jueves, 2 de octubre de 2014

Pequeñas Semillitas 2481

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 9 - Número 2481 ~ Jueves 2 de Octubre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hemos escuchado mil veces la frase… “Una mirada vale más que mil palabras…”, pero pocas veces se escucha “Un abrazo vale más que mil palabras…”.
Un abrazo nos permite transferir energía a la persona que abrazamos y donar a la persona abrazada un estímulo emocional.
Y como las palabras, un abrazo es una forma de comunicarse, sobre todo cuando las palabras no son suficientes. Abrazar para consolar a alguien, abrazar por amor, abrazar por miedo, abrazar de alegría… con sólo un abrazo puedes trasmitir muchas emociones que se expresan mejor que con las palabras.

¡Buenos días!

Teresita, santa muy simple y humilde
Ayer recordamos a santa Teresita del Niño Jesús. Esta carmelita decía que «Los sencillos actos de la vida, hechos con amor, son el camino de la santidad. Ésta no consiste en prácticas especiales, sino en una disposición interior que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra fragilidad y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre.»

Lo extraordinario se escondía dentro de su alma, era su amor. «Ahora—escribía—no tengo más que un deseo: amar a Jesús hasta la locura.» Este amor producía en ella un grande amor al prójimo, dándole a entender que su vida debía ser un sacrificio continuo por la salvación de las almas. Rezaba y ofrecía sus dolores por los misioneros, y no podía leer, sin conmoverse, la vida del mártir Teófanes Vénard. «Le amo—decía—, porque es un pequeño santo, lleno de sencillez, que amaba a la Virgen y quería mucho a su familia, y vivía en un amoroso abandono en las manos de Dios.» Y añadía: «Se lee en la vida de ciertos santos que eran graves y austeros, aun en las horas de recreo. Estos me atraen menos que Teófanes Vénard, el cual aparecía siempre alegre.»

Teresita escribía a su hermana (17.09.1896) con claridad, la actitud fundamental que la guió en su vida espiritual: "La confianza, y nada más que la confianza, es la que debe conducirnos al amor de Dios". Había captado con profundidad el mensaje de la Biblia: “Dichoso el que ha puesto en el Señor toda su confianza, porque jamás quedará defraudado”.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, el Señor designó a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: «La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saludéis a nadie en el camino.
»En la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros. Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayáis de casa en casa. En la ciudad en que entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad los enfermos que haya en ella, y decidles: ‘El Reino de Dios está cerca de vosotros’.
»En la ciudad en que entréis y no os reciban, salid a sus plazas y decid: ‘Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies, os lo sacudimos. Pero sabed, con todo, que el Reino de Dios está cerca’. Os digo que en aquel día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad». (Lc 10,1-12)

Comentario
Hoy Jesús nos habla de la misión apostólica. Aunque «designó a otros setenta y dos, y los envió» (Lc 10,1), la proclamación del Evangelio es una tarea «que no podrá ser delegada a unos pocos “especialistas”» (Juan Pablo II): todos estamos llamados a esta tarea y todos nos hemos de sentir responsables de ella. Cada uno desde su lugar y condición. El día del Bautismo se nos dijo: «Eres Sacerdote, Profeta y Rey para la vida eterna». Hoy, más que nunca, nuestro mundo necesita del testimonio de los seguidores de Cristo.
«La mies es mucha, y los obreros pocos» (Lc 10,2): es interesante este sentido positivo de la misión, pues el texto no dice «hay mucho que sembrar y pocos obreros». Quizá hoy debiéramos hablar en estos términos, dado el gran desconocimiento de Jesucristo y de su Iglesia en nuestra sociedad. Una mirada esperanzada de la misión engendra optimismo e ilusión. No nos dejemos abatir por el pesimismo y por la desesperanza.
De entrada, la misión que nos espera es, a la vez, apasionante y difícil. El anuncio de la Verdad y de la Vida, nuestra misión, no puede ni ha de pretender forzar la adhesión, sino suscitar una libre adhesión. Las ideas se proponen, no se imponen, nos recuerda el Papa.
«No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias...» (Lc 10,4): la única fuerza del misionero ha de ser Cristo. Y, para que Él llene toda su vida, es necesario que el evangelizador se vacíe totalmente de aquello que no es Cristo. La pobreza evangélica es el gran requisito y, a la vez, el testimonio más creíble que el apóstol puede dar, aparte de que sólo este desprendimiento nos puede hacer libres.
El misionero anuncia la paz. Es portador de paz porque lleva a Cristo, el “Príncipe de la Paz”. Por esto, «en la casa en que entréis, decid primero: ‘Paz a esta casa’. Y si hubiere allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; si no, se volverá a vosotros» (Lc 10,5-6). Nuestro mundo, nuestras familias, nuestro yo personal, tienen necesidad de Paz. Nuestra misión es urgente y apasionante.
Rev. D. Ignasi NAVARRI i Benet (La Seu d'Urgell, Lleida, España)

Santoral Católico:
Los Santos Ángeles Custodios
Información amplia 
Fuente: Catholic.net    

Palabras del Papa Francisco

“La fe nos da la seguridad de la presencia de Jesús siempre al lado, que nos tiene de la mano para alejarnos del peligro. Todos nosotros estamos sobre esta barca, y aquí nos sentimos seguros no obstante nuestros límites y nuestras debilidades. Estamos seguros sobre todo cuando sabemos ponernos de rodillas y adorar a Jesús. ¡Adorar a Jesús!... el único Señor de nuestra vida. A esto nos llama siempre nuestra Madre, la Virgen”
Papa Francisco

Tema del día:
¿Salvarse en el último minuto?
—¿Y no es injusto que reciba el mismo premio del cielo uno que ha llevado toda una vida de esfuerzo y sacrificio, que otro que se ha convertido a última hora en el lecho de muerte?

La Iglesia afirma que el grado de felicidad en el cielo será distinto según la diversidad de los méritos alcanzados por cada uno en la tierra. Y lo mismo puede decirse sobre la desigualdad de las penas del infierno, según la gravedad y número de males cometidos. Se muere como se vive. Dios es justo y dará a cada uno según sus obras.

Hay gente -parece asombroso, pero es así- cuyo plan parece ser ese que dices: convertirse en el lecho de muerte. Su idea es vivir egoístamente, olvidados de todo y de todos, y en su estupidez imaginan que en el último momento, rodeados de sus seres queridos, les bastará con disculparse elegantemente por haberles amargado la vida, y pedir, acto seguido, perdón a Dios.

Pero cuando se encuentren ante Dios, no cabrá el engaño. Toda la mentira con que han querido condimentar su vida se desplomará en un instante. Y -como escribe Arellano- si el camino del hombre hacia la verdad es, en un noventa por ciento, tarea de descubrir mentiras, esas personas se darán cuenta entonces de que en su vida esa tarea ha sido muy escasa. Y se lamentarán de haberse negado a reflexionar sobre la evidente realidad de la muerte. "Ahora -dicen- no tengo tiempo para esas cosas; cuéntamelo en el lecho de muerte, y quizá te escuche." Y ahí es donde se equivocan por completo. Cuando se cae en la mentira para evitar incomodos, la manta bajo la que pretenden esconderse se vuelve un poco más grande, hasta que acaba por ahogarles debajo. Cada momento en que cerramos voluntariamente los ojos ante nuestro destino en la otra vida es un momento desperdiciado de esta.
Alfonso Aguiló

Nuevo vídeo

Hay un nuevo video subido a este blog.
Para verlo tienes que ir al final de la página.

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Carolina S. de J. (Colombia) y para Pamela W. de J. (Canadá), ambas familiares entre sí y enfermas de cáncer. Invocamos la protección de los Ángeles Custodios y la intervención divina de Jesús para que reciban las gracias de sanación.

Pedimos oración por Gustavo, de Buenos Aires, joven de Argentina al que han cambiado el catéter que utiliza para dializarse. Que el Señor lo acompañe y le abra perspectivas favorables para su enfermedad.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Un estímulo todos los días
Octubre 2
“Señor Jesús, nos dejaste tu mandamiento de amor y nos diste ejemplo ocupándote de los problemas de la gente, entregando la vida por el pueblo. Te pido que me ilumines para poder ayudar a los seres humanos que pongas ante mí.
No quiero pensar sólo en mis necesidades y deseos. Por eso te ruego por esas personas que se encontrarán conmigo, quiero dedicar un momento a orar por ellos. Tú conoces íntimamente su corazón, sabes cuáles son sus angustias, entiendes sus deseos y sus búsquedas más profundas.
Entra en su corazón, libéralos de todo mal. Restaura todo lo que está dañado dentro de ellos, cura las raíces de sus enfermedades y perturbaciones, devuélveles la paz y el gusto de vivir.
Coloca tu amor en esos corazones, para que puedan amar a los demás con generosidad. Protege y libera a esas personas, ayúdales a reconocer su dignidad.
Dame una gran sensibilidad para escucharlos y comprender profundamente lo que les pasa. Regálame paciencia para tolerar sus palabras duras y sus incomprensiones. Coloca en mi boca las palabras justas, para que encuentren el alivio, el consejo y el estímulo que necesitan en este momento.
Te los entrego, Jesús, para que seas el único Señor y Salvador de sus vidas. Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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