domingo, 31 de mayo de 2020

Pequeñas Semillitas 4341

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 15 - Número 4341 ~ Domingo 31 de Mayo de 2020
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Terminando mayo, con la presencia de María y amparados por el testimonio inquebrantable de los apóstoles, también nosotros sentimos la fuerza del Espíritu Santo que nos empuja a vivir como amigos de Cristo y, además, a ser voceros de su persona, de su estilo de vida y de su misión.
En Pentecostés, el Señor, nos pone un potente suero para que no nos echemos atrás en ese intento que, a una con la festividad de la Ascensión, nos propusimos: te vas… pero seremos tus testigos. No podemos permanecer postrados esperando a que vengan otros tiempos o que, otros hermanos nuestros, vayan por delante despejando un terreno pedregoso y, a veces, poco fructífero para la fe.
En Pentecostés, ciertamente, el miedo desparece, la luz se impone sobre las tinieblas, la verdad sobre el error, la universalidad de la iglesia frente a los personalismos, la valentía vence a la cobardía y la fortaleza se hace dueña de la debilidad. ¡Feliz Pascua del Espíritu!
* Padre Javier Leoz
 
¡Buenos días!
Ven, Espíritu Santo
“Frente a la aguda crisis actual, que es la pérdida del sentido de lo invisible, la crisis del sentido de Dios, el Espíritu está jugando en lo pequeño e invisible su partido victorioso”. En esta solemnidad de Pentecostés abre tu corazón al Divino Espíritu que anhela comunicarte sus dones admirables. Esta oración te ayudará a entrar en su presencia.
 
Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría: dame mirada y oído interior, para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre las realidades del espíritu. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor: haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad: concédeme llegar al conocimiento de la verdad en toda su plenitud. Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que salta hasta la vida eterna: concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin. Amén.
 
“El Espíritu Santo está presente tanto hoy como en tiempos de Jesús y los Apóstoles... está y actúa, llega antes que nosotros, trabaja más y mejor que nosotros. A nosotros no nos toca ni sembrarlo, ni despertarlo, sino ante todo reconocerlo, recibirlo, secundarlo, abrirle camino, seguirlo” (Carlos Martín). Que el Espíritu Santo te haga gozar la nueva vida.
* Enviado por el P. Natalio
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hechos 2,1-11
 
Salmo: Sal 104, 1ab.24ac.29bc-30.31.34
 
Segunda Lectura: 1 Cor, 12,3b-7.12-13
 
Santo Evangelio: Jn 20,19-23
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros». Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío». Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
 
Comentario:
Hoy, en el día de Pentecostés se realiza el cumplimiento de la promesa que Cristo había hecho a los Apóstoles. En la tarde del día de Pascua sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo» (Jn 20,22). La venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés renueva y lleva a plenitud ese don de un modo solemne y con manifestaciones externas. Así culmina el misterio pascual.
El Espíritu que Jesús comunica, crea en el discípulo una nueva condición humana, y produce unidad. Cuando el orgullo del hombre le lleva a desafiar a Dios construyendo la torre de Babel, Dios confunde sus lenguas y no pueden entenderse. En Pentecostés sucede lo contrario: por gracia del Espíritu Santo, los Apóstoles son entendidos por gentes de las más diversas procedencias y lenguas.
El Espíritu Santo es el Maestro interior que guía al discípulo hacia la verdad, que le mueve a obrar el bien, que lo consuela en el dolor, que lo transforma interiormente, dándole una fuerza, una capacidad nuevas.
El primer día de Pentecostés de la era cristiana, los Apóstoles estaban reunidos en compañía de María, y estaban en oración. El recogimiento, la actitud orante es imprescindible para recibir el Espíritu. «De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno» (Hch 2,2-3).
Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y se pusieron a predicar valientemente. Aquellos hombres atemorizados habían sido transformados en valientes predicadores que no temían la cárcel, ni la tortura, ni el martirio. No es extraño; la fuerza del Espíritu estaba en ellos.
El Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, es el alma de mi alma, la vida de mi vida, el ser de mi ser; es mi santificador, el huésped de mi interior más profundo. Para llegar a la madurez en la vida de fe es preciso que la relación con Él sea cada vez más consciente, más personal. En esta celebración de Pentecostés abramos las puertas de nuestro interior de par en par.
* Mons. Josep Àngel SAIZ i Meneses Obispo de Terrassa (Barcelona, España)
 
Palabras de San Juan XXIII
“El Espíritu Santo está trabajando siempre en la intimidad de las almas con sus inspiraciones para hacer a la Iglesia que Jesús edificó para sí mismo una vez por todas con el sacrificio de su sangre, pura, inmaculada, sin arrugas, digna de ser presentada al Padre el día del juicio final”.
 
Predicación del Evangelio:
Domingo de Pentecostés
Supongo que es igual en la mayoría de los idiomas. Cuando se habla de babel, la gente piensa en la confusión, aun la tontería. El Génesis describe el origen de la palabra. Una vez el mundo entero hablaba el mismo lenguaje. Entonces los hombres de la ciudad llamada Babel conspiraron a construir una torre para que lleguen al cielo. Pensaban que el logro les hiciera famosos. Dios bajó del cielo para ver lo que estaba haciendo. Cuando observó la torre, confundió el lenguaje de los hombres de modo que tuvieran que dejar el proyecto. No se dice específicamente, pero se puede pensar que Dios sembró la confusión en los hombres por el amor. Supo que iban a lastimarse si habrían continuado. De todos modos en la historia de Pentecostés vemos el proceso en revés.
 
La lectura de los Hechos de los Apóstoles cuenta de la venida del Espíritu Santo a los discípulos. Desciende con el ruido de miles de aves aleteando sobre un espacio. Entonces aparecen sobre los discípulos lenguas de fuego simbolizando el poder de hablar apasionadamente. Los discípulos son capacitados a proclamar al mundo el amor de Dios en Jesucristo. La maravilla es que todos los extranjeros presentes entienden a los proclamadores en sus propios idiomas. Es como si con el amor de Dios se descubriera el fuego por la segunda vez.
 
En la segunda lectura San Pablo cuenta del resultado de la venida del Espíritu. La gente forma la Iglesia, que él llama “el Cuerpo de Cristo” en el mundo presente. Los hombres y mujeres vienen de diferentes naciones, razas, y clases sociales. No importan sus orígenes sino su bautismo. Todos han sido inundados con el mismo Espíritu del amor. Ya ellos también pueden salir al mundo para anunciar el amor de Dios. Sin embargo, no será misión individual sino comunal. Algunos salen en el camino. Otros rezan por su éxito. Todavía otros trabajan para apoyar el proyecto.
 
El evangelio subraya un tema céntrico de la misión. Con el don del Espíritu Jesús les otorga a sus discípulos la autoridad para perdonar pecados. Sin el perdón el amor sería como algodón de azúcar; eso es, toda dulzura y poca substancia. Porque el perdón nos exige a dejar atrás el odio y el rencor, nos cuesta mucho. El Señor está diciendo que cuando perdonamos, Dios nos apoya.
 
Ciertamente el entendimiento tradicional que la Iglesia ha dado este evangelio tiene valor. Los obispos y sacerdotes tienen el poder de liberar a los pecadores de sus deudas. Pero vale aceptar la frase también como la voluntad de Dios que perdonemos al uno y otro.
 
Vemos la necesidad de perdonar en los sucesos recientes. La pandemia ha mostrado la fragilidad del mundo. Aun las naciones más avanzadas no podían proteger a sus poblaciones del virus. Miramos como un portaaviones estadounidense estuvo casi discapacitado por el virus entre su tripulación. Deberíamos entender el virus como una advertencia de Dios al mundo. Quiere que detengamos la búsqueda insistente para elevar el yo con más poder, plata, y placer. En lugar de edificar el yo, Dios quiere que todos los pueblos se hagan más como una gran comunidad. Eso es, que veamos a uno al otro más como parejas que amenazas. Considerando todas las enemistades que existen ahora, para cumplir la tarea tenemos que ser dispuesto a perdonar.
 
La pandemia nos ha enseñado mucho. Los científicos saben más de los virus: cómo originen y cómo se contienen. Los gobiernos han aprendido algo sobre cómo controlar una crisis. La gente está más consciente de la sanitación. Todo este conocimiento ha tenido un costo muy alto. Pero valdría la pena si se añade una enseñanza de más. Valdría si al final el mundo se hace dispuesto a perdonar los pecados del uno y otro.
* Padre Carmelo Mele OP
 
Mayo, mes de María
🌸  Flor del 31 de mayo: María Reina del Cielo
 
Meditación: “Apareció en el cielo una gran señal: una Mujer vestida de Sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Apocalipsis 12,1). Ha sido coronada Reina del Cielo la Madre del Señor de cielos y tierras. Esposa de Dios y Madre del Redentor, quien aquí en la tierra le demostró obediencia y siempre Su consejo contempló, ¿cómo no podremos nosotros no ser sus esclavos y servirle junto a ángeles y santos? “En la Iglesia todos están llamados a la santidad, pues ésta es la Voluntad de Dios: vuestra santificación (conforme 1 Tesalonisenses 4,3 y Efesios 1,4). María se entregó a ésta Voluntad Divina y será verdaderamente Madre y Reina nuestra si buscamos responder a su llamado de santidad. No la hagamos llorar más por los pecados que en el mundo hay, sino que entreguemos nuestra voluntad para sólo por Ella trabajar.
 
Oración: ¡Oh María, Reina del Cielo y de nuestro corazón! Haznos esclavos de tu amor para hacer la Santa Voluntad y llegar a la Patria Celestial. Que tengamos la humildad de la violeta, y estemos vestidos como ella, de penitencia. Amén.
 
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
 
Florecilla para este día: Recitar el Regina Coeli (Reina del Cielo):
Reina del cielo, alégrate, aleluya, porque El que mereciste engendrar, aleluya, resucitó como lo había dicho, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya. Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya, porque verdaderamente resucitó el Señor, aleluya.
* Fuente: reinadelcielo.org         
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
 
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com  
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
 Nos llega un agradecimiento a Dios y a quienes rezaron pues Ana María, de Argentina, ha podido regresar de Barcelona a pesar de las restricciones de los vuelos y los cierres de fronteras por la pandemia. Damos gracias a Dios. 


♡ Desde Maryland, USA, Marta V. agradece a Dios y a la Virgen Santísima por un año más de vida que está cumpliendo hoy con salud, paz y el amor de su familia.


¡Hasta mañana! con Madre Teresa
Mayo 31
El regocijo y el gozo eran la fuerza de nuestra Señora. Fue su hijo quien hizo de ella la presurosa sirvienta de Dios, porque desde que entró en ella “se fue a toda prisa”. Solamente el gozo podía darle la fuerza para marchar a toda prisa más allá de las colinas de Judea y convertirse en la servidora de su prima.
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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