sábado, 23 de marzo de 2024

Pequeñas Semillitas 5589

PEQUEÑAS SEMILLITAS
 
Año 19 - Número 5589 ~ Sábado 23 de Marzo de 2024
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
¡Alabado sea Jesucristo!
La meta del camino es el camino mismo. El camino vale por sí mismo y no por la meta, aunque esta sea su desenlace.
Hay que dar más importancia a los pasos que a la meta. El camino más que una búsqueda es un encuentro. A su tiempo todo sale al encuentro.
Lo que más queremos encontrar, algún día nos encontrará. Aquello que ha sido destinado para nosotros, tendrá infaliblemente su tiempo de encontrarnos.
La búsqueda nos hace pensar que lo obtenido es un merecimiento, el encuentro -en cambio- nos hace descubrir que todo lo recibido es un don. (P. Eduardo Casas)
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Ez 37, 21-28
 
Salmo: Jeremías 31, 10. 11-12ab. 13
 
Santo Evangelio: Jn 11,45-56
En aquel tiempo, muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en Él. Pero algunos de ellos fueron donde los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Entonces los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron consejo y decían: «¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchas señales. Si le dejamos que siga así, todos creerán en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación». Pero uno de ellos, Caifás, que era el Sumo Sacerdote de aquel año, les dijo: «Vosotros no sabéis nada, ni caéis en la cuenta que os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación». Esto no lo dijo por su propia cuenta, sino que, como era Sumo Sacerdote aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación —y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos—. Desde este día, decidieron darle muerte.
Por eso Jesús no andaba ya en público entre los judíos, sino que se retiró de allí a la región cercana al desierto, a una ciudad llamada Efraim, y allí residía con sus discípulos. Estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos del país habían subido a Jerusalén, antes de la Pascua para purificarse. Buscaban a Jesús y se decían unos a otros estando en el Templo: «¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?». Los sumos sacerdotes y los fariseos habían dado órdenes de que, si alguno sabía dónde estaba, lo notificara para detenerle.
 
Comentario:
Hoy, de camino hacia Jerusalén, Jesús se sabe perseguido, vigilado, sentenciado, porque cuanto más grande y novedosa ha sido su revelación —el anuncio del Reino— más amplia y más clara ha sido la división y la oposición que ha encontrado en los oyentes (cf. Jn 11,45-46).
Las palabras negativas de Caifás, «os conviene que muera uno solo por el pueblo y no perezca toda la nación» (Jn 11,50), Jesús las asumirá positivamente en la redención obrada por nosotros. Jesús, el Hijo Unigénito de Dios, en la Cruz muere por amor a todos. Muere para hacer realidad el plan del Padre, es decir, «reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos» (Jn 11,52).
¡Y ésta es la maravilla y la creatividad de nuestro Dios! Caifás, con su sentencia («Os conviene que muera uno solo...») no hace más que, por odio, eliminar a un idealista; en cambio, Dios Padre, enviando a su Hijo por amor hacia nosotros, hace algo maravilloso: convertir aquella sentencia malévola en una obra de amor redentora, porque para Dios Padre, cada hombre vale toda la sangre derramada por Jesucristo.
De aquí a una semana cantaremos —en solemne vigilia— el Pregón pascual. A través de esta maravillosa oración, la Iglesia hace alabanza del pecado original. Y no lo hace porque desconozca su gravedad, sino porque Dios —en su bondad infinita— ha obrado proezas como respuesta al pecado del hombre. Es decir, ante el “disgusto original”, Él ha respondido con la Encarnación, con la inmolación personal y con la institución de la Eucaristía. Por esto, la liturgia cantará el próximo sábado: «¡Qué asombroso beneficio de tu amor por nosotros! ¡Qué incomparable ternura y caridad! ¡Oh feliz culpa que mereció tal Redentor!».
Ojalá que nuestras sentencias, palabras y acciones no sean impedimentos para la evangelización, ya que de Cristo recibimos el encargo, también nosotros, de reunir los hijos de Dios dispersos: «Id y enseñad a todas las gentes» (Mt 28,19).
* Rev. D. Xavier ROMERO i Galdeano (Cervera, Lleida, España)
 
Santoral Católico:
Santo Toribio de Mogrovejo
Nació en Mayorga, en las montañas de León (España), hacia 1538, de familia hidalga. Estudió derecho en Salamanca y, durante seis años estuvo trabajando como inquisidor en Granada con gran sentido de la moderación y la justicia. Fue nombrado obispo de Lima el año 1578, cuando aún no tenía órdenes sagradas. Recibida la consagración episcopal en Sevilla, marchó a América. Su diócesis era muy extensa, pues llegaba más allá de la frontera de Perú. Puso gran empeño en aplicar el Concilio de Trento en todos los terrenos de la pastoral e impulsó la evangelización de los indios. Lleno de celo apostólico, reunió numerosos sínodos y concilios que dictaron normas sabias y promovieron la formación del clero y la elevación moral del pueblo. Fue un infatigable misionero en tierras de los Incas y ardiente defensor de sus derechos. Defendió también con valentía los derechos de la Iglesia. Murió en Seña, durante una visita pastoral, el 23 de marzo de 1606, y su cuerpo fue trasladado a Lima.
Oración: Señor, tú que has querido acrecentar la Iglesia mediante los trabajos apostólicos y el celo por la verdad de tu obispo santo Toribio, concede al pueblo a ti consagrado crecer constantemente en fe y en santidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
(Directorio Franciscano – ACI Prensa – Catholic.net)
 
Pensamiento del día
«El evangelio te definió hombre justo, querido san José. Lo cual para nosotros ahora significa ser persona que actúa para con Dios y los hombres con rectitud y honestidad. Alcánzame, oh san José, la ayuda para mantener actitudes sanas en mis relaciones con Dios y los hombres.»
 
Aviso de breve ausencia
Informo con tiempo, que los días de semana santa, desde el lunes hasta el sábado, no haré publicaciones.
La última será el Domingo de Ramos. Y la siguiente será el Domingo de Pascua.
 
Tema del día:
Tres cosas...
Tres cosas que DEFENDER: El honor, el hogar y la patria.
 
Tres cosas que CONTROLAR: El carácter, la lengua y la conducta.
 
Tres cosas que MEDITAR: La vida, la muerte y la eternidad.
 
Tres cosas que ESTIMAR: El valor, la rectitud y el agradecimiento.
 
Tres cosas que DETESTAR: El pecado, la ignorancia y la ingratitud.
 
Tres cosas que EVITAR: La pereza, la barbarie y la bufonería.
 
Tres cosas que SALVAGUARDAR: La sinceridad, la libertad y la audacia.
 
Tres cosas que DESEAR: La santidad, la paz y la alegría.
 
Tres cosas que ADMIRAR: La voluntad, la dignidad y la gracia.
 
Tres cosas que CULTIVAR: La razón, la sumisión y la ciencia.
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(De mis viejos archivos)
 
Biblioteca de archivos
Hemos reactivado y mejorado nuestra Biblioteca de archivos en la que puedes encontrar casi 300 artículos publicados en “Pequeñas Semillitas” durante los últimos años. Y poco a poco vamos agregando otros artículos más, todos en formato pdf. Ingresando a la misma los podrás leer o descargar en tu computadora o dispositivo móvil. Para acceder a nuestra Biblioteca debes hacer clic acá.
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Un niño que se quiera guiar solo por la vida está destinado a correr muchos riesgos, a lastimarse, e incluso a perder la vida, pues los niños no están hechos para mantenerse solos, sino que necesitan de sus padres para crecer bien y vivir bien.
Así también nosotros, que somos niños en la vida espiritual, tenemos que seguir los buenos consejos que nos dan los mayores, comenzando por nuestros padres, y siguiendo por los superiores, hasta el mismo Dios y la Virgen, ya que quien sigue su propia voluntad se hace discípulo de un tonto.
Tenemos que reconocer que necesitamos de una guía hacia el Cielo, porque Dios ha querido que los hombres seamos solidarios unos con otros, y que nos vayamos ayudando en el camino.
Es de buen cristiano el pedir consejos a personas prudentes. Pero es que a veces el Señor se valdrá hasta de los más pecadores y desviados para darnos buenos consejos. No es así en general, pero puede suceder. El Señor se sirvió de un asno para dar consejos a un hombre, como relata la Escritura; y así también nos puede dar consejos hasta de los inferiores y de entre los más infieles. Y esto es para que no juzguemos a ninguno ni nos creamos superiores a nadie, porque Dios es libre y se sirve del que quiere para enderezar nuestra senda y amonestarnos en el camino.
Hagamos caso al apóstol que tenemos que oír todo y seguir lo bueno, sin importar de qué fuente viene ni quién lo dice, ya que si es algo bueno, entonces hay que seguirlo.
🌸
Una persona que siempre iba a Misa, escribió una carta al editor de un periódico quejándose de que no tenía ningún sentido ir a Misa todos los domingos.
He ido a la Iglesia por 30 años, escribía; en ese tiempo he escuchado algo así como unos 3.000 sermones. Pero, por mi vida, no puedo recordar uno solo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo y los sacerdotes están perdiendo su tiempo dando sermones.
Para al deleite del editor, esto empezó una verdadera controversia en la columna de "Cartas al Editor". Esto continuó durante semanas hasta que alguien escribió esta nota:
"He estado casado por 30 años. Durante ese tiempo mi esposa me ha cocinado unas 32.000 comidas. Pero no puedo recordar el menú entero de todas esas comidas.  Pero sé una cosa: esas comidas me nutrieron y me dieron la fuerza necesaria para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me hubiera dado todas esas comidas, estaría físicamente muerto hoy. Igualmente, si no hubiera ido a la iglesia para nutrirme estaría espiritualmente muerto hoy.
Cuando tú no estás en nada... ¡Dios sí está en algo!  La fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.
¡Da gracias a Dios por nuestra nutrición física y espiritual!
Y cuando Satanás toque a tu puerta, simplemente di: Jesús, ¿podrías atender la puerta por favor?
Creo en Dios como un ciego cree en el sol, no porque lo ve, sino porque lo siente.
 
Extractos de cartas del Padre Pío
(Recopilación: P. Gianluigi Pasquale en “365 días con el Padre Pío”)
23 de marzo
Nosotros tenemos una doble vida: una, natural, que la obtenemos de Adán por generación carnal, y, como consecuencia, es una vida terrena, corruptible, amante de nosotros y llena de bajas pasiones; la otra, sobrenatural, que la obtenemos de Jesús a través del bautismo y, por lo mismo, es una vida espiritual, celestial, obradora de virtud.
Por el bautismo se da en nosotros una verdadera transformación: morimos al pecado y nos injertamos en Cristo Jesús de tal manera que vivimos de su misma vida. Por el bautismo recibimos la gracia santificante que nos da vida, toda celestial; nos convertimos en hijos de Dios, hermanos de Jesús y herederos del cielo.
Ahora bien, si por el bautismo el cristiano muere a su primera vida y resucita a la segunda, es deber de todo cristiano buscar las cosas del cielo, sin preocuparse para nada de las cosas de esta tierra. Esto mismo lo insinúa el apóstol san Pablo a los colosenses: «Así pues –dice este gran santo–, ya que habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios».
Sí, el cristiano en el bautismo resucita en Jesús, es elevado a una vida sobrenatural, adquiere la hermosa esperanza de sentarse glorioso en el trono celestial. ¡Qué dignidad!
Su vocación le exige desear continuamente la patria de los bienaventurados, considerarse como peregrino en tierra de destierro; la vocación del cristiano, digo, exige no poner el corazón en las cosas de este mundo terrenal; toda la preocupación, todo el esfuerzo del buen cristiano, que vive según su vocación, está dirigido a procurarse los bienes eternos; debe conseguir un modo de enjuiciar las cosas de aquí abajo como para estimar y apreciar sólo aquellas que le ayudan a alcanzar los bienes eternos, y tener, además, por viles todas aquellas que no le sirven para ese fin.
(16 de noviembre de 1914, a Raffaelina Cerase, Ep. II, 226)
 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
 
 
BLOG ”PEQUEÑAS SEMILLITAS”
”JUAN PABLO II INOLVIDABLE”
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2 comentarios:

  1. Felipe, me veo reflejado en tus palabras: "La meta del Camino es el camino mismo." En el Camino de Santiago me enseñaron que, además, no termina al llegar a Santiago ni a Finisterre; porque como la vida, continua después de llegar. Gracias y ¡Buen Camino!

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  2. Perdón, José Luis Sevillano -España

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