lunes, 13 de octubre de 2014

Pequeñas Semillitas 2490

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2490 ~ Lunes 13 de Octubre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Meditando todavía el Evangelio de ayer domingo, pensemos que nuestro Dios es un Dios de vida, y no puede permitir que sus criaturas tengan como destino final la muerte ni la infelicidad. No basta con ser llamados –bautizados-, hay que querer ser elegidos, haciendo vida el mensaje de Jesús con alegría, sin ningún temor, porque, aunque es exigente, como la libertad, la amistad, el amor... es llamada que conduce a la Fiesta, a la Plenitud y a la Vida.
Dice José Enrique Ruiz de Galarreta: La Palabra de Dios invita al conocimiento y a la amistad con Él, a la intimidad del banquete. En definitiva, invita a “entrar en el Reino”, es decir, creer sólo en “Abbá”, comportarse como hijo, pensar en “nosotros” más que en “yo”. La invitación es al Evangelio, a vivir en el Reino, no en las tinieblas, no en el juicio, no en el temor, no en el Sinaí, sino en el Monte de las Bienaventuranzas.
Todos estamos invitados “al banquete”. Pero es necesario que, en primer lugar, aceptemos el convite; y en segundo lugar, que luzcamos (nuestras almas) con los ropajes adecuados (buenas obras, buena vida de cristianos) para entrar a la fiesta (el Reino de Dios) a la que estamos convocados.

¡Buenos días!

Acepta la realidad
Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en esta sabiduría.

El error fundamental del hombre consiste en vivir entre sueños y ficciones. En cambio, el capítulo primero de la sabiduría consiste en mirar todo con los ojos abiertos, permanecer sereno y sin pestañear ante las asperezas de la realidad, aceptándola como es. La vida del hombre sabio deberá ser un constante pasar de las ilusiones a la realidad, de la fantasía a la objetividad. Necesitamos declarar la guerra a los ensueños, desplumar las ilusiones y avanzar hacia la serenidad. (Larrañaga).

Michel Quoist en “Triunfo” afirma: «Hay quienes “no tienen los pies sobre la tierra”, sencillamente vuelan. Vuelas, cuando consideras tus sueños como realidad; cuando pasas el tiempo concibiendo planes que jamás realizas; cuando no te adaptas a las personas y a las cosas. Soñar tu vida no es vivirla». Acepta tus límites y cultiva tus fortalezas.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás». (Lc 11,29-32)

Comentario
Hoy, la voz dulce —pero severa— de Cristo pone en guardia a los que están convencidos de tener ya el “billete” para el Paraíso solamente porque dicen: «¡Jesús, qué bello que eres!». Cristo ha pagado el precio de nuestra salvación sin excluir a nadie, pero hay que observar unas condiciones básicas. Y, entre otras, está la de no pretender que Cristo lo haga todo y nosotros nada. Esto sería no solamente necedad, sino malvada soberbia. Por esto, el Señor hoy usa la palabra “malvada”: «Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás» (Lc 11,29). Le da el nombre de “malvada” porque pone la condición de ver antes milagros espectaculares para dar después su eventual y condescendiente adhesión.
Ni ante sus paisanos de Nazaret accedió, porque —¡exigentes!— pretendían que Jesús signara su misión de profeta y Mesías mediante maravillosos prodigios, que ellos querrían saborear como espectadores sentados desde la butaca de un cine. Pero eso no puede ser: el Señor ofrece la salvación, pero sólo a aquel que se sujeta a Él mediante una obediencia que nace de la fe, que espera y calla. Dios pretende esa fe antecedente (que en nuestro interior Él mismo ha puesto como una semilla de gracia).
Un testigo en contra de los creyentes que mantienen una caricatura de la fe será la reina del Mediodía, que se desplazó desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y resulta que «aquí hay algo más que Salomón» (Lc 11,31). Dice un proverbio que «no hay peor sordo que quien no quiere oír». Cristo, condenado a muerte, resucitará a los tres días: a quien le reconozca, le propone la salvación, mientras que para los otros —regresando como Juez— no quedará ya nada qué hacer, sino oír la condenación por obstinada incredulidad. Aceptémosle con fe y amor adelantados. Le reconoceremos y nos reconocerá como suyos. Decía el Siervo de Dios Don Alberione: «Dios no gasta la luz: enciende las lamparillas en la medida en que hagan falta, pero siempre en tiempo oportuno».
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole, Florencia, Italia)

Santoral Católico:
San Rómulo
Obispo
 
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Fuente: Catholic.net    

La frase de hoy

““Alimenta al que se muere de hambre,
porque si no lo alimentas lo matas”.
Vaticano II - G.S. 69

Tema del día:
Los carismas en la Iglesia

1) Para saber
En la primera Audiencia general de octubre, el Papa Francisco meditó sobre los carismas en la Iglesia y explicó que estos dones de Dios, del Espíritu Santo, son dados a la Iglesia para que estén al servicio de toda la comunidad, sin que existan celos o envidias.

El Señor ha colmado a la Iglesia con muchos dones del Espíritu Santo. Y dentro de estos dones, unos son preciosos para la edificación y el camino de la comunidad cristiana: se trata de los carismas. Pero el Papa se preguntaba, ¿qué es exactamente un carisma? ¿Cómo podemos reconocerlo y recibirlo? ¿El hecho de que en la Iglesia haya a diversidad y multiplicidad de carismas debe ser visto en sentido positivo o es un problema?

En el lenguaje común, cuando se habla de “carisma” se entiende una habilidad natural. Por ejemplo, cuando se dice “esta persona tiene un especial carisma para enseñar”. Es un talento que tiene.

En la perspectiva cristiana, el carisma es mucho más, pues es una gracia, un don prodigado por Dios Padre, a través la acción del Espíritu Santo. Ese don es dado a alguien no porque sea más bueno que los otros o porque se lo haya merecido: es un regalo que Dios le hace para que, con la misma gratuidad y el mismo amor, lo ponga al servicio y para el bien de todos.

2) Para pensar
En la misma Audiencia, el Papa saludó a los peregrinos que habían acudido días antes a la beatificación en Madrid de Álvaro del Portillo, sucesor de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Ahí les invitó a acudir a la intercesión y al ejemplo del nuevo beato, para que les ayudara a responder con generosidad a la llamada de Dios a la santidad y al apostolado en la vida ordinaria al servicio de la Iglesia y de la humanidad entera.

Precisamente el nuevo beato Álvaro, invitaba a poner nuestras cualidades al servicio del Señor, siguiendo el ejemplo de san Josemaría, quien en su juventud, se planteó en su vida dos caminos: el primero, seguir los estudios de Derecho, ganar una cátedra, sobresalir entre sus colegas progresando en el saber; o el segundo, conformarse con un saber conveniente, mas no ignorante, sin figurar, poniéndose al servicio de Dios. Eligió el segundo camino. Ahora se pueden ver los frutos abundantísimos de santidad que Dios ha suscitado gracias a su entrega.

3) Para vivir
Dios da cualidades, pero esos carismas no son para uno mismo, sino para que estén al servicio de toda la comunidad.

El Papa nos invita a preguntarnos: “¿hay algún carisma que el Señor ha hecho nacer en mí? ¿Vivo con generosidad este don, poniéndolo al servicio de todos o lo descuido? O quizás ¿se transforma para mí en motivo de orgullo?

Saber que existen muchos carismas diferentes, no debe ser visto como un motivo de confusión o malestar: son regalos que Dios hace, para que pueda crecer la Iglesia de forma armoniosa, en la fe y en su amor: “¡Qué cosa tan bella! Tantos dones diferentes, porque somos todos hijos de Dios y todos amados en un modo único”.

En la comunidad cristiana nosotros necesitamos los unos de los otros, y todo don recibido se actúa plenamente cuando es compartido con los hermanos, por el bien de todos. ¡Esta es la Iglesia!
Pbro. José Martínez Colín

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por la salud física y la fortaleza espiritual de la señora Lidia R., que vive en Temuco, Chile, que esta semana se internará para ser operada. Que el Señor, con su amor y misericordia, la acompañe y le conceda sus gracias sanadoras.

Pedimos oraciones para Héctor, de Argentina, internado en grave estado. Invocamos la mediación de la Virgen de San Nicolás para que pida por él a Jesús.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Octubre 13
Quiero adorarte, Señor, quiero reconocer una vez más tu inmensa grandeza. Porque estás en cada cosa pero lo superas todo, maravilloso y sublime.
Muchas veces me siento grande o me deslumbro ante los poderosos de este mundo. Así olvido que todo el universo es un granito de arena al lado de tu infinita gloria. Tú eres Dios, sólo tú eres Dios más allá de todo y por encima de todo.
Recibe la adoración de esta pequeña criatura que se postra ante ti. Me someto ante tu sagrada presencia, y mi gloria es adorarte. Porque sólo cuando te adoro soy verdaderamente grande.
Tu poder me levanta y me exalta, tu amor me libera y me promueve, tu presencia me fortalece y me ilumina. Te adoro a ti, mi Dios, y a nadie más adoro.
Nada más en el universo merece que me postre. Sólo a ti me someto, porque eres el único Dios. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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