viernes, 9 de abril de 2010

Pequeñas Semillitas 1035

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1035 ~ Viernes 9 de Abril de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Iniciamos esta edición de "Pequeñas Semillitas" con una reflexión de María Isabel Perda, de su libro "Palabras a Dios y al pueblo" que dice lo siguiente:
Hoy caminaré de nuevo ligera y enamorada, con un amor que crece, a medida que se avanza por la esperanza, hecha alegre, en fe vivida y probada. Hoy quiero sobre tu Mar, poner mi pie confiada y andando a paso ligero, vaya, Señor, donde vayas... que vive ya el corazón sólo porque Tú me llamas...


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera. Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar». Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo». Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?». Le contestaron: «No». Él les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor». Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se puso el vestido —pues estaba desnudo— y se lanzó al mar. Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan. Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar». Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Venid y comed». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez. Ésta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.
(Juan 21, 1-14)

Comentario
Hoy, Jesús por tercera vez se aparece a los discípulos desde que resucitó. Pedro ha regresado a su trabajo de pescador y los otros se animan a acompañarle. Es lógico que, si era pescador antes de seguir a Jesús, continúe siéndolo después; y todavía hay quien se extraña de que no se tenga que abandonar el propio trabajo, honrado, para seguir a Cristo.
¡Aquella noche no pescaron nada! Cuando al amanecer aparece Jesús, no le reconocen hasta que les pide algo para comer. Al decirle que no tienen nada, Él les indica dónde han de lanzar la red. A pesar de que los pescadores se las saben todas, y en este caso han estado bregando sin frutos, obedecen. «¡Oh poder de la obediencia! —El lago de Genesaret negaba sus peces a las redes de Pedro. Toda una noche en vano. —Ahora, obediente, volvió la red al agua y pescaron (...) una gran cantidad de peces. —Créeme: el milagro se repite cada día» (San Josemaría).
El evangelista hace notar que eran «ciento cincuenta y tres» peces grandes (cf. Jn 21,11) y, siendo tantos, no se rompieron las redes. Son detalles a tener en cuenta, ya que la Redención se ha hecho con obediencia responsable, en medio de las tareas corrientes.
Todos sabían «que era el Señor. Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da» (Jn 21,12-13). Igual hizo con el pescado. Tanto el alimento espiritual, como también el alimento material, no faltarán si obedecemos. Lo enseña a sus seguidores más próximos y nos lo vuelve a decir a través de Juan Pablo II: «Al comienzo del nuevo milenio, resuenan en nuestro corazón las palabras con las que un día Jesús (...) invitó al Apóstol a ‘remar mar adentro’: ‘Duc in altum’ (Lc 5, 4). Pedro y los primeros compañeros confiaron en la palabra de Cristo (...) y ‘recogieron una cantidad enorme de peces’ (Lc 5,6). Esta palabra resuena también hoy para nosotros».
Por la obediencia, como la de María, pedimos al Señor que siga otorgando frutos apostólicos a toda la Iglesia.
Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)


Santoral Católico
Santa María Cleofás, Matrona


Santa María de Cleofás, era esposa de un hombre llamado Cleofás, quien tal vez se identifica con el Cleofás que acompañó al Señor a Emaús después de la resurrección. Los comentarios de la Escritura discuten cúal de las Marías mencionadas en los Evangelios era María Cleofás. El Martirologio Romano dice simplemente: "San Juan Evangelista la llama hermana de María, la Madre de Dios y afirma que estaba con en ella al pie de la cruz" Pero no es imposible que la hermana de la Madre de Jesús, mencionada por San Juan (19, 25), haya sido otra matrona cuyo nombre desconocemos.

Naturalmente, la leyenda bordó mucho sobre el nombre de María Cleofás en épocas posteriores. Se cuenta que acompañó a España a Santiago el mayor, que murió en ciudad Rodrigo y que fue muy venerada en Santiago de Compostela. Otra leyenda, no menos extravagante, cuenta que fue a la Provenza francesa con los Santos Lázaro, María Magdalena y Marta, y que fue sepultada en Saint Maries, cerca de la desembocadura del Ródano.


Pensamiento


"Recuerda que el secreto de la felicidad está en la libertad
y el secreto de la libertad, en el coraje"
Tucídides


Temas Médicos:
10 mitos en torno al tabaco


• 1.- La mayoría de la gente lo deja por consejo médico.
FALSO. Sólo el 6% lo deja por esa razón.

• 2.- Lo mejor es dejarlo 'al toque'.
FALSO. Sólo el 5% de los que intentan dejarlo sin ningún tipo de ayuda resisten un año sin fumar.

• 3.- Asqueados por el hábito de sus padres, los hijos de fumadores fuman menos.
FALSO. Las estadísticas revelan que tener un padre o una madre fumador es un factor de riesgo para la contraer la adicción. (Si los dos padres son fumadores el riesgo es aún mayor)

• 4.- Si el tabaco fuera tan malo, no habría tanta gente sana que lleva 20 años fumando.
FALSO. Los efectos del tabaco son acumulativos. En algunos casos, pueden pasar décadas antes de que células con mutaciones se transformen en cancerosas. De todos modos, las estadísticas revelan que un fumador tiene un riesgo a enfermar mucho mayor que un no fumador de sus mismas características.

• 5.- La contaminación ambiental es bastante peor. . .
FALSO. El riesgo de un fumador pasivo es 100 veces mayor que el que provocan los contaminantes presentes en el ambiente.

• 6.- No hay forma de evitar engordar si se deja de fumar.
FALSO. Hay una tendencia a engordar unos kilos en los primeros meses, pero luego esa tendencia se reduce. También, se ha comprobado que un programa de ejercicio diario junto con una dieta rica en vegetales y pobre en grasas evita engordar en esos meses de riesgo.

• 7.- Las vitaminas no ayudan. . .
DEPENDE. No ayudan a dejarlo, pero sí al fumador. Porque hay que saber que el tabaco despoja al organismo de vitaminas y minerales, en especial de las vitaminas C y E, esenciales para contrarrestar los efectos de los radicales libres producidos por el tabaco.

• 8.- Los cigarrillos bajos en nicotina son un recurso. . .
FALSO. Se ha comprobado que los fumadores dan caladas más profundas o fuman más para compensar el déficit de nicotina.

• 9.- Las mujeres tienen menos riesgos. . .
HASTA CIERTO PUNTO. Una mujer fumadora de 35 años tiene 5 años menos de esperanza de vida que una que no fuma. Un fumador de 35 años tiene 7 años menos.

• 10.- La dependencia dura años.
FALSO. Los expertos calculan que el síndrome físico de abstinencia de nicotina dura unas 9 semanas. El síndrome psicológico puede durar más de 3 meses.

Marisol Guisasola


Meditación breve


Los monos macacos japoneses trabajan duro solo para sobrevivir en su frío hábitat. Deben trepar montañas altas a menudo para conseguir comida. Sin embargo, toman frecuentes descansos, se renuevan a sí mismos, y hasta pasean un poco. Parecen tener un conocimiento innato de que trabajar mucho, sin detenerse a jugar los lleva a estar exhaustos, y quizá a la extinción.
A diferencia de los monos, muchos trabajadores japoneses han trabajado sin descanso hasta morir. Las ansias por un buen rendimiento -demostrado no solo por el interés en la producción, sino también por las horas dedicadas- impregnan su cultura. Este síndrome trágico se ha convertido en algo tan conocido que tiene su propio nombre: karoshi.
Es triste que las actividades de los monos parecieran tener más sentido que las actividades humanas. Como a los monos, a los humanos nos han inculcado ciertos instintos que nos dicen lo que nuestros cuerpos, mentes y espíritus necesitan. Coman cuando les baja el azúcar, duerman cuando están cansados, busquen la calma cuando el ruido del mundo les moleste mucho, y así en todas nuestras necesidades.
No se mate tratando de ser la estrella en el trabajo. En vez de eso tómese su tiempo de descanso y relájese. Aprender a dejar algunas cosas sin hacer es en verdad satisfactorio.


Pedidos de oración


Pedimos oración por Gaby, que tiene 42 años de edad y está internada en Buenos Aires, Argentina, con dos aneurismas, muy grave. Que el Señor la proteja y le conceda la gracia de curarse.


Desde México, Sandra no pide oración por su mamá, la señora Paula P. Q., que está enferma de várices, de los pulmones y del corazón, para que el Señor le conceda encontrar el médico que inspirado por Él la ayude a recuperar su salud.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu de constancia, que puede ser perseverante en mis deberes cotidianos, dame alimento y fuerza en todos mis trabajos, a fin de que sean siempre para tu mayor gloria y honor. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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