jueves, 25 de febrero de 2016

Pequeñas Semillitas 2947

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2947 ~ Jueves 25 de Febrero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En este Año Santo de la Misericordia, me parece oportuno iniciar la edición de hoy de nuestro boletín con una reflexión del Cardenal Mario Poli, primado de la República Argentina. Dice así:
Si haces una gauchada (favor) a alguien que conoces, ya vas a tener tu recompensa. Obren como obra nuestro padre Dios, que hace salir el sol sobre justos y pecadores. ¡Qué sencillito que lo dijo Jesús! ¿No? […] Tengan los mismos sentimientos que Cristo Jesús. Si le hacemos una gauchada a alguien que la puede devolver, ¿qué gracia? Si le hacemos una gauchada y cuidamos la fragilidad de aquellos que no pueden levantar la voz ni saben agradecer… ¿Saben quién agradece? ¿Saben quién es su crédito? Dios mismo. Mientras vamos por la vida, vamos recibiendo gracias  cuando uno se pregunta: ¿De dónde vendrá esto? ¿Por qué Dios me concede esto?... Y, porque me lo hiciste a mí en la persona de tus hermanos que no conocías. Todo es un círculo muy virtuoso en la vida cristiana. Si hacemos una gauchada a alguien, la gauchada vuelve. Como dice una canción: todo vuelve… todo vuelve…

¡Buenos días!

Convivencia cotidiana
Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestra capacidad humana. Por eso es indispensable suplicar con humildad y constancia al Señor el don de la fraternidad, para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos, retraimientos, susceptibilidades… Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos “disculpar, soportar y esperar sin límites”.

Existe un poblado en Escocia que mantiene la tradición de que cuando alguien del pueblo se muere, los otros habitantes se reúnen junto a la tumba y dicen algo positivo sobre el difunto antes de que el féretro sea enterrado. Esto fue así durante generaciones, pero surgió un problema y la comunidad no estaba segura de poder continuar con esa tradición. Había un personaje malvado que vivía en la colina y era tan odioso que nadie podía pensar algo positivo de él. Finalmente murió. Los habitantes del pueblo estuvieron de pie en torno al ataúd durante horas, en total silencio. Al final, alguien dijo: “Era malo; pero creo que podría haber sido peor”. Y todos entonces enterraron el cuerpo.

El amor que pide Jesús es capaz de evitar en el trato cotidiano las faltas de aceptación, incomprensiones, y malentendidos. El Señor nos quiere ver fraternos, bondadosos, cordiales… No es fácil, pero lo podrás, si lo pides cada día: “Señor, ayúdame a ser hoy comprensivo, compasivo y paciente con todos”. Que pases un día feliz de buena convivencia.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos: «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y un pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico pero hasta los perros venían y le lamían las llagas.
»Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: ‘Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama’. Pero Abraham le dijo: ‘Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros’.
»Replicó: ‘Con todo, te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento’. Díjole Abraham: ‘Tienen a Moisés y a los profetas; que les oigan’. Él dijo: ‘No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán’. Le contestó: ‘Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite’». (Lc 16,19-31)

Comentario
Hoy, el Evangelio es una parábola que nos descubre las realidades del hombre después de la muerte. Jesús nos habla del premio o del castigo que tendremos según cómo nos hayamos comportado.
El contraste entre el rico y el pobre es muy fuerte. El lujo y la indiferencia del rico; la situación patética de Lázaro, con los perros que le lamen las úlceras (cf. Lc 16,19-21). Todo tiene un gran realismo que hace que entremos en escena.
Podemos pensar, ¿dónde estaría yo si fuera uno de los dos protagonistas de la parábola? Nuestra sociedad, constantemente, nos recuerda que hemos de vivir bien, con confort y bienestar, gozando y sin preocupaciones. Vivir para uno mismo, sin ocuparse de los demás, o preocupándonos justo lo necesario para que la conciencia quede tranquila, pero no por un sentido de justicia, amor o solidaridad.
Hoy se nos presenta la necesidad de escuchar a Dios en esta vida, de convertirnos en ella y aprovechar el tiempo que Él nos concede. Dios pide cuentas. En esta vida nos jugamos la vida.
Jesús deja clara la existencia del infierno y describe algunas de sus características: la pena que sufren los sentidos —«que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama» (Lc 16,24)— y su eternidad —«entre nosotros y vosotros se interpone un gran abismo» (Lc 16,26).
San Gregorio Magno nos dice que «todas estas cosas se dicen para que nadie pueda excusarse a causa de su ignorancia». Hay que despojarse del hombre viejo y ser libre para poder amar al prójimo. Hay que responder al sufrimiento de los pobres, de los enfermos, o de los abandonados. Sería bueno que recordáramos esta parábola con frecuencia para que nos haga más responsables de nuestra vida. A todos nos llega el momento de la muerte. Y hay que estar siempre preparados, porque un día seremos juzgados.
Rev. D. Xavier SOBREVÍA i Vidal (Castelldefels, España)

Santoral Católico:
San Cesáreo de Nazianzo
Médico
Era hermano de san Gregorio Nacianceno. Estudió en Alejandría y Constantinopla y aquí ejerció la profesión de médico, en la que alcanzó un gran prestigio. Fue médico de varios emperadores. Juliano el Apóstata intentó que volviera al paganismo cuando era sólo catecúmeno. A raíz del terremoto de Nicea del año 368, en el que estuvo a punto de morir, se bautizó, dejó las tareas seculares y se dedicó a la oración y a la atención de los pobres, a los que legó sus bienes. Murió en Nacianzo (Turquía) el año 369.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco 
“La violencia usada para amasar fortunas que escurren sangre,
no convierten a nadie en poderoso ni en inmortal”
Misericordiae Vultus, n. 19

Cuaresma día a día
Día 16º: Jueves 25 de Febrero
Vocación. El director de una película de cine está ocupado en la tarea de escoger una actriz para protagonista de la película. Está sentado frente a su mesa de trabajo, sobre la cual yacen desplegadas docenas de fotografías facilitadas por los agentes cinematográficos. Al cabo de un rato, escoge una de ellas, la contempla detenidamente y dice a su secretaria: "Sí, éste es el tipo de mujer que necesito, llámela y cítela aquí mañana".

Ni que decir tiene que hay una inmensa diferencia entre un director cinematográfico y Dios, entre Hollywood y el Cielo. Con todo, a través de este ejemplo podemos hacernos una idea de la razón de ser de nuestra existencia. Allá, en lo más profundo de la eternidad, Dios planeó el universo entero y escogió a los protagonistas del gran argumento que habría de desarrollarse hasta el fin de los tiempos. Ante su divina mente fueron desfilando las fotografías de las almas ilimitadas en número que él podía crear.

Cuando se topó con tu imagen, se detuvo y dijo: "Quiero darle mi vida a esta persona, para que sea feliz. La necesito para que desarrolle un papel único, personal, y luego, goce de mi presencia durante toda la eternidad... Sí, la voy a crear". Ahora ya sabes cuál es tu misión. Eres el protagonista. De que tú hagas o dejes de hacer lo que Dios ha pensado para ti depende que muchas personas sean felices o no, se salven o no. Tus amigos necesitan que les ayudes a conocer a Jesús.

Madre mía, que como tú, diga a Jesús que sí en los planes que Él tiene para mí. Señor, quiero lo que quieras, quiero cuando quieras, quiero como quieras, quiero mientras quieras.

Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído, Después termina con una oración final.
© Web Católico de Javier

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página.

Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas

Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir el power point y los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.

Los cinco minutos de Dios
Febrero 25
Todos vivimos preocupados por el dinero; sin embargo, no nos ponemos de acuerdo sobre el valor del dinero, pues mientras para unos es un vil metal, para otros es "el poderoso caballero, don dinero"
Que no se puede vivir sin la billetera, lo saben desde el acaudalado hasta el ama de casa que va al supermercado para hacer sus compras. No se discute la posesión o la carencia del dinero, sino la posición que el hombre adopta frente a él.
Utilizar el dinero, hacer rendir al dinero, emplear para el bien el dinero, es una cosa; convertirse en esclavo del dinero, no vivir sino con la mente fija en él, obsesionado por él, es otra.
La Biblia no nos hace falta para conseguir dinero, pero sí para saber utilizar el dinero, para ponerlo a nuestra disposición y bienestar de la sociedad, y no ponernos nosotros a disposición del dinero.
Al fin, el hombre, menos se posee a sí mismo; el hombre que sólo posee dinero no pasa de ser un pobre hombre.
“Las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra de Dios” (Mt 13,22). “Vale más la pobreza del justo que las grandes riquezas del malvado” (Sal 37,16). No es el dinero el que hace la felicidad.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

miércoles, 24 de febrero de 2016

Pequeñas Semillitas 2946

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2946 ~ Miércoles 24 de Febrero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.
– ¡Pues, vive como las flores! Advirtió el maestro.
– Y ¿cómo es vivir como las flores? Preguntó el discípulo.
– Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín-. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son suyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera… Esto, es vivir como las flores.

¡Buenos días!

Es maravilloso, Señor
“Empezar a dar gracias a Dios invita a descubrir sus dones, y cuanto más se busca, más se encuentra. Es como recoger flores en un prado: no se ha concluido de cortar una flor, cuando otra se presenta más hermosa” (A. Gasparino).

Es maravilloso, Señor, tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados. Mis ojos miran, cuando tantos no tienen luz. Mi voz canta, cuando otros enmudecen. Mis manos trabajan, cuando tantos mendigan. Es maravilloso, Señor, volver a casa, cuando otros no tienen dónde ir.
Es bueno sonreír, amar, soñar, vivir, cuando tantos odian y mueren. Es maravilloso, Señor, tener un Dios para creer, cuando tantos no creen. Es maravilloso, Señor, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer.

“Vivir dando gracias a Dios” (san Pablo), te ayudará a relacionarte con él de una forma muy concreta, descubriendo los dones que te regala a cada paso. Por otra parte es una oración que te ensanchará el corazón y descansará tu mente. Si tienes alguna dificultad, ¿por qué no ensayas escribir brevemente los motivos de tu gratitud? El Señor te bendiga.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, cuando Jesús iba subiendo a Jerusalén, tomó aparte a los Doce, y les dijo por el camino: «Mirad que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, para burlarse de Él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo. Él le dijo: «¿Qué quieres?». Dícele ella: «Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu izquierda, en tu Reino». Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?». Dícenle: «Sí, podemos». Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado por mi Padre».
Al oír esto los otros diez, se indignaron contra los dos hermanos. Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos». (Mt 20,17-28)

Comentario
Hoy, la Iglesia —inspirada por el Espíritu Santo— nos propone en este tiempo de Cuaresma un texto en el que Jesús plantea a sus discípulos —y, por lo tanto, también a nosotros— un cambio de mentalidad. Jesús hoy voltea las visiones humanas y terrenales de sus discípulos y les abre un nuevo horizonte de comprensión sobre cuál ha de ser el estilo de vida de sus seguidores.
Nuestras inclinaciones naturales nos mueven al deseo de dominar las cosas y a las personas, mandar y dar órdenes, que se haga lo que a nosotros nos gusta, que la gente nos reconozca un status, una posición. Pues bien, el camino que Jesús nos propone es el opuesto: «El que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo» (Mt 20,26-27). “Servidor”, “esclavo”: ¡no podemos quedarnos en el enunciado de las palabras!; las hemos escuchado cientos de veces, hemos de ser capaces de entrar en contacto con la realidad que significan, y confrontar dicha realidad con nuestras actitudes y comportamientos.
El Concilio Vaticano II ha afirmado que «el hombre adquiere su plenitud a través del servicio y la entrega a los demás». En este caso, nos parece que damos la vida, cuando realmente la estamos encontrando. El hombre que no vive para servir no sirve para vivir. Y en esta actitud, nuestro modelo es el mismo Cristo —el hombre plenamente hombre— pues «el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20,28).
Ser servidor, ser esclavo, tal y como nos lo pide Jesús es imposible para nosotros. Queda fuera del alcance de nuestra pobre voluntad: hemos de implorar, esperar y desear intensamente que se nos concedan esos dones. La Cuaresma y sus prácticas cuaresmales —ayuno, limosna y oración— nos recuerdan que para recibir esos dones nos debemos disponer adecuadamente.
* Rev. D. Francesc JORDANA i Soler (Mirasol, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Etelberto
Rey de Kent
Etelberto, rey de Kent, se casó con una princesa cristiana llamada Berta, que era hija única de Chariberto, rey de París. Etelberto concedió a su esposa plena libertad para participar de su religión, y Berta llevó a Inglaterra a Liudardo, un obispo francés. La tradición habla de la piedad y las amables virtudes de Berta, que indudablemente impresionaron mucho a su marido; sin embargo, el rey no se convirtió hasta la llegada de San Agustín y sus compañeros.

Los misioneros enviados por San Gregorio el Grande, desembarcaron en Thanet, desde donde se comunicaron con el rey, anunciándole su llegada y las razones de su viaje. El rey les rogó que permanecieran en la isla y pocos días más tarde, fue personalmente a escucharlos. Luego de este encuentro, San Etelberto les concedió permiso para predicar en todo el pueblo, convertir a cuantos pudieran y les entregó la iglesia de San Martín para que pudiesen celebrar la Misa y otras liturgias.

Las conversiones empezaron a multiplicarse, y pronto el rey y su corte fueron bautizados en Pentecostés del año 597. El rey además les dio permiso para reconstruir las antiguas iglesias y construir otras nuevas. Su gobierno se distinguió por el empeño que puso en mejorar las condiciones de vida de sus súbitos; sus leyes le ganaron el aprecio de Inglaterra, en épocas posteriores, y su apoyo a la fe católica permitió que se construyesen muchos templos, monasterios y algunas diócesis, como la de Rochester.

El santo pronto se convirtió en un modelo por la nobleza de su conversión. La acogida que dio a los misioneros y su gesto de escucharles sin prejuicios son un caso extraordinario en la historia. Con su actitud de no imponer la fe en sus súbditos, a pesar de su celo por propagarla, favoreció enormemente la obra de los misioneros.

Después de cincuenta y seis años de reinado, falleció en el año 616, y fue sepultado en la Iglesia de San Pedro y San Pablo, donde descansaban los restos de la reina Santa Berta y San Liudardo.
© AciPrensa

La frase de hoy

“La Cuaresma es un llamado que Dios me hace y le hace a cada uno, para que, escuchando esa voz del Padre Dios, me decida a dejar las ataduras de mi propio egoísmo, de mis propias esclavitudes, y me anime a gozar de la libertad de sentirme amado gratuitamente y corresponderle con un amor sincero, humilde y agradecido”
~ Mons. Carlos J. Tissera ~

Cuaresma día a día
Día 15º: Miércoles 24 de Febrero
Se curó el monstruo. Lo escribía J. Urteaga: "Ocurrió en un pueblo español. Intervienen como protagonistas: un muchacho enfermo, su familia, una ermita dedicada a Santa María y muchas súplicas.

El chico tiene 14 años, era alegre, dinámico, dicharachero, incapaz de estarse quieto un instante, deportista... En muy poco tiempo el muchacho ha sufrido un cambio espectacular. Una parálisis progresiva le tiene inmovilizado en un sillón de ruedas. Toda aquella alegría contagiosa se ha transformado en un infierno, especialmente para la familia; en lo humano es inútil, en lo espiritual un pequeño monstruo egoísta. Todos deben servirle, cuidarle, atenderle, desvivirse por él. Todo es poco.

Una luz se ha encendido en el alma de su madre. Le llevaran a la ermita. Rezarán a la Virgen. Le pedirán su curación. Se hará el milagro.

Llegó el día. Ante la reja hay una madre que habla en voz alta con la Virgen, sin que le importe ni poco ni mucho que haya gente en su entorno.

¡María, tienes que cuidar a mi hija! ¡Es mi pequeña! Cúrala María. Que fallen los diagnósticos. ¡Qué no sea cáncer! Esta niña es todo lo que tengo en mi vida. ¡Cómo te la vas a llevar! ¡María, que no sea cáncer! Ella también te lo pide. Me ha dicho que venga a rezarte a la ermita. ¡Anda, María, que no sea cáncer!

Poco después, aquella madre angustiada, santiguándose, abandonó la reja de la ermita.

Es ahora cuando la otra madre, la de nuestro muchacho, se acerca para decirle, al tiempo, con miedo y con dulzura:

- ¡Hijo!, ¿ya has Pedido a la Virgen... ?

Y se realiza el portento.

- Sí, mamá. He pedido la curación... He pedido a la Virgen que no sea cáncer.

Señor, a veces yo también soy un auténtico monstruo por el egoísmo. Si ser cristiano es parecerse a Ti, me tienes que cambiar. ¡Qué piense en los demás! ¡Que haga más por los demás que por mí! ¡Que ayude, que haga favores, que me dé cuenta de lo que necesitan o de lo que podría alegrarles! ¡Cúrame, Madre mía, y dame mi corazón generoso! Gracias.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras
© Web Católico de Javier

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Anita A., de Chaco, Argentina, lectora de Pequeñas Semillitas, que mañana será operada de cataratas. Que por la mediación de Santa Lucía (patrona de la vista) el Señor le conceda una pronta y feliz recuperación.

Pedimos oración por las siguientes personas: Enrique Domingo T., de Argentina, que está con problemas nerviosos, de inestabilidad y caídas, y en una mano; por su hija para que tenga las fuerzas necesarias para sostener a sus padres enfermos y de edad avanzada; por las intenciones y necesidades de Mabel, de Argentina; por los resultados que se aguardan de biopsias de Espe y pruebas hematológicas de Violeta (de Miami); por el ultrasonido de Katia para que salga limpio; por sanación o alivio de la artritis de Boris (padre e hijo) de Ontario, Canadá; y también por intenciones y salud de Elena, también de Ontario, Canadá, que padece diabetes.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Febrero 24
Con frecuencia la vida se convierte en un juego de naipes en el que triunfa el as. La diferencia está en que para unos el as mayor es el as de oro, para otros el de espada, para no pocos el de bastos y no faltan quienes eligen el de copas.
As de oro para los que ponen sus esfuerzos en almacenar riquezas a toda costa y sin reparar en miramientos o en delicadezas de conciencia que se juzgan puritanas; as de oro con el que se piensa se pueden ganar todas las partidas, incluso la partida de la felicidad.
As de espadas para quienes todo lo quieren conseguir con la fuerza, sea de las armas, sea de las leyes políticas o sindicales.
As de bastos para quienes pretenden arreglar el mundo a garrotazos, con violencia, con secuestros, con odios, guerras y crímenes.
As de copas para los despreocupados que tratan de ahogar en vino y licores, en fiestas y comilonas los sinsabores diarios, los problemas acuciantes para la sociedad o el vacío que ellos experimentan en su interior, por falta de un sentido para su vida.
¿Será eso la vida? ¿Un juego de naipes?
“Cantaré al Señor toda mi vida, mientras yo exista, celebraré a mi Dios” (Sal 104,33). “Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán; así te bendeciré mientras viva” (Sal 63,4-5)
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

martes, 23 de febrero de 2016

Pequeñas Semillitas 2945

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 2945 ~ Martes 23 de Febrero de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor, ayúdame a esparcir tu fragancia allí donde vaya.
Resplandece a través  de mí y sé en mí, para que todas las almas que me rocen sientan tu presencia en mi alma.
Deja que alcen la mirada y ya no me vean a mí, sino a ti, Señor.
Quédate conmigo y empezaré a brillar como Tú brillas, con un brillo que iluminará a los demás.
Y esa luz, Señor, saldrá de ti, no será mía: serás Tú, iluminando a los demás a través de mí.
Deja que predique sin predicar, no a través de la palabra, sino de mi ejemplo, de una fuerza arrebatadora, la influencia de la compasión en lo que hago, la patente plenitud que el amor de mi corazón te profesa.
* J. H. Newman

¡Buenos días!

Los tres picapedreros
Se ha escrito que un corazón sin ideales es como un cielo sin estrellas. Alimentar objetivos atrayentes y hermosos dinamizan la rutina diaria, alegran la vida y te impulsan a entregarte con todas tus capacidades a la tarea cotidiana, por modesta y sencilla que sea. Aquí tienes una anécdota que ejemplifica este principio.

Un transeúnte se detuvo un día ante una cantera en la que trabajaban tres compañeros. Preguntó al primero: "¿Qué haces, amigo?" Y éste respondió sin alzar la cabeza: "Me gano el pan". Preguntó al segundo: "¿Qué haces, amigo?" Y el obrero, acariciando el objeto de su tarea, explicó: "Ya lo ves, estoy tallando una hermosa piedra". Preguntó al tercero: "¿Qué haces, amigo?" Y el hombre, alzando hacia él unos ojos llenos de alegría, exclamó: "Estamos edificando una catedral". Y el caso es que los tres estaban realizando el mismo trabajo.

Es hermoso que alimentes en el corazón grandes ideales para movilizar tus ocultas energías. Pero, al mismo tiempo trata de ser realista cuidando los pequeños esfuerzos que te conducirán al logro de tus ilusiones. “Si quieres mantener tu surco derecho, ata tu arado a una estrella” (M. Hebrard).
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".
»Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar "Doctores", porque uno solo es vuestro Doctor: Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado». (Mt 23,1-12)

Comentario
Hoy, con mayor razón, debemos trabajar por nuestra salvación personal y comunitaria, como dice san Pablo, con respeto y seriedad, pues «ahora es el día de la salvación» (2Cor 6,2). El tiempo cuaresmal es una oportunidad sagrada dada por nuestro Padre para que, en una actitud de profunda conversión, revitalicemos nuestros valores personales, reconozcamos nuestros errores y nos arrepintamos de nuestros pecados, de modo que nuestra vida se vaya transformando —por la acción del Espíritu Santo— en una vida más plena y madura.
Para adecuar nuestra conducta a la del Señor Jesús es fundamental un gesto de humildad, como dice el Papa Benedicto: «Que [yo] me reconozca como lo que soy, una creatura frágil, hecha de tierra, destinada a la tierra, pero además hecha a imagen de Dios y destinada a Él».
En la época de Jesús había muchos "modelos" que oraban y actuaban para ser vistos, para ser reverenciados: pura fantasía, personajes de cartón, que no podían estimular el crecimiento y la madurez de sus vecinos. Sus actitudes y conductas no mostraban el camino que conduce a Dios: «No imitéis su conducta, porque dicen y no hacen» (Mt 23,3).
La sociedad actual también nos presenta una infinidad de modelos de conducta que abocan a una existencia vertiginosa, alocada, debilitando el sentido de trascendencia. No dejemos que esos falsos referentes nos hagan perder de vista al verdadero maestro: «Uno solo es vuestro Maestro; (…) uno solo es vuestro Padre; (…) uno solo es vuestro Doctor: Cristo» (Mt 23,8.9.10).
Aprovechemos la cuaresma para fortalecer nuestras convicciones como discípulos de Jesucristo. Tratemos de tener momentos sagrados de "desierto" donde nos reencontremos con nosotros mismos y con el verdadero modelo y maestro. Y frente a las situaciones concretas en las que muchas veces no sabemos cómo reaccionar podríamos preguntarnos: ¿qué diría Jesús?, ¿cómo actuaría Jesús?
* Pbro. Gerardo GÓMEZ (Merlo, Buenos Aires, Argentina)

Santoral Católico:
San Policarpo de Esmirna
Obispo y Mártir
Nació en Esmirna (Turquía) el año 69. Discípulo del apóstol san Juan y último testigo de la época apostólica, fue nombrado por los mismos Apóstoles obispo de Esmirna, dio hospedaje a su amigo Ignacio de Antioquía, quien luego le escribió una carta hoy famosa, tuvo como discípulo a san Ireneo. Escribió una carta a la Iglesia de Filipos, que había sido fundada por el apóstol Pablo. Hizo un viaje a Roma el año 154 para tratar con el papa Aniceto la cuestión de la fiesta de la Pascua. Selló con su sangre el testimonio de su fe en Cristo, condenado a morir en la hoguera en el anfiteatro de Esmirna el año 155, bajo los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio. Al procónsul romano que lo invitaba a maldecir de Cristo, respondió Policarpo: «86 años hace que le sirvo y ningún daño he recibido de Él, ¿cómo puedo maldecir a mi rey, el que me ha salvado?... Yo soy cristiano».
Oración: Dios de todas las criaturas, que te has dignado agregar a san Policarpo, tu obispo, al número de los mártires, concédenos, por su intercesión, participar con él en la pasión de Cristo, y resucitar a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano    

Palabras del Papa Francisco
 
La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre! Con las palabras del profeta Miqueas también nosotros podemos repetir: “Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú, Señor, volverás a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu pueblo. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el fondo del mar todos nuestros pecados” 
(Misericordiae Vultus, n. 17)

Cuaresma día a día
Día 14º: Martes 23 de Febrero
Callar. Después de ser condenado, Pilatos ordena que azoten a Jesús. Dos soldados brutales descargan toda su fuerza sobre la espalda de Jesús. Noventa golpes pueden contarse en la sábana santa. Cada látigo tenía varias cuerdas y la punta de las cuerdas poseía pequeños trozos de plomo sin pulir, con puntas y salientes que hirieron todo el cuerpo de nuestro Dios. Jesús lo sufrió por ti y por mí. Era tan doloroso que muchos de los condenados morían en la flagelación. María, nuestra madre, lo ve todo y sufre, pero se calla, porque quiere que Jesús nos salve y para ello debe morir.

Madre, haz que sepa callar; no contestar a mis padres, no protestar, no decir siempre la última palabra. Aunque sea injusto, o tenga motivos para protestar, que me calle. También Tú podrías haber dicho muchas cosas, y te callaste. Me cuesta pero ayúdame: que sepa callar.

Continúa hablándole a Dios con tus palabras
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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por tres personas de República Dominicana: Fella, en la confianza de que el Señor permitirá que todas esas pruebas médicas que van a hacerle resulten totalmente favorables. Asimismo las de Johnny y por igual las de Esmeraldina. Oramos por todos ellos.

Pedimos oración por dos personas de Puerto Rico: Edwin R., para que Dios en su infinita misericordia le proteja en su intervención quirúrgica y posterior recuperación; y Leonor B., para que Dios siga bendiciendo su recuperación.

Pedimos oración por la salud del Padre José Cuesta, sacerdote salesiano de Córdoba, Argentina, rogando para él la protección y mediación de María Auxiliadora a fin de que Jesús le conceda la inmensa gracia de la curación de su enfermedad.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Febrero 23
Es incomprensible la antinomia que vive el mundo de hoy: nunca se sintió tan uno, nunca latió tan fuertemente el sentido comunitario y, sin embargo, nunca se vivieron tantos antis: anti-esto, anti-aquello, anti-inmigrantes, anti-judío, anti...... En vez de dar lugar a los pro... pro-humano, pro-nacional, pro…
No está bien desconocer o subestimar los valores de la tierra o de la patria de cada uno, pero si está mal cerrarse de tal forma a todo lo demás que se nos convierta en aquello que no nos es lícito desear, aprobar o favorecer.
"¿De qué color es la piel de Dios?", preguntaba la canción.
Es amarilla, es negra, es blanca: todos somos iguales a los ojos de Dios; luego, si todos somos igualmente hijos de Dios, todos somos hermanos; todos somos viajeros de una misma nave y ésta no gozará de paz mientras no lleguemos a descubrir la futilidad de pelearnos entre nosotros.
Las peleas y disensiones entre los hombres no son queridas por Dios; ya el apóstol San Pablo les decía a los corintios: “Temo que haya entre ustedes discordia, envidias, animosidad, rivalidades, detracciones, murmuraciones, engreimientos, desórdenes” (2 Cor 12,20). Todo esto deshace el racimo de los que buscamos la salvación.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-