PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
15 - Número 4216 ~ Jueves 16 de Enero de 2020
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¡Tú
puedes! ¡Sigue! ¡Continua! ¡No te rindas!
Una
palabra de aliento puede marcar la diferencia entre rendirse o continuar.
Dios
quiere que sus hijos no se rindan, que sean fuertes y que confíen en que todo
en la vida tiene un plan perfecto.
No
te rindas, continúa. Dios tiene un plan para ti.
¡Buenos días!
El viaje
El
hombre se define como un ser que no puede vivir en equilibrio psicológico si no
ama y no es amado. El amar y el ser amado son para su vida psicológica tan
indispensables como el respirar para su vida biológica. Te ofrezco una curiosa
constatación.
Oriol Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un
hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de
salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a
alguien. Otros médicos, que se ocupan de los que ya han vivido, dicen que los
ancianos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos. Y así es la cosa,
por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le
pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más
explicación, transcurre el viaje.
Hijos
de un Dios que es amor, sólo podremos realizar y dignificar nuestra vida
ejercitándonos en el amor, porque el examen final será precisamente sobre el
amor, y nuestra eternidad feliz consistirá en vivir en plenitud el amor a Dios
y a los hermanos.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: 1Sam 4, 1b-11
♥ Salmo: Sal 43, 10-11. 14-15. 24-25
♥ Santo Evangelio: Mc 1,40-45
En aquel tiempo, vino a Jesús un leproso suplicándole
y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme». Compadecido de
él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio». Y al instante,
le desapareció la lepra y quedó limpio. Le despidió al instante prohibiéndole
severamente: «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y
haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de
testimonio».
Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con
entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse
en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios.
Y acudían a Él de todas partes.
♥ Comentario:
Hoy, en la primera lectura, leemos: «¡Ojalá oyereis
la voz del Señor: ‘No queráis endurecer vuestros corazones’!» (Heb 3,7-8). Y lo
repetimos insistentemente en la respuesta al Salmo 94. En esta breve cita, se
contienen dos cosas: un anhelo y una advertencia. Ambas conviene no olvidarlas
nunca.
Durante nuestro tiempo diario de oración deseamos y
pedimos oír la voz del Señor. Pero, quizá, con demasiada frecuencia nos
preocupamos de llenar ese tiempo con palabras que nosotros queremos decirle, y
no dejamos tiempo para escuchar lo que el Buen Dios nos quiere comunicar.
Velemos, por tanto, para tener cuidado del silencio interior que —evitando las
distracciones y centrando nuestra atención— nos abre un espacio para acoger los
afectos, inspiraciones... que el Señor, ciertamente, quiere suscitar en
nuestros corazones.
Un riesgo, que no podemos olvidar, es el peligro de
que nuestro corazón —con el paso del tiempo— se nos vaya endureciendo. A veces,
los golpes de la vida nos pueden ir convirtiendo, incluso sin darnos cuenta de
ello, en una persona más desconfiada, insensible, pesimista, desesperanzada...
Hay que pedir al Señor que nos haga conscientes de este posible deterioro
interior. La oración es ocasión para echar una mirada serena a nuestra vida y a
todas las circunstancias que la rodean. Hemos de leer los diversos
acontecimientos a la luz del Evangelio, para descubrir en cuáles aspectos
necesitamos una auténtica conversión.
¡Ojalá que nuestra conversión la pidamos con la misma
fe y confianza con que el leproso se presentó ante Jesús!: «Puesto de rodillas,
le dice: ‘Si quieres, puedes limpiarme’» (Mc 1,40). Él es el único que puede
hacer posible aquello que por nosotros mismos resultaría imposible. Dejemos que
Dios actúe con su gracia en nosotros para que nuestro corazón sea purificado y,
dócil a su acción, llegue a ser cada día más un corazón a imagen y semejanza
del corazón de Jesús. Él, con confianza, nos dice: «Quiero; queda limpio» (Mc
1,41).
Rev. D. Xavier PAGÉS i Castañer (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Marcelo
Papa
En la serie de los Pontífices, el Papa Marcelo ocupa
el puesto número 30. Fue Pontífice por un año: del 308 al 309. Era uno de los
más valientes sacerdotes de Roma en la terrible persecución de Diocleciano en
los años 303 al 305. Animaba a todos a permanecer fieles al cristianismo aunque
los martirizaran. Elegido Sumo Pontífice se dedicó a reorganizar la Iglesia que
estaba muy desorganizada porque ya hacía 4 años que había muerto el último
Pontífice, San Marcelino.
Era un hombre de carácter enérgico, aunque moderado,
y se dedicó a volver a edificar los templos destruidos en la anterior
persecución. Dividió Roma en 25 sectores y al frente de cada uno nombró a un
presbítero o párroco. Muchos cristianos habían renegado de la fe, por miedo en
la última persecución, pero deseaban volver otra vez a pertenecer a la Iglesia.
El Papa Marcelo, apoyado por los mejores sabios de la Iglesia, decretó que
aquellos que deseaban volver a la Iglesia tenían que hacer algunas penitencias
por haber renegado de la fe durante la persecución. Muchos aceptaron la
decisión del Pontífice, pero algunos promovieron tumultos contra él, e incluso
lo acusaron ante el Emperador Majencio quien abusando de su poder, que no le
permitía inmiscuirse en los asuntos internos de la religión, expulsó al
Pontífice de Roma.
Según el "Libro Pontifical", el Papa
Marcelo se hospedó en la casa de una laica muy piadosa de nombre Marcela, y
desde ahí, siguió dirigiendo a los cristianos. Al enterarse el Emperador,
obligó al Pontífice a realizar trabajos forzosos en las caballerías y pesebres
imperiales que fueron trasladados a esa zona. El Papa falleció en el año 309.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“Produce una inmensa
tristeza
pensar que la naturaleza
habla
mientras el género humano no
la escucha”.
(Victor Hugo)
Historias:
El peso de una oración
Louisse Redden, una dama pobremente vestida con el
fracaso reflejado en su mirada, entró a una tienda de comida. Se le acercó al
dueño de la tienda de la manera más humilde y le preguntó si le podría dar
crédito para ella poder comprar alimentos. Con suavidad le explicó que su
esposo estaba muy enfermo y no podía trabajar, que tenían siete niños y que
necesitaban comida.
John Longhouse, el dueño, la puso en ridículo y le
pidió que se marchara de la tienda. Ella apremiada por la situación de su
familia, le dijo: "Por favor, Señor! Yo le traeré el dinero tan pronto
pueda".
John le dijo que no le podía dar crédito, ya que ella
no tenía una cuenta abierta en su tienda. Parado junto al mostrador estaba un
cliente que había escuchado la conversación entre los dos. El cliente se acercó
y le dijo al dueño que él respondería por las cosas que ella necesitaba para su
familia.
El dueño le dijo resueltamente, "¿Tiene usted
una lista de lo que necesita?".
Louise le respondió: "Si señor".
"OK" dijo él, "ponga su lista sobre la
balanza y la cantidad que su lista pese se la daré en alimentos".
Louise vaciló un momento cabizbaja, entonces entró la
mano en su bolsa, sacó un pedazo de papel y escribió algo en él. Con su mirada
todavía en el suelo ella puso cuidadosamente el pedazo de papel en la balanza.
Los ojos del dueño y del cliente mostraron sorpresa
cuando la balanza bajó por completo y se quedó abajo. El dueño mirando la
balanza se volvió al cliente y dijo: "No lo puedo creer!" El cliente
sonrió y el dueño empezó a poner en una bolsa los alimentos al otro lado de la
balanza. El otro lado de la balanza no se movió así que él continuó poniendo
más y más alimentos hasta que la balanza no pudo más.
El dueño se quedó parado completamente disgustado.
Finalmente, tomó el pedazo de papel de la balanza y lo leyó con gran asombro:
no era una lista de alimentos, era una oración que decía: "Querido Señor,
tú sabes mis necesidades y yo dejo esto en tus manos."
El dueño le dio los alimentos que había puesto en la
bolsa sobre la balanza y se quedó parado en un silencio asombroso. Louise le
agradeció y se fue de la tienda.
El cliente le tendió un billete de $50 dólares a John
diciéndole: "Cada centavo gastado valió la pena."
No fue sino hasta un tiempo después que John
Longhouse descubrió que la escala había estado rota; por lo tanto, sólo Dios
sabe cuánto pesa una oración.
Biblioteca de archivos
Recuerda que en la página (blog) de "Pequeñas
Semillitas" y también en "Juan Pablo II inolvidable", en la
columna lateral derecha, hay un enlace con la misma imagen que ves arriba de
este escrito, desde donde se ingresa a la Biblioteca de archivos. Ingresando
allí encontrarás una selección de los mejores artículos publicados en “Pequeñas
Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Entre los archivos de texto (pdf) están en forma
completa los documentos papales: "Lumen
Fidei", "Evangelii Gaudium",
"Misericordiae Vultus" y
"Laudato Si". También está
el Diario de Santa Faustina, hay enlaces para ver películas con la vida de grandes
santos de la Iglesia y numerosos artículos más, de gran interés para los
lectores.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Si te acostumbras a ver siempre el lado positivo de
las cosas; en las dificultades, te superarás con más facilidad; en los
desaciertos, te sobrepondrás con voluntad; en las dudas, sabrás discernir con
mayor seguridad; en los problemas, la solución te resultará más fácil; en los
momentos de soledad, el pesimismo no te doblegará; en la enfermedad, sabrás
luchar con fe; ante el desprecio, tu ánimo no decaerá; y en horas difíciles,
una luz interior te guiará.
Pero además de todo eso, los creyentes tenemos otra
fuerza inmensa que nos ayuda a superar dificultades y momentos de vacilación o
tristeza: y esa fuerza es la oración. Rezar es ponerse en comunicación directa
con Dios, en la persona de Jesús o por la mediación de su Madre la Virgen. Con
palabras sencillas, sin necesidad de recitar textos predeterminados, hablando
como lo haríamos con un amigo o con mamá, les vamos a pedir su ayuda, su
fortaleza, su acompañamiento, para poder salir de los problemas o las penas que
nos puedan afectar.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Mario Andrés, de Buenos Aires, Argentina, un joven que ha recibido
todos los sacramentos de iniciación cristiana en su debido momento, pero desde
hace unos meses se ha alejado de la práctica de la religión y también de la normal
relación con su familia. Que el Espíritu Santo ilumine su alma para que
reconozca que el camino de su vida pasa necesariamente por Jesús y por la unión
de la familia que lo ama y espera.
Seguimos rezando por la recuperación de Javiera, la joven de Chile de 25 años de edad, operada hace 48 horas para extirpación de parte de sus intestinos, y que ahora cursa un posoperatorio con mucho dolor en terapia intermedia. Oramos por ella.
Seguimos rezando por la recuperación de Javiera, la joven de Chile de 25 años de edad, operada hace 48 horas para extirpación de parte de sus intestinos, y que ahora cursa un posoperatorio con mucho dolor en terapia intermedia. Oramos por ella.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
¡Hasta mañana! con Madre
Teresa
Enero 16
El hambre que debe ser saciada; la sed que debe ser
apagada; el desnudo que debe ser vestido; el sin techo que debe ser hospedado;
el enfermo que debe ser curado; el abandonado que debe ser amado; el no
aceptado que debe ser recibido; el
leproso que debe ser lavado; el mendigo que debe ser socorrido; el borracho que
debe ser escuchado...
FELIPE
-Jardinero
de Dios-
(el más pequeñito de
todos)
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