martes, 18 de junio de 2019

Pequeñas Semillitas 4037

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 4037 ~ Martes 18 de Junio de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
A lo largo del día, allí donde esté, interrumpo lo que estoy haciendo y hago una pausa para la oración. No necesito cerrar los ojos ni esperar a tener algunos minutos de soledad.  Dondequiera que esté, cualquiera sea mi tarea, puedo aquietar mis pensamientos y pronunciar una oración de agradecimiento a Dios. Si algo me tiene preocupado, pongo mis preocupaciones en las manos de Dios. En esos momentos de estrecha comunión con Dios, se me quita el peso del problema.
Tras la pausa para orar me siento apacible y en calma. Relajado, reconcentrado en las responsabilidades que tengo ante mí;  sé que puedo hacer todo lo necesario de modo ordenado y eficiente. Para reponerme con celeridad, incluyo varias pausas para rezar en mi rutina de cada día. ¡Da resultado!

¡Buenos días!

El bordado de mamá
“Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando. Siendo yo pequeño, observaba el trabajo de mi mamá desde abajo, por eso siempre me quejaba diciéndole que solo veía hilos feos. Ella se sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: —Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba. 

Me preguntaba por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.  Más tarde escuchaba la voz de mamá diciéndome: —Hijo, ven y siéntate en mi regazo.  Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver una hermosa flor o un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo sólo veía hilos enredados. Entonces mi mamá me decía: —Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba.  Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición, qué bello.

Muchas veces a lo largo de los años he mirado al Cielo y he dicho: —Padre, ¿qué estás haciendo?  Él responde: —Estoy bordando tu vida. Entonces yo le replico: —Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes? El Padre parecía decirme: —Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en mí  y un día te traeré al Cielo y te pondré sobre mi regazo y verás el plan desde mi posición. Entonces entenderás”. Que la fe tenga un lugar privilegiado en tu corazón.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Cor 8, 1-9

Salmo: Sal 145, 2. 5-9a

SANTO EVANGELIO: Mt 5,43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial».

Comentario:
Hoy, Cristo nos invita a amar. Amar sin medida, que es la medida del Amor verdadero. Dios es Amor, «que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos» (Mt 5,45). Y el hombre, chispa de Dios, ha de luchar para asemejarse a Él cada día, «para que seáis hijos de vuestro Padre celestial» (Mt 5,45). ¿Dónde encontramos el rostro de Cristo? En los otros, en el prójimo más cercano. Es muy fácil compadecerse de los niños hambrientos de Etiopía cuando los vemos por la TV, o de los inmigrantes que llegan cada día a nuestras playas. Pero... ¿Y los de casa? ¿Y nuestros compañeros de trabajo? ¿Y aquella parienta lejana que está sola y que podríamos ir a hacerle un rato de compañía? Los otros... ¿Cómo los tratamos? ¿Cómo los amamos? ¿Qué actos de servicio concretos tenemos con ellos cada día?
Es muy fácil amar a quien nos ama. Pero el Señor nos invita a ir más allá, porque «si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener?» (Mt 5,46). ¡Amar a nuestros enemigos! Amar aquellas personas que sabemos —con certeza— que nunca nos devolverán ni el afecto, ni la sonrisa, ni aquel favor. Sencillamente porque nos ignoran. El cristiano, todo cristiano, no puede amar de manera “interesada”; no ha de dar un trozo de pan, una limosna al del semáforo. Se ha de dar él mismo. El Señor, muriéndose en la Cruz, perdona a quienes le crucifican. Ni un reproche, ni una queja, ni un mal gesto...
Amar sin esperar nada a cambio. A la hora de amar tenemos que enterrar las calculadoras. La perfección es amar sin medida. La perfección la tenemos en nuestras manos en medio del mundo, en medio de nuestras ocupaciones diarias. Haciendo lo que toca en cada momento, no lo que nos viene de gusto. La Madre de Dios, en las bodas de Caná de Galilea, se da cuenta de que los invitados no tienen vino. Y se avanza. Y le pide al Señor que haga el milagro. Pidámosle hoy el milagro de saberlo descubrir en las necesidades de los otros.
Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Terrassa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Gregorio Barbarigo

Nació en Venecia el año 1625. El cardenal Chigi, después Alejandro VII, a quien conoció en Alemania, influyó mucho en su vida. Gregorio se ordenó de sacerdote en Roma el año 1655. Cuando al año siguiente estalló en la Urbe la peste, el Papa le encomendó la coordinación de la ayuda a los apestados. En 1657 lo nombró obispo de Bérgamo, y en 1664 lo trasladó a la sede de Padua. Como pastor, Gregorio tuvo por modelo a san Carlos Borromeo, y su ideal fue que la diócesis sintonizara con el Concilio de Trento. Su vida personal fue de gran piedad y austeridad, un ejemplo vivo para todos. En su gobierno celebró un sínodo diocesano y dio decretos de reforma, realizó visitas pastorales, cuidó con esmero el seminario y la formación de los sacerdotes, así como la catequesis popular y el catecismo a los niños en su dialecto, abrió escuelas, afrontó la oposición de los contrarios a las reformas. Murió en Padua el 18 de junio de 1697.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día

"El valor, la buena conducta y la perseverancia
conquistan todas las cosas y obstáculos
que quieran destruirlas y se interpongan en su camino".
(Ralph Waldo Emerson)

Mes del Sagrado Corazón de Jesús
Día 18: Cuida de la juventud
El Corazón de Jesús ama a todos, pero tiene un amor especial por los jóvenes, por los niños. "Dejad que los niños vengan a Mí". Jesús ve alrededor de ellos a madres doloridas y llorosas. "Hijas de Jerusalén, no lloréis por Mí, sino por vuestros hijos".
Ved cómo hoy crece parte de la juventud. Son muchos los que crecen ligeros, vanidosos, volubles, llenos de exigencias, inclinados a la arrogancia, a la frivolidad, a la libertad desenfrenada. Son el llanto de tantas familias... y en ocasiones el deshonor de la casa. Padres, que vuestra principal preocupación sea vuestros hijos.
Web Católico de Javier
  
Tema del día:
Consagración de las familias
a los corazones de Jesús y de María
Oh Sagrado Corazón de Jesús, has amado a la humanidad hasta el extremo, sin escatimar en nada por salvarnos y darnos tu amor, tu vida, tu gracia y tu verdad. Has amado a la humanidad hasta el punto de dejarte traspasar y así convertirte en la fuente abierta de donde manan, abundantemente, las gracias de salvación, de conversión y de fortaleza para ser fieles a la vocación más sublime de la persona humana: la vocación al amor, manifestada en la donación sincera, total y permanente, de sí mismo. Tu Corazón traspasado es el Hogar de la humanidad y la Escuela en donde aprendemos el esplendor de la verdad sobre el Evangelio de la Familia y en donde somos formados para vivir la potencia salvífica del Evangelio del Amor y de la Vida.

A tu Corazón, Oh Jesús, consagramos hoy nuestra familia, para que dentro de tu Corazón, seamos protegidos de todo lo que se opone al amor conyugal y familiar. Para que formados en la Escuela de tu Corazón aprendamos a vivir en la auténtica comunión que nace de la alianza de amor permanente e indisoluble, de la fidelidad y el respeto de los esposos y sobre la cual se construye el don de la comunión en el amor de todos los miembros de la familia. Que nuestra familia sea una comunidad de amor, santuario de la vida, escuela de humanidad y camino de maduración en las virtudes cristianas y humanas, para poder formar hombres y mujeres de bien, que sean instrumentos para la construcción de una nueva civilización de amor, verdad, vida, paz y solidaridad. Que tu Corazón oh Jesús, reine en nuestras familias y hogares, para que con la fuerza de tu amor, vivamos según la dignidad de la vocación que hemos recibido. Que siempre triunfe en nuestra familia la potencia luminosa, gozosa y exigente del auténtico amor que nunca puede ser comprado o vendido, sino que solamente puede ser libremente, mutuamente y gratuitamente donado.

Oh Corazón Inmaculado de María, tu eres la morada de Dios hecho Hombre; tu Corazón fue el Hogar del Corazón de Cristo, lugar donde él creció en sabiduría, gracia y estatura ante Dios y los hombres. Tu Corazón, oh Madre, es la Escuela luminosa del corazón humano. Allí aprendemos a contemplar y a imitar la vida de Jesús, a conocer la fuerza arrasadora del amor que está siempre disponible a cuidar, sostener, defender, madurar y cultivar el don precioso del amor familiar.

A tu Corazón Inmaculado y Materno, consagramos hoy nuestra Familia. Tu que eres la Madre de la Sagrada Familia qué es imagen y modelo de toda familia humana, ayúdanos a encaminar a nuestras familias en el espíritu de la Casa de Nazaret. Enséñanos a custodiar el don del amor, el don de la vida, el don de la alegría, el don de la fidelidad, de la comunión y del servicio incondicional. Enséñanos, en la escuela de tu Corazón, a valorar el don de la vocación, identidad y misión de la familia cristiana en el mundo de hoy. Enséñanos a hacer de nuestros hogares, pequeños santuarios de oración y escucha de la Palabra de Dios. Enséñanos a caminar la senda del auténtico discipulado siguiendo muy de cerca a Jesús, obedeciendo sus mandamientos y recibiendo asiduamente su gracia y su poder en los sacramentos. Enséñanos a ser fieles y generosos en los momentos de dificultad y sufrimiento. Tú, Madre de la Sagrada Familia, protege nuestra familia de todo lo que pueda dañarle espiritual, moral, material o físicamente. Enséñanos a custodiar con sabiduría, gracia, oración, diálogo sincero y con sacrificios diarios de amor oblativo, la belleza, la verdad y la bondad de la vocación familiar.

Oh, Corazones de Jesús y María, esperanza de la Familia! A sus Corazones consagramos nuestra familia! Que en la escuela de sus Corazones, aprendamos a ser testigos vivientes y luminosos del tesoro de ser Familia. Que con la fuerza de su Amor, seamos firmes en los compromisos que fluyen de la alianza de amor y fidelidad sobre la que se fundamenta la Familia. Que por el poder de esta consagración nuestra Familia les pertenezca y quede sellada para siempre con el signo de Sus Corazones. Que bajo este signo sea protegida de las amenazas del demonio, del mundo y de las pasiones de la carne que atentan con gran fuerza contra la dignidad, integridad y unidad de la Familia. Que en nuestros hogares y nuestras Familias triunfe en todo y en todos, el amor de los Corazones de Jesús y María. Que en nuestras Familias se viva en todo y en todos, la potencia luminosa del Evangelio del Amor, de la vida, de la paz, de la auténtica humanidad, de la solidaridad y de la comunión. ¡Que triunfe siempre el Evangelio de la Familia! Amen.
Fuente: corazones.org

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Jesús sigue modelándome. He cambiado mucho en la vida. Desde que era pequeño hasta hoy. He conocido gentes, he compartido historias, he tenido aciertos y algún que otro descalabro. Y ahora soy consciente que cuando te he dejado acunarme o sacudirme, cuando he dejado que tu palabra llegue hasta mis entrañas, entonces Tú me has cambiado. Pero soy lento, y a menudo sordo o perezoso para Ti. Me atasco en mil dinámicas que no me dejan vivir a tu manera. Me veo débil, a veces necio… Menos mal que sé que Tú no te cansas de modelarme, que me vas transformando con manos firmes. Tú sabes a dónde me quieres llevar.
Y al tiempo soy consciente de que vas tocando otras vidas, otras historias, otras gentes. Y en ocasiones me reconozco en otros rostros, y me siento cercano a otras vidas, porque sé que detrás de todos estás Tú, uniéndonos, trabajando en cada ser humano, sin rendirte con nadie, porque crees en todos. Tú trabajas en aquellos a quienes quiero, y también en aquellos que me hacen sufrir. En los cercanos y los lejanos, en las víctimas y los verdugos. Tú trabajas incansablemente, siembras en cada uno de nosotros la semilla de tu amor. Ayúdame a mirar el mundo siendo consciente de que tú lates en El, y de que, imperceptiblemente, vas poniendo luz en cada vida. ¡Amen!

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso de las almas de Juan Antonio y Walter, de Córdoba, Argentina, y de Juan José M., de España, llamados a la casa del Padre celestial. 

Pedimos oración para Karina y Paola, de España, para que como médicas reciban del Espíritu Santo la iluminación necesaria para su tarea cotidiana, y para todos los médicos, sabiendo reconocer siempre las limitaciones humanas de esta profesión, alejados de todo sentimiento de poder o soberbia, ya que el que cura los enfermos siempre es Dios.

Pedimos oración para Alex O. V., de Perú, a quien han diagnosticado cáncer de hígado avanzado. Alex está casado y tiene una niña adoptada de 10 años. Nos unimos en la plegaria confiando que la infinita misericordia de Dios le dará la oportunidad de superar la enfermedad y poder seguir mucho más tiempo junto a su familia que lo ama y lo necesita.

Pedimos oración para Alma María, de Argentina, niña de 12 años de edad, que está siendo estudiada en Buenos Aires por médicos especialistas por un problema de importante esoliosis para determinar el tratamiento más adecuado para ella.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Cinco minutos con Jesús
Junio 18
Jesús nos dio suficientes pruebas de que nos ama; espera, pues, nuestro amor serio, perseverante, sincero, por encima de cualquier sacrificio.
Por parte de Jesús no queda fallida la correspondencia al amor que nosotros le tengamos. Él no tiene secretos para sus amigos; Él nos ha manifestado las intimidades de Dios y nos ha descubierto los secretos de su divino Corazón y cómo está dispuesto a tratar a las almas que se le entregan.
También tú puedes pertenecer al número de las almas que intiman con el Corazón de Cristo y que reciben de Él sus más señaladas gracias; pero para ello es necesario que estés dispuesto a recibir esas confidencias de Cristo.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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