jueves, 12 de febrero de 2009

Pequeñas Semillitas 0639

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0639 ~ Jueves 12 de Febrero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)




Hola !!!
Hoy iniciamos el boletín diario con una reflexión hermosa que se atribuye a Charles Chaplin, y dice así:
"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso: canta, ríe, ama y vive intensamente cada momento de tu vida, antes que baje el telón y la obra termine sin aplausos..."



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, Jesús partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, sino que, en seguida, habiendo oído hablar de Él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Él le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos». Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños». Él, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija». Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.
(Marcos 7, 24-30)

Comentario
Hoy se nos muestra la fe de una mujer que no pertenecía al pueblo elegido, pero que tenía la confianza en que Jesús podía curar a su hija. En efecto, aquella madre «era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio» (Mc 7,26). El dolor y el amor le llevan a pedir con insistencia, sin tener en cuenta ni desprecios, ni retrasos, ni indignidad. Y consigue lo que pide, pues «volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido» (Mc 7,30).
San Agustín decía que muchos no consiguen lo que piden pues son «aut mali, aut male, aut mala». O son malos y lo primero que tendrían que pedir es ser buenos; o piden malamente, sin insistencia, en lugar de hacerlo con paciencia, con humildad, con fe y por amor; o piden malas cosas que si se recibiesen harían daño al alma o al cuerpo o a los demás. Hay que esforzarse, pues, por pedir bien. La mujer sirofenicia es buena madre, pide algo bueno («que expulsara de su hija al demonio») y pide bien («vino y se postró a sus pies»).
El Señor nos mueve a usar perseverantemente la oración de petición. Ciertamente, existen otros tipos de plegaria -la adoración, la expiación, la oración de agradecimiento-, pero Jesús insiste en que nosotros frecuentemos mucho la oración de petición.
¿Por qué? Muchos podrían ser los motivos: porque necesitamos la ayuda de Dios para alcanzar nuestro fin; porque expresa esperanza y amor; porque es un clamor de fe. Pero existe uno que quizá sea poco tenido en cuenta: Dios quiere que las cosas sean un poco como nosotros queremos. De este modo, nuestra petición -que es un acto libre- unida a la libertad omnipotente de Dios, hace que el mundo sea como Dios quiere y algo como nosotros queremos. ¡Es maravilloso el poder de la oración!
Rev. D. Enric Cases i Martín (Barcelona, España)



Santoral Católico



Santa Eulalia, mártir



Eulalia significa: "la que habla bien" Eu = bien, Lal = hablar. Santa Eulalia es una de las santas más famosas de España. Los datos acerca de su vida y de su muerte los encontramos en un himno que en honor de ella se escribe el poeta Prudencio en el siglo cuarto. Y allí se cuenta lo siguiente:

Cuando Eulalia cumplió los doce años apareció el decreto del emperador Diocleciano prohibiendo a los cristianos dar culto a Jesucristo, y mandándoles que debían adorar a los falsos ídolos de los paganos. La niña sintió un gran disgusto por estas leyes tan injustas y se propuso protestar entre los delegados del gobierno.

Viendo la mamá que la jovencita podía correr algún peligro de muerte si se atrevía a protestar contra la persecución de los gobernantes, se la llevó a vivir al campo, pero ella se vino de allá y llegó a la ciudad de Mérida. Eulalia se presentó ante el gobernador Daciano y le protestó valientemente diciéndole que esas leyes que mandaban adorar ídolos y prohibían al verdadero Dios eran totalmente injustas y no podían ser obedecidas por los cristianos.

Daciano intentó al principio ofrecer regalos y hacer promesas de ayudas a la niña para que cambiara de opinión, pero al ver que ella seguía fuertemente convencida de sus ideas cristianas, le mostró todos los instrumentos de tortura con los cuales le podían hacer padecer horriblemente si no obedecía a la ley del emperador que mandaba adorar ídolos y prohibía adorar a Jesucristo. Y le dijo: "De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas este poquito de incienso en los altares de ellos". La jovencita lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y le dijo valientemente: "Al sólo Dios del cielo adoro; a El únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más".

Entonces el juez pagano mandó que la destrozaran golpeándola con varillas de hierro y que sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas. La hermosa cabellera de Eulalia se incendió y la jovencita murió quemada y ahogada por el humo.

Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

El culto de Santa Eulalia se hizo tan popular que hasta el gran San Agustín hizo sermones en honor de esta joven santa. Y en la muy antigua lista de mártires de la Iglesia Católica, llamada "Martirologio romano", hay esta frase: "el 12 de febrero, se conmemora a Santa Eulalia, mártir de España, muerta por proclamar su fe en Jesucristo".



Pensamiento



"Trata siempre de equilibrar tu opinión acerca de otros... No permitas nunca que sentimientos de ira o de celos agrieten el cristal de la reputación de alguien"
Anónimo



Tema del día : La belleza de la mujer


Las mujeres más hermosas del mundo no son las que desfilan en trajes de baño y vestidos de noche delante de jueces y de cámaras de televisión

Las verdaderas finalistas y las ganadoras son aquellas que tienen el brillo interno de la gracia y el perdón.

No hay belleza física que se pueda comparar con la dignidad espiritual o el atractivo de una mujer llena de paz

Es una persona serena porque su confianza y su seguridad están en la paz que reflejan.

Es una persona con dignidad porque su valor y sentido se hallan en algo más allá de lo superficial.

Esa mujer reflejará una clase de belleza interior que hace mucho más que llamar la atención a sí misma.

Es una belleza que es mucho más importante que cualquier cosa trivial.

La verdadera belleza de la mujer no es corruptible, porque no depende de lo físico, sino que es la belleza de una forma de ser que reúne la quietud, la humildad, la ternura y la serenidad.

Las mujeres del mundo son alabadas por su belleza física, por su vivacidad y por su audacia. Pero las mujeres de Dios tienen un molde distinto.

La belleza física de una mujer es temporal, y su deterioro le producirá amargura.

En cambio, el adorno de un espíritu manso, dulce y sereno no es una moneda perecible, no se gastará por el uso ni está sujeta a los valores del mercado.

No deja marcas en el alma, ni heridas en quienes la rodean.

Esta es la verdadera belleza, la belleza que es de grande estima delante de Dios.



Meditación breve



Contemplar al Señor cara a cara y ver la gloria de Dios siempre fue el sueño de aquellos que, tanteando por entre los caminos de la fe, viven el amor en su plenitud.
Contemplar lo inimaginable, lo indescriptible, proclamado con certeza por Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre.
Si tuviésemos esperanza sólo para esta vida, este mundo, nosotros seríamos infelices. Por el contrario, nuestros ojos miran hacia el horizonte sin límites, más allá de la comprensión humana. Esto nos da ánimo y respiro en la larga jornada del desierto de la vida.
Como lo fue para el pueble hebreo, el Señor es de día una columna de nube y de noche una nube luminosa para guiarnos ¡Apeguémonos a Él!
Sérgio J. De Souza



Pedidos de oración



Pedimos oración por la señora Nohemy R. que vive en Calí, Colombia, y que está enferma de cáncer en grave estado. Que la Santísima Virgen la cubra con su manto de amor y sanación.



Pedimos oración por la señora Betty, de Puebla, México, que está pasando por un proceso de ruptura matrimonial, para que Dios le de fortaleza a ella y a sus hijos en esta difícil situación.



Pedimos oración por el señor Otto Fernando, que vive en Ricardone, Santa Fe, Argentina, quien en el día de hoy será operado por una hernia de disco. Que María Santísima acompañe a él y a su familia para superar con bien esta situación.



Nuestra lectora Nora del Carmen R. C., que vive en Managua, Nicaragua, nos pide oraciones por su hijo Antonio, para quien hace ya tres años que viene gestionando una beca para estudios. Que el Señor se la conceda.



Pedimos oración por la señora Ana H., que vive en República Dominicana, y a la que han diagnosticado cáncer de tiroides. Que el buen Jesús le de la fortaleza necesaria para afrontar su enfermedad y los tratamientos que deba realizar.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro


Nadie como la Virgen dolorosa sintió la soledad. La piedad cristiana titula precisamente "La Soledad de María Santísima" —que veneramos el Sábado Santo— a la situación de María después del entierro de su Hijo Jesús.
A lo largo de nuestra vida seguramente nosotros también hemos experimentado o experimentaremos la soledad, ese espacio vacío, doloroso, a nuestro alrededor, la incomprensión de parte de las personas que más queremos... En esas circunstancias, no olvidemos que quien tiene a Dios nunca está solo. "Quien a Dios tiene, nada le falta", decía Santa Teresa de Jesús.

María, Madre de Jesucristo y de la Iglesia, condúcenos al Señor, y enséñanos a vivir la comunión con nuestros hermanos.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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