domingo, 5 de noviembre de 2023

Pequeñas Semillitas 5475

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5475 ~ Domingo 5 de Noviembre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Las lecturas de hoy, en particular el texto del profeta Malaquías y el evangelio de San Mateo, nos ofrecen, como tema de reflexión, el liderazgo. Esta temática es desarrollada en negativo y en positivo, es decir, se nos muestra el lado oscuro del liderazgo, cuando éste es ejercido contra los intereses de las personas y las comunidades; y también se nos muestra el lado luminoso de éste, cuando se asume como un servicio.
No debemos acercarnos a este texto de San Mateo con una mentalidad simplemente arqueológica, interesados en comprender el choque que se dio hace dos mil años entre valores y estilos diferentes, los de Jesús y los de los escribas y fariseos. No. Debemos leer este texto desde nuestro presente para apropiarnos aquí y ahora de sus enseñanzas sobre el liderazgo.
Las personas que tienen las más altas responsabilidades en la política, en los negocios, en las organizaciones cívicas y en la Iglesia deberían leer una y mil veces está página del evangelio que denuncia las desviaciones del poder y presenta la autoridad como un servicio que debe prestarse sin pretensiones ni protagonismos.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Mal 1,14–2,2b.8-10
 
Salmo: Sal 130, 1.2.3
 
Segunda Lectura: 1Tes 2,7b-9.13
 
Santo Evangelio: Mt 23,1-12
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen. Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto; quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, que se les salude en las plazas y que la gente les llame “Rabbí”.
»Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “Rabbí”, porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie “Padre” vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar “Directores”, porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado».
 
Comentario:
Hoy, el Señor nos hace un retrato de los notables de Israel (fariseos, maestros de la Ley…). Éstos viven en una situación superficial, no son más que apariencia: «Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres» (Mt 23,5). Y, además, cayendo en la incoherencia, «porque dicen y no hacen» (Mt 23,3), se hacen esclavos de su propio engaño al buscar sólo la aprobación o la admiración de los hombres. De esto depende su consistencia. Por sí mismos no son más que patética vanidad, orgullo absurdo, vaciedad… necedad.
Desde los inicios de la humanidad continúa siendo la tentación más frecuente; la antigua serpiente continúa susurrándonos al oído: «El día en que comiereis de él (el fruto del árbol que está en medio del jardín), se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal» (Gn 3,5). Y continuamos cayendo en ello, nos hacemos llamar: “rabí”, “padre” y “guías”… y tantos otros ampulosos calificativos. Demasiadas veces queremos ocupar el lugar que no nos corresponde. Es la actitud farisaica.
Los discípulos de Jesús no han de ser así, más bien al contrario: «El mayor entre vosotros será vuestro servidor» (Mt 23,11). Y como que tenemos un único Padre, todos ellos son hermanos. Como siempre, el Evangelio nos deja claro que no podemos desvincular la dimensión vertical (Padre) y la horizontal (nuestro) o, como explicitaba el domingo pasado, «amarás al Señor, tu Dios (…). Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mt 22,37.39).
Toda la liturgia de la Palabra de este domingo está impregnada por la ternura y la exigencia de la filiación y de la fraternidad. Fácilmente resuenan en nuestro corazón aquellas palabras de san Juan: «Si alguno dice: ‘Amo a Dios’, y aborrece a su hermano, es un mentiroso» (1Jn 4,20). La nueva evangelización —cada vez más urgente— nos pide fidelidad, confianza y sinceridad con la vocación que hemos recibido en el bautismo. Si lo hacemos se nos iluminará «el camino de la vida: hartura de goces, delante de tu rostro, a tu derecha, delicias para siempre» (Sal 16,11).
* Rev. D. Miquel PLANAS i Buñuel (Montornès del Vallès, Barcelona, España) 
 
Pensamiento del día
«Acuérdese todo pecador que hay muy grande diferencia de pecar por costumbre (con obstinación) y pecar accidentalmente (por fragilidad) y no por costumbre; y sepa cierto que es necesario a los hombres dejar los pecados de costumbre en vida y no aguardar, por dejarlos, a la hora de la muerte... Para la salvación de mi alma me es tan necesario desacostumbrarme a pecar, por cuanto los pecados de costumbre son los que llevan a los hombres al Infierno...»
(SAN FRANCISCO JAVIER)
 
Predicación del Evangelio:
“Dicen y no hacen”
Los fariseos no son practicantes. Todavía hay humor en este texto. Muchos lectores encontrarán un gran placer.
 
Con una ironía fina, Jesús ridiculiza a los hipócritas, a los orgullosos y vanidosos; a toda esta gente desagradable que hemos encontrado. Cada uno hace sutilmente la aplicación a los homólogos actuales de los escribas y fariseos: personas que tienen las ciencias, que buscan la consideración, que dirigen y juzgan a los demás. Incluso el anticlericalismo, que adormece al corazón de toda persona que se despierta dulcemente.
 
¿Qué reprocha Jesús a los jefes espirituales de su tiempo? Son incoherentes: “Dicen y no hacen.” Son perezosos: “Echan cargas pesadas... pero ellos no quieren mover ni un dedo.” Son vanidosos: “Siempre actúan para ser vistos... Les gustan los lugares de honor... los primeros rangos... que los saluden en las plazas.”
 
Desgraciadamente, los escribas y los fariseos no son los únicos en calificarse: muchos bautizados podrán reconocerse en ellos. Si hemos experimentado ante lo que dice Jesús y decimos: “Yo no soy de esos”, entonces, desde ese instante, lo somos. Por otra parte, ¿quién de entre nosotros no se ha alegrado nunca en ver condenar los errores de los demás?
 
Pues lo el Señor reprocha aquí a los escribas y a los fariseos —su incoherencia, pereza y vanidad— es muy universal y humano, y cada uno lo somos a nuestra manera. La peor ceguera es la que no oculta nuestras propias incoherencias.
 
En el Reino de los cielos, nadie es dueño y nadie debe dominar: somos hermanas y hermanos. Ninguno es padre, nadie da a luz a los demás: todos son hijos de Dios. Ninguno es doctor y nadie enseña; todos son enseñados por el mismo Espíritu. Así la jerarquía del Reino no se basa en la ciencia, ni en la competencia, ni en el dominio, sino en el servicio de los y de las que no han tenido acceso a su justa parte de felicidad.
.
(Texto de F. Santos SDB  - Imagen de )
 
Poesía
Aroma
 
Cuando regreso a casa no me lavo las manos
si es que he estado contigo un instante no más,
el aroma retengo que tú dejas en ellas
como una joya vaga o una flor ideal.
 
Por aquí huelo a rosas y por allá a jazmines,
alientos de tus ropas, auras de tu beldad,
aproximo una silla y me siento a la mesa
y sabe a ti y a trigo el bocado de pan.
 
Y todo el mundo ignora por qué huelo mis manos
o las miro a menudo con tanta suavidad,
o las alzo a la luna bajo las arboledas
como si fueran dignas de hundirse en tu cristal.
 
Y así hasta media noche cuando vuelvo rendido
pegado a las fachadas y me voy a acostar,
entonces tengo envidia del agua que las lava
y que, con tu perfume, da un suspiro y se va.
 
(Baldomero Fernández Moreno)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
sobre el tema: ¡Caminemos con esperanza!
Puedes acceder en la dirección:
  
Agradecimientos
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde Costa Rica, nuestra lectora Sonia M. Q. agradece a Dios y a todas las personas que rezan por sus intenciones y las de su familia, pues esas oraciones y la infinita bondad del Padre Celestial le permiten seguir adelante a pesar de las dificultades de salud y familiares que tiene que ir superando.
 
💕 Desde Buenos Aires, Argentina, Cecilia Claudia B. agradece a Dios porque después de muchos años ha podido dialogar con su hijo, que está sanando sus heridas de la niñez y adolescencia y ahora como adulto ha podido dialogar con ella buscando mejorar las situaciones difíciles que los afectan.
 
💕 Desde la ciudad de La Plata, Argentina, los familiares de Andrea Florencia, joven de 23 años de edad, elevan una oración de acción de gracias a Dios y a las personas que rezaron por ella, que en Setiembre tuvo un grave traumatismo de cráneo por caída de una escalera, fue operada de la cabeza, luego complicó con meningitis, y ahora ha sido dada de alta a su domicilio, en etapa de recuperación satisfactoria. Igualmente seguimos rezando por ella hasta que su curación sea total y definitiva.
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Posiblemente, la única persona que no tiene solución es la que no se da cuenta del mal que padece. Eso no significa que los que son conscientes de que están enfermos puedan curarse, pero al menos tienen más posibilidades de lograrlo. Sócrates dejó claro, hace ya muchos años, que el principio de la sabiduría estaba en reconocer lo poco que se sabía, pues sólo desde ahí se podía ir aprendiendo. Pues bien, el principio de la santidad está en reconocerse pecador, pues sólo el que lo hace tiene la posibilidad de mejorar.
Lo que solemos hacer, en cambio, es echar la culpa de todo o de casi todo a los demás. Jesús, por el contrario, nos invita a ser severos con nosotros mismos e indulgentes con el prójimo. Es más urgente quitar la viga que hay en el propio ojo que la paja que hay en el ojo del vecino. E incluso aunque el prójimo tenga un defecto mayor que el tuyo y tengas el deber de advertirle de ello para ayudarle, no hay que olvidarse de mirar los propios defectos, pues puede suceder que el otro no nos quiera escuchar, mientras que nosotros mismos deberíamos ser los mejores de nuestros propios discípulos. Por lo tanto, no te excuses con los defectos de los demás para no hacer las cosas bien, aunque el que te dé mal ejemplo sea un superior tuyo. Es a Cristo a quien sigues, no lo olvides.
(P. Santiago Martín)
 
Recordando al Padre Natalio
El bordado de mamá
Los planes y pensamientos de Dios son muy distintos de los proyectos humanos. La anécdota de hoy puede ayudarte a confiar más plenamente en los designios de Dios sobre tu vida, porque son frutos de su amor y de su sabiduría infinita.
 
Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba cerca de ella y le preguntaba qué estaba haciendo. Ella me respondía que estaba bordando. Siendo yo pequeño, observaba el trabajo de mi mamá desde abajo, por eso siempre me quejaba diciéndole que solo veía hilos feos. Ella se sonreía, miraba hacia abajo y gentilmente me decía: —Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde arriba.  Me preguntaba por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados desde donde yo estaba.  Más tarde escuchaba la voz de mamá diciéndome: —Hijo, ven y siéntate en mi regazo.  Yo lo hacía de inmediato y me sorprendía y emocionaba al ver una hermosa flor o un bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo solo veía hilos enredados. Entonces mi mamá me decía: —Hijo mío, desde abajo se veía confuso y desordenado, pero no te dabas cuenta de que había un plan arriba. Yo tenía un hermoso diseño. Ahora míralo desde mi posición, qué bello.
 
Muchas veces he mirado al Cielo y he dicho: —Padre, ¿qué estás haciendo?  Él responde: —Estoy bordando tu vida. Entonces yo le replico: —Pero se ve tan confuso, es un desorden. Los hilos parecen tan oscuros, ¿por qué no son más brillantes? El Padre parecía decirme: —Mi niño, ocúpate de tu trabajo confiando en mí y un día aquí, sobre mi regazo, verás el plan desde mi posición y entenderás... Que el Señor acreciente tu fe y confianza filial.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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