sábado, 2 de abril de 2016

Pequeñas Semillitas 2971

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2971 ~ Sábado 2 de Abril de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy abrimos la edición de “Pequeñas Semillitas” con una anécdota de la vida de San Juan María Vianney, el Cura de Ars, que se destacó por sus excepcionales dotes de confesor y que hoy la Iglesia lo tiene considerado como el patrono de los párrocos.
Se dice que un día de 1826, durante una misión en Saint-Trivier-sur-Moignans, el Cura de Ars fue invitado con otros sacerdotes para ayudar a confesar. La primera noche se quejaron varios compañeros de ruidos extraños que provenían de su cuarto. Él les dijo que no tuvieran miedo, que era el demonio. Ellos no le creyeron. Le dijeron: “Usted no come, no duerme y también tiene pesadillas”.
Él no les respondió, pero a la noche siguiente se oyó un ruido como de un carro que hacía temblar el suelo. Parecía que la casa se venía abajo. Se levantaron todos y fueron corriendo a la habitación del padre Vianney. Lo encontraron acostado tranquilamente en su cama, que manos invisibles habían arrastrado hasta el centro de la habitación. Entonces él les dijo: “Es el demonio quien me ha arrastrado hasta aquí y ha causado todo el alboroto. No es nada, lo siento, pero es buena señal. Mañana caerá algún pez gordo” (gran pecador).
Al día siguiente, todos quedaron asombrados al ver al señor de Murs, noble caballero, que se fue a confesar con él, pues hacía mucho tiempo que estaba alejado de la Iglesia. Su conversión causó una profunda impresión entre los habitantes del pueblo. Y los sacerdotes empezaron a tomar en serio al santo cura de Ars y no creer que era un pobre soñador.

¡Buenos días!

Valor de los pequeños pasos
No es fácil cambiar y crear de la noche a la mañana una vida mejor. Pero, hay pasos pequeños que podemos dar para alcanzar el cambio que tanto anhelamos. Aunque al principio no logremos mucho, el solo hecho de mantener un estado mental adecuado y receptivo nos va a poner en movimiento, nos va a ubicar en el camino correcto hacia la superación personal.

Juan quiere dejar de ser malhumorado y convertirse en una persona que la mayor parte del tiempo sea amable y de buen carácter. Lo animo a empezar con pequeños gestos, como sonreír un poco más cada día, apreciar verbalmente el trabajo de alguno de su familia o de algún colega, usar cada vez más un "por favor" y un "gracias". Dejar atrás el mal carácter, la rudeza, el enojo cotidiano es imposible de un día para otro, pero son posibles los cambios minúsculos, que parecen imperceptibles pero que con el tiempo se convierten en buenos hábitos, tan naturales que no requieren ningún esfuerzo para realizarlos.

¿Y tú? Tú puedes comenzar ahora mismo, ¿cuáles son esos pequeños cambios que puedes ejecutar?, ¿cuáles son esos pequeños pasos que puedes dar y que te conducirán a los grandes cambios?.... Empieza ahora y viendo los resultados positivos, poco a poco te sentirás motivado para seguir adelante. Empieza ya, no esperes más.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con Él, que estaban tristes y llorosos. Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado. Y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación». (Mc 16,9-15)

Comentario:
Hoy, confiando en Jesús resucitado, hemos de redescubrir el Evangelio como una “buena nueva”. El Evangelio no es una ley que nos oprime. Alguna vez hemos podido caer en la tentación de pensar que los que no son cristianos están más tranquilos que nosotros y hacen lo que quieren, mientras que nosotros tenemos que cumplir una lista de mandamientos. Es una visión de las cosas meramente superficial.
Personalmente, una de mis mayores preocupaciones es que el Evangelio se presente siempre como una buena nueva, una feliz noticia, que nos llene el corazón de alegría y consuelo.
La enseñanza de Jesús es por supuesto exigente, pero Teresa del Niño Jesús nos ayuda a percibirla realmente como una buena nueva, puesto que para ella el Evangelio no es otra cosa que la revelación de la ternura de Dios, de la misericordia de Dios con cada uno de sus hijos, y señala las leyes de la vida que llevan a la felicidad. El centro de la vida cristiana es acoger con reconocimiento la ternura y la bondad de Dios —revelación de su amor misericordioso— y dejarse transformar por dicho amor.
El itinerario espiritual tomado por santa Teresita, el “caminito”, es un auténtico camino de santidad, un camino con cabida para todos, hecho de tal manera que nadie puede desanimarse, ni los más humildes, ni los más pobres, ni los más pecadores. Teresa anticipa así el Concilio Vaticano II que afirma con seguridad que la santidad no es un camino excepcional, sino una llamada para todos los cristianos, de la que nadie debe ser excluido. Hasta el más vulnerable y miserable de los hombres puede responder a la llamada a la santidad.
Esta santidad consiste en un «camino de confianza y amor». Así, «el ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús! (…). Tú, Dios mío, has rebasado mi esperanza, y yo quiero cantar tus misericordias» (Santa Teresa de Lisieux).
* P. Jacques PHILIPPE (Cordes sur Ciel, Francia)

Santoral Católico:
San Francisco de Paula
Eremita y Fundador
Nació en Paula (Calabria, Italia) el año 1416 de familia humilde. Cumpliendo el voto que habían hecho sus padres si tenían un hijo, vistió durante dos años el hábito de san Francisco de Asís. Más tarde fundó una congregación de vida eremítica que después se transformó en la Orden de los Mínimos, de vida religiosa en comunidad. Fundó también, más adelante, la Segunda y la Tercera Orden. Él, que había crecido rodeado de privaciones, era un hombre muy austero y quiso para su Orden un estilo de vida estricto y severo. Atendía a los pobres y enfermos con gran caridad, y tuvo fama de taumaturgo. No dudó en denunciar las injusticias que se cometían con los pobres. Cumpliendo órdenes del papa Sixto IV marchó a Francia donde pasó quince años atendiendo espiritualmente a los reyes Luis XI y Carlos VIII, viviendo en pobreza y humildad, predicando al pueblo y fundando numerosos conventos. Murió en Tours (Francia) el 2 de abril de 1507.
Oración: Señor, Dios nuestro, grandeza de los humildes, que has elevado a san Francisco de Paula a la gloria de tus santos, concédenos, por su intercesión y a imitación suya, alcanzar de tu misericordia el premio prometido a los humildes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco
“La mejor motivación para decidirse a comunicar el Evangelio es contemplarlo con amor, es detenerse en sus páginas y leerlo con el corazón. Si lo abordamos de esa manera, su belleza nos asombra, vuelve a cautivarnos una y otra vez. Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás” (Evangelii Gaudium)

Tema del día:
No estamos solos

En el medio del combate de todos los días, en que como cristianos, estamos empeñados, suele pasarnos que a veces nos sentimos solos y aislados, cuando en realidad estamos muy bien acompañados por los ángeles, por los santos y por las almas que se purifican en el Purgatorio. Es lo que se llama la Comunión de los Santos, realidad estupenda que, si la meditáramos un poco y, sobre todo, si la viviéramos con más fe, ya jamás tendríamos ni miedo ni soledad, porque es una verdad maravillosa que estamos unidos a toda la Iglesia, la que está en la tierra, en el Cielo y en el Purgatorio.

Pero lamentablemente no sabemos aprovechar este don que nos ha hecho el Señor, porque con el trajinar de los días, nos vamos como olvidando de que los Santos y las Benditas Almas, nos quieren ayudar, pero están muy limitados en la medida en que nosotros solicitamos su ayuda. Efectivamente ellos quieren intervenir en nuestra vida y en todos nuestros asuntos, porque saben muy bien, por experiencia, lo que es vivir en este mundo, sus angustias, sus ansias, y ven las cosas desde otro punto de vista, desde la eternidad, y por ello tienen mucha inteligencia y poder para socorrernos.

Hagamos el propósito, a partir de hoy, de ahora mismo, de invocar a los Santos y a las Almas del Purgatorio, viviendo en comunión de amor con ellos, y nunca más nos sintamos solos, porque somos un ejército bien compacto, que lucha en sintonía enfrentando a las fuerzas del Mal.

Lamentablemente por parte de los bienaventurados y los purgantes no hay ninguna dificultad en creer y vivir esta realidad, pero nosotros, peregrinos en este mundo, nos cuesta mucho tomar conciencia de este misterio tan hermoso por el que estamos unidos.

Entonces no nos sintamos solos ya nunca más, e invoquemos la ayuda de los santos y de las ánimas benditas, porque ellos pueden ayudarnos en todas nuestras necesidades e intervenir tanto mejor, cuando más los invocamos.
© Sitio Santísima Virgen

"Pequeñas Semillitas" por e-mail 
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratis y solo tienes que solicitarlas escribiendo a Rocío (moderadora de los grupos) a: peque.semillitas.3@gmail.com  con el título: “Suscripción a Pequeñas Semillitas”.
Si ya estás suscripto y quieres cancelar tu suscripción debes escribir a la misma dirección con el título: “Baja”.

Humor

Un hombre joven estaba de compras en el supermercado, cuando notó que una viejecita lo siguió por todos lados. Si él se paraba, ella paraba, y además se quedaba mirándolo. Al fin, camino a la caja, ella se atrevió a hablarle y volteándose le dijo:
"Espero que no lo haya hecho sentirse incómodo; es sólo que usted se parece mucho a mi hijo que recientemente falleció"
El joven con un nudo en la garganta, replicó que estaba bien, que no había problema.
La viejita le dijo: "Le quiero pedir algo poco común"
El joven le contestó diciéndole: "Dígame en que puedo ayudarla"  
La viejita le dijo que quería que le dijera  "Adiós mamá" cuando ella saliera del supermercado, porque eso la haría muy feliz…
El joven sabiendo que sería un gesto que llenaría el corazón y espíritu de la viejecita, accedió. Entonces, mientras la viejita pasaba por la caja registradora se volteó y sonriendo, con la mano le dijo: "¡ADIOS HIJO!"
Él, lleno de amor y ternura le respondió efusivamente "¡ADIOS MAMÁ!"
El hombre, contento y satisfecho porque seguramente había traído un poco de alegría a la viejecita, continuó pagando sus compras.
"Son $940.40", le dijo la cajera.
"¿Por qué tanto, si solo llevo sólo cinco cosas?"
Y la cajera le dice:
"Si, pero su MAMÁ dijo que usted pagaría por sus cosas también"

Los cinco minutos de Dios
Abril 2
Con un ideal en tu vida, te sentirás más feliz y "pisarás más fuerte en tu vida"
Un ideal que polarice todos tus esfuerzos y tus pensamientos; un ideal que oriente todas tus acciones; un ideal que sea el palo mayor de la nave de tu vida.
El ideal, aunque no llegues nunca a conseguirlo, siempre te hará bien; al fin y al cabo, en éso consiste el ideal: en tender siempre hacia adelante.
Un ideal que se consigue, ya deja de ser ideal y debe ceder el puesto a otro verdadero ideal aún no conseguido.
El hombre sin ideal es viajero sin brújula; los hombres sin ideal son un rebaño sin pastor y sin camino; perder el ideal es perder el rumbo, y perder el rumbo es exponerse a desastres, a pérdida de tiempo y de esfuerzos, a toparse en última instancia con la desilusión; es exponerse a que el cansancio se apodere de la vida y entonces la vida ya no tiene sentido ni aliciente; ya no se ve por qué seguir adelante, ni para qué.
Tu ideal como cristiano tiene que ser la vida de la gracia; cumplir con la misión del Maestro Jesús, que dice: “Vine para que tengan Vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.