sábado, 7 de febrero de 2009

Pequeñas Semillitas 0634

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0634 ~ Sábado 7 de Febrero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Esta es una edición reducida de "Pequeñas Semillitas" tal como hemos venido publicando los sábados y domingos en Enero y Febrero. Desde Marzo volveremos a las ediciones habituales, e incluso se producirá el regreso de algunas secciones que desde hace algunos meses no se publicaban, tales como: Temas Médicos, Familia, Poesía, Humor, Historias y Biografías.
De ese modo, y aunque signifique un esfuerzo extra para quien esto escribe diariamente, haremos que las "Pequeñas Semillitas" tengan más motivos de interés para sus miles de lectores de todo el mundo.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo,. los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
(Marcos 6, 30-34)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.
Una situación. Los Apóstoles están "estresados": «Los que iban y venían eran muchos y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.
Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y -¡qué sorpresa!- encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.
Jesús les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no "anestésico": toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.
Una paradoja. La escena del Evangelio acaba "mal": los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No han podido "desconectar". Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad -desnuda de quimeras- mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.
Rev. D. David Compte i Verdaguer (Manlleu-Barcelona, España)




Santoral Católico



San Tobías


Uno de los libros más agradables de la Sagrada Escritura es el de Tobías. Este santo fue siempre un exacto cumplidor de sus deberes religiosos. Siendo todavía muy joven, cuando sus familiares se apartaron de la verdadera religión y empezaron a adorar al becerro de oro, él en cambio nunca quiso adorar ese ídolo y era el único que en su familia iba en las grandes fiestas a Jerusalén a adorar al verdadero Dios.

Se casó con una mujer de su propia religión, llamada Ana, y tuvo un hijo al cual le puso también el nombre de Tobías. Cuando el pueblo de Israel fue llevado cautivo a Nínive, Tobías tuvo que ir también allá en destierro, pero allá le concedió Dios la simpatía de los gobernantes y llegó a ocupar un alto puesto en la administración del gobierno. Sin embargo, un nuevo rey ordenó la matanza de todos los israelitas; incluso prohibió su sepultura a fin de que sean los cuervos quienes comiesen sus cuerpos. Pero Tobías, que era muy piadoso y muy caritativo, se dedicó de noche a sepultar los cadáveres de sus paisanos.

Tobías fue preso de muchos sacrificios y desdichas; pero su entrega generosa y caritativa hacia los más necesitados, así como su constante oración fueron suficientes para que el Señor aplaque todos sus males, y que Tobías y toda su familia pronto gozasen de mucha paz y felicidad.



Pensamiento



"Observa la mañana por primera vez como si se tratara de un recién nacido que no tiene nombre".
Rabindranath Tagore



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



El niño débil, conciente de su debilidad y de sus pocas fuerzas, acude a su padre y a su madre en demanda de auxilio.
Como niños pequeños, carentes de fuerzas en nuestro espíritu, debemos acudir a nuestro Padre Dios y a nuestra Madre del cielo, pidiéndoles fuerza para permanecer siempre fieles al amor de Dios y a nuestros principios de fe y de vida.
La oración a María, la plegaria filial y confiada a su Corazón maternal, nos alcanzará la protección liberadora, que nos alejará del pecado y nos hará permanecer fieles a nuestra conciencia, fieles a nuestro Dios.

María, Madre del amor hermoso, alienta en nosotros el amor de tu Hijo, y permítenos crecer en fidelidad a su mensaje.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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