PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2490 ~ Lunes
13 de Octubre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Meditando todavía el Evangelio de ayer domingo, pensemos
que nuestro Dios es un Dios de vida, y no puede permitir que sus criaturas
tengan como destino final la muerte ni la infelicidad. No basta con ser
llamados –bautizados-, hay que querer ser elegidos, haciendo vida el mensaje de
Jesús con alegría, sin ningún temor, porque, aunque es exigente, como la
libertad, la amistad, el amor... es llamada que conduce a la Fiesta, a la
Plenitud y a la Vida.
Dice José Enrique Ruiz de Galarreta: La Palabra de Dios
invita al conocimiento y a la amistad con Él, a la intimidad del banquete. En
definitiva, invita a “entrar en el Reino”, es decir, creer sólo en “Abbá”,
comportarse como hijo, pensar en “nosotros” más que en “yo”. La invitación es
al Evangelio, a vivir en el Reino, no en las tinieblas, no en el juicio, no en
el temor, no en el Sinaí, sino en el Monte de las Bienaventuranzas.
Todos estamos invitados “al banquete”. Pero es necesario
que, en primer lugar, aceptemos el convite; y en segundo lugar, que luzcamos
(nuestras almas) con los ropajes adecuados (buenas obras, buena vida de
cristianos) para entrar a la fiesta (el Reino de Dios) a la que estamos convocados.
¡Buenos días!
Acepta la realidad
Un signo de
madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para
vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de
valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el
arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en esta
sabiduría.
El error fundamental del hombre consiste en
vivir entre sueños y ficciones. En cambio, el capítulo primero de la sabiduría
consiste en mirar todo con los ojos abiertos, permanecer sereno y sin pestañear
ante las asperezas de la realidad, aceptándola como es. La vida del hombre
sabio deberá ser un constante pasar de las ilusiones a la realidad, de la
fantasía a la objetividad. Necesitamos declarar la guerra a los ensueños,
desplumar las ilusiones y avanzar hacia la serenidad. (Larrañaga).
Michel Quoist en
“Triunfo” afirma: «Hay quienes “no tienen los pies sobre la tierra”,
sencillamente vuelan. Vuelas, cuando consideras tus sueños como realidad;
cuando pasas el tiempo concibiendo planes que jamás realizas; cuando no te
adaptas a las personas y a las cosas. Soñar tu vida no es vivirla». Acepta tus
límites y cultiva tus fortalezas.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, habiéndose reunido la gente alrededor de
Jesús, Él comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide una
señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás
fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta
generación. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con los hombres de
esta generación y los condenará: porque ella vino de los confines de la tierra
a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Los ninivitas
se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se
convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás». (Lc 11,29-32)
Comentario
Hoy, la voz dulce —pero severa— de Cristo pone en guardia
a los que están convencidos de tener ya el “billete” para el Paraíso solamente
porque dicen: «¡Jesús, qué bello que eres!». Cristo ha pagado el precio de
nuestra salvación sin excluir a nadie, pero hay que observar unas condiciones
básicas. Y, entre otras, está la de no pretender que Cristo lo haga todo y
nosotros nada. Esto sería no solamente necedad, sino malvada soberbia. Por
esto, el Señor hoy usa la palabra “malvada”: «Esta generación es una generación
malvada; pide una señal, y no se le dará otra señal que la señal de Jonás» (Lc
11,29). Le da el nombre de “malvada” porque pone la condición de ver antes
milagros espectaculares para dar después su eventual y condescendiente
adhesión.
Ni ante sus paisanos de Nazaret accedió, porque
—¡exigentes!— pretendían que Jesús signara su misión de profeta y Mesías
mediante maravillosos prodigios, que ellos querrían saborear como espectadores
sentados desde la butaca de un cine. Pero eso no puede ser: el Señor ofrece la
salvación, pero sólo a aquel que se sujeta a Él mediante una obediencia que
nace de la fe, que espera y calla. Dios pretende esa fe antecedente (que en
nuestro interior Él mismo ha puesto como una semilla de gracia).
Un testigo en contra de los creyentes que mantienen una
caricatura de la fe será la reina del Mediodía, que se desplazó desde los
confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y resulta que
«aquí hay algo más que Salomón» (Lc 11,31). Dice un proverbio que «no hay peor
sordo que quien no quiere oír». Cristo, condenado a muerte, resucitará a los
tres días: a quien le reconozca, le propone la salvación, mientras que para los
otros —regresando como Juez— no quedará ya nada qué hacer, sino oír la
condenación por obstinada incredulidad. Aceptémosle con fe y amor adelantados.
Le reconoceremos y nos reconocerá como suyos. Decía el Siervo de Dios Don
Alberione: «Dios no gasta la luz: enciende las lamparillas en la medida en que
hagan falta, pero siempre en tiempo oportuno».
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di
Fiesole, Florencia, Italia)
Santoral Católico:
San Rómulo
Obispo
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
““Alimenta al que se muere de hambre,
porque si no lo alimentas lo matas”.
Vaticano II - G.S. 69
Tema del día:
Los carismas en la Iglesia
1) Para saber
En la primera Audiencia general de octubre, el Papa
Francisco meditó sobre los carismas en la Iglesia y explicó que estos dones de
Dios, del Espíritu Santo, son dados a la Iglesia para que estén al servicio de
toda la comunidad, sin que existan celos o envidias.
El Señor ha colmado a la Iglesia con muchos dones del
Espíritu Santo. Y dentro de estos dones, unos son preciosos para la edificación
y el camino de la comunidad cristiana: se trata de los carismas. Pero el Papa
se preguntaba, ¿qué es exactamente un carisma? ¿Cómo podemos reconocerlo y
recibirlo? ¿El hecho de que en la Iglesia haya a diversidad y multiplicidad de
carismas debe ser visto en sentido positivo o es un problema?
En el lenguaje común, cuando se habla de “carisma” se
entiende una habilidad natural. Por ejemplo, cuando se dice “esta persona tiene
un especial carisma para enseñar”. Es un talento que tiene.
En la perspectiva cristiana, el carisma es mucho más,
pues es una gracia, un don prodigado por Dios Padre, a través la acción del
Espíritu Santo. Ese don es dado a alguien no porque sea más bueno que los otros
o porque se lo haya merecido: es un regalo que Dios le hace para que, con la
misma gratuidad y el mismo amor, lo ponga al servicio y para el bien de todos.
2) Para pensar
En la misma Audiencia, el Papa saludó a los peregrinos
que habían acudido días antes a la beatificación en Madrid de Álvaro del
Portillo, sucesor de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. Ahí les
invitó a acudir a la intercesión y al ejemplo del nuevo beato, para que les
ayudara a responder con generosidad a la llamada de Dios a la santidad y al
apostolado en la vida ordinaria al servicio de la Iglesia y de la humanidad
entera.
Precisamente el nuevo beato Álvaro, invitaba a poner
nuestras cualidades al servicio del Señor, siguiendo el ejemplo de san
Josemaría, quien en su juventud, se planteó en su vida dos caminos: el primero,
seguir los estudios de Derecho, ganar una cátedra, sobresalir entre sus colegas
progresando en el saber; o el segundo, conformarse con un saber conveniente,
mas no ignorante, sin figurar, poniéndose al servicio de Dios. Eligió el
segundo camino. Ahora se pueden ver los frutos abundantísimos de santidad que
Dios ha suscitado gracias a su entrega.
3) Para vivir
Dios da cualidades, pero esos carismas no son para uno
mismo, sino para que estén al servicio de toda la comunidad.
El Papa nos invita a preguntarnos: “¿hay algún carisma
que el Señor ha hecho nacer en mí? ¿Vivo con generosidad este don, poniéndolo
al servicio de todos o lo descuido? O quizás ¿se transforma para mí en motivo
de orgullo?
Saber que existen muchos carismas diferentes, no debe ser
visto como un motivo de confusión o malestar: son regalos que Dios hace, para
que pueda crecer la Iglesia de forma armoniosa, en la fe y en su amor: “¡Qué
cosa tan bella! Tantos dones diferentes, porque somos todos hijos de Dios y
todos amados en un modo único”.
En la comunidad cristiana nosotros necesitamos los unos
de los otros, y todo don recibido se actúa plenamente cuando es compartido con
los hermanos, por el bien de todos. ¡Esta es la Iglesia!
Pbro. José Martínez Colín
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por la salud física y la fortaleza
espiritual de la señora Lidia R.,
que vive en Temuco, Chile, que esta semana se internará para ser operada. Que
el Señor, con su amor y misericordia, la acompañe y le conceda sus gracias
sanadoras.
Pedimos oraciones para Héctor, de Argentina, internado en grave estado. Invocamos la
mediación de la Virgen de San Nicolás para que pida por él a Jesús.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Octubre 13
Quiero adorarte, Señor, quiero reconocer una vez más tu
inmensa grandeza. Porque estás en cada cosa pero lo superas todo, maravilloso y
sublime.
Muchas veces me siento grande o me deslumbro ante los
poderosos de este mundo. Así olvido que todo el universo es un granito de arena
al lado de tu infinita gloria. Tú eres Dios, sólo tú eres Dios más allá de todo
y por encima de todo.
Recibe la adoración de esta pequeña criatura que se
postra ante ti. Me someto ante tu sagrada presencia, y mi gloria es adorarte. Porque
sólo cuando te adoro soy verdaderamente grande.
Tu poder me levanta y me exalta, tu amor me libera y me
promueve, tu presencia me fortalece y me ilumina. Te adoro a ti, mi Dios, y a
nadie más adoro.
Nada más en el universo merece que me postre. Sólo a ti
me someto, porque eres el único Dios. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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