jueves, 19 de febrero de 2009

Pequeñas Semillitas 0646

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0646 ~ Jueves 19 de Febrero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Durante la vida, todo lo que hacemos y toda la gente que se nos cruza en el camino nos deja algo. Y una parte pequeña de todo lo que experimentamos se queda en cada persona que hemos conocido, y nada se pierde. Eso es lo eterno, esas gotitas de experiencia en un vasto río que no tiene fin...
Harriet Doerr


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo». Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
(Marcos 8, 27-33)

Comentario
Hoy seguimos escuchando la Palabra de Dios con la ayuda del Evangelio de san Marcos. Un Evangelio con una inquietud bien clara: descubrir quién es este Jesús de Nazaret. Marcos nos ha ido ofreciendo, con sus textos, la reacción de distintos personajes ante Jesús: los enfermos, los discípulos, los escribas y fariseos. Hoy nos lo pide directamente a nosotros: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Mc 8,29).
Ciertamente, quienes nos llamamos cristianos tenemos el deber fundamental de descubrir nuestra identidad para dar razón de nuestra fe, siendo unos buenos testigos con nuestra vida. Este deber nos urge para poder transmitir un mensaje claro y comprensible a nuestros hermanos y hermanas que pueden encontrar en Jesús una Palabra de Vida que dé sentido a todo lo que piensan, dicen y hacen. Pero este testimonio ha de comenzar siendo nosotros mismos conscientes de nuestro encuentro personal con Él. Juan Pablo II, en su Carta apostólica Novo millennio ineunte, nos escribió: «Nuestro testimonio sería enormemente deficiente si nosotros no fuésemos los primeros contempladores de su rostro».
San Marcos, con este texto, nos ofrece un buen camino de contemplación de Jesús. Primero, Jesús nos pregunta qué dice la gente que es Él; y podemos responder, como los discípulos: Juan Bautista, Elías, un personaje importante, bueno, atrayente. Una respuesta buena, sin duda, pero lejana todavía de la Verdad de Jesús. Él nos pregunta: «Y vosotros, quién decís que soy yo?». Es la pregunta de la fe, de la implicación personal. La respuesta sólo la encontramos en la experiencia del silencio y de la oración. Es el camino de fe que recorre Pedro, y el que hemos de hacer también nosotros.
Hermanos y hermanas, experimentemos desde nuestra oración la presencia liberadora del amor de Dios presente en nuestra vida. Él continúa haciendo alianza con nosotros con signos claros de su presencia, como aquel arco puesto en las nubes prometido a Noé.
Rev. D. Joan Pere Pulido i Gutiérrez (Molins de Rei-Barcelona, España)



Santoral Católico


San Auxibio, obispo


Auxibio nació en Roma, de padres idólatras y tenía carácter dulce y honesto. Para asegurarle un puesto en el desempeño de los cargos públicos, su padre quiso que contrajera un matrimonio ventajoso, pero el santo tenía otros propósitos y pensaba en hacerse cristiano, huyendo de la ciudad y embarcándose en secreto hacia la isla de Chipre.

En dicho lugar, Auxibio encontró a Juan Marcos, pariente de San Bernabé quien lo bautizó, confirmó y lo instruyó sobre como predicar para luego ordenarlo sacerdote y obispo. Juan Marco le confió también la misión de predicar en la ciudad de Soles, donde fue acogido favorablemente por un sacerdote de Júpiter, a quien lo edificó con su vida santa, hasta llegar a convertirlo.

El Apóstol Pablo supo por Juan Marcos los progresos que hacía la fe en Chipre y le confió a Heracles el poder de instituir más obispo y de construir una nueva Iglesia. Auxibio empezó a predicar la fe en pleno día y luego de la construcción y consagración del nuevo edificio, comenzó su obra de apostolado a la vista de todos.

La gracia de Dios lo sostuvo y los milagros corroboraron su predicación de modo que llegó a formar en Soles una comunidad cristiana floreciente. Después de un episcopado de 50 años, Auxibio sintió que se aproximaba su fin y reunió a su clero y los exhortó a permanecer firme en la fe.



Pensamiento


"La esperanza es como el pajarillo que presiente el amanecer y canta con sigilo en medio de la oscuridad"



Tema del día:
Diálogo de Dios con el alma pecadora



– Jesús: No tengas miedo, alma pecadora, de tu Salvador; Yo soy el primero en acercarme a ti, porque sé que por ti misma no eres capaz de ascender hacia Mí. No huyas, hija, de tu Padre; desea hablar a solas con tu Dios de la Misericordia que quiere decirte personalmente las palabras de perdón y colmarte de Sus gracias. Oh, cuánto me es querida tu alma. Te he asentado en Mis brazos. Y te has grabado como una profunda herida en Mi Corazón.

– El alma: Señor, oigo Tu voz que me llama a abandonar el mal camino, pero no tengo ni valor ni fuerza.

– Jesús: Yo soy tu fuerza, Yo te daré fuerza para luchar.

– El alma: Señor, conozco Tu santidad y tengo miedo de Ti.

– Jesús: ¿Por qué tienes miedo, hija Mía, del Dios de la Misericordia? Mi santidad no Me impide ser misericordioso contigo. Mira, alma, por ti he instituido el trono de la misericordia en la tierra y este trono es el tabernáculo y de este trono de la misericordia deseo bajar a tu corazón. Mira, no me he rodeado ni de séquito ni de guardias, tienes el acceso a Mí en cualquier momento, a cualquier hora del día deseo hablar contigo y deseo concederte gracias.

– El alma: Señor, temo que no me perdones un número tan grande de pecados; mi miseria me llena de temor.

– Jesús: Mi misericordia es más grande que tu miseria y la del mundo entero. ¿Quién ha medido Mi bondad? Por ti bajé del cielo a la tierra, y por ti dejé clavarme en la cruz, por ti permití que Mi Sagrado Corazón fuera abierto por una lanza, y abrí la Fuente de la Misericordia para ti. Ven y toma las gracias de esta fuente con el recipiente de la confianza. Jamás rechazaré un corazón arrepentido, tu miseria se ha hundido en el abismo de Mi misericordia. ¿Por qué habrías de disputar Conmigo sobre tu miseria? Hazme el favor, dame todas tus penas y toda tu miseria y Yo te colmaré de los tesoros de Mis gracias.

– El alma: Con Tu bondad has vencido, oh Señor, mi corazón de piedra; heme aquí acercándome con confianza y humildad al tribunal de Tu misericordia, absuélveme Tú Mismo por la mano de Tu representante. Oh Señor, siento que la gracia y la paz han fluido a mi pobre alma. Siento que Tu misericordia, Señor, ha penetrado mi alma en su totalidad. Me has perdonado más de cuanto yo me atrevía esperar o más de cuanto era capaz de imaginar. Tu bondad ha superado todos mis deseos. Y ahora Te invito a mi corazón, lleno de gratitud por tantas gracias. Había errado por el mal camino como el hijo pródigo, pero Tú no dejaste de ser mi Padre. Multiplica en mí Tu misericordia, porque ves lo débil que soy.

– Jesús: Hija, no hables más de tu miseria, porque Yo ya no Me acuerdo de ella. Escucha, niña Mía, lo que deseo decirte: estréchate a Mis heridas y saca de la fuente de la vida todo lo que tu corazón pueda desear. Bebe copiosamente de la fuente de la vida y no pararás durante el viaje. Mira el resplandor de Mi misericordia y no temas a los enemigos de tu salvación. Glorifica Mi misericordia.

“Difusora Mariana Chilena”
Don Pasiri.




Meditación breve



Según la afirmación de Jesús, existen muchos ángeles en el cielo. Están al servicio de la obra creadora, redentora y santificadora de la Trinidad.
El mismo Señor, cuando vivió en esta tierra, podría haber utilizado a los ángeles para facilitar su tarea. Sin embargo, quiso contar con su fe en la fidelidad del Padre.
De este ejemplo podemos aprender también nosotros: hagamos lo que está al alcance de nuestras manos. No esperemos que Dios lo resuelva todo solo o con milagros.
Los ángeles están a nuestro alrededor para protegernos de los peligros, sobre todo de la tentación del desánimo, de que busquemos soluciones mágicas o inmediatistas.
¡Construyamos el bien paso a paso!
Sergio J. De Souza



Pedidos de oración



Pedimos oración por un bebé de dos añitos de edad que ha contraído Sindrome Urémico Hemolítico y cuyo nombre es Lisandro. Que el buen Jesús lo proteja y lo cure de su enfermedad y alivie la angustia de toda su familia.



Nuestra lectora Carlonia de B., que vive en Guatemala, Centroamérica, nos pide oraciones por su esposo, del cual se encuentra alejada porque él anda en malos pasos vinculados con la drogadicción, para que la Virgen del Santo Rosario lo proteja y Jesús lo ilumine para que recupere su sentido de responsabilidad y pueda darse de ese modo la recomposición matrimonial y familiar.



Nuestra lectora Marina R. G., de Argentina, nos pide oraciones por su sobrino y ahijado en gestación, Sebastián, su mamá Analía y su papá Javier, que están pasando por una situación difícil porque hay mucho líquido en la gestación y podría producirse el nacimiento antes de tiempo o bien tener que terminar el embarazo en reposo absoluto. Toda la familia, muy preocupada, pide oraciones.



Nuestra lectora María del Carmen S. A., nos pide oraciones por la familia U. P. (no publicamos apellidos) que viven en México, cuyo hijo de 7 años se cayó y se produjo un traumatismo de cráneo y se está recuperando. Que la Santísima Virgen los ayude a recuperar la plena normalidad y la tranquilidad que hoy no tienen por esta razón.



Pedimos oración por Paquito F., que vive en Los Ángeles, California, y se encuentra muy enfermo, en diálisis y con problemas hepáticos también. Que el Señor Misericordioso lo ayude a restablecer su salud.



Pedimos oración por la señora Rosa Margarita D. S., que vive en Nicaragua, y que está afectada desde hace cuatro años por un derrame cerebral que la ha dejado postrada en silla de ruedas, y ahora también tiene problemas en la visión por diabetes. Además, su hija Cris ha perdido recientemente un embarazo lo cual la sume en la tristeza. Pidamos a Dios y a la Virgen Milagrosa por la salud de la señora Rosa y por la mejoría anímica de su hija.



Pedimos oracióon por Diego y Stephanie V., de Houston, Texas, USA. Que el Señor siempre los acompañe para que sigan el buen camino y sean personas útiles y llenas de amor hacia ellos mismos y los demás. Que la Santísima Madre María sea su consejera y amiga todos los días de sus vidas.



Pedimos oración por Valeria, de Mar del Plata, Argentina, que atraviesa un momento muy difícil de su vida. Que el Señor con su infinita bondad y María con su amor de Madre, la ayuden a superar sus dificultades actuales.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



La madre es la lágrima que llora todas nuestras penas, la sonrisa que alegra todas nuestras dichas, el perdón que se nos ofrece para nuestras culpas, la mano siempre tendida para ayudarnos, el corazón siempre latiendo por nosotros, amándonos como sólo una madre puede y sabe amar, la oración elevada a los cielos por nuestras necesidades, el pensamiento que siempre nos tiene presentes.
Eso es una madre y esa es María y todo eso hace María con nosotros. Cuando uno toma conciencia de que es hijo de María, la vida se transforma.

María, te pedimos que en cada uno de nuestros hogares permanezca encendido "el fuego" de la familia de Nazaret.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.