PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 2986 ~ Jueves 21 de Abril de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Veamos
a través de este hecho de la vida real, cuán grande es el poder de la fe y de
la oración:
En
abril 2013, la conversión al catolicismo de Fernando Casanova, pastor
pentecostal portorriqueño, había ocupado los titulares de los diarios en
América Latina. El mismo contó su doloroso proceso de conversión: no menos de
cinco años le fueron necesarios. Tanto más porque al informarle a su mujer,
protestante convencida, ésta prefiere la separación de su pareja (…).
Fernando
cuenta con emoción como un día entró en una capilla para buscar la fuerza de
Dios en medio de su desdicha. Se percató,
entonces, que sobre una banca estaba un rosario, comprendió que Dios le mandaba
rezarlo. Pero le era muy difícil, debido a sus orígenes evangélicos. Mira a María y le dice que está dispuesto a
hacerlo, pero le hace dos peticiones: reconciliarse con su mujer y que ella y
sus hijos puedan entrar en plena comunión a la Iglesia de su Hijo.
Luego
agrega: « Yo rezaba el rosario mal y sin fe, pidiéndole a Dios perdón en cada
diez avemarías en caso de que mi manera de rezar no le agradara»….Pero el mismo día, Fernando
Casanova vio a su familia y se reconcilió con su mujer.
¡Buenos días!
Cultiva la paciencia
Las
buenas relaciones humanas en el hogar y fuera del hogar necesitan un clima de
aceptación mutua, de comprensión y compasión, y en especial de paciencia. Es
una faceta del amor. San Pablo en el magnífico himno al amor en 1ª Corintios
13, dice que “el amor es paciente”. La paciencia es difícil. Aquí tienes una
anécdota para motivarte a cultivar esta indispensable virtud.
Un muchacho que tenía muy mal carácter. Su padre le
dio una bolsa de clavos. Cada vez que se impacientara, clavaría un clavo detrás
de la puerta. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos. Y a medida que
controlaba su genio, añadía cada vez menos clavos en la puerta. Descubrió que
era más fácil controlar sus arrebatos que fijar clavos en la puerta. Llegó el
día en que pudo controlar su carácter durante todo el día. Entonces el padre,
le pidió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los
días pasaron y el joven pudo por fin decir a su padre que no había más clavos
en la puerta. Su padre lo felicitó y fueron a ver la puerta. Le dijo: "Has
trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos. Cada vez que tu pierdes
la paciencia, dejas cicatrices como las que aquí ves".
¿No
has comprobado que una palabra dura dicha en un acceso de ira te trajo semanas
de amargura? Un refrán tibetano afirma: “la paciencia en un momento de enojo te
evitará cien días de dolor”. Por la mañana pídele al Señor toda la paciencia
que necesites. Dile “Concédeme hoy fortaleza, paciencia y serenidad. Que nada
ni nadie me perturbe”. Que así sea.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Después
de lavar los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os
digo: no es más el siervo que su amo, ni el enviado más que el que le envía.
Sabiendo esto, dichosos seréis si lo cumplís. No me refiero a todos vosotros;
yo conozco a los que he elegido; pero tiene que cumplirse la Escritura: el que
come mi pan ha alzado contra mí su talón. Os lo digo desde ahora, antes de que
suceda, para que, cuando suceda, creáis que Yo Soy. En verdad, en verdad os
digo: quien acoja al que yo envíe me acoge a mí, y quien me acoja a mí, acoge a
Aquel que me ha enviado». (Jn 13,16-20)
Comentario:
Hoy,
como en aquellos films que comienzan recordando un hecho pasado, la liturgia
hace memoria de un gesto que pertenece al Jueves Santo: Jesús lava los pies a
sus discípulos (cf. Jn 13,12). Así, este gesto —leído desde la perspectiva de
la Pascua— recobra una vigencia perenne. Fijémonos, tan sólo, en tres ideas.
En
primer lugar, la centralidad de la persona. En nuestra sociedad parece que
hacer es el termómetro del valor de una persona. Dentro de esta dinámica es fácil
que las personas sean tratadas como instrumentos; fácilmente nos utilizamos los
unos a los otros. Hoy, el Evangelio nos urge a transformar esta dinámica en una
dinámica de servicio: el otro nunca es un puro instrumento. Se trataría de
vivir una espiritualidad de comunión, donde el otro —en expresión de San Juan
Pablo II— llega a ser “alguien que me pertenece” y un “don para mí”, a quien
hay que “dar espacio”. Nuestra lengua lo ha captado felizmente con la
expresión: “estar por los demás”. ¿Estamos por los demás? ¿Les escuchamos
cuando nos hablan?
En
la sociedad de la imagen y de la comunicación, esto no es un mensaje a
transmitir, sino una tarea a cumplir, a vivir cada día: «Dichosos seréis si lo
cumplís» (Jn 13,17). Quizá por eso, el Maestro no se limita a una explicación:
imprime el gesto de servicio en la memoria de aquellos discípulos, pasando
inmediatamente a la memoria de la Iglesia; una memoria llamada constantemente a
ser otra vez gesto: en la vida de tantas familias, de tantas personas.
Finalmente,
un toque de alerta: «El que come mi pan ha alzado contra mí su talón» (Jn
13,18). En la Eucaristía, Jesús resucitado se hace servidor nuestro, nos lava
los pies. Pero no es suficiente con la presencia física. Hay que aprender en la
Eucaristía y sacar fuerzas para hacer realidad que «habiendo recibido el don
del amor, muramos al pecado y vivamos para Dios» (San Fulgencio de Ruspe).
* Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Anselmo
Obispo y Doctor de la Iglesia
Nació
el año 1033 en Aosta (Piamonte, Italia) de familia noble y rica. En su juventud
quiso abrazar la vida monástica, pero no se lo permitió su padre. Estuvo
viajando por varios países, hasta que llegó al monasterio benedictino de Bec,
en Normandía (Francia), donde le cautivó la figura de Lanfranco de Pavía y en
el que ingresó. Estudió, se ordenó de sacerdote y enseñó teología. En 1078 fue
elegido abad y se consagró a la formación de los monjes en el camino de la
Regla y en el servicio de Dios. Visitó Canterbury (Inglaterra), donde estaba de
arzobispo Lanfranco de Pavía, y fue tal la impresión que dejó, que lo eligieron
para sucederle en 1093. Al frente de su diócesis tuvo que padecer mucho por
defender la libertad de la Iglesia en sus tirantes relaciones con los monarcas
ingleses, sufriendo dos veces el destierro. Fue un teólogo eminente y su amplia
producción literaria es importante para el desarrollo del pensamiento cristiano
en siglos posteriores. Es el prototipo del creyente que busca entender su fe para
dar razón de ella. Murió en su sede episcopal el 21 de abril de 1109.
Oración: Señor Dios, que has concedido a tu obispo
san Anselmo el don de investigar y enseñar las profundidades de tu sabiduría,
haz que nuestra fe ayude de tal modo a nuestro entendimiento, que lleguen a ser
dulces a nuestro corazón las cosas que nos mandas creer. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
Palabras del Papa Francisco
“El
corazón de Jesús late, por así decir, al unísono con el corazón del Padre y del
Espíritu, mostrando a todos los hombres que la salvación es el fruto de la
misericordia de Dios. Podemos contemplar todavía más claramente el gran
misterio de este amor dirigiendo la mirada a Jesús crucificado. Mientras está
por morir inocente por nosotros pecadores, Él suplica al padre: «Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen». Es en la cruz que Jesús presenta a
la misericordia del Padre el pecado del mundo: ¡El pecado de todos! Mis pecados,
tus pecados, los pecados. Es ahí, en la cruz, que Él los presenta. Y con ella
todos nuestros pecados son borrados. Nada ni nadie queda excluido de esta
oración sacrificial de Jesús. Esto significa que no debemos temer en reconocernos
y confesarnos pecadores”
Tema del día:
La Presencia de Dios
en lo pequeño y cotidiano
en lo pequeño y cotidiano
Tomás
de Kempis nos aconseja en su inmortal obra "La imitación de Cristo"
(escrita varios siglos atrás): "Atender
a qué es lo que se dice y no a quién lo dice".
Dios
se comunica con nosotros de múltiples maneras, solo hay que saber oírlo y verlo
en las pequeñas cosas cotidianas. Muchas veces esperamos grandes
manifestaciones, cuando en realidad Dios es el Rey de lo pequeño, lo humilde,
cuando actúa aquí en la tierra. Toda la Gloria y Omnipotencia de Dios, se
transformó en humildad y pequeñez cuando EL se manifestó, hecho hombre, entre
nosotros. Una cueva en Belén, el hogar más humilde, una vida escondida, todo
señala la pequeñez como puerta hacia la Santidad. Los hechos, las obras, las
más simples expresiones de nuestra voluntad,
son el signo de nuestro estado espiritual.
Ni
grandes manifestaciones, ni una vida extremadamente visible u ostentosa, nada
de eso fue enseñado a nosotros a través del ejemplo dado por Jesús, a lo largo
de Su vida en la tierra, como Criatura/Dios. Él nos enseñó con los hechos, con
Su Palabra. Y quienes lo juzgaron y condenaron, simplemente miraron quien
hablaba, olvidando o pasando por alto el mensaje. ¡Se mató al mensajero, en la
Cruz!
¿Cuantas
veces en este mundo vemos que se hace lo mismo?
Se da valor a las ideas o a las
obras a partir del prestigio del autor, y se descartan enormes mensajes para la
humanidad, simplemente por no aceptarse a los mensajeros más humildes, más
pequeños, más simples. Pero la trampa es
más compleja aún, ya que para llegar a ser respetado se debe adherir a las reglas del mundo: vanidad, egocentrismo,
corrupción, envidia, poder, etc.
De
este modo, se vuelve muy difícil llegar a difundir las buenas obras, desde
mensajeros basados en la humildad, la pequeñez, la sinceridad, el amor, la
unión verdadera y la entrega.
¿Cuántos
casos como la Madre Teresa pueden pasar los filtros que el mundo pone? ¿Cuántos quedan en el camino?
Sepamos
escuchar a Dios, Él está dentro nuestro, en las cosas pequeñas, en los mensajes
de humildad y sencillez. Y sepamos verlo en aquellos a los que el mundo condena
por no cumplir con sus estándares, aquellos que solo quieren vivir en la
simpleza del día a día. Los modelos a imitar muchas veces están más cerca de
nosotros de lo que pensamos, solo hace falta prestar atención, poner una mirada
a nuestro alrededor, y descubrir la Presencia de Dios donde menos la esperamos.
* Autor: Oscar Schmidt | Fuente:
www.reinadelcielo.org
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por el eterno descanso del alma de Eduardo
S., de Bogotá, Colombia, que ha sido llamado por el Padre al cielo.
Pedimos
oración por estas personas de México: Gualberto
C., con 81 años, lo intervienen hace dos días por tres tumores de cáncer en
la vejiga. Julio Jr., 41 años, y con
un raro tipo de cáncer. Pepe C. S.,
con una infección en las vías urinarias que no cede. Rogamos por la mejoría y
la curación de todos ellos.
Pedimos
oración para Clotilde G., de 64
años, que vive en Paraguay y ha sido operada de cáncer de mama que ha vuelto.
Rogamos a Jesús que la ayude para que pueda lograr una curación definitiva.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Abril 21
Triste
cosa es morir, sin haber sabido vivir; triste cosa es vivir, sin llegar a
aprender a morir.
Ambas
cosas se relacionan tanto entre sí, que es imposible separarlas; has de vivir
sabiendo que vas a morir; has de llegar a morir con la alegría de haber sabido
vivir.
Vive
de veras el que no centra en el momento presente lo que hace sino que ha
aprendido a darle un sentido de proyección hacia más adelante: el que quiere
ser cada día un poco mejor, el que se esfuerza por ir mejorando las condiciones
de su hogar, el que anhela un mundo mejor, unas relaciones más humanas y más
cristianas entre los hombres.
El
momento arrastra los lastres del pasado y se proyecta hacia el porvenir...
Mira
qué importante es hacer bien lo que estás haciendo en este momento, pues tendrá
proyección en el porvenir. Esto es lo que se llama "vivir en prospectiva"
“Ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a
ver y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar” (Jn 16,22). Lo que
vivimos no tiene límites cerrados, todo tiene su proyección escatológica, todo
está ordenado al futuro Reino de Dios, futuro que tú debes hacer ya presente en
el mundo que te ha tocado vivir.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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