domingo, 12 de noviembre de 2023

Pequeñas Semillitas 5482

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 18 - Número 5482 ~ Domingo 12 de Noviembre de 2023
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
Las muchachas del Evangelio de hoy no tenían otra cosa que hacer allí que entrar con unas lámparas encendidas acompañando al novio. No tenían que hacer otra cosa. Era muy fácil el encargo, pero el hecho fue que se olvidaron de llevar aceite de repuesto y al pasar el tiempo y darse cuenta de que se les apagaba su luz, se fueron, y no estuvieron allí en el momento preciso. La voz del esposo es contundente y tremenda: no os conozco, ya no nos veremos. ¿Por qué esa respuesta tan fuerte? ¿Por qué no la misericordia si las otras también se durmieron? Es que hay olvidos que no son falta de memoria, sino falta de interés, falta de amor.
Podría parecer que las otras doncellas no vivieron la caridad con ellas, o que el señor las trata sin compasión, pero es que en el corazón es donde uno decide hacer lo que hace. Las jóvenes prudentes realmente fueron prudentes, no sólo en ser previsoras, sino también no quedándose sin aceite, porque si estaban allí era para lo que estaban.
En este mundo nosotros estamos para alabar a Dios, no para enredarnos en historias y teorías de tal suerte que al llegar la muerte a uno le pille no estando en gracia. Cada una de nuestras acciones nos acerca a la vida o nos aleja de Dios, cada una es de vida o muerte.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Sab 6,12-16
 
Salmo: Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 7-8
 
Segunda Lectura: 1Tes 4,13-18
 
Santo Evangelio: Mt 25,1-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se durmieron.
»Mas a media noche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a su encuentro!’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo compréis’. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta.
»Más tarde llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora».
 
Comentario:
Hoy, se nos invita a reflexionar sobre el fin de la existencia; se trata de una advertencia del Buen Dios acerca de nuestro fin último; no juguemos, pues, con la vida. «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio» (Mt 25,1). El final de cada persona dependerá del camino que se escoja; la muerte es consecuencia de la vida -prudente o necia- que se ha llevado en este mundo. Muchachas necias son las que han escuchado el mensaje de Jesús, pero no lo han llevado a la práctica. Muchachas prudentes son las que lo han traducido en su vida, por eso entran al banquete del Reino.
La parábola es una llamada de atención muy seria. «Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora» (Mt 25,13). No dejen que nunca se apague la lámpara de la fe, porque cualquier momento puede ser el último. El Reino está ya aquí. Enciendan las lámparas con el aceite de la fe, de la fraternidad y de la caridad mutua. Nuestros corazones, llenos de luz, nos permitirán vivir la auténtica alegría aquí y ahora. Los que viven a nuestro alrededor se verán también iluminados y conocerán el gozo de la presencia del Novio esperado. Jesús nos pide que nunca nos falte ese aceite en nuestras lámparas.
Por eso, cuando el Concilio Vaticano II, que escoge en la Biblia las imágenes de la Iglesia, se refiere a esta comparación del novio y la novia, y pronuncia estas palabras: «La Iglesia es también descrita como esposa inmaculada del Cordero inmaculado, a la que Cristo amó y se entregó por ella para santificarla, la unió consigo en pacto indisoluble e incesantemente la alimenta y la cuida. A ella, libre de toda mancha, la quiso unida a sí y sumisa por el amor y la fidelidad».
* Rev. P. Anastasio URQUIZA Fernández MCIU (Monterrey, México) 
 
Virgen de los Treinta y tres
Patrona de Uruguay
Hoy, como cada segundo domingo de noviembre, se celebra la Fiesta de “Nuestra Señora de los Treinta y Tres”, proclamada “Patrona del Uruguay” por el Papa San Juan XXIII. Tallada en cedro por los indios guaraníes en las Misiones Jesuíticas, la imagen de la virgen es asociada a la Gesta Libertadora. Según cuenta la historia, el 19 de abril de 1825, treinta y tres orientales, patriotas del Uruguay, desembarcaron en las playas de la Agraciada para dar comienzo a las guerras de independencia. Al llegar a Florida, se dirigieron al pequeño templo y a los pies de la Virgen colocaron el futuro de la nueva nación.
Más información hacer clic acá.
(Web Católico de Javier – Aciprensa)
 
Palabras del Santo Padre Pío
«Todo lo podría resumir así: me siento devorado por el amor a Dios y el amor por el prójimo. Dios está siempre presente en mi mente, y lo llevo impreso en mi corazón. Nunca lo pierdo de vista: me toca admirar su belleza, sus sonrisas y sus emociones, su misericordia, su venganza o más bien el rigor de su justicia.»
 
Predicación del Evangelio:
No vale engañarse a última hora
Que Dios es grande todos lo sabemos. Que su misericordia es ilimitada, lo anunciamos y pregonamos –una y otra vez– en nuestras homilías y conversaciones, grupos, reflexiones y tratados de teología. Que Dios es un gran buscador de todo lo perdido lo palpamos en muchos momentos de nuestra existencia y, lo escuchamos
especialmente, en la parábola de la oveja perdida.
 
Estamos tan acostumbrados a proclamar que Dios es tan bueno que, en ocasiones, podemos correr el riesgo de pensar que Dios debe ser demasiado tonto y que, por lo tanto, todo vale, todo cuenta… aunque seamos unos ladronzuelos de tercera.
 
En todo, y para todos, siempre hay una última oportunidad. No podemos confiarnos demasiado, o mejor dicho, dejarlo todo a merced de Dios.
 
En cierta ocasión un viajero, acostumbrado a recorrer su país en tren, daba tanto margen de confianza a su reloj que, un buen día, en el viaje más importante que le quedaba por emprender llegó a la estación y comprobó con gran decepción que el ferrocarril había partido minutos antes.
 
La Iglesia, como novia del Señor, vive ansiosa y gozosa, sufriente y en medio de pruebas, alentando, animando las lámparas de tantas doncellas representadas por miles y miles de cristianos que pertenecen y alimentan su fe en Cristo dentro de ella.
 
- En unos, desgraciadamente, por excusas o por diversas razones, la fe ha ido languideciendo, empobreciéndose, haciéndose menos visible y luchadora.
- En otros, por la fuerza del Espíritu, la antorcha de la fe sigue viva y operativa, sabiendo que Dios en cualquier momento, personal o colectivamente, puede llamarnos a su presencia.
- ¿Qué hay muchos vientos que intentan apagar multitud de llamas que reflejan el amor y la presencia de Dios en el mundo? Por supuesto que sí.
- ¿Qué existen “apagavelas” que pretenden erigirse en fuegos de artificio ocultando la verdad de las cosas y del hombre? Por supuesto que sí.
 
Pero, en medio de todo ello, la parábola de hoy nos llena de esperanza y nos infunde hasta un santo orgullo: seguimos esperando al Señor, sin dormirnos en los laureles. Y lo hacemos manteniendo vivo nuestro fuego con la leña de su palabra y el soplo de su Espíritu.
 
Si venimos a la Eucaristía, todos los domingos, es porque entendemos que hemos de consagrar todas nuestras energías para formar parte del banquete celestial. Un estudiante no puede pasar los exámenes últimos si no ha estudiado todo el año. El atleta no participará de los juegos olímpicos si no se ha ejercitado cientos de
horas durante muchos meses. El escalador no llegará a la cumbre si no sube, poco a poco, lo abrupto de la montaña y ataca los riscos más empinados.
 
Como siempre, y ahí está también la grandeza de nuestra fe, lo de mucho valor implica mucho sacrificio. Una carrera a última hora, además de crear fatiga y riesgo de infarto, no es suficiente para llegar a tiempo a los sitios. Ni, incluso, para conquistar el corazón de Dios, por muy bueno que sea.
 
Si preparamos tantos momentos en nuestra vida (bodas, viajes, empresas, trabajos, comidas) ¿Cómo no vamos a dedicar ilusión y esfuerzo en preparar ese encuentro de tú a tú con Dios?
 
Ciertamente, la sensatez, nos dice que la Eucaristía dominical es imprescindible y hace extraordinario cada domingo. Creatividad, oración, empeño, ilusión, constancia, gusto y perseverancia, son entre otras muchas, los ingredientes de un buen aceite para la lámpara de nuestra fe.
.
(Texto del P. Javier Leoz  - Imagen de Misioneros Digitales Católicos)
 
Poesía
Rima XXX
 
Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó en su llanto
y la frase en mis labios expiró.
 
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?
-
-
(G. A. Bécquer)
 
Nuevo vídeo y artículo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet
referido al Evangelio de este Domingo.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable" sobre el tema
Consagración de la Argentina a la Virgen de Luján
Puedes acceder en la dirección:
 
Agradecimientos
 
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.
 
💕 Desde la provincia de Córdoba, Argentina, Cecilia y José M. agradecen las oraciones por la recuperación de su bebé Emilia que estuvo internada por Neumonía y ya goza de plena salud junto a sus papis y hermanito. ¡Bendito el Cielo!
 
💕 Desde Ezeiza, Buenos Aires, Argentina, Claudio O., de 59 años de edad, quiere agradecer al Señor y a todos los que oraron por él, ya que le fue posible realizar con rapidez y eficacia un bloqueo para aliviar el intenso dolor provocado por dos hernias de disco lumbares. ¡Gracias Señor de Misericordia!
 
Bendito seas, Dios mío, porque a pesar de ser yo indigno de toda ayuda, tu generosidad e infinita bondad nunca dejan de otorgar el bien aún a los ingratos y a los que se han apartado de ti. Conviértenos a ti, para que seamos agradecidos, humildes y piadosos, pues Tú eres nuestra salud, nuestra fortaleza y nuestra salvación.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
A la hora de nuestra muerte seremos examinados sobre el amor y sólo sobre el amor. Esta realidad la solemos olvidar. Unos porque piensan, quizá, que pueden estar tranquilos porque hay otras cosas que hacen más o menos bien -como la asistencia a misa-. Otros pensando que no faltará quien interceda por ellos, quizá miembros de la propia familia que sí viven una estrecha y verdadera relación con Dios. Incluso los hay -cada vez más- que creen que el cielo, si existe, está abierto a todos, al margen de sus obras. Sin embargo, ninguna de estas tres posturas es la correcta, pues, aunque fuéramos amigos, hijos o hermanos de santos, cada uno deberá dar cuenta a Dios por sus obras. Dios nos va a juzgar -con misericordia, pero nos va a juzgar- por nuestras propias obras. Más aún, los ejemplos buenos recibidos se volverán contra nosotros, pues ni siquiera habiéndolos tenido hemos sido capaces de convertirnos, de imitar a aquellos que nos los han dado. La palabra de esta semana nos invita, pues, a analizar esos buenos ejemplos y a examinar si estamos a la altura de aquellos que nos los han dado. ¿Se sentirían nuestros padres orgullosos de nuestra forma de vivir la fe? Ellos tuvieron sus propios problemas, quizá más graves que los nuestros y, sin embargo, fueron ejemplares en su conducta. ¿Y nosotros? Lo mismo podemos decir en cuanto a la pertenencia al movimiento, grupo o parroquia. ¿Sacamos partido a los dones que nos están dado? ¿Somos conscientes de que otros no han tenido nuestras oportunidades y quizá consiguen mejores resultados?
(P. Santiago Martín)
 
Recordando al Padre Natalio
La gallina y los huevos de oro
La ilusión de hacernos ricos por un golpe de fortuna, la tenemos todos alguna vez. Pero esta ambición desmedida es engañosa. Nos saca de la realidad, al olvidar el valor del trabajo y de la paciencia, mientras nos enreda en imágenes fantasiosas generadas por la codicia.  Esopo, fabulista  griego (s. VII a.C.), lo ilustra muy bien con esta narración:
 
Un granjero y su esposa tenían una gallina que ponía un huevo de oro cada día. Pensaron que la gallina debía tener un gran lingote de oro en su interior, y para tratar de conseguirlo de una sola vez, la mataron. Sin embargo, para desdicha suya, encontraron que la gallina no se diferenciaba en nada de las otras gallinas. El par de ingenuos, esperando llegar a ser ricos de una sola vez, se privaron  en adelante del buen ingreso que tenían asegurado día tras día.
 
El trabajo honrado y responsable nos libera del aburrimiento, de entregarnos a los vicios, y nos proporciona los recursos para remediar nuestras necesidades fundamentales. Es una bendición de Dios. Trabaja con gusto y acabarás sintiendo gusto por el trabajo. “El que no quiera trabajar, que no coma”, escribió san Pablo a los de Tesalónica. Que tengas un día de acción.
(P. Natalio)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
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