martes, 18 de septiembre de 2007

Pequeñas Semillitas 0192

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0192 ~ Martes 18 de Setiembre de 2007
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Hoy vamos a iniciar Pequeñas Semillitas con una hermosa oración que nos envía nuestra lectora y amiga Marina Ruiz.
Señor, en el silencio de este día que nace vengo a pedirte Paz, Sabiduría y Fuerzas. Hoy quiero mirar el mundo, con ojos llenos de amor
Ser paciente, comprensiva, humilde, suave y buena. Ver detrás de las apariencias a tus hijos como los ves Tú mismo para así poder apreciar la bondad de cada uno. Cierra mis oídos a toda murmuración, guarda mi lengua de toda maledicencia que sólo los pensamientos que bendigan permanezcan en mi. Quiero se tan bien intencionada y justa que todos los que se acerquen a mi sientan tu presencia. Revísteme de tu bondad Señor y haz que durante este día yo te refleje. Amén.



Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús se fue a una ciudad llamada Naím, e iban con Él sus discípulos y una gran muchedumbre. Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, a la que acompañaba mucha gente de la ciudad. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: «No llores». Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y Él dijo: «Joven, a ti te digo: levántate». El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». Y lo que se decía de Él, se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
(Lucas 7, 11-17)

Comentario
Hoy, dos comitivas se encuentran. Una comitiva que acompaña a la muerte y otra que acompaña a la vida. Una pobre viuda, seguida por sus familiares y amigos, llevaba a su hijo al cementerio y de pronto, ve la multitud que iba con Jesús. Las dos comitivas se cruzan y se paran, y Jesús dice a la madre que iba a enterrar a su hijo: «No llores» (Lc 7,13). Todos se quedan mirando a Jesús, que no permanece indiferente al dolor y al sufrimiento de aquella pobre madre, sino, por el contrario, se compadece y le devuelve la vida a su hijo. Y es que encontrar a Jesús es hallar la vida, pues Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy la resurrección y la vida» (Jn 11,25). San Braulio de Zaragoza escribe: «La esperanza de la resurrección debe confortarnos, porque volveremos a ver en el cielo a quienes perdemos aquí».
Con la lectura del fragmento del Evangelio que nos habla de la resurrección del joven de Naím, podría remarcar la divinidad de Jesús e insistir en ella, diciendo que solamente Dios puede volver un joven a la vida; pero hoy preferiría poner de relieve su humanidad, para que no veamos a Jesús como un ser lejano, como un personaje tan diferente de nosotros, o como alguien tan excesivamente importante que no nos inspire la confianza que puede inspirarnos un buen amigo.
Los cristianos hemos de saber imitar a Jesús. Debemos pedir a Dios la gracia de ser Cristo para los demás. ¡Ojalá que todo aquél que nos vea, pueda contemplar una imagen de Jesús en la tierra! Quienes veían a san Francisco de Asís, por ejemplo, veían la imagen viva de Jesús. Los santos son aquellos que llevan a Jesús en sus palabras y obras e imitan su modo de actuar y su bondad. Nuestra sociedad tiene necesidad de santos y tú puedes ser uno de ellos en tu ambiente.
Rev. D. Joan Serra i Fontanet (Barcelona, España)



Santoral y Efemérides

En el Santoral Católico hoy se conmemora a San Jose de Cupertino.
Un cordial saludo para todos los amigos que llevan su nombre.

Algunos de los hechos más importantes ocurridos en un día como hoy en la Historia fueron:
0053 - Nace Trajano, emperador romano.
1437 - Se pone fin al Concilio de Basilea, noveno Concilio Ecuménico Universal.
1810 - Se instala en Santiago de Chile la primera Junta de Gobierno patrio.
1851 - Aparece "The New York Times".
1887 - Nace Armando Discépolo, director y autor teatral argentino.
1891 - Muere José Manuel Balmaceda Fernández, político chileno.
1927 - Sale al aire la Columbia Broadcasting System (CBS).
1928 - El Graff Zeppelin vuela por primera vez.
1970 - Muere Jimi Hendrix, músico de rock.
1989 - El huracán Hugo causa graves daños en Puerto Rico.
2003 - El Huracán Isabel llega a la costa de Estados Unidos, dejando un saldo de 17 muertos.


Para pensar...


Sólo los locos y los niños dicen la verdad. Por éso a los locos los encierran y a los niños "los educan".
Anónimo



Quince minutos con Jesús Sacramentado


Carta de Jesús para tí

Querido amigo o amiga:
No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho, basta que me ames con fervor. Háblame, pues, con sencillez, como hablarías al más íntimo amigo, como hablarías a tu madre, a tu hermano.
¿Necesitas hacerme una súplica cualquiera en favor de alguien? Dime su nombre, bien sea de tus padres, bien el de tus hermanos o amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos.
Pídeme mucho, mucho; no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse, en cierto modo, de sí mismos, para atender las necesidades ajenas.
Háblame con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer; de los extraviados que anhelas volver al buen camino; de los amigos ausentes que quieres ver a tu lado. Dime por todos siquiera una palabra; pero palabra de amigo; palabra entrañable y fervorosa.
Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón, ¿y no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos a quienes tu corazón más especialmente ama?, tu esposo o esposa, tu hijo o hija, tu amigo…
¿Y para ti no necesitas alguna gracia?
Hazme, si quieres, como una lista de tus necesidades, y ven, léelas en mi presencia, sobre todo ante el Tabernáculo.
Dime francamente que sientes soberbia, amor a la sensualidad y al regalo, que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente… y luego pídeme que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para librarte de tales miserias.
No te avergüences, ¡pobre alma! ¡hay en el Cielo tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad, y poco a poco se vieron libres de ellos.
Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales, corporales y materiales: salud, memoria, feliz éxito en tus trabajos, negocios o estudios. Todo eso puedo dar, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes bien ayuda, a tu santificación.
Hoy por hoy, ¿qué necesitas?, ¿qué puedo hacer por tu bien?, ¡si supieras los deseos que tengo de favorecerte!.
¿Traes ahora mismo entre manos algún proyecto?.
Cuéntamelo todo, minuciosamente, ¿qué te preocupa?, ¿qué piensas?, ¿qué deseas?, ¿qué quieres que haga por tus padres, por tus hijos, por tus superiores?, ¿qué desearías hacer por ellos?.
¿Y por mi?, ¿no sientes deseos de mi gloria?, ¿no quisieras hacer algún bien a tus prójimos, a los amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de mí?.
Dime qué cosa llama hoy particularmente más tu atención, qué anhelas más vivamente, y con qué medios cuentas para conseguirlo.
Dime si te sale mal tu empresa. ¿No quisieras pedirme algo en tu favor?.
Hijo mío, soy dueño de los corazones, y suavemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, a donde me place.
¿Sientes acaso tristeza o mal humor?.
Cuéntame, cuéntame alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores, ¿quién te hirió?, ¿quién lastimó tu amor propio?. Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de mí, todo lo olvidas, todo lo perdonas, y en seguida recibirás mi consoladora bendición.
¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que por no ser injustificadas no dejan de ser desgarradores?
Échate en los brazos de mi amorosa providencia.
Contigo estoy, aquí, a tu lado me tienes, todo lo veo, todo lo oigo en ningún momento te desamparo.
¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadizas, se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu trato, si no han de ser obstáculo a tu santificación.
¿No tienes tal vez alegría alguna que comunicarme? ¿Porqué no me haces partícipe de ella, como buen amigo?
Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y alegrado tu corazón.
Quizás has tenido agradables sorpresas; quizás has visto disipados negros recelos; quizás has recibido buenas noticias, una carta, una muestra de cariño; has vencido alguna dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo eso, y yo te lo he procurado.
¿Por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud y decirme sencillamente: "Gracias, Padre mío, gracias". El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta verse correspondido.
¿Tampoco tienes promesa alguna que hacerme?.
Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente, a Dios no; háblame, pues, con toda sinceridad.
¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más en aquella ocasión de pecado?, ¿de privarte de aquel objeto que te dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más aquella persona que turbó la paz de tu alma? ¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra, a quien por haber faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?.
Ahora bien, hijo mío, vuelve a tus preocupaciones habituales, a tu trabajo, a tu familia, a tu estudio; pero no olvides estos quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos en la soledad de tu hogar o del Santuario.
Guarda en lo posible, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama y honra a Mi Madre, que también es la tuya.
Vuelve otra vez mañana, con el corazón más amoroso, más entregado a mí. En el mío hallarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos. Aquí te espero.
Tu amigo... Jesucristo.


Consignas



Sobre la tierra nada hay que no demuestre: o la impotencia del hombre sin Dios, o el poder del hombre con Dios. Ya lo dijo el Señor Jesús: "Sin Mí, nada podéis hacer"



Historias : Noche de tormenta


Una noche tormentosa hace muchos años, un hombre mayor y su esposa entraron a la antecámara de un pequeño hotel en Filadelfia. Intentando conseguir resguardo de la copiosa lluvia la pareja se aproxima al mostrador y pregunta:
"¿Puede darnos una habitación?"
El empleado, un hombre atento con una cálida sonrisa les dijo: "Hay tres convenciones simultáneas en Filadelfia... Todas las habitaciones de nuestro hotel y de los otros están tomadas"
El matrimonio se angustió pues era difícil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir dónde pasar la noche. Pero el empleado les dijo: "Miren... no puedo enviarlos afuera con esta lluvia. Si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propia habitación. Yo me quedare terminando trabajo de oficina"
El matrimonio lo rechazó, pero el empleado insistió de buena gana y finalmente terminaron ocupando su habitación.
A la mañana siguiente, al pagar la factura el hombre pidió hablar con él y le dijo: "Usted es el tipo de gerente que yo tendría en mi propio hotel. Quizás algún día construya un hotel para usted". El conserje tomó la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.
Pasaron dos años y el conserje recibe una carta de aquel hombre, donde le recordaba la anécdota y le enviaba un pasaje de ida y vuelta a Nueva York con la petición expresa de que los visitase. Con cierta curiosidad el joven no desaprovechó esta oportunidad de visitar gratis Nueva York y concurrió a la cita.
En esta ocasión el hombre mayor le llevó a la esquina de la Quinta Avenida y la Calle 34 y señaló con el dedo un imponente edificio de piedra rojiza y le dijo: "Mi Nombre es William Waldorf Astor, he construido este hotel y quiero que usted sea el Gerente General, este es el hotel que he construido para usted".
El empleado miró anonadado y dijo: "Es una broma, ¿verdad?" "Puedo asegurarle que no", le contestó con una sonrisa cómplice el hombre mayor.
Y así fue como William Waldorf Astor construyó el Waldorf Astoria original y contrató a su primer gerente de nombre George C. Boldt (el empleado en la noche lluviosa).
"Tu vida ahora, es el resultado de tus actitudes y elecciones del pasado. ¡Tu vida mañana será el resultado de tus actitudes y elecciones hechas HOY..!"



Meditación breve


Servir es sembrar...sembrar semillas buenas.
No es preciso haberlas recibido o cosechado... ellas manan milagrosamente de las recónditas alforjas de nuestro espíritu y del corazón.
Servir es, servir a todos y a cualquiera que nos llame, no preferentemente a quienes, a su vez, puedan alguna vez servirnos a nosotros.
Servir es sembrar siempre... siempre... sin descanso, aunque solo sean otros los que recojan y saboreen las cosechas.
Servir es mucho más que dar con las manos algo que tienes... es dar con el alma lo que tal vez... nunca nos fue concedido.
Servir es distribuir afecto, bondad, cordialidad, apoyo moral, amor por sí mismo y a veces, ayuda material.
Servir es repartir alegría, es infundir fe, estima, admiración, respeto, gratitud, sinceridad, honestidad, libertad, optimismo, confianza y esperanza.
Servir es... en verdad, dar más de lo que recibimos en la vida y de la vida...
“Servir es ser con el árbol del sándalo… que perfuma el hacha que en ocasiones le hiere”



Pedido de oración

Pedimos una oración muy especial por Abrahám Uribe Hernández, que vive en Querétaro, México, y que en pocos meses ha sufrido la muerte de una sobrina de 21 años de edad y de una prima hermana de 40 años de edad, ambas por causa de accidentes automovilísticos. Pidamos para que este amigo alcance la resignación cristiana y la paz en su corazón ante tan dolorosas como imprevistas pérdidas.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.



Los cinco minutos de Dios - por Alfonso Milagro


"Un día más pasado en la virtud y un paso más hacia Dios"
Cuando escuché esa frase, había tenido un día lleno de amarguras, de dificultades de todo género, de pruebas íntimas y obstáculos exteriores.
Pero me había esforzado por permanecer fiel a mi conciencia, a mis convicciones, a mi deber.
Por eso, cuando escuché esa frase -"un día más en la virtud es un paso más hacia Dios"- no pude menos de sentir la sensación suave de la caricia de Dios a mi espíritu.
Y las penas se disiparon, la turbación se serenó, la amargura se endulzó, y la intranquilidad se calmó.
Porque acercarse a Dios es todo eso: serenidad, dulzura, paz.

Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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