jueves, 1 de septiembre de 2022

Pequeñas Semillitas 5081

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 17 - Número 5081 ~ Jueves 1 de Setiembre de 2022
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Agradezco mi salud. Ella es mi mayor riqueza. Debo cuidarme mucho para que mi vida sea útil, provechosa y feliz.
Muchas veces la enfermedad viene de nuestros propios pensamientos y acciones. Por ello, tengamos siempre pensamientos saludables y evitemos hablar de enfermedades para no atraerlas.
Aprendamos a respirar y viviremos muchos años. Inspiremos buscando la salud y espiremos alejando la enfermedad. Cambiemos tu manera de pensar y adoptemos el pensamiento positivo de salud. Que tengamos un saludable día…
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: 1Cor 3,18-23
 
Salmo: Sal 23,1-2.3-4ab.5-6
 
Santo Evangelio: Lc 5,1-11
En aquel tiempo, estaba Jesús a la orilla del lago Genesaret y la gente se agolpaba sobre él para oír la Palabra de Dios, cuando vio dos barcas que estaban a la orilla del lago. Los pescadores habían bajado de ellas, y lavaban las redes. Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: «Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que vinieran en su ayuda. Vinieron, pues, y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos con él estaban, a causa de los peces que habían pescado. Y lo mismo de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron.
 
Comentario:
Hoy día todavía nos resulta sorprendente comprobar cómo aquellos pescadores fueron capaces de dejar su trabajo, sus familias, y seguir a Jesús («Dejándolo todo, le siguieron»: Lc 5,11), precisamente cuando Éste se manifiesta ante ellos como un colaborador excepcional para el negocio que les proporciona el sustento. Si Jesús de Nazaret nos hiciera la propuesta a nosotros, en nuestro siglo XXI..., ¿tendríamos el coraje de aquellos hombres?; ¿seríamos capaces de intuir cuál es la verdadera ganancia?
Los cristianos creemos que Cristo es eterno presente; por lo tanto, ese Cristo que está resucitado nos pide, no ya a Pedro, a Juan o a Santiago, sino a Jorge, a José Manuel, a Paula, a todos y cada uno de quienes le confesamos como el Señor, repito, nos pide desde el texto de Lucas que le acojamos en la barca de nuestra vida, porque quiere descansar junto a nosotros; nos pide que le dejemos servirse de nosotros, que le permitamos mostrar hacia dónde orientar nuestra existencia para ser fecundos en medio de una sociedad cada vez más alejada y necesitada de la Buena Nueva. La propuesta es atrayente, sólo nos hace falta saber y querer despojarnos de nuestros miedos, de nuestros “qué dirán” y poner rumbo a aguas más profundas, o lo que es lo mismo, a horizontes más lejanos de aquellos que constriñen nuestra mediocre cotidianeidad de zozobras y desánimos. «Quien tropieza en el camino, por poco que avance, algo se acerca al término; quien corre fuera de él, cuanto más corra más se aleja del término» (Santo Tomás de Aquino).
«Duc in altum»; «Boga mar adentro» (Lc 5,4): ¡No nos quedemos en las costas de un mundo que vive mirándose el ombligo! Nuestra navegación por los mares de la vida nos ha de conducir hasta atracar en la tierra prometida, fin de nuestra singladura en ese Cielo esperado, que es regalo del Padre, pero indivisiblemente, también trabajo del hombre —tuyo, mío— al servicio de los demás en la barca de la Iglesia. Cristo conoce bien los caladeros, de nosotros depende: o en el puerto de nuestro egoísmo, o hacia sus horizontes.
* Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Gil (o Egidio)
Ermitaño
Fue un santo popular y gozó de culto en buena parte de Europa. En la región de Nimes, de la Galia Narbonense (hoy Francia), san Egidio o Gil, cuyo nombre adopta la población que después se formó en la región de la Camargue y donde se dice que el santo había erigido un monasterio y acabado el curso de su vida mortal. (640 - c.721).
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
"La vida no tiene sentido sin emociones.
¿Cuál es la sal de la existencia sino el amor,
la belleza, la justicia, la verdad, la dignidad,
el honor y las gratificaciones que nos aportan?"
(David Servan Schreiber)
 
Temas Médicos:
Diez formas de perder peso
1.- Come un poco menos
Tanto en el desayuno, en el almuerzo como en la cena, come un cuarto menos de lo que normalmente comerías. Por ejemplo, en el desayuno, sustituye una porción con queso crema por media porción con mermelada; y en el almuerzo o la cena, opta por una ensalada pequeña de vegetales como acompañante en vez de atiborrarte de papitas fritas (te estarás ahorrando por lo menos 250 calorías).
 
2.- Dedícate a caminar
Esta actividad hecha con intensidad te hará quemar la misma cantidad de calorías que si trotaras o corrieras. Para sacarle el máximo provecho, camina llevando pesas en las manos o hazlo subiendo y bajando lomas. Eso sí, mantén una velocidad que te permita sudar, pero que no te deje sin aliento. Con una caminata de 45 minutos, cinco días a la semana, quemarás más de 1.600 calorías.
 
3.- Mantén los carbohidratos bajo control
Estos nutrientes no son tan malos como los pintan algunos libros de dieta. Pero claro, si te extralimitas comiéndolos, te engordarán sin piedad. Una ración de carbohidratos equivale a una rebanada de pan o media taza de cereal o pasta cocida. Lo ideal es ingerir máximo seis raciones al día. Para mantener un mejor conteo, usa una taza de medida y lee las etiquetas de nutrición de los alimentos antes de prepararlos.
 
4.- Ejercita tus músculos
Si no lo haces con regularidad perderás anualmente -después de los 25 años- más de media libra de masa muscular, lo cual representa un problema, ya que el tejido muscular mantiene activo el metabolismo. Evita este deterioro fortaleciendo tus músculos en el gimnasio o en tu propia casa con máquinas y pesas. Una sesión de 45 minutos aniquila cerca de 300 calorías.
 
5.- Guíate por la pirámide
Para seguir un régimen dietético saludable, obtén una copia de la Pirámide Alimenticia haciendo clic acá. Si te ciñes a las raciones mínimas recomendadas, perderás una libra por semana (una libra equivale a 0,453 kg). Además, aprenderás cómo incorporar más frutas, vegetales y granos nutritivos a tu dieta.

6.- Come ligero por la noche
Si haces ejercicios por la tarde, toma un desayuno bajo en grasa y almuerza saludable para mantener elevado tu nivel de energía, pero ojo, frena tu apetito por la noche. Por ejemplo, cena un plato de vegetales cocidos al vapor con arroz (275 calorías) en vez de una porción grande de lasaña (625 calorías), o una sopa minestrone con una rebanada de pan de trigo (200 calorías) en lugar de un pastel de carne (550 calorías).
 
7.- ¡A nadar se ha dicho!
Los ejercicios en el agua son muy efectivos y pueden practicarse todo el año, no sólo en verano, no esperes más para matricularte en clases de natación dos veces a la semana, o si lo prefieres inscríbete en aeróbicos acuáticos. Cuatro horas semanales de estos refrescantes ejercicios te harán quemar 2,400 calorías.
 
8.- Olvídate de la comida "chatarra"
Si estás adicta a las hamburguesas con papas (630 calorías), al pollo asado con ensalada César (una pechuga con una ensalada pequeña 700 calorías) y demás "balas de colesterol", que se venden por ahí, desintoxícate un tiempo de ellas saturando tu refrigerador de alimentos instantáneos y saludables: ensaladas de vegetales con un aderezo bajo en calorías, comidas congeladas bajas en grasa, gelatina, frutas, etc.
 
9.- Combina ejercicios
Vuélvete fanática del entrenamiento en circuito. Elige tres tipos de ejercicios cardiovasculares (bicicleta, cinta de caminar, cuerda de saltar) e intercálalos con ejercicios diseñados para fortalecer los músculos (levantamiento de pesas, lagartijas, aparatos con pesas para endurecer las piernas)... Con una sesión de una hora quemarás 500 calorías.
 
10.- Diles adiós a las sodas (bebidas gaseosas)
Aunque no lo creas, tres latas al día de estos elíxires azucarados representan 450 calorías. Si no puedes desistir de la cafeína, opta por sodas dietéticas sin calorías y haz un esfuerzo por beber agua con más frecuencia.
(Material de Internet)
 
Biblioteca de archivos
Recuerda que tenemos una Biblioteca de archivos. Ingresando en ella encontrarás una selección de más de 200 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” que podrás leer o descargar a tu computadora.
Para acceder a la Biblioteca hacer clic acá.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Jesús no fue un astronauta de un lejano planeta, ni un mago que practicaba artes mágicas, aprendidas en Egipto. Jesús no fue un hombre común y corriente como tú y como yo. El, a la vez que era hombre, era también Dios y con su vida nos ha enseñado a conocer a un Dios bueno, cariñoso y bondadoso, amigo y cercano a los hombres, sus hijos. Él nos enseñó con su vida la más grande y hermosa verdad que jamás el mundo entero pudo conocer: DIOS ES AMOR. Dios te ama a ti. Jesús te ama tal y como eres en este momento. No necesitas cambiar para que Él te ame. Tú eres su hijo y quiere ser tu amigo: “ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando” (Jn 15,14). Por eso, si nadie te quiere, si todos te rechazan, si eres demasiado anciano o enfermo o feo o ignorante o pobre o pecador, Él te ama y te dice: “Hijo mío, tus pecados te son perdonados” (Mc 2,5). “No tengas miedo, porque yo estoy contigo y tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres valioso y yo te amo mucho” (Is 43,43).
Y ahora respira profundamente y sonríe: Dios te ama, Jesús te ama, tu vida tiene pleno sentido y Dios espera mucho de ti y cuenta contigo para la gran tarea de la salvación del mundo.
(Padre A. Peña)
 
Un minuto para volar
Setiembre 1
Si algo está mal, eso no significa que todo está mal. El sol sigue apareciendo, todavía podemos respirar, sigue habiendo gente buena, todavía algunos nos quieren y respetan. Aún quedan algunas esperanzas y motivos para luchar, los pájaros siguen haciendo sus nidos, y tenemos algo para comer. La lista sigue, y podríamos escribir cientos de cosas positivas. Hay cosas que funcionan mal, otras más o menos, y otras están bien. Por otra parte, algunas personas tienen los mismos problemas que tú, y no pierden el buen humor, las ganas de luchar, la gratitud hacia Dios. Entonces, no es verdad que está todo mal. Gracias Señor.
(Mons. Víctor M. Fernández)

FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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1 comentario:

  1. Felipe, una vez más. Tú comentario acierta y confirma lo que estoy haciendo. Gracias por estar.
    José Luis Sevillano -España

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