domingo, 30 de noviembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2530

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2530 ~ Domingo 30 de Noviembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Comenzamos hoy un nuevo año litúrgico, y lo hacemos con cuatro domingos que llamamos Adviento, dedicados a esperar la venida del Señor, tal como hemos venido publicando en varias ediciones recientes de “Pequeñas Semillitas” y como seguiremos meditando en estas semanas que nos llevan a la Navidad.
Pero además, hoy se inicia el “Año de la Vida Consagrada”, establecido por el Papa Francisco y que se extenderá hasta el 2 de febrero de 2016.
Las finalidades u objetivos son:
1. Dar gracias a Dios por el don de la vida consagrada y especialmente por los cincuenta años de renovación de la misma según las enseñanzas del Concilio.
2. Abrazar el futuro con esperanza, confiados en el Señor, al cual los consagrados ofrecen toda su vida.
3. Vivir el presente con pasión, evangelizando la propia vocación y testimoniando al mundo la belleza del seguimiento de Cristo en las múltiples formas en las cuales se expresa la vida consagrada.
Con ocasión del Año de la Vida Consagrada, el Papa Francisco concederá indulgencia plenaria a todos los miembros de las instituciones de vida consagrada y a los demás fieles católicos. Para obtener la indulgencia, se debe cumplir primeramente con las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre. Así pues, los fieles católicos de todo el mundo podrán obtener las indulgencias para ellos mismos o para las almas del Purgatorio.

¡Buenos días!

Un pastor filósofo
“Acepto”. Esta es la actitud adecuada para recuperar la paz, para dejar de sufrir tanto ante las dificultades y los imprevistos que rompen tus planes. “Acepto” quiere decir que no te amargas ante lo inevitable, que no consumes tus energías con lamentos por lo que no puedes cambiar. Significa también que no te llenas inútilmente de nerviosismos…

Un individuo iba paseando por el campo y encontró un pastor. Por empezar una conversación con él, lo saludó y le preguntó:  —¿Qué tiempo cree usted que tendremos hoy, buen hombre? Y el pastor le contestó: —El tiempo que yo quiero. El otro, lógicamente, se quedó extrañado de la respuesta y le dijo: —¿Y cómo está tan seguro que hará el tiempo que usted quiere? Y aquí el pastor le explicó su teoría:  —Mire; cuando me di cuenta que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí una cosa que me ha sido muy útil: querer siempre lo que tengo. Por esto estoy tan seguro que hará el tiempo que yo quiero.

Hay una oración muy buena para recordar cuando te sucedan esas cosas desagradables que no pueden cambiarse: “Señor, concédeme fortaleza para solucionar lo que tiene solución; pero, valor para aceptar lo que ya no tiene vuelta; y sabiduría para reconocer la diferencia”. Es una sabia lección que se resume así: “Aceptar, olvidar, y seguir adelante”.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Estad atentos y vigilad, porque ignoráis cuándo será el momento. Al igual que un hombre que se ausenta deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; velad, por tanto, ya que no sabéis cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada. No sea que llegue de improviso y os encuentre dormidos. Lo que a vosotros digo, a todos lo digo: ¡Velad!». (Mc 13,33-37)

Comentario
Hoy, en este primer domingo de Adviento, la Iglesia comienza a recorrer un nuevo año litúrgico. Entramos, por tanto, en unos días de especial expectación, renovación y preparación.
Jesús advierte que ignoramos «cuándo será el momento» (Mc 13,33). Sí, en esta vida hay un momento decisivo. ¿Cuándo será? No lo sabemos. El Señor ni tan sólo quiso revelar el momento en que se habría de producir el final del mundo.
En fin, todo eso nos conduce hacia una actitud de expectación y de concienciación: «No sea que llegue (...) y os encuentre dormidos» (Mc 13,36). El tiempo en esta vida es tiempo para la entrega, para la maduración de nuestra capacidad de amar; no es un tiempo para el entretenimiento. Es un tiempo de “noviazgo” como preparación para el tiempo de las “bodas” en el más allá en comunión con Dios y con todos los santos.
Pero la vida es un constante comenzar y recomenzar. El hecho es que pasamos por muchos momentos decisivos: quizá cada día, cada hora y cada minuto han de convertirse en un tiempo decisivo. Muchos o pocos, pero —en definitiva— días, horas y minutos: es ahí, en el momento concreto, donde nos espera el Señor. «En la vida nuestra, en la vida de los cristianos, la conversión primera —este momento único, que cada uno recuerda y en el cual uno hizo claramente aquello que el Señor nos pide— es importante; pero todavía son más importantes, y más difíciles, las sucesivas conversiones» (San Josemaría).
En este tiempo litúrgico nos preparamos para celebrar el gran “advenimiento”: la venida de Nuestro Amo. “Navidad”, “Nativitas”: ¡Ojalá que cada jornada de nuestra existencia sea un “nacimiento” a la vida de amor! Quizá resulte que hacer de nuestra vida una permanente “Navidad” sea la mejor manera de no dormir. ¡Nuestra Madre Santa María vela por nosotros!
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Palabras de San Juan Pablo II

“Si Dios ‘viene’ al hombre,
lo hace porque en su ser humano
ha puesto una ‘dimensión de espera’
por cuyo medio el hombre puede acoger a Dios,
es capaz de hacerlo”
 
~San Juan Pablo II~

Tema del día:
Una Iglesia despierta

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús. El resucitado no podía tardar. Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes. Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.

Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal. Se podía apagar el primer ardor. Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido. Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar, Cristo no nos encuentre dormidos».

La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos». Según Marcos, la orden de Jesús no es sólo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad». No es una llamada más. La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.

Han pasado veinte siglos de cristianismo. ¿Qué ha sido de esta orden de Jesús? ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy? ¿Seguimos despiertos? ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?

¿No vemos que la Iglesia necesita un corazón nuevo? ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoengaño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos creyentes sencillos?

¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta? ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más? ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?

¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él? ¿Quién como él puede despertar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad? ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?
José Antonio Pagola

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

"Pequeñas Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com  con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.

Un estímulo todos los días
Noviembre 30
Se va acercando la Navidad y estamos en un tiempo santo, tiempo de espera donde el corazón se va abriendo para recibir al Amado. En realidad siempre esperamos a Jesús. Esperamos que vuelva a renovarlo todo, a transformar el universo, a terminar con la injusticia y el dolor. No sabemos cuándo vendrá, pero lo esperamos.
Este tiempo de preparación para Navidad es una ocasión para alimentar ese espíritu de esperanza, para recordar que necesitamos a Jesús y que nos hace falta más de su presencia, más de su luz, más de su fortaleza. Por eso nunca creemos que ya estamos completos, nunca nos clausuramos en lo que ya hemos conseguido. Estamos abiertos a las promesas del Señor, que siempre nos abre nuevos horizontes.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

sábado, 29 de noviembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2529

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2529 ~ Sábado 29 de Noviembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Sonríe… Cuando te lo propones se desata en ti lo especial que eres.
Sonríe… Porque te acaricias el alma cada vez que te muestras contento.
Sonríe… Es el peldaño que te sube por los tramos del deseo de vivir, de gozar, de soñar.
Sonríe… Es tu derecho ante la vida… tu obligación al mundo y ante ti mismo.

¡Buenos días!

Caminos…
El lenguaje humano es muy rico en símbolos. Por ejemplo la palabra “camino” está cargada de significado. El Libro de los Salmos comienza hablando de “Los dos caminos del hombre”. Camino, en este contexto, significa “norma de conducta”, “estilo de vida”. Hoy te ofrezco una buena reflexión sobre el modo de conducirse de los hombres.

Los caminos cuesta abajo son los más fáciles de andar, pero no llevan a la cumbre. Para los hombres que buscan un camino, sé un hombre que abre caminos. El camino que te corresponde recorrer no está trazado, porque nadie lo recorrió jamás. Los caminos más difíciles suelen ser los que llevan a los lugares más hermosos. Hay hombres que caminan para llegar. Hay hombres que caminan para huir. ¿Para qué caminas tú? No fuerces a nadie a seguir tu camino y colabora de manera que cada uno abra el suyo. Cuando no se tiene una meta, todo camino es inútil y tedioso. Cuando quieres seriamente alcanzar una meta terminas abriéndote camino hasta alcanzarla.

El salmo 1º, después de describir el camino del malvado y del justo, concluye así: “El Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal”. Cuando Jesús dijo: “Yo soy el camino”, quiso decir que venía a enseñarnos cómo organizar la propia vida para llegar a la felicidad eterna que nos ofrece Dios. Que la reflexión de esta mañana te sea provechosa.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre». (Lc 21,34-36)

Comentario
Hoy, último día del tiempo ordinario, Jesús nos advierte con meridiana claridad sobre la suerte de nuestro paso por esta vida. Si nos empeñamos, obstinadamente, en vivir absortos por la inmediatez de los afanes de la vida, llegará el último día de nuestra existencia terrena tan de repente que la misma ceguera de nuestra glotonería nos impedirá reconocer al mismísimo Dios, que vendrá (porque aquí estamos de paso, ¿lo sabías?) para llevarnos a la intimidad de su Amor infinito. Será algo así como lo que le ocurre a un niño malcriado: tan entretenido está con “sus” juguetes, que al final olvida el cariño de sus padres y la compañía de sus amigos. Cuando se da cuenta, llora desconsolado por su inesperada soledad.
El antídoto que nos ofrece Jesús es igualmente claro: «Estad en vela, pues, orando en todo tiempo» (Lc 21,36). Vigilar y orar... El mismo aviso que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado. La oración tiene un componente admirable de profecía, muchas veces olvidado en la predicación, es decir, de pasar del mero “ver” al “mirar” la cotidianeidad en su más profunda realidad. Como escribió Evagrio Póntico, «la vista es el mejor de todos los sentidos; la oración es la más divina de todas las virtudes». Los clásicos de la espiritualidad lo llaman “visión sobrenatural”, mirar con los ojos de Dios. O lo que es lo mismo, conocer la Verdad: de Dios, del mundo, de mí mismo. Los profetas fueron, no sólo los que “predecían lo que iba a venir”, sino también los que sabían interpretar el presente en su justa medida, alcance y densidad. Resultado: supieron reconducir la historia, con la ayuda de Dios.
Tantas veces nos lamentamos de la situación del mundo. —¿Adónde iremos a parar?, decimos. Hoy, que es el último día del tiempo ordinario, es día también de resoluciones definitivas. Quizás ya va siendo hora de que alguien más esté dispuesto a levantarse de su embriaguez de presente y se ponga manos a la obra de un futuro mejor. ¿Quieres ser tú? Pues, ¡ánimo!, y que Dios te bendiga.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Saturnino de Tolosa
Obispo y Mátir
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“Necesitamos un diálogo que profundice el conocimiento
y valore con discernimiento tantas cosas que nos acomunan,
permitiéndonos al mismo tiempo considerar con ánimo lúcido y sereno 
las diferencias, con el fin de aprender también de ellas…
es fundamental que los ciudadanos musulmanes, judíos y cristianos,
gocen – tanto en las disposiciones de la ley como en su aplicación efectiva –
de los mismos derechos y respeten las mismas obligaciones”
~Papa Francisco~

Tema del día:
Consignas para Adviento
*La esperanza del Adviento es saber a quién estamos esperando: A Jesús.

*El Señor no nos dice cuándo será su venida definitiva pero, en cambio, nos da pistas de cómo hemos de estar a su llegada: vigilantes.

*Esperar al Señor implica hacerlo con aquello que Él nos dijo: salir con amor al encuentro del amor.

*Estar alerta es descubrir que, de mil maneras, Dios pasa a nuestro lado: Dios invisible pero sensible.

*El Adviento es un compás con tres movimientos: vigilancia, oración, conversión y alegría.

*Ir al encuentro de Aquel que viene es poner luz en nuestro corazón para disipar las tinieblas que nos impiden verle.

*El problema del mundo es que desespera por todo. La grandeza del cristiano es que espera en medio de toda desesperanza.

*La oración, en Adviento, es un papel en el que el cristiano escribe su carta personal al Dios que viene en Belén.

*La Palabra de Jesús, además de fortalecernos, nos da seguridad en nuestra esperanza: habla.

*El mundo se empeña en cambiar las cosas pero, el Señor, va al fondo de las personas: al corazón.

*La rutina es enemiga del vigilante. ¿Quieres y deseas un futuro con Dios? Permanece en pie.

*La sociedad ¿espera en algo? Posiblemente no. Nosotros en cambio esperamos otro nuevo mundo.

*Las mejores autopistas necesitan constantemente arreglos. La llegada del Señor ¿cómo encuentra los caminos de nuestros corazones?

*¡Qué alegría sentimos cuando alguien nos devuelve algo que es nuestro! ¿Sentimos la misma alegría con el nacimiento de Jesús que nos trae y nos devuelve a Dios?

*Amar a María es llenarnos de lo que, en María, fue constitutivo: la Palabra de Dios. ¿La escuchamos y la veneramos? ¿La reflexionamos y la llevamos a nuestra vida?

*Preparar los caminos al Señor es salir a su encuentro; no detenernos en los escaparates que seducen nuestros instintos pero adormecen nuestras ansias de ir a los brazos de Dios.

*Celebremos la primera Navidad pero, además de eso, levantemos un poco más nuestras cabezas: la segunda venida del Señor está al caer. ¿Cuándo? Eso es lo de menos. Lo importante es….la esperanza.

*Sobran palabras y faltan testimonios. En Belén, con pocas palabras y con una presencia, Dios lo dijo todo. ¿Por qué será que a nosotros nos cuesta tanto el hacer y tan poco el hablar?
Javier Leoz

Oración a San Miguel Arcángel 
San Miguel Arcángel
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial
arroja en el infierno con tu divino poder
a satanás y demás espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para perdición de las almas.
Amén

La Festividad de San Miguel Arcángel se celebra el 29 de Setiembre.
Pero igualmente es una práctica muy recomendada el rezar esta oración
todos los días a la finalización de la Santa Misa.
Y también en estos tiempos para pedir por el Santo Padre
y por la santidad de todos los sacerdotes del mundo.
En "Pequeñas Semillitas" la publicaremos los días 29 de cada mes.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Carlos Alberto V., de Córdoba, Argentina, que padece de tumores a repetición y actualmente está sufriendo uno en la mandíbula por lo que lo están estudiando para definir el tratamiento a aplicar. Que el Altísimo, en su Divina Misericordia, le permita a este hermano nuestro encontrar solución a su problema y entre tanto tenga las fuerzas necesarias para aceptar la Voluntad de Dios.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Noviembre 29
Jesús amaba su tierra, y mientras andaba por los caminos no sólo se detenía a contemplar y admirar la belleza de la naturaleza. También invitaba a sus discípulos a reconocer el mensaje escondido en las cosas: “Miren los pájaros… Miren los lirios del campo” (Lc 12,24-27). “Levanten los ojos y miren los campos” (Jn 4,35). El mundo es la obra creadora del Padre de la vida, confiado al ser humano para que lo cuide y lo perfeccione. Las criaturas del Padre le dan gloria con su sola existencia y, por eso, no deben ser eliminadas o deterioradas sin necesidad.
El Señor espera de nosotros que tengamos una relación respetuosa y delicada con las cosas, que no tomemos este mundo como un puro objeto de consumo, que no maltratemos su creación. El ejemplo de San Francisco de Asís nos ayuda a recordar que cada creatura de esta tierra es una hermana, una compañera de camino, un objeto de cariño y de cuidado.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

viernes, 28 de noviembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2528

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2528 ~ Viernes 28 de Noviembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En el Evangelio leemos que Jesús dijo: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y lo demás se les dará por añadidura”. El error del hombre consiste en buscar con afán en primer lugar las cosas de la tierra, los intereses propios, mientras le da a Dios las migajas de su tiempo, de su dedicación, de su amor. Los ídolos han suplantado a Dios en su corazón.
En un avisador parroquial observé varios carteles. En el primero había un bebé gordito y debajo se leía: "Demasiado pequeño para amar a Dios". El segundo presentaba a una pareja de recién casados besándose. Un letrero explicaba: "Demasiado felices para amar a Dios". Le seguía un ejecutivo rodeado de teléfonos y dando órdenes: "Demasiado ocupado para amar a Dios". A continuación un hombre rico, con relucientes anillos de oro y pedrería, un cigarro en la boca, al bajar de su lujoso coche: "Demasiado seguro de sí mismo para amar a Dios". Y finalizaba la serie con un ataúd: "Demasiado tarde para amar a Dios”.
¡Qué bueno sería que nosotros no quedáramos encuadrados en ninguno de los ejemplos precedentes, sino más bien en lo que canta el salmo 95! “Si escuchas hoy la voz del Señor, no endurezcas tu corazón”.

¡Buenos días!

Poderosa protección
“Si llegas a la oración y no consigues entrar en contacto con Dios, toma el Rosario y recita lentamente una o dos decenas; muy pronto verás el resultado. Sorprenderás a tu corazón en «flagrante delito» de oración y serás introducido, sin darte cuenta en el corazón de la Santísima Trinidad por la oración de María”. (Jean Lafrance).

Cuando en 1945 se tiró la bomba atómica sobre Hiroshima, de una pequeña comunidad de ocho sacerdotes jesuitas, situada en una casa parroquial distante sólo ocho manzanas del lugar de la explosión atómica, la casa y todos dentro quedaron ilesos, mientras que no se salvó ninguna persona en el radio de un kilómetro y medio del centro de la explosión. El Padre Schiffer en el Congreso Eucarístico (Filadelfia, 1976) dijo que, cuando aún vivían los ocho miembros supervivientes, 200 científicos investigaron varios años las causas por las cuales la casa parroquial y sus habitantes no habían sido tocados en medio de la destrucción de toda vida… Él decía que en aquella casa había una cosa distinta a las demás que fueron destruidas: se rezaba el Rosario diariamente en comunidad…

“En el Rosario he hallado los atractivos más dulces, más suaves, más eficaces y más poderosos para unirme con Dios”, (Santa Teresa de Jesús). “El Rosario es el instrumento con el cual se vence al demonio y se obtienen todas las gracias. Es la síntesis de la fe, el sostén de la esperanza, la expresión y crecimiento de la caridad”, (Santo Padre Pío). Valoriza esta devoción alabada por los santos.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús puso a sus discípulos esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán». (Lc 21,29-33)

Comentario
Hoy somos invitados por Jesús a ver las señales que se muestran en nuestro tiempo y época y, a reconocer en ellas la cercanía del Reino de Dios. La invitación es para que fijemos nuestra mirada en la higuera y en otros árboles —«Mirad la higuera y todos los árboles» (Lc 21,29)— y para fijar nuestra atención en aquello que percibimos que sucede en ellos: «Al verlos, sabéis que el verano está ya cerca» (Lc 21,30). Las higueras empezaban a brotar. Los brotes empezaban a surgir. No era apenas la expectativa de las flores o de los frutos que surgirían, era también el pronóstico del verano, en el que todos los árboles "empiezan a brotar".
Según Benedicto XVI, «la Palabra de Dios nos impulsa a cambiar nuestro concepto de realismo». En efecto, «realista es quien reconoce en el Verbo de Dios el fundamento de todo». Esa Palabra viva que nos muestra el verano como señal de proximidad y de exuberancia de la luminosidad es la propia Luz: «Cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca» (Lc 21,31). En ese sentido, «ahora, la Palabra no sólo se puede oír, no sólo tiene una voz, sino que tiene un rostro (...) que podemos ver: Jesús de Nazaret» (Benedicto XVI).
La comunicación de Jesús con el Padre fue perfecta; y todo lo que Él recibió del Padre, Él nos lo dio, comunicándose de la misma forma con nosotros. De esta manera, la cercanía del Reino de Dios, —que manifiesta la libre iniciativa de Dios que viene a nuestro encuentro— debe movernos a reconocer la proximidad del Reino, para que también nosotros nos comuniquemos con el Padre por medio de la Palabra del Señor —Verbum Domini—, reconociendo en todo ello la realización de las promesas del Padre en Cristo Jesús.
Diácono D. Evaldo PINA FILHO (Brasilia, Brasil)

Santoral Católico:
Santa Catalina Labouré
Religiosa Vicentina
Esta fue la santa que tuvo el honor de que la Santísima Virgen
se le apareciera para recomendarle que hiciera la Medalla Milagrosa.
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

 “En esta hora de América Latina y el Caribe, urge escuchar el clamor, tantas veces silenciado, de mujeres que son sometidas a muchas formas de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de sus vidas”
~Aparecida, 454~

Tema del día:
¡El domingo empieza el Adviento!
Cuatro domingos de Adviento tendrán que pasar para que ya, una vez más, estemos en Navidad... El próximo domingo será el primero y el advenimiento que vamos a celebrar es la conmemoración de la llegada del Hijo de Dios a la Tierra. Es tiempo de preparación puesto que siempre que esperamos recibir a una persona importante, nos preparamos.

La Iglesia nos invita a que introduzcamos en nuestro espíritu y en nuestro cotidiano vivir un nuevo aspecto disciplinario para aumentar el deseo ferviente de la venida del Mesías y que su llegada purifique e ilumine este mundo, caótico y deshumanizado, procurando el recogimiento y que sean más abundantes y profundos los tiempos de oración y el ofrecimiento de sacrificios, aunque sean cosas pequeñas y simples, preparando así los Caminos del Señor.

Caminos que llevamos en nuestro interior y que tenemos que luchar para que no se llenen de tinieblas, de ambición, de lujuria, de envidia, de soberbia y de tantas otras debilidades propias de nuestro corazón humano, sino que sean caminos de luz, senderos que nos conduzcan a la cima de la montaña, a la conquista de nuestro propio yo.

Hace unos días celebrábamos el día de Cristo Rey. Cristo es un Rey que no es de este mundo. El reino que Él nos vino a enseñar pertenece a los pobres, a los pequeños y también a los pecadores arrepentidos, es decir, a los que lo acogen con corazón humilde y los declara bienaventurados porque de "ellos es el Reino de los Cielos".... y a los "pequeños" es a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas ocultas a los sabios y a los ricos.

Es preciso entrar en ese Reino y para eso hay que hacerse discípulo de Cristo. A nosotros no toca ser portadores del mensaje que Jesús vino a traer a la Tierra.

Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros desde su Encarnación. Por "nosotros los hombres y por nuestra salvación hasta su muerte, por nuestros pecados" (1 Co 15,3) y en su Resurrección "para nuestra justificación (Rm 4,1) "estando siempre vivo para interceder en nuestro favor" (Hb 7,25). Con todo lo que vivió y sufrió por nosotros, de una vez por todas, permanece presente para siempre "ante el acatamiento de Dios en favor nuestro" (Hb 9,24).

Cuatro domingos faltan para que celebremos su llegada. Días y semanas para meditar, menos carreras, menos cansancio del bullicio y ajetreo de compras y compromisos, de banalidades y gastos superfluos... mejor preparar nuestro corazón y tratar de que los demás lo hagan también para el Gran Día del Nacimiento en la Tierra de Dios que se hace hombre.

Preparémonos con ilusión y con fe.
Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net

Mensaje de María Reina de la Paz
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de noviembre de 2014

“Queridos hijos! De modo especial hoy los invito a la oración. Oren, hijitos, para que comprendan quiénes son y a dónde deben ir. Sean portadores de la Buena Nueva y gente de esperanza. Sean amor para todos aquellos que están sin amor. Hijitos, podrán ser y realizar todo solamente si oran y están abiertos a la voluntad de Dios, a Dios, que desea conducirlos a la vida eterna. Yo estoy con ustedes e intercedo día tras día por ustedes ante mi Hijo Jesús. Gracias por haber respondido a mi llamado. ”

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Elizabeth S., de Bogotá, Colombia, a quien han diagnosticado cáncer de mama en fase II y se encuentra en delicado estado de salud. Que el Señor pose sus Santas Manos y nuestra Señora de Lourdes que interceda por ella y su familia y les de fortaleza, fe y esperanza en estos momentos que tanto lo necesitan.

Pedimos oración por Chiquita, de Argentina, cuyas necesidades el Señor conoce ya que pasa por momentos muy difíciles, para que Jesús le dé fuerzas y pueda salir delante de esta situación.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Noviembre 28
“Señor, fuente de mi vida, sé que todas mis capacidades son un don que recibí de ti. Mi inteligencia es un pequeño reflejo de la tuya y todos mis trabajos son posibles porque tu poder me sostiene y me da fuerzas. No quiero engrandecerme porque puedo hacer cosas. Hoy simplemente quiero darte gracias porque me das las capacidades, la luz y las fuerzas para poder trabajar.
Gracias porque siempre puedo ofrecer mis esfuerzos y ejercitar los dones que me has regalado. En mi vida late una chispa de tu potencia divina, y me das la posibilidad de colaborar contigo para mejorar este mundo y para hacer el bien a los demás.
Gracias porque me has dado la libertad para que yo pueda buscar lo bueno y para que elija yo mismo el camino del bien. No tengo la dureza de una piedra, pero tengo una voluntad que puede querer el bien. No tengo la potencia del sol, pero tengo la luz de la inteligencia. No tengo la belleza del mar, pero tengo una preciosa capacidad de amar y de servir.
Gracias, Señor, porque me has dado un lugar en el universo y porque también hoy puedo entregarle algo a la vida. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

jueves, 27 de noviembre de 2014

Pequeñas Semillitas 2527

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2527 ~ Jueves 27 de Noviembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy celebramos a la Virgen de la Medalla Milagrosa, advocación mariana referida a las apariciones de la Virgen Santísima a Santa Catalina de Labouré en París, en al año 1830, cuando era novicia de las Hermanas de la Caridad fundadas por Santa Luisa de Marillac, discípula del gran San Vicente de Paul.
Se refiere también que durante los nueve meses de su noviciado, Sor Catalina (cuya fiesta es mañana) tuvo la gracia de ver todos los días al Señor en el Santísimo Sacramento.
La historia de las apariciones de la Virgen, sus mensajes e instrucciones a la monja francesa, es tan interesante como extensa. Por eso quienes deseen leer más pueden hacerlo en la página dedicada al tema en Corazones.org o también en el Web Católico de Javier.

¡Buenos días!

La gran diferencia
“Decimos ‘Madre de Dios’ y lo decimos tranquilamente, con la misma naturalidad con que decimos la madre de Carlos o de Susana. Sin embargo, esa expresión está reclamando nuestro estupor, incluso cierta resistencia, cierto escándalo. Madre de Dios. En el límite del lenguaje y al borde mismo del absurdo, hemos tenido que hablar así: Dios, que es incapaz de hacer otro Dios, hizo lo más que podía hacer, una madre de Dios”, (José Cabodevilla).

Una persona decía a un amigo: —¿Por qué honrar tanto a la Virgen María? ¿Es que hay diferencia entre ella y mi madre? Y el amigo le respondió: —Supongamos que entre las dos madres no hubiera tanta diferencia. Pero entre el Hijo de la una y el hijo de la otra sí hay una diferencia inmensa, infinita. Por eso amamos a la Virgen María: porque es Madre del verdadero Dios. Si el pueblo de Israel honraba tanto a Betsabé, por ser la madre del sabio rey Salomón, ¿no deberemos honrar nosotros a María Santísima por ser Madre del más grande hombre que ha tenido el mundo, que es nuestro Señor Jesucristo y nuestro Dios?

“En la Sagrada Escritura encontramos pocas palabras de la Virgen, pero son como granos de oro puro: si los fundimos con el fuego de una amorosa contemplación, serán suficientes para irradiar sobre toda nuestra vida el esplendor luminoso de las virtudes de María” (Santa Teresa Benedicta de la Cruz). Hazla conocer, amar y honrar por los demás.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed entonces que se acerca su desolación. Entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que estén en medio de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no entren en ella; porque éstos son días de venganza, y se cumplirá todo cuanto está escrito.
»¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días! Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra, y cólera contra este pueblo; y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación». (Lc 21,20-28)

Comentario
Hoy al leer este santo Evangelio, ¿cómo no ver reflejado el momento presente, cada vez más lleno de amenazas y más teñido de sangre? «En la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo» (Lc 21,25b-26a). Muchas veces, se ha representado la segunda venida del Señor con las imágenes más terroríficas posibles, como parece ser en este Evangelio, siempre bajo el signo del miedo.
Sin embargo, ¿es éste el mensaje que hoy nos dirige el Evangelio? Fijémonos en las últimas palabras: «Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación» (Lc 21,28). El núcleo del mensaje de estos últimos días del año litúrgico no es el miedo, sino la esperanza de la futura liberación, es decir, la esperanza completamente cristiana de alcanzar la plenitud de vida con el Señor, en la que participarán también nuestro cuerpo y el mundo que nos rodea. Los acontecimientos que se nos narran tan dramáticamente quieren indicar de modo simbólico la participación de toda la creación en la segunda venida del Señor, como ya participaron en la primera venida, especialmente en el momento de su pasión, cuando se oscureció el cielo y tembló la tierra. La dimensión cósmica no quedará abandonada al final de los tiempos, ya que es una dimensión que acompaña al hombre desde que entró en el Paraíso.
La esperanza del cristiano no es engañosa, porque cuando empiecen a suceder estas cosas —nos dice el Señor mismo— «entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria» (Lc 21,27). No vivamos angustiados ante la segunda venida del Señor, su Parusía: meditemos, mejor, las profundas palabras de san Agustín que, ya en su época, al ver a los cristianos atemorizados ante el retorno del Señor, se pregunta: «¿Cómo puede la Esposa tener miedo de su Esposo?».
Fray Lluc TORCAL Monje del Monasterio de Sta. Mª de Poblet (Santa Maria de Poblet, Tarragona, España)

Santoral Católico:
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Advocación Mariana
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“Mi esperanza es que Europa, redescubriendo su patrimonio histórico y la profundidad de sus raíces, asumiendo su acentuada multipolaridad y el fenómeno de la transversalidad dialogante, reencuentre esa juventud de espíritu que la ha hecho fecunda y grande”
~Papa Francisco~

Tema del día:
Propósitos para el Adviento
La palabra adviento viene del latín, ad- ventus, (venida, llegada). Hace pues referencia a la llegada de Jesús a este mundo, como lo habían predicho los profetas y se esperaba en todo el pueblo de Israel desde hacía muchos años.

Isaías ya había dicho ”Y saldrá del tronco de Jesé....” Ese Jesús esperado para aliviarlos y sacarlos de la esclavitud, un poderoso guerrero y victorioso general de los ejércitos que levantara a todo el pueblo contra el dominador.

Israel vivió su adviento durante los tiempos de dominaciones y esclavitudes, de luchas y desazones, cuando llegó no lo conocieron, pues esperaban una mano dura que rompiera todas las cadenas. Esas cadenas no eran visibles, estaban en el corazón. Les costó pues comprender el mensaje de Él porque como siempre queremos “ver”.

Es pues este tiempo para nosotros de limpiar nuestra casa a fondo, tirar lo que estorbe, dar de lado a sentimientos negativos y prepotentes, mirar en nuestro interior, escudriñar los entresijos del corazón y hacer limpieza general.

Tirar lo que no sirva, lo que nos hiera y obstaculice el camino, el miedo, las inseguridades, el rencor, la apatía, llenar el alma de amor hacia uno mismo y hacia los demás, espíritu de servicio, perdonar y pedir perdón, recuperar los sentimientos perdidos, llenarse de esperanza y de fe, agradecer cuanto se tiene, con  todo aquello que dios nos ha bendecido, y nos sigue bendiciendo diariamente, a veces son cosas grandes, pero la mayoría de las veces pasan inadvertidas, la sonrisa de un niño, el perfume de una rosa...

Engalanar nuestra alma para esa bienvenida al Niño Dios, que brille en medio de los dolores y sufrimientos del mundo, poner en la vida alegría, humor, fuerza, empuje, acción… para que cuando llegue como todos los años podamos ofrecerle lo mejor que hay en nosotros mismos.

En nuestra casa decorar con motivos navideños el entorno, buscar la compañía de los seres queridos, acordarnos  de los que partieron a un fin mejor y que otras navidades estuvieron dándonos su calor, acompañar a los más débiles y desheredados de la fortuna, compartir algo de lo nuestro con ellos… ¡Tenemos tantas cosas!

Siempre debemos acercarnos a Jesús, pero en estas fechas es cita obligada la renovación. Él siempre está junto a nosotros y cualquier momento es bueno para acompañarlo.

Buscar un sitio, meditar, rezar, encontrarnos cara a cara para poder hablarle y pedirle por los enfermos, la paz, las guerras, los sinsabores de la vida… ¡Hay tantas cosas por las que orar!

Dar, dar a cambio nuestra colaboración, ponernos a su disposición para lo que él quiera de nosotros, ofrecerle nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, nuestros pesares y nuestros logros.

Reflexionar sobre nuestra vida, leer lecturas que alimenten la mente y el espíritu, mirar hacia atrás para no repetir  los errores, para poder edificar sobre las ruinas de una vida pasada que no debe repetirse, tenemos que seguir adelante, amando, comprendiendo, ofreciéndonos… sí, ofreciéndonos tal y como somos sin caretas que desvirtúen los defectos, ser siempre íntegros y sinceros, mostrarnos al mundo con defectos y virtudes, reconocer la humanidad que hay dentro de cada uno para afrontando la realidad cambiar las actitudes que no benefician  a nadie.

No malgastemos el tiempo haciendo sacrificios que no sepamos cumplir, es algo más sencillo, es amar, y amar es algo diferente, es olvidarse de sí mismo para darse, por eso decimos que amar es dar, es darnos a nosotros mismos y en esa entrega  todo lo que hay en sí misma de bello, de generoso y algunas veces de egoísmo, de querernos mucho a nosotros mismos y nada a los demás, de mirarnos en el espejo y no ver nada, debemos ser un reflejo de caridad, de entrega generosa y sin objeciones, de perdernos para encontrarnos, y al hacerlo descubrir un ser más entero, más humano y a la vez divino, con más altos ideales, con proyectos grandiosos para salvar a la humanidad de las garras del mal, del enemigo, (hipocresía, egoísmos, avaricias...)

Cada año las fiestas que se vivan sean nuevas, como nuestro interior, al renovarse por dentro que se refleje a nuestro alrededor, que invada a los que nos rodean y llene todo de luz y calor, como las calles de la ciudad que cada año se adornan para recibir a ese niño que todos llevamos dentro, pero que tienen que crecer en madurez y sentido común.

El mundo un día amanecerá y dirá de verdad ¡ ha nacido  Jesús !,  y ese día no habrá dolor, sufrimiento ni lágrimas, será un universo feliz, compartido y brillará una luz nueva , la luz de la verdad , de las almas puras e incontaminadas.

Habrá pasado el tiempo de las tinieblas para aparecer el de la luz, saldremos de las madrigueras para pactar con el lobo y el león, el zorro será amigo, el hielo se disolverá, el calor, el calor de los seres humanos aflorará y se esparcirá por el ambiente llenándolo todo de un agradable ambiente, contagiando de esperanza y de paz.
Josefina F. Jiménez Laguna

Nuevo artículo

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud física, mental y espiritual de Ramiro, de Argentina, que ha comenzado con diálisis por insuficiencia renal. Invocamos la mediación de la Virgen de la Medalla Milagrosa para que pida a Jesús por este hermano nuestro y lo fortalezca en estas difíciles circunstancias.

Pedimos oración para Juan Pablo, de Buenos Aires, Argentina, que está viviendo un momento complicado de su vida, en lo personal, lo laboral, lo familiar. Rogamos a Jesús, que es el camino, la verdad y la vida, que lo oriente para encontrar la senda luminosa que sólo Él puede dar.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Noviembre 27
El mismo Jesús que caminaba por Galilea y que entregó su vida en la cruz con amor infinito es el Resucitado que se hace presente en tu vida y en la mía. Si creemos en la amistad con él, podemos llegar a decirle agradecidos: “Nos quitas la sed en tu río de delicias, porque en ti está la fuente de la vida” (Sal 36,9-10). Podemos encontrarlo a él en todos los hermanos y hermanas que nos apoyan y nos exhortan en el camino. Él está en medio de los acontecimientos de la vida, donde nos invita a buscar un mundo más justo y más fraterno. Está en su Palabra que nos ilumina, y en ella encontramos la orientación para nuestro caminar. Está presente en los sacramentos, donde recibimos la fuerza de su Espíritu de vida. Y está sobre todo cuando lo celebramos juntos en la Eucaristía, donde reconocemos su presencia más plena y vivificante. También lo reconocemos de un modo especial en los más pobres (cf. Mt 25,37-40) y en los que sufren. Jesús nos manifiesta la dignidad inmensa de los pequeños y necesitados. Por eso, de nuestra amistad con él surge nuestra opción por ellos. La misma fe en Jesucristo es la que nos hace amigos de los pobres.
Entonces no podemos decir que no sabemos dónde buscar a Jesús. Él se ha hecho presente de muchas maneras para que podamos encontrarlo.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-