domingo, 21 de julio de 2024

Pequeñas Semillitas 5700

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5700 ~ Domingo 21 de Julio de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
El relato de la creación del libro del Génesis termina diciendo que Dios descansó de su trabajo, y en la Ley de Moisés se prescribía el sábado como día de descanso y de culto a Dios. La Iglesia señala el domingo como el día del Señor, día en que hemos de dejar el trabajo para poder alabar a Dios, sobre todo participando en la celebración Eucarística, descansar y dedicarnos a los demás.
En el Evangelio de este domingo Cristo invita a los Apóstoles que volvían de su viaje apostólico, a descansar. Es una delicadeza del Señor, premiando a los Apóstoles por su trabajo. Dios premia siempre las buenas obras. Dice el Evangelio que hasta un vaso de agua que demos al prójimo recibirá su recompensa.
Descansar no significa no hacer nada o perder tristemente el tiempo viendo durante horas programas de televisión que no dejan ningún provecho. Tampoco se trata de tomar vacaciones de Dios. Descansar es ocuparse de otras actividades útiles para nosotros y nuestro prójimo. Hacer algo de provecho para nuestra casa, nuestra familia o quienes nos rodean.
También nos dice el Evangelio que Jesús interrumpió el descanso para enseñar al pueblo que había ido a escucharle.
Que yo vea las necesidades de los demás, que salga de mis gustos y aficiones. La puerta de la felicidad siempre se abre hacia afuera, nunca hacia dentro, intentando satisfacer mis intereses personales. Que vea a los demás y te vea a Ti, Señor, que esperas que esté contigo el domingo.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Jer 23, 1-6
 
Salmo: Sal 22, 1-3a. 3b-4. 5.6.
 
Segunda Lectura: Ef 2, 13-18
 
Santo Evangelio: Mc 6,30-34
En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio nos invita a descubrir la importancia de descansar en el Señor. Los Apóstoles regresaban de la misión que Jesús les había dado. Habían expulsado demonios, curado enfermos y predicado el Evangelio. Estaban cansados y Jesús les dice «venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31).
Una de las tentaciones a las que puede sucumbir cualquier cristiano es la de querer hacer muchas cosas descuidando el trato con el Señor. El Catecismo recuerda que, a la hora de hacer oración, uno de los peligros más grandes es pensar que hay otras cosas más urgentes y, de esa forma, se acaba descuidando el trato con Dios. Por eso, Jesús, a sus Apóstoles, que han trabajado mucho, que están agotados y eufóricos porque todo les ha ido bien, les dice que tienen que descansar. Y, señala el Evangelio «se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario» (Mc 6,32). Para poder rezar bien se necesitan, al menos dos cosas: la primera es estar con Jesús, porque es la persona con la que vamos a hablar. Asegurarnos de que estamos con Él. Por eso todo rato de oración empieza, generalmente, y es lo más difícil, con un acto de presencia de Dios. Tomar conciencia de que estamos con Él. Y la segunda es la necesaria soledad. Si queremos hablar con alguien, tener una conversación íntima y profunda, escogemos la soledad.
San Pedro Julián Eymard recomendaba descansar en Jesús después de comulgar. Y advertía del peligro de llenar la acción de gracias con muchas palabras dichas de memoria. Decía, que después de recibir el Cuerpo de Cristo, lo mejor era estar un rato en silencio, para reponer fuerzas y dejando que Jesús nos hable en el silencio de nuestro corazón. A veces, mejor que explicarle a Él nuestros proyectos es conveniente que Jesús nos instruya y anime.
* Rev. D. David AMADO i Fernández (Barcelona, España) © Textos de Evangeli.net 
 
Pensamiento del día
 
cuando sentimos que nuestra preocupación
es mayor por los demás que por nosotros»
(ALBERT EINSTEIN)
 
Predicación del Evangelio:
Descanso renovador
Es gozoso para un creyente encontrarse con un Jesús que sabe comprender las necesidades más hondas del ser humano. Por eso se nos llena el alma de alegría al escuchar la invitación que dirige a sus discípulos: «Venid a un sitio tranquilo a descansar un poco».
 
Los hombres necesitamos «hacer fiesta». Y quizá hoy más que nunca. Sometidos a un ritmo de trabajo inflexible, esclavos de ocupaciones y tareas a veces agotadoras, necesitamos ese descanso que nos ayude a liberarnos de la tensión, el desgaste y la fatiga acumulada a lo largo de los días.
 
El hombre contemporáneo ha terminado con frecuencia por ser un esclavo de la productividad. Tanto en los países socialistas como en los capitalistas, el valor de la vida se ha reducido en la práctica a producción, eficacia y rendimiento laboral. Según el teólogo Harvey Cox, el hombre actual «ha comprado la prosperidad al precio de un vertiginoso empobrecimiento en sus elementos vitales». Lo cierto es que todos corremos el riesgo de olvidar el valor último de la vida para ahogarnos en el activismo, el trabajo y la producción.
 
La sociedad industrial nos ha hecho más laboriosos, mejor organizados, más eficaces, pero, mientras tanto, son muchos los que tienen la impresión de que la vida se les escapa tristemente de entre las manos. Por eso el descanso no puede ser solo la «pausa» necesaria para reponer nuestras energías agotadas o la «válvula de escape» que nos libera de las tensiones acumuladas, para volver con nuevas fuerzas al trabajo de siempre.
 
El descanso nos tendría que ayudar a regenerar todo nuestro ser descubriéndonos dimensiones nuevas de nuestra existencia. La fiesta nos ha de recordar que la vida no es solo esfuerzo y trabajo agotador. El ser humano está hecho también para disfrutar, para jugar, para gozar de la amistad, para orar, para agradecer, para adorar... No hemos de olvidar que, por encima de luchas y rivalidades, todos estamos llamados ya desde ahora a disfrutar como hermanos de una fiesta que un día será definitiva.
 
Tenemos que aprender a «hacer vacaciones» de otra manera. No se trata de obsesionarnos con «pasarlo bien» a toda costa, sino de saber disfrutar con sencillez y agradecimiento de los amigos, la familia, la naturaleza, el silencio, el juego, la música, el amor, la belleza, la convivencia. No se trata de vaciarnos en la superficialidad de unos días vividos de manera alocada, sino de recuperar la armonía interior, cuidar más las raíces de nuestra vida, encontrarnos con nosotros mismos, disfrutar de la amistad y el amor de las personas, «gozar de Dios» a través de la creación entera. Y no olvidemos algo importante. Solo tenemos derecho al descanso y la fiesta si nos cansamos diariamente en el esfuerzo por construir una sociedad más humana y feliz para todos.
(Texto: P. José Antonio Pagola  - Imagen: Misioneros Digitales Católicos)
 
Biblioteca de “Pequeñas Semillitas”
En nuestra Biblioteca de archivos puedes encontrar más de 300 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” durante los últimos años. Y poco a poco vamos agregando otros artículos más, todos en formato PDF. Ingresando a la misma los podrás leer o descargar en tu computadora o dispositivo móvil.
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Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: Oración por la Paz
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Aunque esta semana no ha llegado ninguna nota particular de agradecimiento, creo que todos los días, aunque no nos demos cuenta, estamos recibiendo gracias  y dones de Dios, y por esa razón debemos expresarle a Él nuestra acción de gracias desde lo más profundo de nuestros corazones.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Jesús, con su ejemplo personal, con sus palabras y con lo que mandó hacer a sus apóstoles, nos está dando un mensaje lleno de equilibrio y madurez humana. Ese mensaje nos dice que es imprescindible y urgente trabajar, pero que es imposible hacerlo si no se está lleno de fuerza y de decisión, para lo cual es fundamental encontrar tiempo para estar con Él, que es la fuente de toda gracia, de toda fuerza, de toda motivación generosa. El mundo nos espera para oír el anuncio del Evangelio, para recibir de nosotros un buen testimonio, para levantar al caído, construir la paz, vestir al desnudo o consolar al triste. Pero ¿cómo vamos a ser capaces de hacer todas esas cosas tan difíciles y generalmente agotadoras, si estamos secos por dentro? Por eso, el Señor quiso que nos nutriéramos de Él, verdadera fuerza y verdadero alimento. Y quiso también que no engordáramos, es decir que transformáramos en trabajo las energías que recibimos de Él.
Si eres dado a un extremo -tanto si es el trabajo como si es la oración-, piensa que el verdadero camino católico es el equilibrio, la madurez. O dicho de otro modo: el camino de Cristo es el amor, pues ese es el mandamiento que nos dejó el Señor. Pero no sólo se ama cuando se reza o no sólo cuando se trabaja. Así pues, reza y trabaja. Ama siempre, cuando rezas y cuando trabajas. Reza por amor y trabaja por amor. (Padre Santiago Martín)
🌸
Una de las esclavitudes más fuertes es la del odio. Hay muchas personas en el mundo que no quieren perdonar a quienes les han ofendido y el odio que tienen por dentro, los lleva a ser violentos y a vengarse en los que les han hecho daño o en otras personas que encuentran en su camino. Y lo peor de todo es que la falta de perdón produce en muchos casos serias enfermedades, que aumenta su infelicidad. El odio los esclaviza, los enferma y les impide ser felices. Pero muchos prefieren vivir con esa cadena a sentirse tontos o débiles  por perdonar.
La cultura pagana del ambiente en que vivimos nos invita a la venganza a través de tontas películas, donde se confunde el amor con el sexo, la fortaleza con la venganza y el perdón con la debilidad. Y muchos jóvenes se contagian de este sida espiritual que nos rodea. Les faltan defensas ante tantos ataques al amor y al perdón. Están desprotegidos por la falta de Dios en su vida y caen en las redes de cualquier líder sectario o mago, que les pide venganza y les enseña cómo realizarlas. ¡Cuántos acuden a brujos para que hagan daño a otras personas! (Padre Ángel Peña)
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
21 de julio
Te afliges por las ingratitudes de los hombres hacia Dios y haces bien en llorar por sus desdichas. Ofrece a Dios como reparación tus bendiciones y todas tus acciones, procurando que todas sean buenas. Pero, después de haber llorado en secreto por las desdichas ajenas de los que se han obstinado en su perdición, conviene imitar a nuestro Señor y a los apóstoles, alejando tu espíritu de esas desdichas y orientándolo hacia otros objetos y otras ocupaciones más útiles para la gloria de Dios y para la salvación de las almas. «Era necesario –dicen los apóstoles hablando a los judíos– anunciaros a vosotros en primer lugar la palabra de Dios; pero, porque la rechazáis y vosotros mismos no os juzgáis dignos de la vida eterna, mirad que nos volvemos a los gentiles». «Se os quitará a vosotros –dice el divino Maestro en el santo evangelio– para dárselo a una nación que
produzca sus frutos».
Por tanto, el detenerse demasiado tiempo a deplorar por quienes se han obstinado en el pecado sería pérdida de un tiempo útil y a la vez necesario para buscar la salvación de otros hermanos nuestros y para trabajar por la gloria de Dios.
(25 de abril de 1914, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 76)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
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