PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4219 ~ Domingo 19 de Enero de 2020
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Las
primeras comunidades cristianas se preocuparon de diferenciar bien el bautismo
de Juan que sumergía a las gentes en las aguas del Jordán y el bautismo de
Jesús que comunicaba su Espíritu para limpiar, renovar y transformar el corazón
de sus seguidores. Sin ese Espíritu de Jesús, la Iglesia se apaga y se
extingue.
Sólo
el Espíritu de Jesús puede poner más verdad en el cristianismo actual. Solo su
Espíritu nos puede conducir a recuperar nuestra verdadera identidad, abandonando
caminos que nos desvían una y otra vez del Evangelio. Solo ese Espíritu nos
puede dar luz y fuerza para emprender la renovación que necesita hoy la
Iglesia.
¡Buenos días!
Anuncio urgente
Minuto
a minuto, con la mano abierta, en el surco de la vida... ¡Siembra! Deja caer
el grano, entrega al mundo tu ofrenda,
como el Sembrador Divino... ¡Siembra! Nada se pierde de lo que se entrega; el
Señor cosecha, tú siembra. No importa que
nunca veas el fruto; tú sólo eres instrumento: ¡Siembra!
Se necesita: un ejército pacífico y unido que crea en
el valor de las pequeñas cosas; gente que construya la historia y no se deje
arrastrar por los acontecimientos; más corazones desarmados, en un mundo lleno
de rivalidades; almas magnánimas en una sociedad interesada; espíritus fuertes
para un tiempo de mediocridades; más trabajadores y menos personas que
critiquen. Necesitamos con urgencia, sin falta, una asociación de manos
bienhechoras encendiendo una luz para iluminar el pesimismo de la multitud con
un fósforo en las manos, pequeño, insignificante, pero que ilumine disipando la
oscuridad que trata de envolvernos.
Que
este mensaje genere en tu corazón el propósito de aprovechar mejor cada día “en
todo lo que es verdadero y noble, en todo lo que es justo y puro, amable y
digno de honra, en todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza” (Fil.
4, 8).
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Is 49, 3-6
♥ Salmo: Sal 39, 2. 4. 7-10
♥ Segunda Lectura: 1 Cor 1, 1-3
♥ Santo Evangelio: Jn 1,29-34
En aquel tiempo, vio Juan venir Jesús y dijo: «He ahí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es por quien yo dije:
‘Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía
antes que yo’. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que
Él sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu
que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre Él. Y yo no le conocía
pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que
baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu
Santo’. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios».
♥ Comentario:
Hoy hemos escuchado a Juan que, al ver a Jesús, dice:
«He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29). ¿Qué
debieron pensar aquellas gentes? Y, ¿qué entendemos nosotros? En la celebración
de la Eucaristía todos rezamos: «Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros / danos la paz». Y el sacerdote invita a los fieles a la
Comunión diciendo: «Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del
mundo...».
No dudemos de que, cuando Juan dijo «he ahí el
Cordero de Dios», todos entendieron qué quería decir, ya que el “cordero” es
una metáfora de carácter mesiánico que habían usado los profetas,
principalmente Isaías, y que era bien conocida por todos los buenos israelitas.
Por otro lado, el cordero es el animalito que los
israelitas sacrifican para rememorar la pascua, la liberación de la esclavitud
de Egipto. La cena pascual consiste en comer un cordero.
Y aun los Apóstoles y los padres de la Iglesia dicen
que el cordero es signo de pureza, simplicidad, bondad, mansedumbre,
inocencia... y Cristo es la Pureza, la Simplicidad, la Bondad, la Mansedumbre,
la Inocencia. San Pedro dirá: «Habéis sido rescatados (...) con una sangre
preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo» (1Pe 1,18.19). Y
san Juan, en el Apocalipsis, emplea hasta treinta veces el término “cordero”
para designar a Jesucristo.
Cristo es el cordero que quita el pecado del mundo,
que ha sido inmolado para darnos la gracia. Luchemos para vivir siempre en
gracia, luchemos contra el pecado, aborrezcámoslo. La belleza del alma en gracia
es tan grande que ningún tesoro se le puede comparar. Nos hace agradables a
Dios y dignos de ser amados. Por eso, en el “Gloria” de la Misa se habla de la
paz que es propia de los hombres que ama el Señor, de los que están en gracia.
San Juan Pablo II, urgiéndonos a vivir en la gracia
que el Cordero nos ha ganado, nos dice: «Comprometeos a vivir en gracia. Jesús
ha nacido en Belén precisamente para eso (...). Vivir en gracia es la dignidad
suprema, es la alegría inefable, es garantía de paz, es un ideal maravilloso».
Rev. D. Joaquim FORTUNY i Vizcarro (Cunit, Tarragona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“Cuando
la Palabra se hizo carne, Dios entró en las profundidades mismas del pecado y
de la miseria del hombre, y este abrazo divino a nuestro mundo envuelto en el
pecado alcanzó su plenitud en el Calvario [...] El cristiano contempla con
confianza la cruz, encontrando en su misterio de amor valentía y vigor para
caminar con fidelidad tras las huellas de Cristo crucificado y resucitado”
Predicación del
Evangelio:
La carta de presentación
Hoy, Juan Bautista, nos presenta una carta de
presentación de Jesús de Nazaret y con un objetivo: atraer nuestra atención y,
sobre todo, ver todo el historial que –ya desde antiguo– completaba el
historial o el currículum de aquel que, siendo Niño, fue bautizado en el río
Jordán y que ha iniciado su vida pública.
Es una carta de presentación un tanto original: viene
a quitar los pecados del mundo. No viene con grandes programas de actuación (o
por lo menos con aquellos a los que estamos acostumbrados); su objetivo no es
otro que llenarnos de paz de Dios y acercarnos un poco la gracia de Dios para
que nos sintamos sus hijos.
Hoy, Juan Bautista, con la carta de presentación de
Jesús nos hace sentir que el dolor es posible llevarlo sin que nos aplaste. Que
con la llegada de Jesús, siervo humilde y dócil, es posible encontrar
respuestas a mil absurdos que nos crean dudas, incomodidad o infelicidad.
Se acercaba un joven a una oficina de empleo. Al
llegarle su turno, el funcionario –con frialdad más que con profesionalidad– le
preguntó: ¿Qué garantías nos trae Vd. para trabajar? El joven, un tanto
decepcionado, contestó: traigo lo que soy… mi persona y mis ganas y necesidad
de trabajar.
Ese es Jesús. No tiene más pretensiones que ofrecer
todo su ser a favor del Reino de Dios, una realidad invisible pero visible en
la medida que nos esforzamos por convertir la injusticia en justicia, la
mentira en verdad, la cobardía en audacia, la tristeza en alegría, la tacañería
en bondad. Y, esto, puede que en “currículum” que exige el mundo, no sea bien
recibido. ¡Estamos tan acostumbrados a exigir profesionalidad y no dignidad!
Hoy, ante el mostrador de nuestra vida cristiana, se
presenta un tal Jesús con una credencial muy genuina: “Cordero de Dios”. Aquel
que es capaz de dar la vida por los que somos tan económicos a la hora de
ofrecerla. Aquel que camina por delante, cuando nosotros, preferimos estar
detrás de la barrera en situaciones complicadas o que nos pueden traer sinsabores.
Aquel, Jesús, que disfruta sirviendo –no sólo las estipuladas 8 horas
laborales– sino en jornada continua y sin remuneración alguna. Bueno sí, con un
poco de amor… se paga a Jesús y al mismo Dios.
A muchos, esta forma de presentarse Jesús, les dirá
poco o nada. Están, estamos, acostumbrados a las luces, sonidos, marketing y
espectáculo. Pero, Juan Bautista, nos dice que el Cordero de Dios es aquel que
–lejos de buscar un empleo con tan pobre currículum– busca y tiene un objetivo:
llevarnos a Dios y hacer que vivamos como hijos de Dios.
Ojala, también de nosotros, pudieran decir: éstos son
los que hacen frente a muchas dificultades; los que aligeran el peso de los
hombros de los demás; los que se sacrifican y trabajan en movimientos
eclesiales para que, niños, pobres, sacerdotes, parroquias, o fines sociales
sigan adelante. ¡Éstos son los que “como corderos” ofrecen la lana de su tiempo
y la sangre de su carisma, su creatividad o su espiritualidad para que, la
Iglesia y el Reino de Dios, o el Reino de Dios y la Iglesia, sigan brotando
como paz amor de Dios en la tierra!
Pidamos al Buen Pastor, al único Señor, que la
Iglesia –más pronto que tarde– vuelva a ser también una única casa, presidida y
fortalecida por la unidad de todos los cristianos. Al fin y al cabo, en uno de
sus puntos, Jesús, lo dejo bien claro: “que todos sean uno”.
Padre Javier Leoz
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas
diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la
tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y
allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por
la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos
por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque
prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para
dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas"
pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la
segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como
respuesta a nuestros pedidos de oración.
♡ Desde la ciudad de La Plata, en Argentina, Ana D. agradece a Dios, a la Virgen de
Lourdes, a San José, y a todos los amigos que rezaron con motivo de su
operación por un tumor mamario, que se realizó con todo éxito durante la semana
pasada. Nos sumamos al agradecimiento y rogamos que los próximos pasos que
eventualmente tenga que dar con sus médicos sean igualmente favorables.
♡ Desde México nos
llega el agradecimiento por las oraciones hechas en favor de José Luis A. que ha salido bien de su
cirugía. Damos gracias a Dios y a la intercesión de la Virgencita de Guadalupe.
♡ Desde Florida,
USA, llega una acción de gracias porque Jazz,
que estaba embarazada y con eclampsia, y por quien habíamos pedido oración hace
cinco días, ha tenido la cesárea y nació su bebé Avistin, el cual es prematuro y ha nacido con algunas malformaciones que están siendo estudiadas y tratadas. Seguimos rezando por él.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
Enero 19
Si tenemos tanto amor a los pobres es porque, en
ellos, hoy encontramos a Jesucristo, a Él que es la Palabra de Dios hecha
carne. Cuanto más unidos estamos a Dios, tanto más crece nuestro amor a los
pobres y nuestra disponibilidad a servirles desde el fondo del corazón.
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de
todos)
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