domingo, 26 de noviembre de 2023

Pequeñas Semillitas 5496

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5496 ~ Domingo 26 de Noviembre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Celebramos hoy, con toda la Iglesia, la gran solemnidad de Jesucristo Rey del UniversoEn el año litúrgico que ahora finalizamos, hemos contemplado en diversas escenas, y hemos escuchado en miles de palabras, la personalidad, la vida, los hechos, la hondura de Jesús de Nazaret.
Aquel niño que el adviento nos preparó a recibirlo en un pesebre, que fue reverenciado por pastores y reyes, que cargó una cruel cruz sobre sus hombros, que se desangró hasta la hora nona en el calvario, que resucitó en las primeras horas del domingo de pascua y que ascendió a los cielos encargándonos trabajar por su reino hasta su segunda venida, es coronado en este día como rey de un reino de hombres y mujeres que creen, se fían y esperan en Él.
Hoy, más allá del concepto que tengamos de la figura de un rey, vemos a un Jesús aventurándose y consagrándose en cuerpo y alma a la verdad y la justicia, al amor, a la gracia, y a la vida. Un Reino donde, más de uno, quisiéramos tomar parte para vivir dignamente.
(P. Javier Leoz)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ezequiel 34:11-12.15-17
 
Salmo: Sal 22, 1-3, 5-6
 
Segunda Lectura: 1Cor 15,20-26.28
 
Santo Evangelio: Mt 25,31-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de Él todas las naciones, y Él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
»Entonces dirá el Rey a los de su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme’. Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber?’. ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?’. Y el Rey les dirá: ‘En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’.
»Entonces dirá también a los de su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis’. Entonces dirán también éstos: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?’. Y Él entonces les responderá: ‘En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo’. E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna».
 
Comentario:
Hoy, Jesús nos habla del juicio definitivo. Y con esa ilustración metafórica de ovejas y cabras, nos hace ver que se tratará de un juicio de amor. «Seremos examinados sobre el amor», nos dice san Juan de la Cruz.
Como dice otro místico, san Ignacio de Loyola en su meditación “Contemplación para alcanzar amor”, hay que poner el amor más en las obras que en las palabras. Y el Evangelio de hoy es muy ilustrativo. Cada obra de caridad que hacemos, la hacemos al mismo Cristo: «(…) Porque tuve hambre, y me disteis de comer; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; en la cárcel, y vinisteis a verme» (Mt 25,34-36). Más todavía: «Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40).
Este pasaje evangélico, que nos hace tocar con los pies en el suelo, pone la fiesta del juicio de Cristo Rey en su sitio. La realeza de Cristo es una cosa bien distinta de la prepotencia, es simplemente la realidad fundamental de la existencia: el amor tendrá la última palabra.
Jesús nos muestra que el sentido de la realeza -o potestad- es el servicio a los demás. Él afirmó de sí mismo que era Maestro y Señor (cf. Jn 13,13), y también que era Rey (cf. Jn 18,37), pero ejerció su maestrazgo lavando los pies a los discípulos (cf. Jn 13,4 ss.), y reinó dando su vida. Jesucristo reina, primero, desde una humilde cuna (¡un pesebre!) y, después, desde un trono muy incómodo, es decir, la Cruz.
Encima de la cruz estaba el cartel que rezaba «Jesús Nazareno, Rey de los judíos» (Jn 19,19): lo que la apariencia negaba era confirmado por la realidad profunda del misterio de Dios, ya que Jesús reina en su Cruz y nos juzga en su amor. «Seremos examinados sobre el amor».
* P. Antoni POU OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)  © Textos de Evangeli net.
 
Palabras de Benedicto XVI
«Sólo Cristo puede colmar plenamente las expectativas profundas de todo corazón humano y responder a los interrogantes más inquietantes sobre el dolor, la injusticia y el mal, sobre la muerte y el más allá. Estar en comunión con Jesucristo nos hace participar de su ser “para todos”, hace que éste sea nuestro modo de ser (…) La realeza de Cristo es revelación y actuación de la de Dios Padre, que gobierna todas las cosas con amor y con justicia»
 
Predicación del Evangelio:
Jesucristo Rey del Universo
“... todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes…”
 
Hace algunos años conocí al P. Joss Van der Rest, un jesuita belga que lleva muchos años dedicado a servir a los más pobres en Chile a través de la obra “El Hogar de Cristo”, fundada por San Alberto Hurtado, S.J., canonizado por su Santidad Benedicto XVI el 26 de octubre de 2005.
 
Al hablar de su vocación, el P. Joss siempre recuerda que, siendo joven, prestó servicio militar en su país al final de la II Guerra Mundial. Cuando los aliados vencieron a Hitler, él tuvo que entrar, montado en un enorme tanque de guerra, en una población alemana que había sido prácticamente arrasada por los bombardeos aliados.
Desde el visor del poderoso tanque fue descubriendo los destrozos causados por la guerra. Todo le impresionaba a medida que entraba por el pueblo... pero lo que lo marcó para toda su vida fue encontrarse, en un momento de su recorrido, con una estatua del Sagrado Corazón que había perdido sus brazos por las bombas.
Alguien había colgado del cuello de la imagen medio destruida, un letrero que decía: “No tengo brazos... tengo sólo tus brazos para hacer justicia en este mundo”.
Al regresar a su país, dejó el ejército y decidió entrar a la Compañía de Jesús para hacer lo que esa imagen del Sagrado Corazón no podía hacer por los más abandonados de la sociedad.
 
Jesús presenta, en este último domingo del tiempo ordinario, una parábola que nos deja siempre delante del juicio definitivo de Dios sobre nosotros: tuve hambre, tuve sed, anduve como forastero, me faltó ropa, estuve enfermo, estuve en la cárcel... Algunos atendieron sus necesidades básicas con generosidad, mientras que otros no hicieron caso y siguieron su camino sin atenderlo. Unos y otros le preguntan al Hijo del hombre: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o como forastero, o falto de ropa, o enfermo, o en la cárcel?” Y la respuesta fue la misma para los dos grupos: Les aseguro que todo lo que hicieron (o lo que no hicieron) por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron (o no lo hicieron).
 
Todo lo que hacemos por los que más sufren a nuestro alrededor, lo hacemos al Señor mismo; y todo lo que dejamos de hacer por los más humildes, lo dejamos de hacer al Señor. Leyendo este texto recordé parte de una oración que leí hace muchos años:
 
CRISTO, no tienes manos, tienes sólo nuestras manos para construir un mundo nuevo donde habite la justicia.
CRISTO, no tienes pies, tienes sólo nuestros pies para poner en marcha a los oprimidos por el camino de la libertad.
CRISTO, no tienes labios, tienes sólo nuestros labios para proclamar a los pobres la Buena Nueva de la libertad.
.
(Texto del P. Jorge Humberto Peláez SJ - Imagen de Misioneros Digitales Católicos)
 
Poesía
Cristo Rey
 
Por ser Hijo de Dios, Verbo encarnado,
Porque en la cruz fue tuya la victoria,
y porque el Padre te vistió de gloria
con la luz del primer resucitado.
 
Por eso eres, Jesús, Rey coronado,
Señor y Pantocrator de la Historia,
libertador de noble ejecutoria,
triunfador de la muerte y del pecado.
 
Ya sé que no es tu Reino de este mundo,
que es sólo dimensión de algo interior,
-lo más cordial del hombre y más profundo-
donde te haces presente y seductor;
allí donde tu encuentro es más fecundo,
allí donde tu Reino se hace Amor.
.
(Autor: José Luis Martínez SM - Imagen: Vero Paz)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: “¡Venga tu reino!”
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Canadá, escribe Elena Chávez-Bravo y dice: “¡Hoy día quiero agradecerle a Diosito y a ti, por tu paso por mi vida! Dios nos conceda millones de bendiciones con  buena salud y alegrías. Gracias infinitas por formar parte de mi camino y por tu especial Amistad!
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, agradecen por la cirugía de cadera (por fractura) de María Cristina A. N. de 79 años de edad, que se realizó el miércoles pasado con todo éxito. Nos sumamos a la plegaria de acción de gracias.
 
💕 Desde San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, Pamela y Exequiel elevan un agradecimiento especial a Dios porque el pasado día 22 de noviembre han cumplido sus primeros quince años de casados (bodas de cristal), siempre acompañándose y sosteniéndose mutuamente en el camino emprendido.
 
💕 Desde Argentina agradecemos al Señor Jesús por los resultados electorales de hace una semana, que nos permiten deshacernos de un gobierno corrupto e inepto que hace años viene destruyendo sistemáticamente la República. Y rezamos para que las nuevas autoridades electas puedan, con la ayuda de Dios y la ayuda de todos los argentinos de bien, encauzar nuestro país hacia su recuperación en bien de tantos miles de personas que hoy viven en la pobreza y la desesperación.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En el pobre está nuestro Señor y Rey. De esta manera habría interpretado probablemente San Francisco de Asís el texto evangélico en el que Jesús habla del servicio hecho a los que sufren como realizado a Él mismo, y que la Iglesia ha querido escoger para la solemnidad de Cristo Rey.
Cristo era, para San Francisco, su rey. Por Él renunció a las glorias humanas que esperaba encontrar en las guerras cuando comprendió que las batallas que debía librar a favor de su Señor eran las de la lucha contra la pobreza, contra el sufrimiento, contra la soledad, contra la ingratitud. El ejemplo de San Francisco, como el de todos los santos, nos pone ante una doble realidad: la necesidad de proclamar claramente que sólo Cristo es nuestro Señor, el único que tiene derecho a ocupar el primer lugar en nuestra vida; que debemos acudir rápidamente a servir al Rey allí donde Él más nos necesita, donde desea ser servido: en los pobres. Cristo es lo primero en nuestra vida y, por Él, lo son los pobres, pues allí donde hay dolor, allí nos está esperando nuestro Dios necesitado de nuestra ayuda.
Pero también la lectura de este domingo nos dice algo más, en línea con lo que nos han enseñado las lecturas de los domingos anteriores: Dios nos va a juzgar y lo va a hacer teniendo en cuenta no sólo el mal que hemos hecho sino también el bien que hemos dejado de hacer. En el ejemplo que pone el Evangelio, los castigados no lo son por haber hecho el mal -no son acusados de robar-, sino por no haber hecho el bien, por no haber dado la limosna que podían dar.
(P. Santiago Martín)
 
Recordando al Padre Natalio
Compasivo con los animales
Grande es la bondad de Dios que puso al hombre en medio del escenario maravilloso de su creación. Además de variadísimas especies de plantas, creó los animales, siempre sorprendentes, en todas las zonas y paisajes de nuestro planeta. Tratemos de no “hacer de la Tierra un Infierno para los pobres animales”.
 
San Martín de Porres, hermano dominico, iba un día camino del convento. En la calle encontró un perro sangrando por el cuello y a punto de caer. Se dirigió a él, lo reprendió dulcemente y le dijo estas palabras: —Pobre viejo; quisiste ser demasiado listo y provocaste la pelea. Te salió mal el caso. Mira ahora el espectáculo que ofreces. Ven conmigo al convento a ver si puedo remendarte. Fue con él al convento. Nueva causa de admiración para los religiosos. Acostó al perro en una alfombrita de cáñamo, examinó la herida y le aplicó sus medicinas, sus ungüentos. Una semana entera permaneció el animal en la casa. Al cabo de ella, lo despidió con unas palmaditas en el lomo, que él agradeció meneando la cola, y unos buenos consejos para el futuro :—No vuelvas a las andadas —le dijo—, que ya estás viejo para la lucha.
 
El filósofo Arturo Schopenhauer escribió: “La compasión con los animales está relacionada con la bondad de carácter, pues se puede afirmar con seguridad que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una conmiseración por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral”. Admiremos y respetemos la naturaleza.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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