andar en este camino, puestos en las manos de Dios; si su Majestad nos quisiere subir a ser de los de su cámara y secreto, ir de buena gana.

Siempre que se piense de Cristo, nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor. Procuremos ir mirando esto siempre y despertándonos para amar, porque, si una vez nos hace el Señor merced que se nos imprima en el corazón de este amor, sernos ha todo fácil, y obraremos muy en breve y muy sin trabajo.
- Del Libro de su vida, de santa Teresa de Jesús. Cap. 22, 6-7.12.14 -

Oración: Señor Dios nuestro, que por tu Espíritu has suscitado a santa Teresa de Ávila, para mostrar a tu Iglesia el camino la perfección, concédenos vivir de su doctrina y enciende en nosotros el deseo de la verdadera santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para María Luz, de Buenos Aires, Argentina, una chica joven, amputada de ambas piernas y con muchas otras afecciones médicas y psíquicas, que sigue en tratamientos y debe hacer nuevos estudios clínicos la semana próxima, para que Dios le dé mucha fuerza y sobre todo mucha fe, porque todo lo que vive con sus problemas tiene un sentido y un fin, que tal vez ahora sea difícil comprender, pero a su debido tiempo el Señor le mostrará toda su misericordia.

Pedimos oración por Gina Giuliana P. P., de Lima, Perú, a quien analizan un tumor cerebral, rogando a la Santísima Virgen que interceda por ella ante Jesús para iluminar a los médicos, que todo el procedimiento salga bien, y el tumor resulte benigno.

Pedimos oración para el niño Gabriel, de 4 años de edad, de Necochea, Argentina, afectado de tumor cerebral maligno, que en estos días comenzará con quimioterapia y radioterapia. Que Jesús Misericordioso lo proteja y lo ayude a superar la enfermedad.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Unidos a María
La devoción a María es gran señal de predestinación, porque a quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy devoto de María, su Madre amadísima.
¡Cuántos soberbios encontraron la humildad con la devoción a María!
Es que la Virgen no se deja ganar en generosidad y a quien le obsequia un poco de amor, Ella le regala los torrentes inmensos de gracias y dones celestiales.
Por eso no dejemos nunca de lado nuestra tierna devoción a la Madre de Dios, porque es nuestra tabla de salvación en el naufragio general en que el mundo se debate hoy, y María nos llevará al puerto seguro de la salvación.
Una madre se conforma con las pequeñas cosas con que le obsequia su hijo, ya que no mira tanto el don como el amor de quien dona, y el amor que ella siente por él. Así también María no mira tanto el tamaño o importancia del don que le hacemos, sino el amor con que se lo obsequiamos, porque somos sus hijos muy amados y Ella nos ama infinitamente, como ama a su Hijo Jesús.

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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