viernes, 6 de febrero de 2009

Pequeñas Semillitas 0633

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0633 ~ Viernes 6 de Febrero de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)





Hola !!!
Tomando palabras del Padre Javier Soteras, director de Radio María Argentina, a todos se nos ha encomendado en estos tiempos de muchas dificultades, la misión de anunciar al mundo la riqueza de Cristo vivo entre nosotros, que es nuestra fuerza y alegría, nuestro único camino de verdad y vida.
Leemos en el Evangelio de Lucas 12, 43: "Feliz aquel a quien el Señor, al llegar, le encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes"
Seamos entonces todos verdaderos apóstoles en la propagación de la Buena Nueva de Cristo.



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, se había hecho notorio el nombre de Jesús y llegó esto a noticia del rey Herodes. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas». Otros decían: «Es Elías»; otros: «Es un profeta como los demás profetas». Al enterarse Herodes, dijo: «Aquel Juan, a quien yo decapité, ése ha resucitado». Es que Herodes era el que había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había casado. Porque Juan decía a Herodes: «No te está permitido tener la mujer de tu hermano». Herodías le aborrecía y quería matarle, pero no podía, pues Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y le protegía; y al oírle, quedaba muy perplejo, y le escuchaba con gusto.
Y llegó el día oportuno, cuando Herodes, en su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y gustó mucho a Herodes y a los comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: «Pídeme lo que quieras y te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino». Salió la muchacha y preguntó a su madre: «¿Qué voy a pedir?». Y ella le dijo: «La cabeza de Juan el Bautista». Entrando al punto apresuradamente adonde estaba el rey, le pidió: «Quiero que ahora mismo me des, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista». El rey se llenó de tristeza, pero no quiso desairarla a causa del juramento y de los comensales. Y al instante mandó el rey a uno de su guardia, con orden de traerle la cabeza de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse sus discípulos, vinieron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.
(Marcos 6, 14-29)

Comentario
Hoy, en este pasaje de Marcos, se nos habla de la fama de Jesús —conocido por sus milagros y enseñanzas—. Era tal esta fama que para algunos se trataba del pariente y precursor de Jesús, Juan el Bautista, que habría resucitado de entre los muertos. Y así lo quería imaginar Herodes, el que le había hecho matar. Pero este Jesús era mucho más que los otros hombres de Dios: más que aquel Juan; más que cualquiera de los profetas que hablaban en nombre del Altísimo: Él era el Hijo de Dios hecho Hombre, Perfecto Dios y perfecto Hombre. Este Jesús —presente entre nosotros—, como hombre, nos puede comprender y, como Dios, nos puede conceder todo lo que necesitamos.
Juan, el precursor, que había sido enviado por Dios antes que Jesús, con su martirio le precede también en su pasión y muerte. Ha sido también una muerte injustamente infligida a un hombre santo, por parte del tetrarca Herodes, seguramente a contrapelo, porque éste le tenía aprecio y le escuchaba con respeto. Pero, en fin, Juan era claro y firme con el rey cuando le reprochaba su conducta merecedora de censura, ya que no le era lícito haber tomado a Herodías como esposa, la mujer de su hermano.
Herodes había accedido a la petición que le había hecho la hija de Herodías, instigada por su madre, cuando, en un banquete —después de la danza que había complacido al rey— ante los invitados juró a la bailarina darle aquello que le pidiera. «¿Qué voy a pedir?», pregunta a la madre, que le responde: «La cabeza de Juan el Bautista» (Mc 6,24). Y el reyezuelo hace ejecutar al Bautista. Era un juramento que de ninguna manera le obligaba, ya que era cosa mala, contra la justicia y contra la conciencia.
Una vez más, la experiencia enseña que una virtud ha de ir unida a todas las otras, y todas han de crecer orgánicamente, como los dedos de una mano. Y también que cuando se incurre en un vicio, viene después la procesión de los otros.
Rev. D. Ferran Blasi i Birbe (Barcelona, España)



Santoral Católico


San Pablo Miki y compañeros mártires



En el año 1549 el jesuita San Francisco Javier llegó al Japón y convirtió a muchos paganos. Pablo Miki nació en Japón el año 1566 de una familia pudiente; fue educado por los jesuitas en Azuchi y Takatsuki. Entró en la Compañía de Jesús y predicó el evangelio entre sus conciudadanos con gran fruto.

Al recrudecer la persecución contra los católicos, decidió continuar su ministerio y fue apresado junto con otros. En su camino al martirio, él y sus compañeros cristianos fueron forzados a caminar 600 millas para servir de escarmiento a la población. Ellos iban cantando el Te Deum. Les hicieron sufrir mucho. Finalmente llegaron a Nagasaki y, mientras perdonaba a sus verdugos, fue crucificado el día 5 de febrero de 1597. Desde la cruz predicó su último sermón.

Junto a el sufrieron glorioso martirio el escolar Juan Soan (de Gotó) y el hermano Santiago Kisai, de la Compañía de Jesús, y otros 23 religiosos y seglares.

Todos ellos fueron canonizados por Pío IX en 1862.



Pensamiento



"El dolor no es un estado permanente. Al igual que el insomne ha olvidado cómo dormirse, muchos de nosotros hemos olvidado cómo estar en paz"
Sri Ravi Shankar



Tema del día : Vale la pena



Vale la pena cada espina, cada rosa, cada lágrima que riega lo que florecerá en sonrisa, porque la vida es maravillosa por ella misma; no importan las penas no importa el desamor, porque pasa... todo pasa y el sol vuelve a brillar.

Hay momentos que sentimos que todo está mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz. En esos momentos debemos tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena entusiasmarnos de nuevo, y solo puedo contestar una cosa: ¡Hagamos que nuestra vida valga la pena!

Vale la pena sufrir, porque he aprendido a amar con todo el corazón.

Vale la pena entregar todo, porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos, porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima, porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores, porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza, porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.

Vale la pena volver a sonreír, porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado, porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás, porque así sé que he dejado huellas en los demás.

Vale la pena vivir, porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son sólo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros. Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros. ¡Hagamos que nuestra vida valga la pena! ¡Seamos Felices! ¿Verdad que vale la pena?

Autor Desconocido



Meditación breve



Se requiere mucha inteligencia para ser sencillo. La sencillez no es apariencia externa, ni retiro, ni renuncia, ni adaptación a un patrón de vida, ni "poca ropa", ni "moderados gastos monetarios".
La sencillez no se encuentra, a menos que seamos interiormente libres, sin apegarnos a creencias rígidas, dándonos cuenta de nuestros impedimentos, forjando una conciencia no rutinaria y creativa.
La sencillez proviene del conocimiento, no es una virtud ni una disciplina. El ser sencillo surge de la comprensión de lo que somos.
El "hacerse sencillo" es el encubrimiento de lo que somos mediante el cultivo de un ideal.
Jiddu Krishnamurti



Pedidos de oración




Pedimos oración por nuestra lectora y amiga Margarita M., de Rosario, Santa Fe, Argentina, que es médica pediatra al servicio de su comunidad, y en el día de hoy será sometida a un procedimiento de biopsia en su columna vertebral. Que Dios Todopoderoso esté con ella en esta prueba y permita que la supere sin dificultades y sin problemas en su salud. Oramos por ti Margarita.



Pedimos oración por la salud de Rigoberto C. que se encuentra internado en Fundación Favaloro, Buenos Aires, Argentina, a la espera de un transplante de hígado. Que la Santísima Virgen lo ayude, lo proteja y facilite la llegada de un órgano para la operación.



Pedimos oración por el joven Gonzalo A. de 21 años, que vive en Tigre, Buenos Aires, Argentina, y que está sumido en una profunda depresión que incluso lo ha llevado a atentar contra su vida. Que el buen Jesús lo proteja, lo ayude a valorar su vida y a salir de este mal momento con una rehabilitación adecuada y eficaz. Y que dé fortaleza también a su aflijida familia.



Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



Una de las bellísimas invocaciones de las letanías a la dulce Virgen María es "Reina de la paz".
No solamente porque la paz social nos va a venir por la intercesión de la Virgen María, según ella misma nos prometió en sus apariciones de Fátima, sino porque la Virgen nos da la paz del alma. Ella gozó de una auténtica y profunda paz en su alma, porque siempre estuvo habitada por el amor de Dios: la intimidad del alma de María fue tranquila y serena, mansa y pacífica; su Corazón no conoció turbulencia ni agitación.
¿Quién no quiere gozar de paz? ¿Quién no busca la paz exterior e interior? Pero no podremos gozar de paz exterior si no la conquistamos primero interiormente. Si no vivimos en paz con nosotros mismos, mal podemos vivir en paz con los demás.

Que como la Sagrada Familia de Nazaret, sepamos crecer en unión, trabajo y amor al servicio del Reino.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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