domingo, 25 de diciembre de 2022

Pequeñas Semillitas 5196

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5196 ~ Domingo 25 de Diciembre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
La Navidad será siempre un día de esperanza, de misterio y de fe.
Cada cual tendrá su gruta, la que ha ido cavando en el fondo de su corazón, y necesita reformar, limpiar e iluminar todos los años.
Cada cual, su regalo: el íntimo, el personal, el silencioso, el de las heridas cerradas y rencores olvidados.
Cada cual, su lámpara para calentarnos en Dios... y su aceite para ir curando, suavizando y derritiendo ternura entre los muchos que lloran en la Navidad.
La Navidad debiera ser más para compartir con los pobres y con la familia que para ostentar con los ricos; más para prodigarnos con nuestros semejantes que para meternos en el vértigo de las calles y las fiestas; más para que Dios nos acompañe que para entrar en ese mundo ajeno y extraño donde se aumenta la nostalgia, se entristecen los recuerdos y muchas veces nos sentimos tan solos.
¿Dónde y cuándo vas a dar a Cristo el apretón de manos y la entrega del corazón en esta Navidad?
No olvidemos que es día de llenarnos de Dios. De sacar cuentas. De estrecharnos las manos. De abrir las alforjas. De mirarnos tal cual somos. De recordar a los que faltan. Y pedir perdón. ¡Esa es la Navidad!
(Zenaida Bacardí de Argamasilla)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Isaías 52,7-10
 
Salmo: Sal 97,1.2-3ab.3cd-4.5-6
 
Segunda Lectura: Hebreos 1,1-6
 
Santo Evangelio: Jn 1, 1-18
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios. Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio d él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos ha llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.
 
Comentario:
Hoy nos ha nacido el Salvador. Ésta es la buena noticia: como en cada Navidad, Jesús vuelve a nacer en el mundo, en cada casa, en nuestro corazón.
Pero, a diferencia de lo que celebra nuestra sociedad consumista, Jesús no nace en un ambiente de derroche, de compras, de comodidades, de caprichos y de grandes comidas. Jesús nace con la humildad de un portal y de un pesebre.
Y lo hace de esta manera porque es rechazado por los hombres: nadie había querido darles hospedaje, ni en las casas ni en las posadas. María y José, y el mismo Jesús recién nacido, sintieron lo que significa el rechazo, la falta de generosidad y de solidaridad.
Después, las cosas cambiarán y, con el anuncio del Ángel —«No temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo» (Lc 2,10)— todos correrán hacia el portal para adorar al Hijo de Dios. Un poco como nuestra sociedad que margina y rechaza a muchas personas porque son pobres, extranjeros o sencillamente distintos a nosotros, y después celebra la Navidad hablando de paz, solidaridad y amor.
Hoy los cristianos estamos llenos de alegría, y con razón. Como afirma san León Magno: «Hoy no sienta bien que haya lugar para la tristeza en el momento en que ha nacido la vida». Pero no podemos olvidar que este nacimiento nos pide un compromiso: vivir la Navidad del modo más parecido posible a como lo vivió la Sagrada Familia. Es decir, sin ostentaciones, sin gastos innecesarios, sin lanzar la casa por la ventana. Celebrar y hacer fiesta es compatible con austeridad e, incluso, con la pobreza.
Por otro lado, si nosotros durante estos días no tenemos verdaderos sentimientos de solidaridad hacia los rechazados, forasteros, sin techo, es que en el fondo somos como los habitantes de Belén: no acogemos a nuestro Niño Jesús.
* Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
La Natividad del Señor
Con la solemnidad de la Navidad, la Iglesia celebra la manifestación del Verbo de Dios a los hombres. En efecto, éste es el sentido espiritual más importante y sugerido por la misma liturgia, que en las tres misas celebradas por todo sacerdote ofrece a nuestra meditación “el nacimiento eterno del Verbo en el seno de los esplendores del Padre (primera misa); la aparición temporal en la humildad de la carne (segunda misa); el regreso final en el último juicio (tercera misa).
 
Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno "Natalis solis invicti", esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más larga del año, readquiría nuevo vigor.
 
Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentida por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús.
 
En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir "manifestación", después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano.
 
Los textos de la liturgia navideña, formulados en una época de reacción contra la herejía trinitaria de Arrio, subrayan con profundidad espiritual y al mismo tiempo con rigor teológico la divinidad y realeza del Niño nacido en el pesebre de Belén, para invitarnos a la adoración del insondable misterio de Dios revestido de carne humana, hijo de la purísima Virgen María.
Catholic.net
 
Palabras del Papa Francisco
“¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el corazón, con la vida; encontrarlo vivo, como Él está; encontrarlo con fe. No es fácil vivir con la fe… es necesario tener el corazón abierto: ¡Corazón abierto para que Él me encuentre! Y me diga lo que quiere decirme, que no es siempre lo que yo quiero que me diga. Él es el Señor y Él me dirá lo que tiene para mí, porque el Señor no nos mira a todos juntos, como una multitud. Nos mira a cada uno a la cara, a los ojos… De persona a persona: el Señor, persona, me mira a mí, persona. Dejarnos encontrar por el Señor es exactamente esto: ¡Dejarnos amar por el Señor!”
 
Predicación del Evangelio:
¡En Navidad habla Dios!
¡Alegrémonos, hermanos y amigos! ¡Celebremos el amor de Dios! ¡Dios ha nacido! ¡Dios se ha hecho Niño! ¿Puede hacer algo más Dios por nosotros? A este momento, culminante y final del Adviento, nos estábamos preparando desde la contemplación, la conversión, el asombro, la oración y con la compañía de María. ¡Ha nacido el Salvador! ¡Aleluya, aleluya!
 
No nace un gran filósofo, historiador, líder o científico; en estos instantes de gran emoción para los creyentes, no se acerca al mundo un poderoso hidalgo ni rey de tierras y feudos.
-Quien nace y se revela es el AMOR que se hace hombre.
-El amor con la pancarta de la humildad.
-La ternura con el reflejo y la impronta magnífica de Dios.
 
¿Qué tenemos de bueno para que, el Señor, se aproxime de estas maneras hasta nosotros? ¿Qué pretende Dios con este descenso tan vertiginoso, humano y divino a la vez?
 
El Nacimiento de Cristo nos trae muchas vivencias y otras tantas sensaciones personales y comunitarias: si Dios se hace hombre, es porque el día a día del ser humano, está abocado y llamado a Dios. Si Dios, viene hasta nosotros (Niño, pequeño, infante, débil) es para que comprendamos que, en la pequeñez, está la autopista y la puerta para llegar y encontrarse con Él.
 
¡Qué gran regalo y qué gran sacramento! ¡Dios en un pesebre! En ese establo, el hombre aprende la lección más magistral bajada desde el cielo: el AMOR de un Dios. Hoy, con el Nacimiento del Señor, Dios no nos da ninguna fórmula mágica para ser felices. En cada uno de nosotros, en los que estamos aquí y ahora, está la decisión de aceptarle o rechazarle; de adorarle o de buscarnos a nosotros mismos; de llevarle la ofrenda de nuestra existencia o de negarle hasta el más insignificante detalle.
 
Si, amigos. La Navidad es el gran regalo de Dios a la humanidad. Una humanidad, que en números, acontecimientos, y en formas, está condicionada por la violencia, el desasosiego, la intranquilidad, la pobreza, la injusticia… (pongamos todo lo que queramos). ¡Cómo no agradecer a Dios que, a través de Jesús, contemple en primera línea nuestros sufrimientos y éxitos, nuestras fatigas y nuestras penas, nuestras caídas o nuestras alzadas!
 
Hoy, damos gracias a Dios. Los ojos de Jesús, serán los ojos de Dios en la tierra. Los brazos de un Niño, serán los brazos del amor de Dios en el mundo. Los pies de un Infante, serán pies de Dios que nos acompañen en nuestro caminar. El corazón de Cristo, será el latir del mismo Dios en medio de un mundo, que en cuestiones de fe y de amor a Dios, se encuentra con un constipado demasiado severo y prolongado. ¡Bendita sea esta noche! ¡Noche santa y dichosa!
 
Que Jesús, en estas primeras horas de su presencia en medio de nosotros, nos lleve al descubrimiento de la belleza de Dios.
Que Jesús, en los brazos de María y bajo la mirada serena de José, nos haga renacer en nuestra fe.
¡Cómo no conmovernos ante este Misterio! ¿Cómo no intentar de nuevo ser portadores de verdad, de bondad, de solidaridad y de perdón, cuando vemos todo ello desbordado y desbordando sobre cuatro tablas cruzadas en un pesebre?
 
¡Bienvenido Señor a esta tierra! Te adoramos y te bendecimos. Te amamos y creemos profundamente en Ti. Tú eres el Hijo de Dios. Que seas la salvación que el mundo espera y necesita.
(P. Javier Leoz)
 
Poesía
Un chupete para el Niño Jesús
  
Se han acercado a Belén
tres reyes magos de Oriente
a llevar al niño Dios
regalos y unos presentes.
 
Han llegado con la ayuda
de la estrella con más brillo
que como un faro en el mar
ha iluminado el camino.
 
Llevan oro, incienso  y mirra,
y Melchor algún juguete,
y Gaspar y Baltasar
le han regalado un chupete.
-
(Marisa Alonso)
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Chile, José Antonio R. agradece a Dios y a todas las personas que rezaron por él, ya que ha obtenido el traslado laboral por el cual venía pidiendo desde hace bastante tiempo. Nos sumamos al agradecimiento.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, llega un especial agradecimiento al Señor y los que oraron, en nombre de Joaquín, el joven de 19 años con cáncer de testículo, que luego de tres meses de tratamiento ha sido controlado y los estudios son negativos.
 
💕 Desde Córdoba, Argentina, Felipe (autor de Pequeñas Semillitas”) agradece al Señor Jesús, a la Virgen de Lourdes, a San José y a San Juan Pablo II, que desde el primer día han sido sus fuentes de inspiración para esta página. Y también agradece a los miles de lectores, que son la razón de ser de este esfuerzo editorial cotidiano, a punto de entrar en su décimo octavo año de publicaciones diarias, con casi 5200 “semillitas” escritas y repartidas a todo el mundo.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
 
Un minuto para volar
Diciembre 25
El Niño Jesús es aparentemente débil, pero es mi seguridad, mi fuerza, mi roca. Él está conmigo y puede sostenerme de verdad. Por eso acepto compartir todo con él. Me hago yo también como un niño y acepto que venga a salvarme. Le hago lugar para que nazca en mi pesebre, para que vuelva a rescatar mi vida y me devuelva el sentido de todo lo que vivo.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
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sábado, 24 de diciembre de 2022

Pequeñas Semillitas 5195

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5195 ~ Sábado 24 de Diciembre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro Hijo la mejor prenda de vuestro amor para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, humildemente, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro Hijo humanado, suplicándolos por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 2 Sam 7,1-5.8b-12.14a.16
 
Salmo: Sal 88
 
Santo Evangelio: Lc 1,67-79
En aquel tiempo, Zacarías, el padre de Juan, quedó lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo: «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, como había prometido desde tiempos antiguos, por boca de sus santos profetas, que nos salvaría de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odiaban haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza y el juramento que juró a Abraham nuestro padre, de concedernos que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor en santidad y justicia delante de Él todos nuestros días. Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo conocimiento de salvación por el perdón de sus pecados, por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de la altura, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».
 
Comentario:
Hoy, el Evangelio recoge el canto de alabanza de Zacarías después del nacimiento de su hijo. En su primera parte, el padre de Juan da gracias a Dios, y en la segunda sus ojos miran hacia el futuro. Todo él rezuma alegría y esperanza al reconocer la acción salvadora de Dios con Israel, que culmina en la venida del mismo Dios encarnado, preparada por el hijo de Zacarías.
Ya sabemos que Zacarías había sido castigado por Dios a causa de su incredulidad. Pero ahora, cuando la acción divina es del todo manifiesta en su propia carne —pues recupera el habla— exclama aquello que hasta entonces no podía decir si no era con el corazón; y bien cierto que lo decía: «Bendito el Señor Dios de Israel...» (Lc 1,68). ¡Cuántas veces vemos oscuras las cosas, negativas, de manera pesimista! Si tuviésemos la visión sobrenatural de los hechos que muestra Zacarías en el Canto del Benedictus, viviríamos con alegría y esperanza de una manera estable.
«El Señor ya está cerca; el Señor ya está aquí». El padre del precursor es consciente de que la venida del Mesías es, sobre todo, luz. Una luz que ilumina a los que viven en la oscuridad, bajo las sombras de la muerte, es decir, ¡a nosotros! ¡Ojalá que nos demos cuenta con plena conciencia de que el Niño Jesús viene a iluminar nuestras vidas, viene a guiarnos, a señalarnos por dónde hemos de andar...! ¡Ojalá que nos dejáramos guiar por sus ilusiones, por aquellas esperanzas que pone en nosotros!
Jesús es el “Señor” (cf. Lc 1,68.76), pero también es el “Salvador” (cf. Lc 1,69). Estas dos confesiones (atribuciones) que Zacarías hace a Dios, tan cercanas a la noche de la Navidad, siempre me han sorprendido, porque son precisamente las mismas que el Ángel del Señor asignará a Jesús en su anuncio a los pastores y que podremos escuchar con emoción esta misma noche en la Misa de Nochebuena. ¡Y es que quien nace es Dios!
* Rev. D. Ignasi FABREGAT i Torrents (Terrassa, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santa Paula Isabel Cerioli
Nació en Soncino (Cremona, Italia) el año 1816, de familia noble y rica. Contrajo matrimonio con un hombre mayor, de su misma condición social. Tuvieron cuatro hijos; tres murieron casi al nacer; el cuarto, que murió a los 16 años, había dicho a su madre: «Mamá, no llores por mi próxima muerte, porque Dios te dará otros muchos hijos». Ella, meditando en la maternidad universal de la Virgen de los Dolores, comprendió que las palabras de su hijo se realizarían en una maternidad espiritual con respecto a los necesitados y los enfermos, especialmente los niños solos y abandonados. Poco después quedó viuda y heredera de un ingente patrimonio. Buscando el sentido de su vida, lo encontró en el servicio a los niños huérfanos y pobres, a los que fue acogiendo cada vez en mayor número. Para potenciar su obra fundó dos congregaciones: las Religiosas de la Sagrada Familia, en la que ella profesó, y los Hermanos de la Sagrada Familia, para el medio rural. Murió en Comonte (Bérgamo) el 24 de diciembre de 1865. Fue canonizada el año 2004 por san Juan Pablo II.
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Palabras de San Juan Pablo II
“El Hijo de Dios viene a la luz en la pobreza total: verdadero Dios salvador, anunciado por los ángeles a los pastores, y verdadero hombre, envuelto en pañales y acostado en un pesebre. ¡Qué sentimientos de ternura, amor y gratitud suscita este acontecimiento tan extraordinario! María, la primera que acogió al Mesías prometido y lo ofreció al mundo, nos enseñe a abrir de par en par las puertas de nuestro corazón al mensaje de esperanza y amor de la Navidad”.
 
Tema del día:
Bendición de la cena de Nochebuena
Señor, en una noche como esta, hace ya tiempo, quisiste venir como un niño, con nombre y apellidos, en medio de los niños más pobres de la tierra. Cuando creciste, hablaste de cosas muy buenas, y dijiste que ya nadie es pobre, porque es hijo de Dios. Nosotros nos hemos reunido para cenar aquí hoy. Llevamos mezclada con nuestra alegría, los disgustos y las penas de todo el año.
 
Por ello queremos que bendigas nuestra mesa para que nos llenes de tu amor y de tu paz. Te pedimos hoy, que queremos que el mundo sea como una gran familia: sin guerras, sin miseria, sin drogas, sin hambre y con más justicia.
 
¡Jesús recién nacido!, que hoy en esta casa , acojamos tu palabra de perdón y de amor. Consérvanos unidos. Danos pan y trabajo durante todo el año. Danos fuerza y ternura para ser hombres de buena voluntad. Señor, sé bienvenido a esta casa, hoy y siempre.
 
Amén.
 
Una oración que también se puede rezar en Nochebuena es la siguiente:
 
Hoy, Nochebuena, tenemos, de manera especial y como centro de nuestra familia a Jesucristo, nuestro Señor.
Vamos a encender un cirio en medio de la mesa para que ese cirio nos haga pensar en Jesús y vamos a darle gracias a Dios por habernos enviado a su Hijo Jesucristo.
Gracias Padre, que nos amaste tanto que nos diste a tu Hijo,
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos,
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti,
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús,
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María,
San José, te damos gracias.
 
Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon.
 
Niño Dios, tú que llegaste al mundo para salvar, te pido años de paz.
Niño Dios, tú que naciste en un pesebre, te pido que no haya más miserias en el mundo.
Niño Dios, tú que naciste de una madre Virgen, te pido pureza en este mundo.
Niño Dios, tú que eres Salvador, sálvanos de los desastres que nos provoca la naturaleza.
Niño Dios, tú que nos diste la vida para vivirla, que la vivamos de acuerdo a tu gloriosa vida.
 
¡Amén!
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Con Dios, logro el éxito verdadero… Siento una gran emoción cuando logro una meta que me he propuesto. Es como si hubiese roto la cita de llegada al finalizar una carrera.
El lograr un objetivo es muy satisfactorio, sin embargo, lo que enriquece mi vida es lo que he aprendo en el transcurso.
Son aquellos momentos en los cuales expreso la fortaleza, el conocimiento y la paciencia que nunca pensé que podría expresar.
El logro de mis metas no solo se debe a mis esfuerzos. También se debe a lo que creo que puedo lograr mediante el espíritu de Dios en mí, y a mi voluntad de actuar basado en esa fe.
Mi éxito cubre asuntos tanto grandes como pequeños. Llego a comprender que los asuntos diarios pueden ser tan importantes como los retos que una vez pensé que eran más importantes.
Que todos los días de tu vida estén llenos de éxito… a pesar de cualquier circunstancia...
 
Un minuto para volar
Diciembre 24
Cualquiera sabe que ese Niño en el pesebre viene a hablar de amor, viene a proponer un mundo fraterno, viene a pacificarlo todo, viene a recordar que uno también  puede amar sin esperar nada a cambio. El Hijo de Dios hecho hombre me muestra la inmensa dignidad de cada ser humano y me recuerda que todo ser humano es mi hermano. Por eso la Navidad es tiempo de paz.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
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viernes, 23 de diciembre de 2022

Pequeñas Semillitas 5194

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5194 ~ Viernes 23 de Diciembre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Hoy, como ayer, Jesús busca posada. Hoy, como ayer, se le niega. ¡No hay posada para el Niño!
Estamos henchidos y apretados de paganía, de egoísmo y de maldad. Cerradas las puertas para Él. ¡No cabe! ¡No hay posada!
¡Ah, pero el Niño ha de nacer! El Niño tiene que nacer entre nosotros, como en Belén, a pesar de los moradores colmados y sin entrañas. ¡El Niño nace siempre, triunfador en su inerme sonrisa, a despecho de las puertas cerradas a piedra y lodo!
(Alfonso Junco)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Mal 3,1-4.23-24
 
Salmo: Sal 24,4-5ab.8-9.10.14
 
Santo Evangelio: Lc 1,57-66
Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues, ¿qué será este niño?». Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.
 
Comentario:
Hoy, en la primera lectura leemos: «Esto dice el Señor: ‘Yo envío mi mensajero para que prepare el camino delante de Mí’» (Mal 3,1). La profecía de Malaquías se cumple en Juan Bautista. Es uno de los personajes principales de la liturgia de Adviento, que nos invita a prepararnos con oración y penitencia para la venida del Señor. Tal como reza la oración colecta de la misa de hoy: «Concede a tus siervos, que reconocemos la proximidad del Nacimiento de tu Hijo, experimentar la misericordia del Verbo que se dignó tomar carne de la Virgen María y habitar entre nosotros».
El nacimiento del Precursor nos habla de la proximidad de la Navidad. ¡El Señor está cerca!; ¡preparémonos! Preguntado por los sacerdotes venidos desde Jerusalén acerca de quién era, él respondió: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: ‘Enderezad el camino del Señor’» (Jn 1,23).
«Mira que estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20), se lee en la antífona de comunión. Hemos de hacer examen para ver cómo nos estamos preparando para recibir a Jesús el día de Navidad: Dios quiere nacer principalmente en nuestros corazones.
La vida del Precursor nos enseña las virtudes que necesitamos para recibir con provecho a Jesús; fundamentalmente, la humildad de corazón. Él se reconoce instrumento de Dios para cumplir su vocación, su misión. Como dice san Ambrosio: «No te gloríes de ser llamado hijo de Dios —reconozcamos la gracia sin olvidar nuestra naturaleza—; no te envanezcas si has servido bien, porque has cumplido aquello que tenías que hacer. El sol hace su trabajo, la luna obedece; los ángeles cumplen su misión. El instrumento escogido por el Señor para los gentiles dice: ‘Yo no merezco el nombre de Apóstol, porque he perseguido a la Iglesia de Dios’ (1Cor 15,9)».
Busquemos sólo la gloria de Dios. La virtud de la humildad nos dispondrá a prepararnos debidamente para las fiestas que se acercan.
* Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)
 
Santoral Católico:
San Juan Cancio
[Murió el 24 de diciembre y su memoria se celebra el 23 del mismo mes]. Juan Cancio, como él mismo se llamaba, nació en Kety, diócesis de Cracovia (Polonia), el año 1390. Se graduó en filosofía y teología, y se ordenó de sacerdote en 1416. Fue muchos años profesor de la Universidad de Cracovia; después regentó la parroquia de Olkusz. A la fe, que exponía con acierto desde la cátedra, en particular contra los husitas, unió grandes virtudes, sobre todo la piedad y la caridad para con el prójimo, llegando a ser modelo para sus colegas y discípulos. Párroco, misionero popular y, sobre todo, catedrático de teología y escritor (transcribió numerosos códices de tratados teológicos antiguos), vivió el desprendimiento evangélico al máximo, distribuyendo cuanto tenía y ganaba a los pobres. Fue asiduo visitador de cárceles y hospitales. Murió en Cracovia el 24 de diciembre de 1473.
Oración: Dios todopoderoso, concédenos crecer en santidad a ejemplo de san Juan Cancio (de Kety), tu presbítero, para que, ejerciendo el amor y la misericordia con el prójimo, obtengamos nosotros tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día 
“Un amor puede ser débil o cobarde o mediocre,
pero lo que no puede ser es provisional.
Un amor provisional es algo tan contradictorio
como un círculo cuadrado.
Un amor no es provisional.
Si es provisional, no es amor”
(José Luis Martín Descalzo)
 
Tema del día:
¿Dónde nació Jesús?
Preguntemos a María Magdalena dónde y cuándo nació Jesús.
Y ella nos responderá: Jesús nació en Betania. Fue cierta vez, que su voz, tan llena de pureza y santidad, despertó en mí la sensación de una vida nueva con la cual hasta entonces jamás hube soñado.
 
Preguntemos a Francisco de Asís lo que él sabe sobre el nacimiento de Jesús.
Y él nos responderá: Él nació el día en que, en la plaza de Asís, entregué mi bolsa, mis ropas y hasta mi nombre para seguirlo, pues sabía que solamente Él es la fuente inagotable de Amor.
 
Preguntemos a Pedro cuándo nació Jesús.
El responderá: Jesús nació en el patio del palacio de Caifás, en la noche en que el gallo cantó por tercera vez, en el momento en que yo lo había negado. Fue en ese instante que despertó mi conciencia para la verdadera vida.
 
Preguntemos a Paulo de Tarso cuándo se dio el nacimiento de Jesús.
Y él nos responderá: Jesús nació en el camino de Damasco cuando, envuelto por una intensa luz que me dejó invidente, pude ver la figura noble y serena que me preguntaba: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Y en la ceguera, pasé a ver un mundo nuevo, cuando le dije: Señor ¿qué quieres que yo haga?
 
Preguntamos a Joana de Cusa cuándo nació Jesús.
Ella nos responderá: Jesús nació el día en que, amarrada al poste del circo de Roma, oí el pueblo gritar: “¡Niégalo! ¡Niégalo!” Y el soldado, con la antorcha se acerca, diciendo: “Este Cristo ¿te enseñó sólo a morir?” Fue en este instante, que sintiendo el fuego subir por mi cuerpo, pude, con toda certeza y sinceridad decir: “No, no me enseñó sólo eso. ¡Jesús me enseñó también a AMARLO!”.
 
Preguntemos a Tomás dónde y cuándo nace Jesús.
Él nos responderá: Jesús nació aquel día inolvidable en que Él me pidió tocar sus llagas y me fue posible testificar que la muerte no tenía poder sobre el Hijo de Dios. Sólo entonces comprendí el sentido de las palabras: ¡Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida!
 
Preguntemos a Juan Bautista dónde y cuándo nace Jesús.
Él nos responderá: Jesús nació en el instante en que llegando al Río Jordán, me pidió que lo bautizara. Y, ante la profundidad de su mirada y la majestad de su figura, pude oír el mensaje de lo Alto: “Este es mi hijo amado, en el cual puse mi complacencia”. ¡Comprendí que había llegado el momento de Él crecer y yo disminuir, para la Gloria de Dios Padre!
 
Preguntemos a Lázaro dónde y cuándo nació Jesús.
Él nos responderá: Jesús nació en Betania, en la tarde en que visitó mi tumba y dijo: “¡Lázaro! ¡Levántate!” En este momento comprendí, finalmente quién era Él: ¡La Resurrección y la Vida!
 
Preguntemos a Judas dónde y cuándo nació Jesús.
Él nos responderá: Jesús nació en el instante en que asistía a su juzgamiento y a su condenación. Comprendí que Jesús estaba encima de todos los tesoros terrenos.
 
Preguntemos finalmente a María de Nazaret, dónde y cuándo nació Jesús.
Ella nos responderá: Jesús nació en Belén, bajo las estrellas, que eran focos de luces guiando los pastores y sus ovejas a la cuna de paja. ¡Fue cuando lo tomé en mis brazos por primera vez y sentí cumplirse la promesa de un nuevo tiempo a través de aquel Niño que Dios hubo enviado al mundo, para enseñar a los hombres la ley mayor del Amor…
 
Y PARA NOSOTROS… ¿CUÁNDO NACIÓ JESÚS?
Dejad al Niño Dios nacer en tu corazón en Navidad. Que Él venga a traernos Fe, Amor y Paz, para que nosotros experimentemos vivir la ley mayor del Amor.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Jesús... ¡Sigue modelándome!
He cambiado mucho en la vida. Desde que era pequeño hasta hoy. He conocido gentes, he compartido historias, he tenido aciertos y algún que otro descalabro. Y ahora soy consciente de que cuando te he dejado acunarme o sacudirme, cuando he dejado que tu palabra llegue hasta mis entrañas, entonces Tú me has cambiado. Pero soy lento, y a menudo sordo o perezoso para Ti. Me atasco en mil dinámicas que no me dejan vivir a tu manera. Me veo débil, a veces necio… Menos mal que sé que Tú no te cansas de modelarme, que me vas transformando con manos firmes. Tú sabes a dónde me quieres llevar.
Y al tiempo soy consciente de que vas tocando otras vidas, otras historias, otras gentes. Y en ocasiones me reconozco en otros rostros, y me siento cercano a otras vidas, porque sé que detrás de todos estás Tú, uniéndonos, trabajando en cada ser humano, sin rendirte con nadie, porque crees en todos. Tú trabajas en aquellos a quienes quiero, y también en aquellos que me hacen sufrir. En los cercanos y los lejanos, en las víctimas y los verdugos. Tú trabajas incansablemente, siembras en cada uno de nosotros la semilla de tu amor.
Ayúdame a mirar el mundo siendo consciente de que Tú lates en él, y de que, imperceptiblemente, vas poniendo luz en cada vida. Amén.
 
Pedidos de oración
🙏 Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo: NO A LA INVASIÓN DE RUSIA A UCRANIA; por el fin de los ataques a la Iglesia Católica en Nicaragua, por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África (Nigeria), y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras patologías graves; por los jóvenes, especialmente los que han caído en las drogas o cualquier tipo de adicción, por las víctimas de trata, por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, por lo no nacidos, por la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. En este tiempo pedimos especiales oraciones por todas las personas que en diversos países del mundo han sido afectadas por el coronavirus, rogando que el Sagrado Corazón de Jesús nos proteja ante esta terrible pandemia, y que, con fe y esperanza, y siguiendo las indicaciones médicas de prevención, el riesgo de contagio vaya disminuyendo en todo el planeta y los que están enfermos se sanen. Para lectores argentinos, pedimos especial oración por la salvación de la República Argentina en el marco de la democracia, la justicia y la honestidad de los gobernantes.
 
🙏 Pedimos oración para María Rosa E., de Villa Ballester, Buenos Aires, Argentina, mujer mayor, con muchos problemas de salud, que actualmente se encuentra internada por neumonía (aparentemente no es Covid). La encomendamos a los maternales cuidados de la Virgen María, para que la proteja y la sostenga en esta circunstancia y le conceda, de parte de Jesús, la gracia de una pronta curación.
 
🙏 Pedimos oración para Luciana; joven mujer de Concordia, Entre Ríos, Argentina, recientemente diagnosticada con leucemia. Que el Niño que nacerá en Belén y en el corazón de cada uno, le traiga sus dones de sanación.
 
🙏 Pedimos oración para María Adela F., de Río Cuarto, Argentina, de algo más de 50 años de edad, que está realizando los estudios previos para una cirugía de útero y ovarios que será a principios de enero. Rogamos al Señor que la acompañe y la cuide, que la operación dé buenos resultados y no haya malignidad.
 
🙏 Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin, rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia. Escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos y conceda a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.
 
Un minuto para volar
Diciembre 23
Es verdaderamente posible perdonar, y es lo mejor para nosotros, para nuestro bienestar y para nuestra maduración. Pero para perdonar de verdad, lo primero es aceptar de corazón el ideal del amor fraterno. Nadie puede perdonar si no lleva en su interior el sueño de amar más allá de todo. Nadie puede disculpar un daño que le causaron si no cree que la venganza es algo malo y superficial. Nadie puede reaccionar sin odio si no se ha convencido de que es mucho más bello, como decía san Francisco de Asís, “que donde haya odio ponga yo el amor, que donde haya ofensa yo ponga el perdón”.
(Mons. Víctor M. Fernández)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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