domingo, 12 de septiembre de 2021

Pequeñas Semillitas 4787

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4787 ~ Domingo 12 de Setiembre de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
También en el nuevo milenio sigue resonando la pregunta de Jesús: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». No es para llevar a cabo un sondeo de opinión. Es una pregunta que nos sitúa a cada uno a un nivel más profundo: ¿quién es hoy Cristo para mí? ¿Qué sentido tiene realmente en mi vida?
Jesús sigue siendo un desconocido. Muchos no pueden ya intuir lo que es entender y vivir la vida desde él. Mientras tanto, ¿qué estamos haciendo sus seguidores?, ¿hablamos a alguien de Jesús, ¿lo hacemos creíble con nuestra vida?, ¿hemos dejado de ser sus testigos?
Los tiempos actuales determinan que los católicos tenemos que hablarle al mundo de Jesús, proclamar sus enseñanzas, vivir como Él nos enseñó. Sin importar las reacciones que se produzcan, debemos ser discípulos y misioneros del Señor.
 
¡Buenos días María!
En 1850, el obispo de Puy (sur de Francia) puso en marcha el proyecto de construir una estatua monumental de la Virgen María en Mont Anis, en un montículo más alto que se encuentra detrás de la Basílica de Puy. En 1853 se lanzó un concurso en el que participaron 53 artistas. Al mismo tiempo, se lanzó una campaña en toda Francia para recaudar fondos.
Los 300.000 Hermanos de las Escuelas Cristianas reunieron la suma necesaria para la construcción del pedestal. Por su parte, el emperador Napoleón III ofreció cañones que habían sido tomados al ejército ruso durante la guerra de Crimea.
En 1859, los diversos elementos de la estatua se fundieron en Givors (Ródano) y se transportaron a Puy. La inauguración oficial tuvo lugar el 12 de septiembre de 1860, en presencia de una multitud de 120,000 personas y doce obispos.
Desde entonces, la estatua de Nuestra Señora de Francia ha sido parte integral de la imagen de la ciudad de Puy-en-Velay. Turistas y peregrinos suben por el camino y los escalones que conducen al pie de la estatua.
La estatua de Nuestra Señora de Francia expresa principalmente la confianza de los católicos de Francia en la Virgen María. Para los católicos, María es la que muestra la disponibilidad de corazón que hay que tener para acoger a Dios en la vida y entregarlo al mundo. Ella es, por tanto, un modelo.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Isaías 50,5-9a
 
Salmo: Sal 116 (114),1-2.3-4.5-6.8-9
 
Segunda Lectura: Santiago 2,14-18
 
SANTO EVANGELIO: Mc 8,27-35
En aquel tiempo, salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?». Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas». Y Él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo».
Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro, se puso a reprenderle. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará».
 
Comentario:
Hoy día nos encontramos con situaciones similares a la descrita en este pasaje evangélico. Si, ahora mismo, Dios nos preguntara «¿quién dicen los hombres que soy yo?» (Mc 8,27), tendríamos que informarle acerca de todo tipo de respuestas, incluso pintorescas. Bastaría con echar una ojeada a lo que se ventila y airea en los más variados medios de comunicación. Sólo que… ya han pasado más de veinte siglos de “tiempo de la Iglesia”. Después de tantos años, nos dolemos y —con santa Faustina— nos quejamos ante Jesús: «¿Por qué es tan pequeño el número de los que Te conocen?».
Jesús, en aquella ocasión de la confesión de fe hecha por Simón Pedro, «les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él» (Mc 8,30). Su condición mesiánica debía ser transmitida al pueblo judío con una pedagogía progresiva. Más tarde llegaría el momento cumbre en que Jesucristo declararía —de una vez para siempre— que Él era el Mesías: «Yo soy» (Lc 22,70). Desde entonces, ya no hay excusa para no declararle ni reconocerle como el Hijo de Dios venido al mundo por nuestra salvación. Más aún: todos los bautizados tenemos ese gozoso deber “sacerdotal” de predicar el Evangelio por todo el mundo y a toda criatura (cf. Mc 16,15). Esta llamada a la predicación de la Buena Nueva es tanto más urgente si tenemos en cuenta que acerca de Él se siguen profiriendo todo tipo de opiniones equivocadas, incluso blasfemas.
Pero el anuncio de su mesianidad y del advenimiento de su Reino pasa por la Cruz. En efecto, Jesucristo «comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho» (Mc 8,31), y el Catecismo nos recuerda que «la Iglesia avanza en su peregrinación a través de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios» (n. 769). He aquí, pues, el camino para seguir a Cristo y darlo a conocer: «Si alguno quiere venir en pos de mí (…) tome su cruz y sígame» (Mc 8,34).
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
 
Palabras de San Juan XXIII
"La mujer ha adquirido una conciencia cada día más clara de su propia dignidad humana. Por ello no tolera que se la trate como una cosa inanimada o un mero instrumento; exige, por el contrario, que, tanto en el ámbito de la vida doméstica como en el de la vida pública, se le reconozcan los derechos y obligaciones propios de la persona humana"
 
El dulce nombre de María
Fiesta
Esta fecha hace referencia a la festividad litúrgica cristiana, con motivo de la conmemoración del nombre de María, madre de Jesucristo. María (en arameo מרים Mariam) es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret.
El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Virgen María, las necesidades de la iglesia, le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María.
Para información más amplia hacer clic acá.
 
Predicación del Evangelio:
Y nosotros... ¿Qué?
¿Qué decimos cuando, en un ambiente frío u hostil, se nos interroga sobre nuestra fe? ¿Qué respuestas ofrecemos, desde nuestra vivencia religiosa, cuando se nos plantea la ausencia o inexistencia de Dios en medio del mundo?
 
Preguntas que, más que respuestas, exigen un convencimiento profundo de lo que somos y vivimos: somos cristianos y queremos vivir como tales. Ser cristiano, no es muy difícil. Pero “VIVIR COMO CRISTIANO” se hace más cuesta arriba. Sobre todo si, vivir como cristianos, implica ir contracorriente. Decir al “pan, pan y al vino, vino”. O, por ejemplo, no comulgar con ruedas de molino en temas o en problemas que, la sociedad, presenta como paradigma de progreso o bienestar social.
 
Como a Pedro, también a nosotros, el corazón nos puede traicionar. Queremos un Jesús amigo, confidente, compañero pero sin demasiadas exigencias. Aquel viejo adagio “serás mi amigo siempre y cuando no pongas piedras en mi camino” viene muy bien para reflexionar sobre el mensaje evangélico de este domingo. Jesús nos lo adelanta: “quien no tome su cruz y me siga no es digno de mi”.
 
Es cómoda una fe sin obras. Una vivencia sin más trascendencia que un “bis a bis” con Dios. Sin más compromiso que la tranquilidad que supone el estar bautizado. El ser cristiano, pero sin aventurarse en dar testimonio de lo que creemos, escuchamos y sentimos: Jesucristo es nuestra salvación.
 
¿Que quieres vivir bien? ¡No te compliques la vida! Pero, viene el Señor y nos recuerda que para entrar por la puerta del cielo, hay que emplearse a fondo en su causa. Confesar el nombre del Señor no solamente es despegar los labios y decir un “sí creo”. Además nos exige un construir nuestra vida con los ladrillos de la fraternidad, el perdón y el testimonio de nuestra fe.
 
¿Queremos confesar, con todas las consecuencias, el nombre de Jesús? Aprendamos a conocerle más y mejor. Nos preocupemos de meditar su Palabra. De avanzar por los caminos que Él nos propone. El Señor, además de bautizados en su nombre, desea gente de bien que viva según lo que nos exige el Bautismo: una vida en Dios, entregada a los demás y profundamente arraigada en Cristo.
 
En cierta ocasión un nadador cruzó un inmenso río. Y, al llegar a la otra orilla, le preguntaron: “¿son profundas las aguas?” Y, el deportista, respondió: “la verdad es que no me he fijado. Solamente he nadado superficialmente. No he buceado”.
 
Algo así, queridos amigos, nos puede ocurrir a nosotros. Como Pedro podemos pretender quedarnos en lo bonito de la amistad, En la superficialidad de la fe. Pero, el Señor, quiere y desea que ahondemos en lo que creemos. Que vivamos según como pensamos. Y que, en definitiva, no rehuyamos de esas situaciones en las que podemos demostrar si nuestra fe es oro molido o arena que se escapa entre las manos. Y nosotros ¿qué?
(P. Javier Leoz)
 
De los envíos del P. Natalio
Aceptar la realidad
Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Hay gente sencilla que tiene esto bien claro, y lo vive en cada circunstancia.
 
Un individuo iba paseando por el campo y se encontró con un pastor. Por empezar una conversación con él, lo saludó y le preguntó: —¿Qué tiempo crees que tendremos hoy, buen hombre? Y el pastor le contestó: —El tiempo que yo quiero. El otro, lógicamente, se quedó extrañado de la respuesta y le dijo: —¿Y cómo estás tan seguro que hará el tiempo que tú quieres? Entonces el pastor le explicó su teoría: —Mira, cuando me di cuenta que no siempre puedo tener lo que quiero, aprendí una cosa que siempre me ha sido muy útil: querer siempre lo que tengo. Por esto estoy tan seguro que hará el tiempo que yo quiera.
 
“Una de las actitudes más necesarias en la vida es la capacidad de aceptación que nace del realismo. Gracias a ella dejamos de estrellarnos contra los hechos y buscamos lo mejor con lo que somos y lo que tenemos” (G. González). Recuérdalo cuando te sucedan esas cosas desagradables que no tienen solución. Que el Señor te proteja y bendiga.
* Padre Natalio
 
Poesía
A mi hijo
Hijo mío:
Si quieres amarme bien puedes hacerlo,
tu cariño es oro que nunca desdeño.
 
Mas quiero que sepas que nada me debes,
soy ahora el padre, tengo los deberes.
 
Nunca en la alegría de verte contento,
he trazado signos de tanto por ciento.
 
Mas ahora, mi niño, quisiera avisarte,
mi agente viajero llegará a cobrarte.
 
Presentará un cheque de cien mil afanes,
será un hijo tuyo, gota de tu sangre.
 
Y entonces mi niño, como un hombre honrado,
en tu propio hijo deberás pagarme.
(Rudyard Kipling)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Argentina, al igual que el resto de América Latina, se volvió Mariana al mismo tiempo en que se convirtió a la fe católica, en el siglo XVI. Sus principales santuarios dedicados a María son:
Nuestra Señora de Luján en el Este, Nuestra Señora del Valle, al norte, la Virgen de Itatí en la costa. Pero hay muchos otros porque los argentinos católicos se dedican sobre todo a la Virgen a quien invocan como su Madre.
Un gran número de ciudades argentinas llevan el nombre de María. Entre las más importantes del país; la más grande, Buenos Aires, fundada en 1535, cuyo nombre oficial es "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Santa María de Buenos Aires", es decir " Ciudad de Trinidad y Puerto de María del Buen Aire "; Rosario, la segunda ciudad más grande de Argentina, le debe su nombre a la Virgen del Rosario, etc.
La devoción mariana es tan popular en Argentina que tanto las instituciones oficiales del país, como las familias, con frecuencia, eligen a la Madre de Jesús como su Patrona particular; por ejemplo, la Marina, el Ejército de Tierra y del Aire y otras jurisdicciones del Estado...
¡Ojalá que esa hermosa tradición mariana se conserve por siempre en nuestra patria!
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 Desde la ciudad de Buenos Aires, Argentina, una querida amiga de esta página, María Rosa, tía del corazón del que esto escribe, quiere expresar su agradecimiento a todos los que rezaron durante mucho tiempo por la enfermedad de su esposo Emilio, que finalmente partió al encuentro del Padre Celestial, con 90 años de vida, y luego de sufrir situaciones de enfermedades importantes. María Rosa siempre estuvo a su lado (ellos no tienen hijos) y más allá de sus propias dolencias ella entregó todo por Emilio. Agradecemos las oraciones con la seguridad que Dios ya lo ha recibido en su Reino y a su debido tiempo premiará los esfuerzos de esta gran mujer que lo cuidó hasta el final.
 
Oración por la Patria
 
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nos sentimos heridos y agobiados.
Precisamos tu alivio y fortaleza.
Queremos ser nación, una nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios
para amar a todos sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Concédenos la sabiduría del diálogo
y la alegría de la esperanza que no defrauda.
Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor,
cercanos a María, que desde Luján nos dice:
¡Argentina! ¡Canta y camina!
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Amén.
 
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes,
es el Patrono Universal de la santa Iglesia,
y por lo tanto de todos nosotros.
Es el santo que tuvo en la tierra
la misión más grande y noble:
proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Setiembre 12
Cantaré al Señor porque me ha favorecido. Que por intercesión de san José, todos los padres del mundo se sientan premiados y con alegría fecunda, agradezcan el don de la paternidad. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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