domingo, 21 de diciembre de 2008

Pequeñas Semillitas 0591

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0591 ~ Domingo 21 de Diciembre de 2008
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)




Ya es hora de despertar. Ya es hora de abrir los ojos. Ya es hora de ver la luz. Ya es hora de levantarse.
Ya es hora de reconocer la aurora. Ya es hora de contemplar la salvación. Ya es hora de percibir lo nuevo.
Ya es hora de descubrir la presencia de Dios. Ya es hora de aceptar la salvación. Ya es hora de hacer un sitio a Dios.
Ya es hora de acoger la salvación. Ya es hora de decir sí a Dios. Ya es hora de dejar atrás el pesimismo.
Ya es hora de poner la mano en las obras del reino. Ya es hora de comprometerse un poco más.
Ya es hora de dejar las actividades de las tinieblas. Ya es hora de comenzar a sentir la presencia de Dios.
Ya es hora de abrir las puertas cerradas. Ya es hora de dar la palabra a los sin palabra. Ya es hora de romper el miedo.
Ya es hora de atravesar el túnel y dejar la noche. Ya es hora de mirar con esperanza. Ya es hora de despertar: la luz del día está encima.
¿No ven que Dios lo llena todo? ¿No ven que Dios está naciendo en cosas sencillas? ¿No sienten que todo habla de Dios?
¿No sienten que Dios está llamando a la puerta? ¿No sienten que Dios tiene un sitio aquí? ¿No sienten su brisa, su trueno, su voz...?



La Palabra de Dios : Evangelio del día



En aquel tiempo, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.
(Lucas 1, 26-38)

Comentario
Hoy, el Evangelio tiene el tono de un cuento popular. Las rondallas empiezan así: «Había una vez...», se presentan los personajes, la época, el lugar y el tema. Ésta llegará al punto álgido con el nudo de la narración; finalmente, hay el desenlace.
San Lucas, de modo semejante, nos cuenta, con tono popular y asequible, la historia más grande. Presenta, no una narración creada por la imaginación, sino una realidad tejida por el mismo Dios con colaboración humana. El punto álgido es: «Vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús» (Lc 1,31).
Este mensaje nos dice que la Navidad está ya cercana. María nos abrirá la puerta con su colaboración en la obra de Dios. La humilde doncella de Nazaret escucha sorprendida el anuncio del Ángel. Precisamente rogaba que Dios enviara pronto al Ungido, para salvar el mundo. Poco se imaginaba, en su modesto entendimiento, que Dios la escogía justamente a Ella para realizar sus planes.
María vive unos momentos tensos, dramáticos, en su corazón: era y quería permanecer virgen; Dios ahora le propone una maternidad. María no lo entiende: «¿Cómo se hará eso?» (Lc 1,34), pregunta. El Ángel le dice que virginidad y maternidad no se contradicen, sino que, por la fuerza del Espíritu Santo, se integran perfectamente. No es que Ella ahora lo entienda mejor. Pero ya le es suficiente, pues el prodigio será obra de Dios: «A Dios nada le es imposible» (Lc 1,38). Por eso responde: «Que se cumplan en mi tus palabras» (Lc 1,38). ¡Que se cumplan! ¡Que se haga! Fiat! Sí. Total aceptación de la Voluntad de Dios, medio a tientas, pero sin condiciones.
En aquel mismo instante, «la Palabra se hizo Carne y habitó entre nosotros» (Jn 1,14). Aquel cuento popular deviene a un mismo tiempo la realidad más divina y más humana. Pablo VI escribió el año 1974: «En María vemos la respuesta que Dios da al misterio del hombre; y la pregunta que el hombre hace sobre Dios y la propia vida».
Fray Josep Mª Massana i Mola (Barcelona, España)



Santoral Católico



San Pedro Canisio, predicador y escritor




Este santo ha sido llamado: "El segundo evangelizador de Alemania" (después de San Bonifacio). Se le venera como uno de los creadores de la prensa católica y fue el primero del numeroso ejército de escritores jesuitas.

Nació en Holanda (en Nimega) en 1521. Su padre fue por nueve veces alcalde de su ciudad. Quedó huérfano de madre siendo él aún muy pequeño, pero su madrastra fue para él una segunda madre y fue educado en un gran temor de ofender a Dios. Él se quejaba de que en sus primeros años había perdido mucho tiempo dedicándose más a los juegos que a los estudios, pero luego se consagró de tal manera a estudiar que a los 19 años ya consiguió la licenciatura en teología.

Para complacer a su padre se dedicó a especializarse en abogacía, pero luego de hacer unos Ejercicios Espirituales con el Padre Fabro (que era compañero de San Ignacio) se entusiasmó por la vida religiosa, hizo votos o juramento de permanecer siempre casto, y prometió a Dios hacerse jesuita.

Fue admitido en la comunidad y los primeros años de religioso los pasó en Colonia (Alemania) dedicado a la oración, el estudio, la meditación y la ayuda a los pobres. La cuantiosa herencia que recibió de sus padres la repartió la mitad entre los pobres y la otra mitad para ayudar a obras sociales de su comunidad.

Desde sus primeros años de su sacerdocio empezó a brillar como un gran predicador. Cuando joven era impresionante su carácter batallador y amigo de las polémicas y discusiones, y estas aptitudes le van a ser muy útiles, porque durante toda su vida tendrá que batallar muy fuertemente en todas partes contra los protestantes. Siempre fue muy caritativo y amable con las personas que le discutían, pero tremendo e incisivo contra los errores de los protestantes (Tanto que estos haciendo alusión a su apellido lo llamaban el can que defiende a los católicos). Decía a sus sacerdotes: "no hieran, no humillen, pero defiendan la religión con toda su alma".

San Pedro Canisio tenía una especial cualidad para resumir las enseñanzas de todos los grandes teólogos y presentarlas de manera sencilla para que las entendiera el pueblo. Y así logró redactar dos catecismos, uno resumido y otro explicado. Estos dos libros fueron traducidos a 24 idiomas en la vida del autor, y en Alemania se propagaron por centenares de miles (junto con los de otros dos jesuitas, el Padre Astete y San Roberto Belarmino, San Pedro Canisio es de los que más éxitos logró obtener con su Catecismo).

San Ignacio y el Sumo Pontífice, aprovechando sus enormes cualidades como predicador y defensor de la Iglesia contra los protestantes, le encargaron muchísimas labores de apostolado. Como superior provincial de los jesuitas en Alemania recorrió a pie y a caballo diez mil kilómetros predicando, enseñando catecismo, propagando buenos libros y defendiendo la religión. En los treinta años de su incansable labor de misionero recorrió treinta mil kilómetros por Alemania, Austria, Holanda e Italia. Parecía incansable. A quien le recomendaba descansar un poco le respondía: "Descansaremos en el cielo".

Por muchas ciudades de Alemania fue fundando colegios católicos para formar religiosamente a los alumnos. A la universidad Católica la transformó y le dio una gran celebridad. Y ayudó a fundar numerosos seminarios para la formación de los futuros sacerdotes. Alemania, después de San Pedro Canisio, era ya otro país distinto y mucho más católico que cuando él empezó a trabajar allí.

San Pedro Canisio se dio cuenta del inmenso bien que hacen las buenas lecturas. Por eso recorría el país propagando los buenos libros y se propuso formar una asociación de escritores católicos. Él sabía muy bien que un buen libro puede hacer mayor bien que un sermón y que las buenas lecturas logran llegar a donde ni sacerdotes ni religiosos logran ir a llevar mensajes religiosos. Aún ya anciano y muy débil y casi paralizado, seguía escribiendo con la ayuda de un secretario, libros religiosos para el pueblo. Al morir tenía la satisfacción de haber ayudado a formar varias editoriales católicas muy bien organizadas.

Estando en Friburgo el 21 de diciembre de 1597, junto con varios padres jesuitas, después de haber rezado con ellos el santo rosario, su devoción favorita, de pronto exclamó lleno de alegría y emoción: "Mírenla, ahí esta. Ahí está". Y murió. Era la Virgen Santísima que había llegado a llevárselo para el cielo.

El Sumo Pontífice Pío XI, después de canonizarlo, lo declaró Doctor de la Iglesia, en 1925.



Pensamiento



"La Navidad, misterio de alegría. Alegría, incluso estando lejos de casa, la pobreza del pesebre, la indiferencia del pueblo, la hostilidad del poder. Misterio de alegría a pesar de todo. De este mismo gozo participa la Iglesia, inundada hoy por la luz del Hijo de Dios: las tinieblas jamás podrán apagarla".
Juan Pablo II




Tema del día : ¿Ya pusimos el Nacimiento?



1) Para saber

El Papa Benedicto XVI alentó en este tiempo navideño a poner el tradicional Nacimiento en las casas, iglesias y colegios, para que no nos olvidemos del papel central que ha de ocupar el Niño Jesús en todas estas celebraciones. Y de esa manera, en esta Navidad, Jesús recibido en todas las casas del mundo.

2) Para pensar

Recibí un relato que habla de dos americanos que fueron a Rusia para enseñar moral basada en principios bíblicos. Debían enseñar en varios lugares y entre ellos en un gran orfanato de niños que habían sido abandonados.
Los niños del orfanato escucharon atentos por primera vez la historia tradicional de la Navidad, acerca de María y José llegando a Belén, y de cómo debieron ir a un establo, donde finalmente el niño Jesús nació y fue puesto en un pesebre.
Una vez terminada la historia, les dieron a los chicos un poco de material para que hicieran un pesebre.
Revisando sus trabajos, al presentador le llamó la atención el de un pequeño llamado Misha, pues al ver el pesebre no vio un solo niño dentro de él, sino dos. Pensó que había entendido mal y llamó al traductor para que le preguntara por qué había dos bebes en el pesebre. Misha cruzó sus brazos y observando la escena del pesebre comenzó a repetir la historia muy seriamente.
Por ser el relato de un niño que había escuchado la historia de Navidad una sola vez estaba muy bien, hasta que llegó la parte donde María pone al bebé en el pesebre. Allí Misha empezó a inventar su propio final para la historia, dijo: "Y cuando María dejó al bebé en el pesebre, Jesús me miró y me preguntó si yo tenía un lugar para estar. Yo le dije que no tenía mamá ni papá y que no tenía un lugar para estar. Entonces Jesús me dijo que yo podía estar allí con Él. Le dije que no podía, porque no tenía un regalo para darle. Pero yo quería quedarme con Jesús, y se me ocurrió que un buen regalo podría ser darle calor. Por eso le pregunté a Jesús: Si te doy calor, ¿ese sería un buen regalo para ti? Y Jesús me dijo: Si me das calor, ese sería el mejor regalo que jamás haya recibido. Por eso me metí dentro del pesebre y Jesús me miró y me dijo que podía quedarme allí para siempre."
Cuando el pequeño Misha terminó su historia, sus ojitos brillaban llenos de lágrimas empapando sus mejillas. El pequeño huérfano había encontrado a alguien que jamás lo abandonaría. ¡Alguien que estaría con él para siempre!

3) Para vivir

En el tercer domingo de Adviento, el Papa recordó que ese día es conocido como el “Domingo de la Alegría” debido a las palabras de San Pablo que se recogen en la Santa Misa: "Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres", y luego se añade el motivo: "El Señor está cerca" (Fil 4,4-5). Esta es la razón de nuestra alegría. Pero, ¿qué significa: "el Señor está cerca"? El Papa nos dice que esa "cercanía" de Dios no es una cuestión de espacio y de tiempo, sino más bien una cuestión de amor: ¡el amor acerca! Ciertamente los enamorados están siempre cerca por su amor lo cual les llena de alegría.
La próxima Navidad nos recuerda esa cercanía del Señor. Nosotros podemos darle también al Señor nuestra compañía, recibiéndolo en nuestro corazón y dándole nuestro amor.

Pbro. José Martínez Colín



Los cinco minutos de María - por Alfonso Milagro



"Hágase tu voluntad" fue la respuesta que la Virgen dio al Señor, sometiéndose a la infinita y perfectísima voluntad de Dios.
A partir de entonces su vida se regirá por el querer divino, incluso cuando ese querer suponga sacrificios.
Al rezar el Padrenuestro le pedimos a Dios que se cumpla su voluntad y, con ello, nos ponemos incondicionalmente en las manos del Padre celestial. Jamás podremos arrepentirnos de haberlo hecho, porque en ningún lugar nos vamos a sentir mejor que en los brazos del Padre.

Nuestra Señora del si, por tu mediación nos ponemos en manos de Dios Padre para hacer su voluntad.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-

pequesemillitas@gmail.com

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