domingo, 11 de diciembre de 2022

Pequeñas Semillitas 5182

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5182 ~ Domingo 11 de Diciembre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
En el pasaje de san Mateo que hoy nos presenta la Liturgia de la Iglesia contemplamos un interesante momento de la vida del Señor en relación con Juan el Bautista. Por una parte, con su respuesta a los discípulos de Juan, les confirma, por las obras que de Él contemplaban, que ya no debían esperar a otro: se cumplía en su Persona lo anunciado por los profetas cuando se referían al Mesías prometido por Dios. Advierte Jesús, por otra parte, que el talante y la conducta del Precursor, por su heroísmo, lealtad y fortaleza, debían ser un ejemplo estimulante para siempre.
El poder del Señor, demostrado con sus obras, es una garantía de la solidez de su doctrina y confirma la autoridad de sus palabras; que, junto al amor que nos demuestra con su entrega hasta la muerte, estimula la respuesta humana en su seguimiento. Aunque, si es cierto que nos anima a la confianza, nos propone también una vida exigente, como la de Juan Bautista. Una vida, que debe ser también hoy completamente opuesta a la blandura imperante y a lo simplemente fácil o agradable. Quienes hayan puesto su ideal en el confort no deben buscarlo en el cristianismo: el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza, dirá, refiriéndose a su caminar por este mundo y a la vida que promete a sus apóstoles.
(P. Luis de Moya)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Is 35,1-6a.10
 
Salmo: Sal 145,7.8-9a.9bc-10
 
Segunda Lectura: Sant 5,7-10
 
Santo Evangelio: Mt 11,2-11
En aquel tiempo, Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?». Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva; ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!».
Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes. Entonces, ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta. Éste es de quien está escrito: ‘He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino’. En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él».
 
Comentario:
Hoy, como el domingo anterior, la Iglesia nos presenta la figura de Juan el Bautista. Él tenía muchos discípulos y una doctrina clara y diferenciada: para los publicanos, para los soldados, para los fariseos y saduceos... Su empeño es preparar la vida pública del Mesías. Primero envió a Juan y Andrés, hoy envía a otros a que le conozcan. Van con una pregunta: «Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?» (Mt 11,3). Bien sabía Juan quién era Jesús. Él mismo lo testimonia: «Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: ‘Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo’» (Jn 1,33). Jesús contesta con hechos: los ciegos ven y los cojos andan...
Juan era de carácter firme en su modo de vivir y en mantenerse en la Verdad, lo cual le costó su encarcelamiento y martirio. Aún en la cárcel habla eficazmente con Herodes. Juan nos enseña a compaginar la firmeza de carácter con la humildad: «No soy digno de desatarle las sandalias» (Jn 1,27); «Es preciso que Él crezca y que yo disminuya» (Jn 3,30); se alegra de que Jesucristo bautice más que él, pues se considera sólo “amigo del esposo” (cf. Jn 3,26).
En una palabra: Juan nos enseña a tomar en serio nuestra misión en la tierra: ser cristianos coherentes, que se saben y actúan como hijos de Dios. Debemos preguntarnos: —¿Cómo se prepararían María y José para el nacimiento de Jesucristo? ¿Cómo preparó Juan las enseñanzas de Jesús? ¿Cómo nos preparamos nosotros para conmemorarlo y para la segunda venida del Señor al final de los tiempos? Pues, como decía san Cirilo de Jerusalén: «Nosotros anunciamos la venida de Cristo, no sólo la primera, sino también la segunda, mucho más gloriosa que aquélla. Pues aquélla estuvo impregnada por el sufrimiento, pero la segunda traerá la diadema de la divina gloria».
* Dr. Johannes VILAR (Köln, Alemania)
 
Palabras de Benedicto XVI
 
“El Adviento que estamos viviendo nos invita
a detenernos en silencio para captar una presencia.
Es una invitación a comprender
que los acontecimientos de cada día
son gestos que Dios nos dirige,
signos de Su atención por cada uno de nosotros"
 
Predicación del Evangelio:
“He aquí que viene vuestro Dios”
Juan Bautista está en la cárcel por reprochar públicamente al rey su unión con la mujer de su hermano. Desde el fondo del calabozo, sueña con el Libertador anunciado por el profeta Isaías: “Tened valor, no temáis. He aquí a vuestro Dios... Viene él mismo en persona y os va a salvar. Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y los oídos a los sordos. Entonces saltarás los cojos como un ciervo y la boca del mudo gritará de alegría”.
 
En el momento en que se acaba su papel de precursor, Juan habla a algunos de sus discípulos. ¿Qué hará de estos hombres generosos y entregados que lo han seguido hasta ahí, él cuyo papel era anunciar la venida del Salvador de Israel?
 
Los envía a preguntarle a Jesús: “¿Eres tú el que debe venir o esperamos a otro?” El Mesías responde con una cita de Isaías conocida por Juan Bautista: “Id a decirle Juan lo que oís y veis: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son purificados, los sordos oyen, los muertos resucitan, y la Buena Noticia se anuncia a los pobres”.
 
Como los milagros son signo de Dios, la fiesta de la liberación va a comenzar. El Libertador vive ya en medio de nosotros.
 
“He aquí a vuestro Dios que vine”, había dicho el profeta Isaías al describir los signos del Reino. Jesús responde a los discípulos de Juan que el Reino de Dios está ahí puesto que se manifiesta en sus obras. La identidad del Mesías no tiene ninguna duda para cualquier persona que sepa leer los signos de Dios.
 
Juan Bautista ha logrado lo que quería. El que es condenado a muerte, ha abierto los ojos de sus discípulos ante la presencia del Libertador prometido. Por consiguiente, lo sabemos, los discípulos de Juan seguirán el camino del Mesías.
 
El encuentro organizado por Juan Bautista es para Jesús la ocasión de un vibrante homenaje al Precursor. Es la consecuencia del evangelio de hoy.
 
Todo es claro para quien quiera comprender. El papel propio de Juan Bautista toca a su fin. Jesús ha sido preparado y anunciado. El Mesías es ahora identificado por los discípulos y por la multitud que ha recibido su palabra. La venida del Hijo de Dios a la tierra se cumple hoy ante los ojos de los creyentes.
 
Como discípulos del Libertador, también será nuestro papel anunciar su presencia en medio de la gente que tiene hambre y sed, haciendo visibles los signos del Reino.
(P. Felipe Santos SDB)
 
Poesía
Para recobrar 
Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.
 
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.
 
Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
 
Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado
-
(Francisco Luis Bernárdez)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, nos llega un agradecimiento a Dios y a todas las personas que rezaron por la recuperación de Claudio, a quien pusimos en oración hace varios meses, tras haber sufrido un infarto severo y haberle sido colocado un stent. Nos sumamos al agradecimiento.
 
💕 Desde Montevideo, Uruguay, Karen S. agradece a Dios por la vida de su esposo, de su hijo, por la de su madre de 83 años, por  la de sus hermanas, cuñados, sobrinos, tías, madrina y hermanos en la fe, y por todo lo que cada uno aportó en su vida hasta hoy y aportará en el futuro.
 
💕 Desde Gálvez, Santa Fe, Argentina, llega el agradecimiento para todos los que rezaron por la salud de Renata, de 7 años, internada en terapia intensiva por shock séptico, que ha recuperado la conciencia y está en proceso de franca mejoría.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Un minuto para volar
Diciembre 11
Estamos inmersos en el tiempo. Ese tiempo puede ser la sucesión de un montón de momentos desconectados, donde simplemente tratamos de resistir y sobrevivir, o donde le exigimos desesperadamente a cada minuto una plenitud que no tiene. Y el tiempo va pasando, corre. Pero ese tiempo que pasa puede ser salvado por la esperanza, que une todos esos momentos y los va integrando, iluminando, orientando. Cuando nos quedamos en la superficie de la vida, estamos siempre deseando algo que nos inquieta: una venganza, un éxito, un afecto humano, un placer. Es muy sanador cuando logramos ir más allá de esa superficie y nos concentramos en los deseos más profundos, los más nobles, esos que pueden subsistir con el paso del tiempo, esos que nos podemos llevar a la eternidad.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS
FACEBOOK de “FELIPE DE URCA”
TWITTER de “PEQUEÑAS SEMILLITAS”
INSTAGRAM: FELIPE DE URCA
AMDG
 
🕊

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.