PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
14 - Número 3981 ~ Lunes 22 de Abril de 2019
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cierta
vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa. Pero Dios le dio un cactus
y una oruga. El hombre quedó triste, pues no entendió por qué su pedido llegó
errado. Luego pensó: ‘Con tanta gente que atender’... y resolvió no cuestionar.
Pasado
algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado. Para su
sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores. Y
la horrible oruga se había transformado en una bellísima mariposa.
Dios
siempre hace lo correcto. Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca
que todo está errado. Si has pedido a Dios una cosa y has recibido otra,
confía. Ten la seguridad de que Él siempre te proporcionará lo que necesitas en
el momento adecuado. No siempre lo que deseas es lo que necesitas. Como Él
nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar ni
murmurar...
Así
como fue necesario un viernes santo para que haya un domingo de resurrección, la
espina de hoy... será la flor de mañana.
¡Buenos días!
Alegría pascual
El triunfo de Jesús que resucitó glorioso después de
su muerte en la cruz, constituye el motivo central de nuestra alegría pascual.
La Pascua, celebrada con fe, dará profundidad a tu alegría, porque la esperanza
cierta de resucitar con él a la dicha sin fin del Cielo, te alentará a superar
pruebas y sacrificios, para ganar una corona de gloria eterna. Aquí tienes
pensamientos selectos para cuidar el don de la alegría.
- Me gusta ver reír a la
gente. Un cristiano no tiene ningún motivo para estar triste y tiene muchos
para estar alegre (San Ignacio)
- No hay madera de santo
en un alma melancólica; la alegría es como un misionero que predica a Dios
haciéndolo amar (P. Federico Faber)
- Ten buena conciencia y
tendrás siempre alegría. Si alguna alegría hay en el mundo, la tiene
seguramente el hombre de corazón puro (Tomás Kempis)
- La alegría es el
perfume de Dios percibido por el alma (Ernesto Hello)
- He aquí las cuatro
virtudes cristianas: la fe, la esperanza, la caridad y el buen humor (Mons.
Benson)
Gracias, Padre, por haber enviado a tu divino Hijo
para consolarme de mis aflicciones y llenarme de la verdadera alegría.
Perdóname, Señor, las faltas de alegría, el dejarme abatir por las
dificultades, el no confiar suficientemente en ti. Por tu bondad, concédeme
pasar todo este día en paz, con alegría y júbilo. Que así sea.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas del día
♥ Primera Lectura: Hech 2, 14. 22-33
♥ Salmo: Sal 15, 1-2a. 5. 7-11
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 28,8-15
En aquel tiempo, las mujeres partieron a toda prisa
del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus
discípulos. En esto, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «¡Dios os
guarde!». Y ellas se acercaron a Él, y abrazándole sus pies, le adoraron.
Entonces les dice Jesús: «No temáis. Id, avisad a mis hermanos que vayan a
Galilea; allí me verán».
Mientras ellas iban, algunos de la guardia fueron a
la ciudad a contar a los sumos sacerdotes todo lo que había pasado. Estos,
reunidos con los ancianos, celebraron consejo y dieron una buena suma de dinero
a los soldados, advirtiéndoles: «Decid: ‘Sus discípulos vinieron de noche y le
robaron mientras nosotros dormíamos’. Y si la cosa llega a oídos del
procurador, nosotros le convenceremos y os evitaremos complicaciones». Ellos
tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones recibidas. Y se corrió
esa versión entre los judíos, hasta el día de hoy.
♥ Comentario:
Hoy, la alegría de la resurrección hace de las
mujeres que habían ido al sepulcro mensajeras valientes de Cristo. «Una gran
alegría» sienten en sus corazones por el anuncio del ángel sobre la
resurrección del Maestro. Y salen “corriendo” del sepulcro para anunciarlo a
los Apóstoles. No pueden quedar inactivas y sus corazones explotarían si no lo
comunican a todos los discípulos. Resuenan en nuestras almas las palabras de
Pablo: «La caridad de Cristo nos urge» (2Cor 5,14).
Jesús se hace el “encontradizo”: lo hace con María
Magdalena y la otra María —así agradece y paga Cristo su osadía de buscarlo de
buena mañana—, y lo hace también con todos los hombres y mujeres del mundo. Y
más todavía, por su encarnación, se ha unido, en cierto modo, a todo hombre.
Las reacciones de las mujeres ante la presencia del
Señor expresan las actitudes más profundas del ser humano ante Aquel que es
nuestro Creador y Redentor: la sumisión —«se asieron a sus pies» (Mt 28,9)— y
la adoración. ¡Qué gran lección para aprender a estar también ante Cristo
Eucaristía!
«No tengáis miedo» (Mt 28,10), dice Jesús a las
santas mujeres. ¿Miedo del Señor? Nunca, ¡si es el Amor de los amores! ¿Temor
de perderlo? Sí, porque conocemos la propia debilidad. Por esto nos agarramos
bien fuerte a sus pies. Como los Apóstoles en el mar embravecido y los
discípulos de Emaús le pedimos: ¡Señor, no nos dejes!
Y el Maestro envía a las mujeres a notificar la buena
nueva a los discípulos. Ésta es también tarea nuestra, y misión divina desde el
día de nuestro bautizo: anunciar a Cristo por todo el mundo, «a fin que todo el
mundo pueda encontrar a Cristo, para que Cristo pueda recorrer con cada uno el
camino de la vida, con la potencia de la verdad (...) contenida en el misterio
de la Encarnación y de la Redención, con la potencia del amor que irradia de
ella» (San Juan Pablo II).
Rev. D. Joan COSTA i Bou (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santos Cayo y Sotero
Papas y Mártires
San Cayo era originario de Dalmacia y pariente del
emperador Diocleciano. La violencia de la persecución le obligó a vivir ocho
años en las catacumbas. Sus sufrimientos por la fe le merecieron el título de
mártir.
San Sotero por su parte sucedió a San Aniceto en la
cátedra de San Pedro. Eusebio nos ha conservado una carta en la que San
Dionisio, obispo de Corinto alude la paternal bondad del Papa, especialmente
con los que habían sufrido por la fe en Cristo. Además, San Dionisio manifiesta
que en las iglesias de Corinto se leyó una carta escrita por San Sotero junto
con la carta del Papa San Clemente, considerada por algunos autores como la
famosa "segunda carta de San Clemente". La Iglesia venera a San
Sotero como mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.
Para más información hacer clic acá.
© Aciprensa
Pensamiento del día
“Que el anuncio de la Pascua
se propague por el mundo con el jubiloso canto del aleluya. Cantémoslo con la
boca, cantémoslo sobre todo con el corazón y con la vida, con un estilo de vida
simple, humilde, y fecundo de buenas obras. El Resucitado nos precede y nos
acompaña por las vías del mundo. Él es nuestra esperanza, Él es la verdadera
paz del mundo” (Benedicto XVI)
Tema del día:
Amor apasionante
Pascua significa paso. En Jesús es paso del amor
apasionado al amor apasionante.
Durante cada uno de los días de Semana Santa hemos
ido viviendo los distintos momentos del amor apasionado de Jesús por cada uno
de nosotros. Se ha querido hacer servidor de nuestra condición para ayudarnos a
ser constantemente más útiles para con los demás.
Sabedor de nuestro individualismo se ha querido
quedar en lo cotidiano para ayudarnos a que podamos poner lo mejor de nosotros
al servicio de los demás.
Sabedor de nuestras comodidades se ha querido quedar
entre nosotros para que con lo que somos podamos ser instrumentos de unidad.
Para que podamos vivir con la convicción de ser
amados por Dios se ha querido hacer sacramento vivo de la misericordia del
Padre Dios.
Para mostrarnos que su amor no se queda en palabras
extendió sus brazos en la cruz y nos dio todo lo que tenía. No se guardó nada.
Todo nos lo brindó para que pudiésemos experimentar su amor.
El suyo es un amor que no se detiene en cálculos
oportunistas. Es un amor que no se refugia en ventajas personales o en
estrategias simplistas.
Lo mejor que tenía era su realidad de Dios hecho
hombre y nos lo regala al donarnos su vida. Su amor apasionante le lleva a dar
su vida por cada uno de nosotros, los seres a los que ama de verdad. Vive lo
nuestro hasta las últimas consecuencias y ello lo realiza para que podamos
responder con confianza a su amor.
No nos ama por lo que podemos llegar a ser sino por
lo que hoy somos. No se queda en su muerte sino que da un paso más para que su
amor apasionado se haga amor apasionante.
Vuelve a la vida para dar sentido a nuestros sueños.
Vuelve a la vida para que nuestra existencia se pinte de nuestros mejores
colores. Vuelve a la vida para que todo lo nuestro tenga su mejor sentido y se
haga instrumento de paz y fraternidad.
Desde su realidad de resucitado no se queda en
nuestras pequeñeces sino que siempre está invitándonos a no perder de vista lo
verdaderamente importante.
Para llegar a su amor apasionante necesario se nos
hace saber convivir con tragos amargos sin bajar los brazos y sin pretender lo
más cómodo. Siempre, para vivir su amar apasionante, debemos saber asumir
realidades desagradables y transformarlas en oportunidades para continuar poniendo
lo mejor de nosotros al servicio de los demás.
Traición, abandono e ingratitud fueron tragos que
bebió para fortalecer su amor y los transformó en confianza, compañía y
desinterés para que aprendiésemos a continuar dándonos sin esperar a cambio. Tenía
sobradas razones para sentirse desilusionado pero su amor desinteresado le hizo
volver a empezar para que no bajemos los brazos ni sintamos es imposible.
Su amor apasionante se hace realidad que contagia y
despierta sonrisas porque siempre con una nueva oportunidad para continuar
andando. Su amor apasionante nos desafía a no darnos por desilusionados sino a
continuar involucrándonos como si nada hubiese sucedido.
Los humanos nos equivocamos y tenemos conductas que
pueden herir a otros pero ello no debe ser motivo para bajar los brazos o razón
para desanimaros. Siempre podemos hacer algo para revertir situaciones.
El amor apasionante de Jesús se nos demuestra en su
continuar junto a nosotros. Pese a nuestras equivocaciones continúa cercano
para mostrarnos el camino sin perder nuestros mejores colores.
Pascua es encontrarnos descubriendo el amor
apasionante de Jesús por nosotros e intentar vivirlo con una sonrisa a flor de
piel por ello: FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN.
Padre Martín Ponce de León S.D.B.
Un minuto con María
El tiempo de Pascua nos ofrece muchos relatos sobre
apariciones de Jesús resucitado a los primeros cristianos, pero un personaje
parece olvidado, relegado a las sombras o, más bien, discreto en su silencio.
La Virgen María: a los pies de la cruz, presente en la primera comunidad
reunida en el Cenáculo; pero, ¿dónde se encuentra durante la Pascua? Las
Escrituras parecen tender un velo de pudor sobre lo que debe haber sido el
encuentro más conmovedor entre la Madre y su Hijo vencedor de la muerte.
Pero la piedad popular ha llenado este vacío y los
escritores autorizados se han sumado a ella: en sus Ejercicios Espirituales,
cuando llega al misterio de la Resurrección, san Ignacio de Loyola aconseja
meditar sobre Jesús que se aparece a la Virgen María. A pesar de que las
Escrituras no lo mencionan, es obvio, cuando se dice que se apareció a muchos
otros. Al mismo tiempo, santa Teresa de Ávila tuvo una revelación privada:
Jesús me dijo que, habiendo resucitado, había ido a ver a Nuestra Señora porque
Ella lo necesitaba mucho: que el dolor la había traspasado completamente, que
Ella aún no volvía en sí para disfrutar del gozo [de la fe]; y que él había
estado con Ella mucho tiempo, porque era necesario consolarla.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para María M., de Buenos Aires, Argentina, de 45 años de edad, a quien
hoy operan de cervicales. Que el Señor Resucitado la acompañe para que el
resultado de la cirugía sea exitoso y la recuperación sea rápida y total.
Pedimos oración para las siguientes personas: Juan G., 51 años, de Seattle, USA,
médico afectado de cáncer sin posibilidades ya de tratamiento; Violeta Edda, 71 años, de USA, con
problemas en las piernas, y su esposo Pedro,
de 76 años, con diverticulitis y diabetes; Paul
J., 78 años, de Canadá con tumor maligno pulmonar; Silvio R., 88 años, de Lima, Perú, en estudios por patología
respiratoria; Tom, 53 años, de
Montreal, Canadá, con Parkinson; Lucho
I. S., 76 años, de Lima, Perú, con Parkinson e Insuficiencia Renal en
diálisis; Lucho A. D., 53 años, de
Lima, Perú, con problemas en los ojos (orzuelos); Herman C., 82 años, de Lima, Perú, con Parkinson; y por salud e
intenciones de Mabel, M. Irene, Eliza y Mayito.
Pedimos oración por Vera, de Bernal, Buenos Aires, Argentina, 93 años de edad, con
problemas de agresividad propios de un cerebro que ya no funciona bien. Que por
los méritos de la Divina Sangre de Jesús, ella encuentre paz.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones,
alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y
pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por
la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por
la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los
jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que
no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos
haciéndolo.
Tú
quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para
poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha
las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y
concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la
gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de
saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo
pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos con Jesús
Abril 22
La fe tiene una doble dimensión: histórica y
existencial. Histórica, pues se basa en un hecho, un acontecimiento; la vida de
Jesús, su presencia en la historia del hombre; la encarnación de Dios no es un
mito, una expresión imaginada del deseo de infinito del hombre; es un hecho: La Palabra se hizo hombre y habitó entre
nosotros (Jn 1,14).
Existencial, pues da un sentido la vida y la compromete con Cristo; vivir la
fe es vivir inmersos en la realidad humana.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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